Partida Rol por web

Este es el prologo de Graatz

Eres la hija de la hembra alfa de lo que fue tu tribu troll. Erais unos doce individuos y tu, más fuerte que tu madre, te convertiste en poco tiempo en la hembra alfa. Tu eras mas lista e ambiciosa que tus compañeros de grupo así que no te conformaste con ello. Fuiste capaz de darte cuenta de que seres mucho más débiles que los troll como los humanos y los elfos podían combatiros debido a que estaban mucho mejor equipados y organizados, además de ser mucho más numerosos. Creaste un estandarte y uniste varias tribus bajo este y convertiste a esas salvajes criaturas en un ejército organizado.
Una vez conociste a un viejo gigante de fuego, Albert Ironfist, el cual te enseño a forjar armas y armaduras como los de las razas civilizadas. Siempre estarás agradecido por lo que aprendiste de él y te propusiste crear un reino e invitarlo a ser tu senescal. Erais decenas de trolls, bien armados y debidamente organizados y encontrasteis un hogar. Era un valle virgen y lleno de recursos, perfecto para erigir tu primera ciudad. Tu ejercito era poderoso pero no tanto como para defenderse de lo que te cayó encima. Alguien había puesto su ojo en tu ejército, el Rey Einar Meadhorn de los gigantes de fuego.  Su estrategia era superior, al igual que su fuerza y la calidad de sus armas. Capturaron a tu pueblo con mucha facilidad y les pusieron cadenas de esclavos. Tú te resististe a doblegar tu rodilla y le escupiste en la cara, así que te golpeo, te hizo torturar hasta el punto de hacerte desear la muerte y te marcó con un hierro al rojo vivo las palabras “Propiedad del Rey Einar” en la espalda en señal de que no eras más que su esclava. En tus adentros juraste vengarte pero ya no tenías el valor como para enfrentarte a Einar.
Un día “El Sacerdote de Surtur”, un clérigo gigante del que todo el mundo hablaba con miedo y respeto, trajo a Einar un collar con el que podría doblegar la voluntad de los trolls. Entonces el Rey ordenó que te llevarán ante él para ponerte el collar. Antes de que pudieran llevarte ante ti apareció Albert Ironfist con su martillo. El gigante te hizo el segundo favor por el que estarías eternamente agradecida. Rompió tus cadenas, te dio armas, te puso una armadura y te indicó como salir de la fortaleza de Einar.
Recuerdas como huías de proyectiles llameantes y recuerdas que cuando saltaste desde las murallas estabas cayendo hacia un foso de lava. En ese momento algo plateado te agarró en pleno vuelo salvándote de morir calcinada en el magma.
Viste la cara de tu salvador antes de perder el conocimiento por los proyectiles en llamas que tenias encima. Era un semidragón de plata con el porte de un rey.

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Si ya lo recibi, lo estoy estudiando :).

Buenas una cosa no he regenerado nada de daño en el combate, creo que no todo lo que he recibido haya sido daño de fuego.

Si que has regenerado, lo que esta entre () es el daño no letal, el entre [] es el daño de fuego.