La noche no tardará en llegar. La lucha ha sido durisima. La legión del águila dorada ha dado mas problemas al Ogro Hechicero de los que pensaba que podrían darle jamas unos simples humanos. Por suerte su regeneración cierra las múltiples heridas que ha recibido. Sara Nightwater no tiene tanta suerte pues las heridas que ha recibido no se cerrarán así como así.
Doce cadaveres os rodean y un estándarte del Aguila Dorada yace en el suelo. Estais en medio del bosque de Cima de la Tramontana, empieza a refrescar y empezais a sentir un leve frío, no es suficiente como para helar el agua, pero suficiente para que uno se sienta incomodo. El suelo que pisais esta lleno de las hojas que arrastra el fuerte viento que azota siempre la región, despues de todo la mitad del nombre de la región es debida al viento.
Después de mirar con el ceño fruncido hacia ambos lados buscando enemigos ocultos, clavo mi alabarda en el suelo y observo a la humana desde mis más de tres metros de altura. Está bastante herida pero parece que sobrevivirá. Es una habilidosa ilusionista, los que llevan el águila de fuego parece que han arrasado su pueblo, dudo que esta pequeña escaramuza haya aplacado su sed de venganza. Las señales la han puesto en mi camino. Sara me ha dicho que se llama.
Me acuclillo cerca de ella.
-Rashesh es mi nombre, es bastante obvio que soy un ogro- le hablo con mi voz profunda- te ruego que me dejes acompañarte, estoy en una misión sagrada y tenía que estar aquí para salvarte, pero no se porqué. ¿Puedes caminar?
Llevaba días persiguiendo de cerca al ejército. Había mucho en juego y no podía perderles la pista. Su madre y el resto del pueblo habían sido capturados y Sara se sentía un poco culpable por no haber podido hacer nada. No tenía plan alguno, ni siquiera sabía qué haría cuando llegaran a su destino, pero no podía dejarlos sin más.
Como tantas otras veces, ese día había adoptado su aspecto de humana. Le reconfortaba esa apariencia. Y como humana le descubrió la retaguardia del ejército. Por suerte o por un golpe del destino, la aparición de un enorme Ogro consiguió que Sara viviera un día más.
-Gracias Rashesh. Si no hubieras aparecido no se que hubiera hecho.-Agradeció al extraño su ayuda.-Tengo algunas heridas, pero nada preocupante.-Miraba fascinada como los cortes del Tashesh se cerraban por su cuenta. Sin duda a ella le costaría días recuperarse.
Le contó al Ogro los motivos de su viaje, y éste pidió acompañarla.-Por supuesto, tendremos más posibilidades si viajamos juntos. Es lo menos que puedo ofrecerte por ayudarme antes.-Dijo con una sonrisa. Había recuperado parte de su optimismo, perdido el día que la legión entró en su pueblo.
-Me has hablado de una misión sagrada. ¿Que puedes contarme?,¿Esperabas encontrame en esta situación?.Sara estaba bastante sorprendida ante la revelación de Rashesh.-¿Continuamos?.- Dijo mientras se calaba la capucha de su capa para combatir el frio viento.
La ayudo a levantarse para ponernos en camino. Uso mi alabarda a modo de bastón al caminar mientras me mantengo cerca de ella para protegerla del frío viento como si de un muro se tratara. Cojo un poco de tierra del suelo y me froto las manos, para quitarme la sangre acumulada en ellas. Tierra dura en un sitio duro.
-Me temo que si me pongo a hablar, podría no parar, es una historia muy larga- mis pensamientos van y vienen- sirva decir que para los ogros la comunidad es importante, y a algunos de nosotros la comunidad la extendemos a todas las criaturas vivas. Algo malo va a pasar. Y va a pasar pronto. Las águilas de fuego no me gustan y pocas cosas no me gustan. El mal y las guerras sirven para avanzar a una sociedad, pero en su justa medida, el balancín nunca puede...- me detengo un momento, sin quererlo, ya estoy dando la chapa... carraspeo- *cough* Color dorado malo, color plateado bueno.
No me acuerdo ni que me había preguntado. Levanto las cejas confuso.
-Busquemos un sitio donde pasar la noche, no debes caminar mucho en ese estado- oteo buscando un refugio pero no estoy acostumbrado a éstas planicies, leer sobre ellas no es lo mismo que estar en ellas, el viento cambia de dirección aleatoriamente- oh- me agacho y cojo una hoja que debe de haber sido arrastrada muchos kilómetros- que curioso.
Motivo: Saber Naturaleza
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+14)=15
JAJAJA empiezo bien con las tiradas.
A medida que avanzais os vais introduciendo en el bosque esperando que allí el viento sea menos feroz, es muy poco frondoso, al punto de que la protección que os ofrecen los barcos contra el viento es practicamente nula. Vuestras esperanzas de que el bosque se haga mas denso a medida que entrais es practicamente nula, la mayor parte de Cima de la Tramontana es bosque, sin duda, pero un bosque muy repartido.
El árbol mas común del bosque es sin duda el pino, el suelo esta lleno de agujas pardas y podeis ver como crecen abundantes setas como los niscalos y los rebozuelos. Tambien son muy comunes aqui las encinas, acompañadas de las setas conocidas como rusulas blancas. Podeis oir el canto de los pajaros pero no logras identificar su fuente.
Cuando os quereis dar cuenta os encontrais con cinco elfos, o más bien ellos os han encontrado a vosotros. Sara pasa desapercibida pero desde luego Rashesh no lo hace.
No parecen hostiles, aunque si algo suspicaces.
- Os estáis acercando a nuestro campamento, tenemos tantos motivos para desconfiar como para confiar en las visitas inesperadas. Así que agradeceriamos que explicarais vuestra presencia aqui.
Sara ronreia mientras escuchaba las divagaciones del Ogro. Más que una conversación parecía un monólogo de pensamientos en voz alta. Despues de varios dias sola, Sara se alegraba de ecuchar otra voz que no fuese la suya maldiciendo cada vez que se levantaban los vientos gélidos. Rashesh parecía amable, y eso era mucho para los tiempos que corrian.
Se adentraron cada vez más en el bosque, con el fin de resguardarse del maldito viento. El suelo estaba cubierto de hojas de pino secas, creando un manto parduzco que Rashesh hacia crujir bajo sus pies. Era muy ruidoso y su tamaño tampococo ayudaba, pero a Sara no le importaba ya que había demostrado ser un gran guerrero.
Adentrandose más entre los árboles, la extraña pareja fue decubierta al fin. Sara tensó los músculos y aguzó la vista, intentando averiguar las auténticas de los elfos.[Averiguar Intenciones] No creia que fueran hostiles, pero no volverían a pillarla por sorpresa.
-Fuimos atacados hace unas horas. Él me salvó.-Decía Sara señalando al enorme Ogro, con aparente tranquilidad.-Nos adentramos en el bosque para buscar refugio, resguardarnos del frio y curar nuestras heridas. No os alvergamos mal alguno.
Motivo: Averiguar Intenciones
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+17)=36
Motivo: Diplomacia
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+14)=34
Elfos, elfos, no es una mala señal, pero tampoco es buena. No se que pensar al respecto y siempre me tomo mi tiempo para hablar. Son sólo cinco, pero con ella herida no es bueno correr riesgos, mi compañera eventual toma la palabra y asiento ante sus palabras mientras me meso el mentón.
-La ilusionista cuenta la verdad, cosa que me agrada, ya que podría haberse inventado toda clase de excusas o mentiras que nos facilitaran la aceptación de nuestra presencia en la comunidad elfa- me detengo un segundo y miro a Sara- ¿estoy hablando en alto verdad? *cough* mi nombre es Rashesh, el suyo es Sara- en todos los escritos hablan siempre de como una presentación formal distiende las hostilidades a la hora de encontrarse con desconocidos.
Sara lee la expresión del elfo, su rostro no indica ninguna intención de buscar problemas, mas bien se sienten intimidados por Rashesh. Se miran unos a otros durante vuestras presentaciones, al final se relajan y el que aprece dirigir a estos exploradores os señala hacia las profundidades del bosque.
- En nuestro campamento podreís descansar y estais de suerte, además de contar con nuestra sanadora vino hace unos días un gigante de piedra, un druida y esta ayudandonos con nuestros heridos. Contra el viento no podemos hacer mucho, pero al menos tenemos tiendas de campaña donde podreis resguardaros un poco. Si sois tan amables de acompañarnos os llevare hasta allí, nuestro señor Valanthian querrá hablar con vosotros.
-Bien! Toda hospitalidad siempre es bien recibida. ¿Que te parece Rashesh?. Sería un buen sitio donde pasar la noche ¿no crees?-Preguntó al enorme Ogro. Sara ya había tomado una decisión, estos elfos no tenian malas intenciones, o en caso contrario, las ocultaban muy bien ya que habían pasado el escrutinio de la Replicante. Pero una segunda opinión nunca venía mal.
Sara siguió los pasos de los elfos y de sus promesas de cobijo y curación. Sin duda esa sería una noche apacible como no había tenido en muchos días...
Asiento a mi compañera y vuelvo a poner mi alabarda en posición de caminar. Es un simple gesto, pero es entonces cuando los observadores se dan cuenta que la ha tenido en vilo todo este tiempo, denotando una violencia que se hace palpable justo cuando desaparece.
- Me parece correcto- le contesto a Sara y me dirijo a los elfos mientras nos ponemos en camino- aceptamos vuestra invitación, pero decís que hay más heridos, presupongo que los águilas de fuego han estado batiendo la región. ¿Han incrementado sus ataques últimamente?
- Querrás decir el Águila Dorada imagino, se han convertido en los perros de presa del Rey Einar, aunque es la primera vez en mucho tiempo que operán aqui en lugar de ir a buscar prisioneros en las Tierras Inferiores.
Las Tierras Inferiores es la denominación local de las tierras que quedan fuera de Cima de Tramontana, pues estan a un nivel más bajo respecto al nivel del mar.
Al poco tiempo llegais al campamento, esta establecida en una zona algo menos frondosa que el resto del bosque y podeis contar unas diez tiendas de campaña mas una gran tienda de campaña que esta junto al lado de un gran estanque de agua. Cuatro estandartes señalan las esquinas del campamento y las hojas del suelo han sido apartadas para evitar que una hoguera pueda incendiar el bosque.
Se os acerca un elfo de mediana edad, el cual parece ser el lider.
- No esperaba encontrar viajeros, al menos, no más de los que habían venido ya. Os doy la bienvenida a mi campamento. Mi nombre es Valanthian Ojo de Roble. Decidme ¿Teneis alguna información de los movimientos de la Legión?
-Hola Valanthian. Yo soy Sara y este grandullón es Rashesh.-Respondía al elfo. Hacía apenas unos instantes entraron el el campamento para encontrarse una serie de tiendas bien organizadas. No sería lo más cómodo del mundo, pero descansarían sin frio por una noche.
-Estaba siguiendo de cerca a la Legión. Hasta que su retaguardia me descubrió. Si mo hubiera sido por él ahora no estariamos hablando.- Sara se apenaba cada vez que volvía a pensar en ello, no podía evitar sentir un mínimo de culpabilidad. -Se dirigian hacia (norte/sur/este/oeste: la que toque. xd) con un enorme grupo de prisioneros inportantes para mí.-Sara agachó la cabeza.-Aún no se como, pero debo liberarlos.
Xd como no se hacia donde iban, no he puesto dirección concreta. Si para conocer la dirección hace falta tiradas de Supervivencia, pues ignora esa parte del post. Xd
Hago un gesto seco con la cabeza hacia el Elfo. Mi sociabilidad es inversamente proporcional al número de gente que me rodea. No tengo nada que añadir a la información dada por Sara, ya que soy nuevo en la tierra, así que observo el movimiento a mi alrededor en este pequeño campamento, fijándome en la figura del estandarte de los elfos y buscando al druida con la mirada.
- Y yo no se como, pero te meteré en una cama para que te recuperes. Eso que gotea el suelo- señalo un par de gotas carmesí que están a sus pies- es tu sangre- estoy completamente serio y acabo la frase mirándola- así no liberaras a nadie, el señor Valanthian Ojo de Roble seguro que lo entiende y nos disculpará.
- Ahora viene el druida - señala Valanthian- En nada atendera tus heridas.
De la tienda principal salen cuatro individuos, un semidragón, la cual ayuda a caminar a una troll, una elfa y lo mas importante, un gran gigante con una armadura de madera, el cual parece ser el druida del que hablan. Sara se da cuenta de un detalle gracioso, si los que no eran elfos se juntaran cada uno sacaria medio metro al anterior. El semidragón sacaba casi medio metro a Sara, luego la troll le sacaba algo más que medio metro al este, a continuación Rashesh le sacaba casi medio metro a la troll y finalmente el gigante le saca aproximadamente medio metro a Rashesh.