Partida Rol por web

Shivan volvió a cargar su ballesta, lista para volver a disparar contra el segador, pero aquel grito le impidió hacer nada mas.

Ese ser innatural habia recibido varios golpes tremendo y ni siquiera se habia inmutado... y ademas sus ataques los esquivaba... que seria de ella....? Moriria en ese suelo frio antes un dios inmirisicordioso? 

Mas que un felino, asomé de mi escondite golpeándome el pecho como un mandril mientras decía:

-¡Yo os salvaré hembras miedosas!

Vuelvo a esconderme y pego otro virotazo desde mi escondite, no tan potente ni tan controlado, pero si efectivo llegando a buen puerto.

Me descolgué el escudo, intentando esquivar el ataque, pero sin éxito...
 

Me paraliza...

El Segador posa sus frías y espectrales garras brumosas sobre Boront, de la misma forma que hizo con Andreas la noche anterior. Boront comienza a ponerse pálido y sus músculos se quedan rígidos. Nota cómo se le hiela la sangre y siente miles de punzadas por todo su cuerpo que desembocan en un dolor indescriptible.

Mientras tanto, Mirra y Shivan se quedan encogidas de pavor tras escuchar el grito desgarrador del enemigo. Ninguna de las dos logra hacer nada...

No es el caso de Schicksal, que se antepone al terror a base de valentía gatuna y dispara otro virote con su ballesta. Éste se clava en el brazo del enemigo, pero carece de la potencia de los disparos anteriores.

El Segador aprovecha que su víctima está paralizada y agarra a Boront por el cuello, levantándolo en vilo mientras el frío invade por completo al enano. Boront queda inconsciente mientras su vida pende de un hilo...

Mientras el Segador mantiene agarrado a Boront, podéis observar cómo le tiemblan los brazos, como si sus fuerzas se estuvieran agotando.

Cargo otra vez la ballesta y vuelvo a disparar contra el segador:

-¡Deja al enano en el suelo, si alguien ha de robarle algo ese he de ser yo maldita criatura! ¡A mi no me das miedo, no soy ni una chica ni un enano!

Otro proyectial sale de mi arma. El enano parecía estar perdiendo peso por momentos ¿?le estaría robando vida y recuperándola la bestia del averno?

Ya fuera de las garras del miedo, intento seccionar la extremidad que sujetaba a Boront.

Sueltalo apestosa, enfrentate a mi.

Como si ella estuviera en mejor estado que el.....

Superando el terror pasado Shivan finalmente levanto la ballesta, apuntando al brazo del Segador, disparando con un rugido.

Como si se hubiesen puesto de acuerdo, Mirra y Shivan atacan a los brazos del Segador de forma intuitiva. La elfa corta el brazo derecho de la criatura, pero el Segador mantiene a Boront cogido con el izquierdo. Shivan dispara un potente proyectil que se incrusta en el brazo izquierdo y hace que finalmente el Segador suelte a Boront.

El golpe final lo proporciona Schicksal, que clava un último virote por la espalda a la vil criatura. Con un rugido que retumba por toda la iglesia y hasta hace temblar el suelo, el Segador comienza a descomponerse en niebla y polvo, quedando tan solo un montón de cenizas en su lugar...

No nos abanodones!!! Aguanta Boront

La muchacha corre y le empieza hacer los primeros auxilios, tamponar la herida y masaje en el corazon.

Corro hacia le enano y la elfa mientras chillo:

-¡Le he matado, soy un héroe! ¡RECOMPENSA PARA EL HÉROE! -empiezo a darle golpecitos y meneos al enano al ver que no reacciona- chúpale Mirra, seguro que así se despierta, y si no le dará mas igual.

Después de darle unos menéos a Boront, desenfundo la espada y  saco un virote para remenar en el cuerpo del Segador:

-A ver quién demonios era y que tenía encima, seguro que es de mucho valor.

Voy dando golpes con la flecha y moviendo la tela mientras me mantengo en guardia.

Boront por fin recupera la consciencia. Su piel sigue pálida y siente frío por todo su cuerpo, pero al menos sigue vivo.

Shicksal remueve las cenizas donde el Segador ha sido derrotado pero no haya absolutamente nada.

El sacerdote se acerca a vosotros - Entonces, ¿ya ha terminado todo? - echa una mirada a las cenizas y suspira aliviado - Por fin la pesadilla del Segador de Medianoche ha terminado - anuncia tanto a los milicianos como a los ciudadanos, que al principio parecen no creerlo, pero conforme avanzan los minutos el entusiasmo empieza a embargar a todos los presentes en el templo, que estallan en gritos y lágrimas de júbilo y alegría, dandoos las gracias por haberles salvado.

Tras atender el sacerdote vuestras heridas en el templo, los milicianos acompañaron a cada cual a sus casas. A vosotros os llevaron hasta la posada donde descansáis toda la noche, cayendo en un sueño largo y profundo.

Al día siguiente, las campanas de la iglesia repican con alegría mientras el sol baña toda la villa. La persistente bruma que cubría toda Barovia se ha levantado y el burgomaestre os cita en la plaza del pueblo.

Allí con toda la ciudadanía reunida en torno a vosotros, el sacerdote oficia una ceremonia en memoria de los caídos y entona una oración de gratitud para vosotros.
- Os hago entrega de este distintivo, La Luz del Alba, que da la iglesia de Apolo como reconocimiento a los grandes héroes que han luchado valientemente y han permanecido en pie frente a la oscuridad.

- Y yo - interviene el burgomaestre - como gobernador de la villa de Barovia os declaro Salvadores de Barovia. La ciudad estará en deuda eternamente con vosotros. Siempre seréis recibidos con los brazos abiertos en nuestro hogar. Tras una última ovación del público congregado en la plaza, acompañada de vítores hacia vuestras personas, la ceremonia concluye y las buenas gentes de Barovia empiezan a desperdigarse para volver a la rutina sus vidas, sin olvidar nunca como un enano, una elfa y dos felinos ayudaron a poner fin a los sucesos más oscuros de la historia de esta pequeña villa...