Partida Rol por web

Para los mayas el jaguar era el rey y señor y no en vano el mítico Templo, situado en la gran plaza central de la ciudad de Tikal, adopta el nombre de Templo del Jaguar. Fue denominado así porque en su crestería estaba representada la cabeza de este animal.

En el Templo del Jaguar, podemos observar el Cuadrado, multiplicándose de mayor a menor tamaño, desde las faldas de esta gran pirámide truncada, hasta la misma cima de ella.
En la Sabiduría Oculta el cuadrado simboliza las bases, firmes y sólidas como la roca, que todo aspirante a la Autorrealización debe construir en sí mismo.
La pirámide truncada, vista desde las alturas es también una CRUZ y por tanto, representa al hombre que quiere y debe trasformarse.

Quizás fuese por todo esto que Candau eligió aquella representación para iniciar a su protegido.

Cuando abrió los ojos ya había dejado la playa atrás, ante ellos la conocida construcción del Templo del Jaguar se dibujaba lentamente.
Se incorporó lentamente mientras estiraba sus brazos y piernas, tardó unos segundos en percibir que algo no andaba bien. Se asomó al exterior y admiró la extensa selva que lo rodeaba, se relajó y se permitió percibir sus alrededores. Algo había cambiado, un aura diferente, repulsiva, lo rodeaba todo. Algo se movía entre los árboles allí debajo, algo que disparó una profunda sensación de peligro.
Definitivamente no estaba sólo en el templo y lo que allí se encontraba había salido de caza.
Preocupado observó como de la línea de árboles comenzaban a surgir negras criaturas que se acercaban veloces a las escaleras de piedra y comenzaban a ascender hacia él con expresión feroz colmando el aire con salvajes aullidos. A medida que se acercaban pudo vislumbrar sus rostros cánidos cubiertos íntegramente de pelo negro al igual que el resto de sus cuerpos.

llegue al templo del jaguar, realice unos estiramientos pero mientras los hacia una intuición de peligro me rodeo, salí del templo y contemple el extenso bosque, algo me decía que el lugar tenia algo diferente, algo fuera de lo normal, pude ver como unas criaturas se acercaban al templo con gran velocidad lanzando feroces y sublimes aullidos, algo de pavor me invadió, esas criaturas parecían sacadas de una película de terror, comenzaron a ascender por las escaleras y cuando estuvieron cerca pude notar que su rostro y su cuerpo eran completamente peludos, mostrando una cara de ferocidad, las criaturas comenzaron a estar cada vez más cerca y tenía que pensar en algo rápido para ponerme a salvo... recordé el poder de Candau, el fuego que era conocido por su obscuridad, no lo tenía muy bien controlado pero era tiempo de ponerlo en práctica, realice un movimiento de manos y comencé a visualizar como aquella llama obscura me envolvía en una barrera de fuego con una circunferencia y formando un pequeño domo.
-¿qué diablos son esas criaturas? ¿qué demonios están haciendo aquí, en este templo?-
en mi rostro se notaba la preocupación y el desconcierto de lo que estaba aconteciendo, por lo general este era el sitio más seguro para practicar y esas criaturas no debían estar allí.

La primera criatura en alcanzar la cúspide del templo se abalanzó sobre Mariuz sin percatarse, ciega en su hambre, del escudo de fuego que rodeaba al humano. Les habían prometido que a partir de aquel día podrían alimentarse de aquellos si así lo deseaban y la bestia estaba dispuesta a hacerlo.
Al traspasar las llamas el pelo de la bestia se incendió y la misma, desesperada al verse convertida en un amasijo ardiente, corrió hasta tropezar y caer por una de las ventanas de la construcción. Más criaturas llegaban poco a poco, Máriuz buscó la forma de salir de allí, sin embargo toda conexión con el plano de los hombres parecía haberse cortado impidiendo que el joven hallase un camino de regreso.
Poco a poco las criaturas que ingresaban al lugar se iban multiplicando, algunas más siguieron el destino de su primer compañero y pronto el lugar olía a pelo y carne quemada. Las bestias rodearon al humano, esperando hambrientas y furiosas por hincar sus dientes sobre aquel espíritu foráneo, absorber su esencia y se alimentarse de él. Mariuz se relajó en un primer momento pues su poder lo protegía, sin embargo aquella tranquilidad le duró poco pues de repente se hizo lugar y dos criaturas con arcos lo enfrentaron y tensaron las armas.
Múltiples disparos se proyectaron a la vez desde los arcos enemigos la mayoría de los proyectiles fueron consumidos íntegramente por su escudo aunque dos de ellos lograron atravesarlo y lo golpearon con fuerza. El primero de los impactos le dio de lleno en la cara clavándose en su pómulo derecho destrozando el hueso de la mandíbula y el paladar, el segundo apenas rozó su cadera desestabilizándolo momentáneamente.
Las criaturas bramaron al ver la sangre manar del rostro de su adversario y aplaudieron a los tiradores entrechocando sus espadas y escudos.

Mariuz se hallaba perdido, aquella herida había sido terrible y no tenía una forma visible de salir de allí. Debía actuar de forma ofensiva, destruir a todas aquellas criaturas antes de ser completamente aniquilado. Por fortuna su escudo no había cesado y pese a que sus enemigos podían atacarlo desde fuera la mayoría de las flechas eran consumidas por su protección.
Moriría allí, de eso estaba seguro, pero al menos se llevaría a unos cuantos con él.
Se encontraba preparándose para liberar toda su energía cuando de repente sintió algo, una especie de puente, por llamarlo de alguna manera. Una energía cálida que lo llenaba de paz y lo hacía sentir seguro y protegido. A la vez que aquella energía llegaba a el sus heridas comenzaban a cerrarse, pero más allá de esa protección pudo percibir un camino de regreso al mundo físico. Supo que debía apurarse, si quien quiera que estaba estableciendo ese vínculo lo rompía, entonces no tendría otra oportunidad.

la barrera de fuego me había resguardado por un buen tiempo, las criaturas que intentaron ingresar hay quedaban envueltas en las llamas y se achicharraban por estas, me sentí protegido y seguro gracias a mi poder pero algo que no entro en los planes sucedió, quizás baje la intensidad de las llamas o me distraje un poco puesto que dos flechas lograron penetrar la fortaleza en la que me rodeaba, una de las flechas impacto en mi pómulo y lo destrozo por completo dejando fluir una gran cantidad de sangre, el golpe de la flecha me causo un intenso dolor pero no logro desestabilizarme solo la segunda flecha que roso mi cadera si logro hacerme balancear un poco, me sentí rodeado e impotente, sabia que iba a morir allí en ese lugar pero al menos me cargaría a algunos de esos cabrones, pensé en mi mascota y una pequeña lagrima se asomo por mi ojo, me prepare en expulsar una onda de llamas, liberando todo mi poder cuando de repente me percate de algo mas estaba allí o por lo menos me estaba protegiendo, mis heridas fueron sanando de apoco y la seguridad y la paz que había perdido regresaron de nuevo, pude percatarme también de que había un camino por el cual podía regresar al mundo físico, debía apresurarme en llegar hay antes que quien quiera que fuera que estaba emanando esa energía, desapareciera.
me puse de pie las heridas se estaban sanando poco a poco pero debía apresurar su sanación, con mi poder de controlar mi carne y huesos restaure de nuevo mi rostro y el rasguño en mi cadera, mientras las llamas aun me rodeaban decidí hacerme un escudo con mis huesos, para cubrir todo mi cuerpo y protegerme de mas daños fisicos.

emprendí una carrera hacia donde sentía podía volver al mundo físico eso si con la barrera de fuego aun rodeándome.