Partida Rol por web

Demasiado tiempo en tensión agota hasta al más poderoso de los instintos de supervivencia, y Julián reacciona tarde al repentino movimiento del barco. Sin poderse agarrar a nada, sus menguadas fuerzas no son rival para la inclinación del suelo y el empuje del agua.

El empuje del agua es tal que apenas podeis manteneros a flote y chocais con multitud de restos del navio que flotan junto a vosotros arrastrandoos por el pasillo inundado. Finalmente lograis asiros a un saliente cuando el barco parece partirse en dos con un tremendo crujido. El salon comedor se agrieta, inunda y luego, mientras seguis asidos en los quicios de madera de una de las paredes, todo cede y se parte abriendo un enorme boquete por donde el mar vuelve a embestir contra el trasatlantico.

Contemplais con horror como la parte donde os encontrais, elevada sobre el agua, al partirse, se derrumba nuevamente contra el mar embravecido haciendo que voleis un par de metros con la salitre agua hasta que choca nuevamente con las olas y queda a merced de estas, hundiendose poco a poco bajo la terrible tormenta.

No hay lugar a dudas que las posibilidades de sobrevivir son escasas o casi nulas y mas aun si permaneceis encerrados en el navio cuando se hunda del todo.

despues de tan asombrosa demostracion de destroso del mar solo puedo intentar agarrarme de algo y ver como el navio esta convirtiendose en solo un bloque de metal hundiendose en el mar

nesecitamos alguna tabla grande y votarnos al mar no tenemos otra opcion o si no nos undiremos con el barco

mis musculos tiemblan siento un ruido muy fino en el oido estoy muy asustado solo puedo pensar que solo tengo una oportunidad de vida mientras que esa agua tan salada va chocando contra mis heridas y eso hace que este mas despierto a mi cruda realidad

Ya iba a ir a hablar, o más bien a farfullar de cerca con la fulana que se acostaba sobre la mesa cuando un fuerte embite hace que todos caigan al suelo. El barco se parte y Marie ve con horror el mar abierto ante ella. -AHHHHHHHHH, NOOOOOOOOO -grita sin contenerse llena de horror y espanto.

Apretando los dientes por el esfuerzo, Julián se sujeta como puede a un candelabro de pared. Un vistazo rápido le permite comprobar que Marie y Dhish también han logrado encontrar a tiempo un asidero.

-¡Buena idea, Dhish! Una de las mesas grandes del salón sería una estupenda balsa, y sus patas nos servirían para agarrarnos a ellas y no caer al agua. - mira una vez más a su alrededor, con la esperanza de que alguna de esas mesas haya quedado enganchada a algo y no se haya perdido bajo el agua, fuera de su alcance. - ¡Aguante, Marie!

Entre Dish y Villalobos logran alcanzar una de las mesas mas enteras que aun no ha sido arrastrada mas adentro por la tormenta haciendo que una de sus patas aun enteras les sirva para aferrarse a ella con fuerza.

De repente la presa de Marie por sobrevivir cede y esta es absorvida por el agua que embite contra vosotros con bravura aunque, gracias a la rapidez y reflejos de Julian rapidamente ambos brazos se aferran haciendo que la dama empapada se una a los dos hombres en su titanica lucha contra los elementos con la unica ayuda de la maltrecha mesa de madera.

De repente vuelve a tronar todo y el barco se astilla mas y mas, hundiendose, destrozandose, incando las rodillas ante la mar que atraviesa todos sus poros y camarotes arrastrandoos con mobiliario y cadaveres por su interior hasta el destrozado lateral del navio donde la tormenta aun levanta olas de mas de seis metros sobre vuestro nivel.

Atonitos, luchando por no tragar mucha agua, cansados, mojados y helados, veis como no parece haber ningun superviviente ni bote en las cercanias y, dado la fuerza de la tormenta, dudais que ninguno de los pasajeros hubiese podido huir de alli con vida.

Tras el breve momento de reflexion intentais alejaros del barco que se hunde bajo las aguas de la tormenta pero el refujo de este os acerca mas y mas hasta que, casi providencialmente, una enorme ola os engulle, golpea y sumerge en la tormenta haciendo que lucheis por volver a la superficie aferrandoos a la madera hasta perder la conciencia...