Partida Rol por web

Sin poder evitarlo, siente un escalofrío y acerca cuidadosamente la mano a su arma.

A esta distancia, no es cuestión de puntería. El que primero dispara es el que vive.

Julián se gira como un rayo a la vez que se agacha para evitar un posible disparo alto contra él.
El poderoso Colt Peacemaker reluce en su mano, reflejando la luz del sol. El cañón se eleva buscando el pecho del vaquero.

Sin poder evitarlo, se acuerda de aquel labriego al que mató. Las circustancias fueron muy similares. Pero en aquella ocasión, él era el humillado.

Sigo vivo. Dios debe de tenerme reservada alguna muerte mucho más horrible.- piensa entre aliviado y divertido.

Tras unos breves instantes de confusión en los que temió por su vida, Julián recupera el control y la confianza. Sabe que no se enfrenta a un tirador demasiado hábil, pero sí pertinaz. No va a hacer más concesiones, sólo hay una manera de acabar ésto.

-Menos mal que disparas igual que juegas- le espeta mientras se incorpora y extiende el brazo. Están muy cerca, casi podría tocarle con el cañón del Peacemaker.

¡BANG! Un disparo. Sólo uno. Debería ser suficiente tratándose del orgullo de Samuel Colt.

Las gotas de sudor caen por mi frente, el corazón bombea a toda velocidad. Entonces, acompasando el ritmo del corazón con el movimiento de la mano, la muñeca, el codo y el hombro, mientras clavo una rodilla en tierra. Con la mano izquierda ayudo a amartillar para hacer más rápido el disparo. El inconfundible olor a pólvora llega hasta mis fosas nasales, mientras el ensordecedor ruido del estallido de la bala resuena en mis oidos. Intento apuntar a la cabeza, no quiero darle la oportunidad de responder y que hiera a Marie o a mi mismo.