¡Ishtar, que tu luz ilumine esta oscuridad! -retumba la voz del wardu por toda la sala.
No temas Enmerkar, ella está con nosotros.
¿Estos demonios escorpiones que son? ¿Cuales son sus debilidades?
¿El demonio mayor es padre de Burna Buriash? ¿Si es así, la liga nos serviría para derrotarlo?
Entonces el wardu toma su navaja y haciéndole un corte rápido y cuidadoso a Burna-Buriash toma un poco de su sangre y comienza a dibujar con ella un símbolo de protección de Ishtar en el piso, pues seguro los demonios-escorpión atacarían en unos instantes. Mira, jaja, tu sangre sirve para hacer el símbolo de quien te aplastará como ceniza antes de que causes cualquier daño. Tu sangre en tu propia contra. No podrás derrotarla.
Motivo: vs miedo
Tirada: 4d6
Resultado: 2, 3, 5, 3
+ 5 de voluntad, gasta un punto para tirar 4 dados y quedarse con los 3 más altos...
Saca tus amuletos y protecciones contra el mal y ruega a los dioses, ese fue el consejo que le di a Akbar ...
Si algo era Enmerkar y algo había aprendido en su cruel vida era a mantenerse impasible ante cualquier enemigo, auqnue las Gallas le habían hecho recordar antiguas pérdidas en la arena y duros momentos en los que su vida corrió grave peligro y alguna feas heridas, esta vez su impasibilidad hizo que se enfrentase al horroso ser con mayor determinación y sobre todo con algo en su mente como era el grupo al que ahora pertenecía:
- Defiende a los tuyos, acaba con ellos. - ese era el lema al que había consagrado su vida tras recuperar la libertad y cuando decidió quedarse junto a Kadashman, al hijo del hombre que le había dado la libertad y que lo había contratado como asesino y como guardaespaldas de Kadashman.
El wardu tomó su enorme hacha y con fuerza apretó su mango para descargar golpea contra sus oponentes y proteger a su grupo.
- Este es mi amuleto contra el mal, Burna.
Motivo: Punto de Carácter
Tirada: 4d6
Resultado: 5, 3, 4, 6
Supongo que si, no? 6+4+5=15 y se suma mi vol que es 3= 18.
Narrador: Sí, es así. Te he contestado en el off acerca de tus dudas sobre el reglamento.
- ¡Hijo mío me pides que me vaya! - puede detectarse la sorna en su risa demoniaca - Así hablas a tu padre, mi sangre corre por tus venas, por qué crees que tu madre os abandonó, porque al igual que tú me pertenece - vuelve a reír - y ahora dame lo que pertenece.
Las criaturas con cuerpo de escorpión se van adelantando pro ambos flancos de la criatura. Comienzan a avanzar lentamente con actitud amenazadora.
¡No la tendrás!, Enmerkar rápido le susurré golpea con tu arma y parte en dos la tabla que sostengo con ambas manos, la puse en posición de dársela al wardu, pero el sabía que se la estaba posicionando para que pudiese partirla en dos sin problemas.
¿Romper la tablilla servirá de algo? Aun así, Ibraam se posiciona de tal forma que cualquier ataque sobre Burnia Buriash vaya contra él.
¡ Ishtar, para que los demonios no ronden !
Motivo: ataque
Tirada: 3d6
Resultado: 3, 1, 5
Motivo: defensa
Tirada: 3d6
Resultado: 4, 2, 6
Motivo: maniobra
Tirada: 3d6
Resultado: 3, 5, 3
Extrañado con lo que me dice Burna sobre la tablilla que nos ha traído hasta aquí, frunzo el ceño bovino, pero le hago caso viendo que puede ser la única oportunidad de salvar a mis acompañantes, golpeo con fuerza la tablilla vigilando no dañar a Burna que la sostiene en sus manos.
Mi idea era que Enmerkar al golpearla hiciera astillar la tabla al romperla, arrojando trozos tan pequeños lejos de la zona haciendo imposible el recomponerla para poder ser utilizable.
Narrador: Bien. Una simple tirada de Fortaleza NO 9 por parte de Enmerkar y las tablas se romperán.
Enmerkar alza su enorme hacha y golpea las tablillas de Burna Buriash y las destroza como si de arcilla se tratase, pues Enmerkar era un enorme wardu gladiador, versado en las armas y la fuerza había sido siempre uno de sus principales recursos para sobrevivir, y para ello había sido creada su raza.
Motivo: Fortaleza
Tirada: 3d6
Dificultad: 9+
Resultado: 9(+7)=16 (Exito)
No era muy complicado con 7 de fortaleza...
Narrador: Es obvio. Un enorme wardu ex-gladiador con un hacha enorme no le debe ser difícil partir unas tablas de arcilla.
Maldije en silencio cuando las criaturas comenzaron a salir de detrás de la sombra que se había presentado ante nosotros. Burna pidió a Enmerkar que rompiese las tablillas, hecho que yo no comprendía en absoluto, mas no era este el momento de preguntar. Cogí el arco aprovechando la distancia, y tensé, mientras apuntaba a una de las bestias con forma de escorpión. No solté la flecha, por el momento, esperando a ver el resultado de la ruptura de las tablas.
Atónito, escucho las instrucciones de Burna y contemplo como el wargu descarga un terrible golpe sobre las tablillas.
Ignoro las razones para querer algo así, pero he seguido a mi señor demasiado tiempo como para dudar ahora de sus motivaciones. Tal vez así evitemos un mal mayor al mundo, aunque puede que signifique nuestro fin.
Pero no he venido hasta aquí para dejarme matar. Saco la honda y me sitúo en posición lo más ventajosa posible entre las ruinas, necesito algo de espacio para usarla y no deseo que me vean como una auténtica amenaza. Los cuchillos están a mano, pero no se si realmente estaré dispuesto a enfrentarme cara a cara con criaturas tan espantosas.
¿Qué? ¡¿Que está pasando?! -dijo Ibraam, confundido cual más. Buscó con la mirada a sus compañeros.
- Dame mis tablillas, yo las escribí - grita la criatura, su aparente ironía ha sido sustituida por temor - tu destino y el mío están ligados a estas tablillas, tú no lo entiendes.
Las criaturas demoniácas arácnidas comienzan a replegarse y a lanzarse sobre los intrusos dejando a Burna- Buriash en medio al lado de su fiel Akbar. Aquel arroja las tablas al suelo y el wardu levanta el hacha confuso pero atesta el poderoso golpe que destroza las tablillas. Un rugido prosigue a continuación y el suelo comienza a temblar. Las criaturas mitad escorpión se detienen y comienzan a huir despavorida. El ser que los ha llevado hasta allí grita y maldice.
- ¿Qué has hecho insensato? - grita aterrado - ¡vendí mi alma por esos conocimientos!
El techo comienza a derrumbarse.
- Yo te atraje aquí para cumplir el destino - sus manos con dedos alargados rematados en uñas alargadas comienza a rasgar su cabeza - tú y tu parte de las tablas debían reunirse conmigo tú y yo solos, para cumplir el pacto.
Su voz empieza a distorsionarse.
- Esto no debería haber pasado.
- Vamonos, esto se viene abajo - gritaba Akbar sujetando el brazo de su amo.
- Salgamos de aquí, pereceremos - éste era Bel-Shaanar.
- Nó - Burna se quitó de encima el agarre de su exclavo y dio unos pasos - ¿Un pacto con quién?.
- La diosa de la Pasión, la hermana menor de Ereshkigal la diosa que me engañó y me convirtió en esta cosa. - su voz parecía distante como si proviniera de otro mundo o plano - Debía sacrificar a mi propio hijo aquí, en su templo, pero debía venir voluntariamente; lo perdí todo por culpa de los conocimientos de esas tablas.
Las últimas palabras parecían desvanecerse.
De repente aquello se volvió un infierno y todo dio vueltas. Sin saber como aquel lugar comenzó a alterar su realidad. Cerraron los ojos y sintieron una especie de vértigo, semejante a la sensación que habían tenido cuando fueron atraídos al interior del zigurat. Todo se volvió luz y pudieron sentir como la arena les cegaba los ojos.
Fin de la Escena