Partida Rol por web

Luego de conversar con el alcalde y ponerse de acuerdo en nuevas aventuras, Ylian, Gael y Panacea se despiden de Aramin y Lasar, que deciden tomar caminos separados y, luego de una breve parada en la Universidad de Villafé (donde Ylian busca sus pertenencias) salen camino a la ciudad de Purixta, aproximadamente 1 dia de camino.

Los arboles escasos empiezan a mostrar el cafe claro característico de la estacion de Otoño, que ya calculan va por la mitad, y los tenues rayos de sol de la mañana, apenas calientan el cuerpo. Afotunadamente cada uno de ustedes va bien preparado y no pasan frio.

El camino empedrado y perfectamente delimitado de la salida de Villafé se junta con el camino principal del reino y siguen avanzando lo que parecen ser facilmente sus 8 horas.

Cruzan varios puentes y mas adelante, el camino, empieza a cambiar el tipico panorama de falta de carretas, y ya empiezan a verse varios carromatos, a intervalos, que van en direccion contraria, lentos y armoniosos, y encuentran tambien algunos que van en su misma direccion, pero lentos, o tomando descansos en rellanos del camino.

Son aproximadamente las 14 horas y no se siente una brizna de viento en el aire.

Ya, me demore un poco pero esto tengo anotado.

-135 MO (adelanto, utilizado 113 en caballos +espada larga)= (22 MO total)
+100 recuperado de garantía caballuna. (122 MO total)
+100 mp +50 MO (tesoro gran cámara) (182 MO total)
Diadema del corazón vigoroso
+100 po +2 perlas (30 PO) (cámara trampa) (342 mo total)
+75 po  (417 MO total)

+80 pp +10 po (435 MO total)
=265 (restante recompensa)+435(botín Tor)= 700 MO dividido en 4 (175 MO total) mas objetos obtenidos.

Objetos:

2 Espadas Largas
2 Escudos
2 cotas de mallas.
2 Arcos Largos.
1 Cinturón de Levantamiento**

1 diadema del corazón vigoroso**

1 perla almacena conjuros**
1 Martillo mágico **

** Aúnno han sido identificados.

Disfrutó del camino y pidió una y otra vez que les contaran todo lo ocurrido en aquel lugar en el que tuvieron que lidiar con grandes peligros. Analizaba cada una de las palabras que decía y trataba de aprender de aquella aventura como si ella también hubiera participado en ella. Cuando se encontrara con esa clase de criaturas no quería flaquear y quería estar a la altura de ellos.

También les contó a ambos como había descubierto a Mystra y el entrenamiento y conocimiento que pudo disfrutar en el templo y con Augustus. También les habló del amable Yerko y de las bondades de Mystra, incluso de como esta se le había revelado en sueños, aunque no detallo lo ocurrido en estos porque ni siquiera ella entendía el mensaje.

En los ratos que seguían el camino en silencio disfrutaba de la naturaleza y hasta del frío. De vez en cuando se ajustaba un poco la armadura pues aún no se encontraba cómoda llevándola y colgando el escudo de su espalda pues aún le pesaba demasiado para llevarlo en el brazo todo el rato. A pesar de haberse preparado en el templo notaba el peso extra de ambos objetos y a veces se retrasaba un poco y les pedía unos minutos a sus compañeros para tomar aire.

Argolan volaba libre a su lado y le contó a ambos pero sobre todo a Panacea todo lo que había descubierto sobre él y que habían podido comunicarse pero que desde el mismo día en que se encontraron no había conseguido comunicarse con él. No tenía claro lo que ocurria y esperaba que la druida pudiera ayudarle, aunque entendía que Argolan se escapaba del influjo y conocimiento de esta al ser un celestial asociado a Mystra, la diosa arcana.

Panacea se puso a examinar los objetos.  En lo que tuviera ventaja en saber, lo diría ella sola.  En lo que fuera complemento, contribuiría.  En fin, eran equipo. 

Creo que el cinturón y las perlas son ... 

Por otro lado, el martillo y la maravillosa diadema me late que son ...

Y con mi poquito dinerito, mejor me espero a compras en un mercado más grande.

El caballero estuvo pendiente de Panacea, por si descubría algo acerca de los objetos que tenían en su poder. Aunque deseaba conseguir una armadura nueva - la suya no podía considerarse digna de un auténtico caballero - finalmente pensó que tendrían que investigar los objetos. El martillo podría serle de utilidad, aunque fue un arma menos noble pero también le gustaba mantener a salvo del desgaste su espada familiar.

Durante el camino aprendió algo más sobre la nueva clérigo, verla portar armadura y escudo le resultaba muy curioso, significaba que tenía soltura como para lanzar sus hechizos incluso con esa carga. Gael no había escuchado antes de una persona que practicara la magia arcana y la divina a la vez, mas ciertamente debía de ser algo común en el culto a Mystra.

- Se ven los primeros tintes otoñales pero el viaje es agradable.

Las plantas se aferraban a la vida a pesar del descenso de temperatura. Gael conocía los ritmos naturales, fueron parte de su educación pues estaba entrenado para sobrevivir en la naturaleza.

Al ver algunos carros venir en dirección hacia ellos se preguntó qué nuevas traerían. Convenía saber todo lo posible de aquella aventura que les esperaba, Gael no gustaba de actuar a ciegas por lo que saludó a quienes conducían los carromatos.

- Buenos días tengan, buenas gentes, como ven vamos camino a Purixta, les agradeceríamos si nos hablaran sobre lo que nos espera allí.

Trató de indagar por si había alguna novedad.

Luego de algunas horas de viaje,  el camino se va volviendo,  a ratos,  muy concurrido,  varias carretas se cruzan con ustedes y algunos los saludan,  al ver el saludo del guerrero, otras pasan,  viendo los ojos,  se pueden dar cuenta de su actitud desconfiada había todos. 

Entre medio y cabalgando rápido,  también ven pasar un par de jinetes de la Guardia a toda velocidad en dirección contraria,  que al pasar,  y casi en cámara lenta,  los ven a ustedes,  y durante una fracción de segundos,  sienten las miradas escrutadoras de ellos. 

Pasan,  sin finalmente detenerse en la dirección que vienen ustedes. 

Pasa la tarde,  las carretas empiezan a escasear,  cuando luego de una particular formación de colinas,  llegan a la entrada de un gran valle,  que se abre ante ustedes, con el follaje multicolor de tonos entre verdes,  amarillentos y café. 

Un aire un poco más tibio suavemente golpea los que van en la parte delantera del grupo y al ver el calle,  se ven varios ríos que lo cruzan, incluso uno, el mas grande pareciera que pasa por el medio de una formación redondeada de estructuras bien densas como casas,  sobre las que sobresalen:

Una torre redondeada en el sector sur,  una especie de basilica en el sector este,  una sección amurallada dentro de la ciudad,  en el sector que ustedes se dirigen. 

Se ven 4 caminos que llegan a la ciudad amurallada que concurren desde los 4 puntos cardinales. 

A pesar de que no se ven muchos detalles,  se puede apreciar una cantidad grande y colorida de casas o negocios desde esta lejanía. 

Un letrero a su derecha les indica que un par de kilómetros mas allá,  lo que ven,  es la ciudad de Purixta.

Panacea había procurado en el bosque algún amigo animal para que la llevara de montura a la siguiente aventura.  A cambio, prometía ayudar a su manada o piara, y su bosque, en lo que necesitara. 

Se fue jugando con la perla aquella.  La comparaba con la que le habían dado las druidas.   Ojalá la hubiera sacado ante aquel no-muerto tan horrible.  Seguro hubiera ayudado.   Pero bueno, la forma de honrar al pasado es actuar mejor en el futuro. 

¿Me puedo quedar con la perla, Gael?  -preguntó a su compañero.   Había estado de acuerdo con él en vender los objetos donde fueran a ganar más moneda, ya sea en Villafé o Purixta.   ¿La diadema, si no la quieren, la uso y veo de que se trata? 

Trató de leer los gestos de la gente en el camino. ¿A qué le temen? ¿Lo del sueño? ¿Es mi pelo verde?   ¡Pero si está de moda!

Montura?

No había visto eso.  No lo habías pedido antes tampoco. 

En Villafe no ves monturas entrenadas, excepto caballos   y si te vas al bosque,  tendrías que buscar un animal que fuera lo suficientemente dócil y entablar una relación con el para explicarle lo mismo que me dices en el transcurso de un buen tiempo.

Entrenar animales tiene un costo monetario y de tiempo,  se puede apurar con conjuros,  pero,  una criatura salvaje,  te tomaría, a lo menos 3 o 4 meses de entrenar para ser tu montura solamente. 

Si te fijas la habilidad es de los exploradores a nivel 3 con  el arquetipo "Señor de las bestias". Ellos son los que la pueden hacer "gratis"  por asi decir. 

Aunque en Villafe no habían,  también podrías buscar una montura exótica (perro de monta) o algo asi, o encargar que primero la domestique algún entrenador y de ahi comprarlas. 

Me avisas que decides.