Partida Rol por web

Aprovechando que detienes la montura, el oso se pone de pié propinando a Sir Gallowein tal golpe, que la sangre mana de su pecho mientras lo derriba del caballo. 

De fondo oís los gritos de carga del conde y sus caballeros.

Avanzo acercandome al conde y miro atras a donde deje a Sir Brynden. Se encuentra junto a otro caballero luchando espalda con espalda.

Aunque parte de mi quiere volver para ayudar a tan bravo caballero y así devolverle el favor antes dado, mi cabeza me hace avanzar ayudado por los animos del conde.

Las últimas palabras que oi de Sir Brynden resuenan en mi cabeza "mata al chaman¡¡ y acaba con esta pesadilla¡¡¡..."

Azuzo a mi caballo para lanzar una carga y así avanzar, ayudandome de un espadazo que corta el viento produciendo un impacto seco contra el cuerpo putrefacto

Los zombies se había arremolinado alrededor de sir lenox viendo su avance dificultado , pero no le preocupó puesto que ese hecho hacía que a sir waylan le resultara más fácil llegar al chaman para destruirlo . 

Sigue el avance compañero , no tardaré en llegar . 

Mas dolorido mi orgullo que por los ataques de la bestia, vuelvo a arremeter contra ella:

-¡Muere de una vez hijo del diablo!

Bandelaine empieza a estar cansado, pero a pesar de todo no abandona su empeño de eliminar a todas estás malditas criaturas para enfrentarse contra el brujo.

Veo a Gallowain en el suelo que como alma enfurecida se pone en pie y se lanza sin pensarlo sobre el enemigo, paso a toda prisa con el Caballo por un lado tratando de darle mi apoyo y un nuevo blanco al Brujo Picto Mientras Grito “Por Dios y por Arturo” y dejo caer el mandoble sobre su asquerosa Persona.

El cansancio va en aumento, y  los espadazos de Sir Art siguen siendo efizaces,  aun perdiendo violencia.

Mientras las hordas de zombis,le iban cercando,Sri Brynden , perdía toda su esperanza...cuantos mas tiempo luchaban, mas hombres del conde caían ,levantándose luego, como siniestros caballeros, con las heridas aun sangrantes..pero lo peor era su mirada,una mirada vacía de todo sentimiento, de toda forma de vida, una mira vacía,que hacia huir a sus enemigos...

Con un fuerte espadazo, descabezó a un zombi demasiado cercano,que probo su acero,pero rapidamente otros les suitituian.

Uno de los caballeros del conde,muerto ahora, cruzo su acero con el joven caballero,las espadas se entrechocaron y chispas metalicas saltaban de las hojas...con un rapido movimiento,sobreponiendose a su miedo,Brynden giró la espada ,cedió ante el peso del caballero y se hizo a un lado,golpeandolo,en la barriga, desparramando sus tripas por el campo de batalla...

-Por el rey arturo , por dios, y por lonazep- las palabras del conde sonaron fuerte en el llano,mientras intentaba reunir a los pocos caballeros que aun se mantenian con vida...

Alzandose sobre los cadaveres que se amontonaban,Sir Brynden logro subirse de nuevo sobre Vermellon, listo para seguir la lucha... 

-POR ARTURO!.-El caballero hiere al oso en un costado ayudando a Sir Gallowein.

El oso intenta mantenerse ante el embite de los dos caballeros, pero Sir Gallowein ayudado de Sir Waylan hieren tan profundamente al oso que, a una orden del shaman, sale a la carrera hacia el bosque.  

Su velocidad es grande y los zombis os bloquean el paso impidiendo su persecución. En la linde del bosque, el shamán Picto se gira y lanza una especie de amenaza o maldición mientras sus horribles creaciones caen ante las espadas de los valeroso caballeros en la contienda del día de Santa Ana.

La última carga del Conde merma seriamente a los engendros del diablo. El supuesto ejército acaba bajo los cascos de los caballos, espadas y lanzas de los caballeros que combatieron con honor, valor y devoción hacia su anfitrión en esta contienda. Pocos zombis quedan en pie ya que, al huir el shamán la influencia es menor y caen uno tras otro. Pero queda la desolación de la batalla. Muchos cuerpos de amigos y valerosos caballeros yacen en tierra. Sir Ferdinard yace en el suelo con las tripas a medio devorar en una mueca de terror. Caballo mordidos en sus patas recorren el campo guiados por sus amos en busca de heridos que ayudar.
El propio Conde de Lonazep os felicita a cada uno de vosotros personalmente dandoos las gracias por ayudarle en este día tan aciago. 

Orgulloso por la victoria mostrando mis heridas agradezco con una reverencia al Conde, no sin mostrar una mueca de dolor la agacharme:

-Espero que su gracia perdone nuestra intromisión en la entrega de los premios del torneo.

Luego me giro hacia mis compañeros, y levantando la espada en alto grito:

-¡VICTORIA! ¡DIOS Y ARTURO SIEGUEN DE NUESTRA PARTE!