Caminó detrás del hombre y cuando este se detuvo se sentó junto a él.
-Disculpa, no pretendía ofenderte- le dijo con sinceridad -Simplemente quería darte una opinión, lamento de verdad si sonó mal. Agradezco tu advertencia, pero de verdad que no podemos irnos, no queremos entrometernos con la tarea de nuestra compañera, por eso estamos aquí, fuera de la reserva, pero tampoco vamos a dejarla sola. Supongo que sabés que esta zona se volvió algo... especial últimamente y no sólo los cambiaformas están interesados en ella. Como dije, no estamos haciendo nada malo, ni buscamos hacerlo, simplemente estamos aquí para proteger a nuestra compañera si llega a necesitarlo.- Extendió la mano hacia el hombre buscando un saludo. -Me llamo Dishi y creo que empezamos con el pié equivocado. ¿Aceptarías mis disculpas?-
El anciano escudriñó a Dishi cuando se acercó a hablar, sin cambiar su expresión hacía él. Cuando por fin terminó de hablar, levantó su mano derecha y señaló hacia un grupo de edificios altos ubicados en Puerto Maderos.
Es de ellos de quien deberías cuidar a tu amiga, no de nosotros. -El vagabundo dejaba bien en claro con esa afirmación que Puerto Maderos y la Reserva Ecológica eran dos territorios completamente diferentes. Y si tu amiga es una de los tuyos, no le haz seguido bien el rastro, son los primeros brillantes en llegar a la Reserva.
Cuando Dishi extendió su mano para saludarlo, él estiro la suya y la estrechó con fuerza. Pueden llamarme Rendall... Ante la pregunta de Dishi sobre las disculpas, solo contestó frunciendo la nariz.
Omega, si intentas acercarte para saludar a Rendall, da por sentado que solo con su mirada tajante te va a transmitir que no desea tocarte y si insistís puede ponerse agresivo.
Me acerco tras de Dishi. Está claro que algo en mi no gusta al anciano así pues sólo puedeo respetar eso. Tras su explicación pregunto.
Los edificios altos esos de Puerto maderos... ¿Tecnocracia?
Es eso ¿no? Ya han tomado posiciones cerca de la reserva... vigilando...
Luego caigo en lo que ha dicho de los iluminados. Dishi, Ileana no ha venido. Puede que esté todavía en la Casona. Quizá debieramos hacer caso a Rendall y volver antes de que anochezca.
Me vuelvo para alejarme y doy dos pasos, pero me detengo y me giro. Juntando las manos a la altura de mi pecho, inclinandome a modo de saludo y con la mejor y más inocente de mis sonrisas añado. Gracias Rendall. En otro momento me gustaría seguir compartiendo de tu sabiduría.
Rendall asintió a las palabras de Omega. Hace mucho que están allí pero hasta hace unas semanas el movimiento era mínimo. Ahora creció y es constante. Hizo una pausa y cerró los ojos por unos segundos, a Dishi y Omega les pareció que estaba intentando calmarse o reprimirse. Luego miró a Omega. Me agradas Niña, pero mientras portes el olor de la muerte, te sentirán como un enemigo. Toma esto como un consejo: Si vuelven a verte husmeando por aquí con ese olor van a cazarte y matarte. No serán tan piadosos como hoy. Y vos... Miró a Dishi Deberías aprender de sus modales para tratar con un anciano.
Dishi se mantuvo atento a lo que decía el hombre sobre Omega, ya hablaría luego con ella, por ahora prefería centrarse en la reserva y sus guardianes.
-Acepto tu consejo Rendall. Pero tenés que admitir que me disculpé y que no lo hice con mala intención. Creo que todos somos falibles. ¿No te parece? Además, y creo que se nota, nunca me caractericé por dominar el arte de la palabra.- sonrió –Dale, me parece que podrías dejar el rencor a un lado.- se tomó unos segundos para continuar -Voy a serte sincero, nuestra compañera se suponía que iba a venir para acá para hablar con el líder del clan. El que no haya venido puede significar que algo salió mal, pero aún así es necesario que la entrevista se lleve a cabo. Entiendo que por algún motivo que desconozco no van a confiar en ella. Yo te parezco un maleducado, pero no tengo ese “olor a muerte” y además no represento un peligro, allá adentro me van a superar en número y tarde o temprano terminarían por derrotarme y la verdad es que no me interesa perder la vida. Por otro lado tenemos a la tecnocracia que está intensificando su presencia en la zona. ¿A dónde quiero ir a parar con todo esto? Sabemos por qué la tecnocracia está acá, seguramente ustedes también lo sepan ya que lo que está por suceder en la reserva es bien conocido.- no sabía muy bien como plantear aquello y sus vueltas ya estaban empezando a perder el sentido por lo que prefirió ser directo –Necesito hablar con el líder de la reserva, voy sólo si es necesario y te doy mi palabra de que no voy a intentar nada raro. Vengo como representante de una Capilla, un Clan podría decirse, y traigo una oferta para hacer a los tuyos. ¿Qué decís? ¿Te parece que sería posible?-
Mantuvo el silencio mientras Dishi hablaba, al ver el cambio de actitud en él, cambió ligeramente su expresión a una mas relajada. Voy a dejar mi primer juicio hacia vos de lado. Si deseas hablar con el líder del Clan, deberías venir durante la noche, cuando la luna llegue a su punto mas alto. Asegurate de venir solo, desarmado y con una ofrenda para nuestro Líder. Sinceramente no creo que tengas oportunidad de convencerlo de nada, pero quizá si tus palabras son certeras y tus convicciones verdaderas, puede que te de una oportunidad.
No lo olvides: Solo y con una Ofrenda. Miró cuidadosamente a Omega mientras decía estas palabras.
-Entiendo- dijo Dishí con un movimiento afirmativo de cabeza -Rendall. No quiero tropezar dos veces con la misma piedra. ¿Me podrías decir que sería una ofrenda apropiada? No quiero causar una mala impresión... otra vez y la verdad no tengo idea de que ofrendar-
Capto el mensaje anciano. No estaré por aqui. Quizá cerca sí. Pero no en vuestro territorio.
Tras meditarlo un rato.
Una ofrenda valida sería por ejemplo... un chupasangre ¿vivo? Así hacéis con él lo que gustéis ¿Os parece Rendall?
Estoy más acostumbrada a acabar con ellos. Pero si lo queréis vivo vuestro será.
La pareja de Magos podía notar que Rendall no estaba dispuesto a dar ningún tipo de indicio sobre cual podría ser una buena ofrenda para el Líder de la manada, sin embargo cuando Omega mencionó llevarle un vampiro como obsequio, sonrió complacido.
Tenes grandes ideas, jovencita... Rendall la miró con detenimiento por unos instantes, parecía que estaba intentando ver algo en Omega que no estaba a simple vista. Luego miró a Dishi para dirigirse a él. Si podes traer a uno de los vampiros importantes de la ciudad, estoy seguro que nuestro Líder escuchará lo que tengas para decir.
Miró a Omega y sonrió, se alegraba de que la mujer lo hubiera acompañado, su idea le había agradado a Rendall y, porque no decirlo, también a él.
-Bueno, ya los tenemos atrás por andar cazándolos desde hace años.- dijo mientras sacaba su teléfono celular del bolsillo y se fijaba en la hora –No se cuanto tiempo tengamos para elegir nuestra ofrenda, capturarla y prepararla para la entrega. Pero vamos a tener que apurarnos y sino... vamos a tener que improvisar- una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro, no disfrutaba de las matanzas, pero si de la caza de vampiros y el hecho de que aquella habilidad que había perfeccionado durante tanto tiempo, le producía un sentimiento de tranquilidad. –Ambos, ella y yo sostenemos una batalla personal contra estas... cosas. Así que trarles esa ofrenda será un placer para nosotros-
Ya eran las 19:45 de la tarde, el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, faltaba poco para que la noche comenzara y los Vampiros despertaran de su sopor diario. Según una aplicación en el teléfono de Dishi, la luna llegaría a su punto mas alto en el cielo cerca de las 2 de la mañana. Eso les daba un total de 6 horas para la cacería.
Dishi... recuerdo historias de una tal Cassandra. Una que se supone caza en el Bosque de Palermo. Incluso he escuchado que derrotó a un hombre lobo y se lo comió. ¿Qué mejor trofeo para presentar ante los lupinos?
¿Qué dices amigo? ¿Te hace dar un paseo por el bosque como dos jovenes enamorados? Sonrío con picardía aprentando mis pechos mientras le guiño un ojo y me giro.
Rendall escuchó atentamente como los magos hablaban de tener una cruzada personal con los Vampiros, solo los miraba con interés hasta que Omega mencionó a Cassandra. En ese momento su rostro plasmó una sonrisa de satisfacción que transformó por un instante su desgarbado rostro en una expresión que mostraba el placer de lo que estaba por ocurrir.
Cassandra, ¿Eh? Si... estoy seguro que será toda una sorpresa para nuestro Líder. Los estaré esperando aquí mismo cada noche hasta que vuelvan. Ustedes o sus espíritus. Rendall soltó una risa bastante nasal y se acomodó contra la pared en la que estaba descansando, dispuesto a dormir desde aquel momento hasta que los magos aparecieran nuevamente.
Al parecer la idea de cazar a Cassandra había agradado a Rendall cosa que tranquilizó a Dishi, ahora tenían que ver la forma de llevarla “viva” y su mente ya había pensado un par de estrategias.
Dishi sonrió ante el gesto de la mujer y la siguió hasta el vehículo, miró la hora y comenzó a conducir, entonces se detuvo frente a la entrada a unas cocheras y señaló con la cabeza el lugar.
-Todavía tenemos tiempo ¿Querés que entremos para estudiar nuestro papel de jóvenes enamorados?-
El lugar que señalaba era un conocido hotel alojamiento al que Dishi había concurrido en otras oportunidades.
-Creo que la habitación Ejecutiva te va a gustar. Te prometo que la próxima vamos a otro mucho mejor, queda un poco lejos pero vale la pena. Eso sí, luego tendremos que volver a la casona, me dejé llevar y me olvidé de agarrar el arco, y algunas otras cosas que puede necesitemos después- comentó mientras esperaba la respuesta de Omega. Si ella quería jugar, él le seguiría la corriente, pero de ninguna forma se intimidaría ante la mujer.
Este... claro Dishi. Sólo te decía que podríamos interpretar un papel. No creo que tengamos tiempo para esto ahora.
Observo a Dishi que pilota el auto -siempre me gustaron con más pelo... ¿pero que coño? Planto un beso en los labios de Dishi. Vamos al bosque a cazar a la chupasangre. Estoy tan excitada por cazar a Cassandra que olerá mis feromonas a la legua -susurro.
Luego me aparto, me abrocho el cinturon y concluyo -arranca. No tenemos toda la noche.
Dishi rió divertido -¿Quién hubiese dicho que la gran Omega, destructora de vampiros, iba a acobardarse tan pronto?- continuó riendo mientras ponía en marcha el vehículo -No debes empezar un combate que no estas dispuesta aganar, pequeño saltamontes- dijo en broma mientras intentaba imitar a "el señor Miyagi", el famoso anciano maestro de Daniel San en Karate kid. Entonces la mujer lo sorprendió con un beso en los labios y el ya no supo que decir por lo que guardó silencio algo ruborizado y condujo hasta la casona, después de todo esta vez necesitaba atrapar con vida a la criatura y, para eso necesitaban equiparse.
Una vez allí tomo su arco y sus flechas de madera, también tomó sus Bokken, los guardó en un bolso y se marchó nuevamente hacia el vehículo para regresar a Palermo. Sentía que lo mejor era esperar al día siguiente y tenderle una presa a la mujer, pero algo lo impulsó igualmente a marchar.