Partida Rol por web

Pocos Magos entran al Cementerio de Chacarita, por mas que posee uno de los 3 nodos mas poderosos de Buenos Aires. Ni siquiera la Tecnocracia ha reforzado sus intentos de invasión al nodo. Un Lord Umbrol mora en el Cementerio y lo reclama como su propio territorio, atacando a quienes se acerquen sin su permiso con intenciones que pongan en riesgo su supremacía en esas tierras. Paramatma, un mago de la tradición Eutanatos, es el único habitante Despertado del Cementerio. A ojos mortales él es el Guardián del Cementerio, sin embargo su función va mucho mas allá de evitar que adolescentes quieran pasar la noche en el cementerio. Muy por el contrario, su objetivo es proteger a los descuidados del Lord Umbrol y mantenerlo a raya. Hay quienes desconfían de él y creen que en realidad es un servidor del Umbrol, sin embargo no solo nadie conoce la verdad, sino que son pocos los que han mantenido conversaciones largas y duraderas con él, como para poder saber cual es la verdad.

Cementerio de Chacarita. Entrada.

Aquí estamos... ¿Qué propones Dishi? ¿Entramos y esperamos a que nos encuentre Paramatma? Imagino que si es tan...bueno como dicen en su trabajo, podrá darnos caza antes que el Umbrol no?

Realmente conozco tan poco de la magia. De los magos... todo era tan fácil en el circo...

Dishi y Omega llegaron al Cementerio de Chacarita sin problemas. Sin embargo, sabían perfectamente que una vez que estuvieran dentro Paramatma y el Umbrol los detectarían. Si no se movían con sutileza podían llegar a causar mas problemas que soluciones. Paramatma era famoso por su humor parco y poco amigable. Probablemente no le agradaría una visita sin aviso y menos si además se movían de manera hostil. Eran apenas las 15:20 hs. Aún el cementerio permanecía abierto y varias personas estaban caminando de un lado a otro viendo las tumbas, los sepulcros y las criptas. Algunos dejaban flores junto a las tumbas, otros fotos y efectos personales. A lo lejos se celebraba una ceremonia en la capilla católica, mientras por otro lado se enterraba un cajón rodeado de personas vestidas de negro llorando.

Cementerio de Chacarita. Entrada

Se me ocurre que si nos acercamos a la ceremonia. Estaremos llamando la atención de Paramatma (y el Umbrol) pero nuestra intrusión en su territorio no sería ni hostil ni nada de nada. Casi casi como llamar a la puerta antes de entrar.

También podríamos dar un paseo por el cementerio. disfrutar del paisaje y el aire puro que se respirará por la densidad arborea. Aunque... quizás así nuestra actitud pueda ser tomada con hostilidad.

De estas cosas no se mucho pero procuro llevar las armas lo más escondidas posibles. Las recortadas a la mochila y las pistolas bajo la ropa.

Habían llegado al cementerio, Dishi era conciente que poco o nada podía hacer contra el Umbral si las cosas se complicaban, pero no había ido allí con intenciones bélicas, sino a buscar aliados.  Respiró profundo sumiendo su mente en la paz que poblaba el lugar y relajó su cuerpo, armonizó sus pensamientos, intentó localizar la mente del mago y luego emitió un mensaje calmo y sereno.

-Paramatma, estamos aquí en busca de diálogo y consejo.  Mis Hermanos me honraron con el nombre Dishi DingBang, Protector Virtuoso.  Así pues, puedes estar seguro de que mis palabras son verdaderas.  Ahora ingresaremos respetuosa y pacíficamente en tu territorio.-

Una vez su mente había finalizado el mensaje abrió los ojos y miró a Omega.

-Me inclino por el paseo.  Quiero pedirte que dejes las armas en el auto- dijo en un susurro –Se que son tus herramientas pero sería una muestra de confianza por nuestra parte ingresar desarmado- el Akáshico sonrió –Además, no te son cien por ciento necesarias para sobrevivir-

Asiento ante las palabras de Dishi. Casi que mejor las armas en el auto. Cargo conmigo sólamente una navaja de escalada de pequeño tamaño. Es muy afilada para cortar cuerdas pero su hoja no es más larga de 4cm.

Como gustes Dishi. eres más sabio que yo, y de seguro estas armas nos serían de poca utilidad ahi adentro. Meto las armas en el maletero. Dentro de la pertinente mochila.

¿Que estas haciendo?

El Harlequin apareció detrás de Omega mientras esta guardaba las armas en el Maletero. El Harlequin se había aparecido varias veces en la vida de Omega, desde aquella noche en la que Despertó. Se había presentado a si mismo como Maestro y Guía. Le había enseñado a Omega a utilizar su Arte y perfeccionarse en las diversas artes de la Muerte. Era enigmático, pues nunca se había quitado la máscara, aparecía en cualquier momento y cualquier lugar, y nadie mas que Omega parecía poder verlo.

¿Guardar tus armas porque un monje te lo pide? Esas armas son una parte de ti, Omega. No puedes renunciar a ellas solo por que otros consideren que su naturaleza es bélica. ¿Acaso Dishi ha dejado atrás sus manos y piernas? Son armas al igual que tus pistolas. Tus armas son bélicas o malignas si el propósito con el que las usas lo es.

Llevamos nuestras armas ocultas por un motivo, Omega. Nuestros objetivos no pueden saber lo que va a sucederles, ni cuando, ni como. Nuestros aliados tampoco. 

A través de su máscara, Omega pudo sentir que la mirada del Harlequin no era aprovadora. Antes de que pudiera parpadear, el asesino ya había desaparecido.

Escucho al Arlequin. Él es mi guia y siempre escucho sus consejos con la convicción de que cargan la sabiduría que a mi me falta. 

Escondo las dos pistolas bajo mi ropa.

Cierro la mochila tras asegurar que mis armas reposan dentro y las meto en el maletero cerrando de un golpe.

Partamos Dishi. Paramatna nos estará esperando.

Omega y Dishi comenzaron a pasear por el Cementerio, los dos mantuvieron un paseo tranquilo durante algunos minutos, hasta que una figura vestida completamente de negro con una cadena plateada al rededor del cuello, pálido, de piel arrugada y vieja, ojos celestes penetrantes y el pelo canoso, se acercó a ellos.

Paramatma observó a los visitantes desde la lejanía, donde ninguno de los dos podría verlo o percibirlo. Dedicó unos minutos a escudriñarlos antes de acercarse a ellos. Los interceptó en medio de un cruce de caminos, alejado de las criptas. El hombre se paró delante de ellos, con ambas manos relajadas y unidas delante de él. Su mirada era seria y penetrante, como quien mira directamente a la muerte, su rostro se mostraba imperturbable y su voz sonaba como un carraspeo profundo de una garganta que había ya olvidado como hablar entre los vivos.

Mi nombre es Paramatma, Guardián del Cementerio de Chacarita. No acostumbro a aceptar visitas inesperadas en mi territorio.  -Los profundos ojos celestes de Paramatma se movían lentamente de Dishi a Omega. He escuchado hablar de ambos, sus nombres resuenan en la noche, entre las voces de los Condenados. El Cementerio pertenece a los Muertos, no a los Vivos. ¿Que buscan dos cazadores de vampiros durante el día en un lugar como este?

Por fin el guardián se hacía presente, su imagen reflejaba cuan afectado estaba a su tarea, tanto que parecía más acostumbrado a tratar con los muertos antes que con los vivos.  Aún así se presentó de forma directa mas no agresiva lo cual resultó un alivio para Dishi.

Saludó a Paramatma con una inclinación de cabeza –Presento mis respetos ante ti y todos los moradores de este lugar.- dijo con solemnidad –Hemos venido a hablar y buscar aliados.  Cómo seguramente sabrás un nuevo nodo está por despertar, esto ha revolucionado las cosas no sólo en este plano, hemos recibido noticias de que incluso los espíritus están agitados por dicho suceso.  Quizás también sepas que formamos parte de la Capilla de La Casona y que, aún hoy, intentamos combatir a la tecnocracia.  Para muchos es una guerra perdida pero nosotros no podemos resignarnos a desaparecer, es por eso que este próximo evento es importante para nosotros ya que podría inclinar la balanza a favor de las tradiciones- esperó unos segundos que se tomó para mirar los alrededores y continuó –Vinimos a solicitar tu colaboración, a cambio compartiremos la energía del nodo derivándola aquí si así lo deseas.  Te pido que medites nuestra propuesta antes de responder, quizás podamos hacer otra cosa a cambio de tu ayuda.  Como dije vinimos a buscar aliados y, si es necesario, negociar la ayuda-
 

Esta claro que Dishi sabe más de estos temas. Además parece que lo de la diplomacia no se le da del todo mal. Me limito a escudriñar con curiosidad a Paramatma por encima del hombro de Dishi. Y asentir a sus palabras.

Parece simpático el viejillo. Aunque da un poco de miedo. De mayor no quiero ser así.

Paramatma permaneció en completo silencio escuchando a Dishi. Mientras el Akashico hablaba, su rostro no se perturbó ni un ápice, solo sus ojos se movían de vez en cuando para observar a Omega. El viento comenzó a levantarse muy frío, las personas que caminaban por el lugar comenzaron a abrigarse o taparse del frío como pudieron. Omega y Dishi podían sentir como el lugar en el que ellos estaban empezaba a estar mas poblado de presencias, sin embargo no podían ver ni percibir a ninguna de ellas con claridad. Una vez Dishi terminó de hablar, Paramatma estuvo en silencio durante algunos segundos que parecían estirarse en la linea temporal mas de lo normal.

¿La Vieja Casona planea enfrentarse a la Tecnocracia y viene aquí en busca de ayuda, ofreciendo a cambio fortalecer el Nodo del Cementerio?

Permaneció en silencio un tiempo mas, sin dejar de mirar a Dishi y Omega. Aún meditando en las palabras de sus inesperados visitantes.

¿De que modo creen que pueda ayudar en su cruzada? Mis obligaciones no me permiten alejarme del Cementerio durante mucho tiempo. Y no veo que pueda hacer desde aquí.

El ambiente se tensó durante unos segundos, o al menos así lo percibió Dishi.  Paramatma no hablaba y el akáshico no sabía como tomar aquello.  Por fin el hombre se decidió a emitir palabra y Dishi se relajó un poco.

-En estos momentos nuestro mayor problema es la falta de información- respondió –Quizás no puedas dejar este lugar por mucho tiempo, pero con tu capacidad para relacionarte con el mundo espiritual puede que no sea necesario que dejes tu puesto aquí en el cementerio puede incluso que algunos espíritus se unan a nuestra causa, no conozco mucho sobre ellos así que no se muy bien que esperar.  En estos momentos cualquier ayuda será bienvenida.  Paramatma espero disculpes mi indiscreción, pero se dice que estas aquí para mantener en su lugar a un lord Umbral y evitar que dañe a las personas, es una tarea muy noble debo reconocer.  Por lo que sé jamás as pedido ayuda para esta tarea, con esto pretendo expresar que si algún día lo requieres no dudaremos a brindarte nuestra ayuda-

Intentó ser lo más cuidadoso posible con el tema, sospechaba que, si bien era cierto que el hombre estaba allí para proteger a la gente, también protegía al umbrol.  No sabía como se creaban los umbroles ni de donde venían, pero sospechaba que ese espíritu había sido y seguía siendo alguien importante para el Guardián y por eso el estaba allí, para evitar que este lastimase humanos, podía ser, pero sobre todo para evitar que alguien intentase acabar con él.

Miró con firmeza a Dishi, sus ojos azules parecían penetrar el cuerpo del Mago para observar directamente su alma. El ambiente en el cruce de caminos se volvía cada vez mas denso, la piel y el vello se erizaba por el frio. Omega y Dishi no podían observar nada a su alrededor, sin embargo la sensación de estar siendo observados y rodeados se estaba volviendo mas y mas real.

No necesito la asistencia de nadie para cumplir con mis obligaciones. -El tono de voz de Paramatma no había cambiado ni un ápice, sin embargo sus palabras resonaron en el aire y parecía que el viento reaccionaba ante su declaración levantándose mas fuerte. Contaran con la ayuda que requieren y a cambio fortalecerán el nodo del Cementerio tal como mencionaron. Ahora abandonen el cementerio, su presencia ya no es bienvenida en este lugar. La próxima vez que quieran una cita, comuníquense del mismo modo que hoy y permanezcan fuera de las inmediaciones.

Paramatma giró dando la espalda a Omega y Dishi, caminando en dirección a las criptas.

Me encojo de hombros y me dirijo a la salida más cercana. Un escalofrío recorre mi espalda. Un tio simpático este Paramatma ¿eh Dishi?

Ahora que parece contaremos con la ayuda de los espíritus y del viejo este ¿Cuál es el siguiente movimiento? ¿Volvemos a la casona a informar?

-No quise ofenderte- dijo Dishi cuando el mago terminó de hablar, estaba claro que era un tema sensible para el hombre y más claro aún que no debía insistir sobre aquél punto.  Omega lo sacó de sus reflecciones con sus comentarios, el monje no pudo más que sonreir.

-Para vos todo es joda ¿No?- le dijo indicándole con la cabeza que comenzara a caminar -Si, salvo que quieras hacer otra cosa.  Esto nos tomó mucho menos tiempo del que esperaba así que si querés podemos ir a la costanera a comer un sanguchito de bondiola y, de paso, ver cómo está la cosa por la reserva-

Me apunto a eso -digo golpeando el brazo de Dishi.

Estaba contenta. esperaba más problemas en el cementerio. El que no los hubiera habido le ponía contenta.

Invito yo

Al salir del lugar Dishi se giró y saludó al cementerio y a los espíritus que moraban allí tal y como había hecho con la casa en la mañana.