Partida Rol por web

Al ver como los enemigos intentaban escapar de nosotros yo intento parar al gnoll de hacha que intentaba escapar tanto de mi como del bárbaro, esperando clavarle mi hoja psiónica en la espalda.

Dench ruge e intenta golpear al gnoll, golpeandole violentamente en la espalda.

- ¡¡ARGHHHHH!!

Estupefacto por la inmensa llamarada que había surgido de la nada y que había quemado a varios de sus enemigos, Annael vio como su oponente comenzaba a correr. Intentó asestarle un golpe, pero llegó tarde y su hoja pasó lejos de su enemigo.

- ¡Se escapan!- gritó el elfo al ver que el gnoll con el que luchaba conseguía salir ileso de su estocada.

Borkar se para de camino a su hacha y mira a Annael con el ceño fruncido... ¿de verdad? No nos habíamos dado cuenta... Volved a la cama... esa gente no volverá a molestarnos y tengo que rezar un poquete. 

- Pues por eso os lo he dicho, porque preveía que no te hubieras dado cuenta- dijo sarcásticamente el elfo mientras sonreía.

- Bueno, pues esto ya está... si queréis perseguirles allá vosotros, yo voy a ver si tienen algo de valor que no se haya quemado - dijo Gerbo sacudiéndose el polvo de la ropa y las manos.

Se acercó a uno de los cadáveres chamuscados de gnolls y comenzó el registro, teniendo mucho cuidado de no quemarse con algún objeto que aún estuviera caliente.

Una vez tenga el hacha ayudo a Gerbo a rebuscar algo útil... Borkar no era muy materialista.. pero el uso de ciertos objetos o bienes le era útil en muchas ocasionas en el corretear de los caminos que su vida albergaba.

El círculo de fuego creado por Gerbo impide atinar bien los golpes o desplazarse para poder hacerlo. En compensación veis con claridad diurna como corren esas infectas y viles criaturas que son los Gnolls.

¡¡AARRRGGGGHHHHH!!-Un grito os llega desde el otro lado del fuego. El semiorco sale en persecución de uno de ellos desincrustando su hacha del pecho de un Gnoll muerto. Todos os quedáis estupefactos ante la reacción del bárbaro.

Dench grita mientras persigue al gnoll.

- ¡¡No corras o me enfadaré de verdad!!

Annael revisa sus cosas y limpia sus armas en las ropas de uno de los gnolls caidos. Al ver que el enano y gnomo están buscando cosas "valiosas" entre la pira les dice.- Que, ¿habéis encontrado algo de valor?- pregunta sonriente, pues no cree que los gnolls lleven nada de valor.

- Luego tirad los despojos lejos, que la carne quemada de perro sucio huele a demonio- dice con cara de asco mientras les mira a los dos compañeros y luego se mira para ver si está sucio.

Pues yo propongo cocinarlos... el Gnoll asado no sabe mal y si alguien tiene un poco de sal... Borkar mira hacia el bosque... un poco preocupado porque Dench vaya solo... tiene la misma expresión que un padre observando a su hijo jugando con niños más grandes... 

Además servirá para ahuyentar a muchas otras criaturas del bosque. 

Dench se introduce en el bosque en persecución de su atacante gritando y enarbolando su hacha. Al cabo de unos segundos escucháis -Hihihi...-CRUNCH!!-iiaaaa....¡¡-

El semiorco sale del bosque con una clara sonrisa de satisfacción y su hacha cubierta de sangre fresca.

Mira por donde hemos topado con Gnolls de alta nobleza... jajajaja. Borkar se queda mirando el botín. Si no os parece mal haré una lista de los botines y lo vamos repartiendo de la manera más equitativa posible. Contando los objetos por su valor de mercado. 

Por el momento sólo el anillo me llama la atención pero los luchadores lo necesitaréis más que un servidor.

- Mientras mirais todo eso yo ire limpiandome esta fea herida que no creo que ese malnacido limpiara y aceitara demasidado su arma. Mas bien todo lo contrario - gruño el barbaro para sentarse cerca de su mochila - Por cierto ¿alguno de vosotros es un hombre medicina o algo que se le parezca? -

Annael escuchó la pregunta del bárbaro y le contestó mirando al enano y mientras hacia un movimiento con la cabeza en su dirección.

- ... Pero, no sé si fiarme mucho- mintió mientras sonreía.

- En cuando a lo que requisemos, el dinero podemos dejarlo en un fondo común y al final nos lo repartimos. Y los objetos y equipo, lo mejor será que nos lo vayamos repartiendo según no necesitemos- propuso el elfo mientras se atusaba sus ropas después del combate.

- Por ejemplo ninguna de las armas me serviría bien realmente, con lo que si podéis sacarle vosotros un mejor partido, quedároslas. La armadura no está mal, pero no le puedo sacar todo el rendimiento que potencialmente tiene. De hecho sería igual que mi armadura, así que lo  mismo de antes. Si le podéis sacarle un buen uso vosotros mejor que mejor.

- En cuanto al anillo...- Annael se pasó la mano por su largo pelo blanco y dijo-. Creo que es una pasada. Pero también creo que le sacaremos mejor partido si se lo queda el más débil... o el que más tengamos que proteger. Y eso me lleva directamente a dos personas, el gnomo o el enano.

- Así que vosotros diréis- dijo encogiéndose de hombros y sentándose al lado del fuego.

Déjame ver esa herida... dice el enano mientras se acerca a Xiombarg. Mientras le examina la herida escucha las palabras atentas del elfo. Yo soy de la opinión que los que van delante se protejan más y lo más débiles NUNCA nos expongamos al peligro, aunque hay momentos como los de ahora que no nos queda más remedio que actuar... 

Con una oración cura las heridas de su compañero de manera inmediata. Ciertamente me considero el más débil. Pero odio saquear cosas que creo que los demás les pueden sacar más uso.*

- Gracias Borak. Tu poder es grande a pesar de eso que dices de los debiles y aunque mi brazo es fuerte no puedo invocar el poder de los dioses para que acudan en mi ayuda. Supongo que porque tampoco he creido demasiado en ello - y despues le pregunto a Gerbo - Y de donde habran sacado estos seres unos objetos de tanta calidad. Desde luego esa espada estaba bien afilada pero ese ser tuvo un golpe de suerte al darme con ella -

- ¡La leche! - exclamó Gerbo al hacer recuento de lo encontrado.- Creo que hemos dado con los Gnolls más ricos del condado... si tenían más cosas que los trolls que matamos - se detuvo un momento para contar las monedas, que en comparación con los objetos eran más bien una minucia.- Bien, creo que las monedas serán suficientes para cubrir la mayoría de los gastos del viaje, y sin duda estos objetos serán de utilidad... Que cada uno coja lo que necesite y cuando lleguemos a alguna ciudad ya veremos que hacer con ellos - se dirigió entonces al enano.- Tu propuesta me parece correcta, un registro es una buena cosa... Demos una última cabezadita hasta que amanezca y sigamos el camino.