Partida Rol por web

Mientras esfuerzo la vista entrecerrando los ojos en dirección al crujido, doy una patada a una de las botas del enano.

Con voz baja, murmuro.

- Despierta enano. Oigo ruidos por ese lado y creo haber visto moverse algo al otro lado detrás de ese arbusto. Vamos a despertar a los demás.

Con cuidado me acerco a Annael para despertarle, mientras sujeto el hacha, atento a la zona del ruido y asegurandome con discreción de que Borkar vigila el arbusto donde habia movimiento. 

El enano se levanta como un constructo sin atisbo del sueño que le paralizaba momentos antes y va directo hacia el gnomo, al cual le propina una serie rápida de cachetes... 

¡Despierta gnomosuperpoderoso! Quizá haya compañía... y si es la Tarasca te necesitaremos...  

Cuando abre los ojos le señalo los matorrales que han alertado a Dench.

Ante el orden de las guardas que dice el gnomo no puedo más que asentir y decirle al barbaro. Cuando sea mi turno despiertame Xiombarg. Tras lo cual me voy a intentar dormir un poco.

El elfo miraba con gracia como los ánimos se encendían mientras la conversación se elevaba entre los tertulianos, mientras él comía tranquílamente delante del espectáculo. Al final la sangre no llegó al río y todos decidieron dormir.

Pero es ahí donde llegó el problema.

- Sí, creo que no será posible. Yo solo hago la última guardia. Es así o no hago guardias- dijo el elfo encogiéndose de hombros sin mutar su rostro ni tan solo un ápice mientras miraba al gnomo sin importarle lo que pudiera opinar-. Me levanto con la última guardia pase lo que pase. Es así. Me pasa siempre y no puedo evitarlo. Así que yo haré la última guardia con el enano- concluyó. No iba a decir más de lo necesario... más si cabe si el motivo de levantarse con la última guardia era asearse y acicalarse hasta que decidiera que estaba decente. Pero eso lo guardaba para sí...para sí y para el que hiciera la guardia con él.

Gerbo se revolvió en el jergón cuando Borkar le zarandeó para despertarle.

- ¡Humpf! Sólo un poquito más... - dijo en voz baja, hablando en sueños y sin abrir siquiera los ojos.

Finalmente, los cachetes del enano terminaron por sacarle de su ensoñación, parecía que tenían compañia. A Gerbo no le agradaba que le despertasen, cómo a la mayoría de la gente, pero el enano había tenido un par de detalles que le gustaron: le habían despertado a él en primer lugar, lo que indicaba que su liderazgo había calado hondo en los nuevos compañeros, y además reconocía su poder al tratarle de todopoderoso.

- Muy bien, chicos, veo que lo vais pillando - dijo el gnomo con una sonrisa, poniéndose en pie de un salto.- Despertad a los demás y preparáos para lo peor.

Con el arma preparada y sin mucha consideración, despierto a los demás.

¡Despertad tíos! Parece que hay compañía.... como sea un conejo le arrancaré los ojos a Dench... 

Me levanto un tanto sobre saltado por la situación tan brusca, e instintivamente me pongo mi escudo en el brazo y me dirijo hacia el semiorco para preguntarle que esta ocurriendo.

¿Qué está pasando?, ¿Porque nos habéis despertado?. Le pregunto al semiorco un poco acelerado mientras pienso por donde nos podrían atacar en caso de ser un ataque y como podríamos defender el campo. Así que mientras pregunto le cubro las espaldas al semiorco y les grito a todos. Formad un circulo y preparaos.

¡Oh, por los dioses! ¿Qué pasa ahora?. Pensó el elfo poniéndose de un salto en pie para ver lo que se le venía encima.

Sus espadas aparecieron en sus manos como si ya las hubiera tenido desenvainadas debajo de su manta. Tras escrutar el terreno circundante, susurro al grupo.- ¿Veis algo extraño? Dench, ¿qué has visto o sentido- pregunto sin mirar al grandullón.

El bárbaro se tensa y responde entrecortado.

- Movimiento por un lado. Ruido por el otro.

Con un rugido de rabia el barbaro se despojo de la manta que lo envolvia y desenvaino su enorme mandoble que se encontraba bien cerca de donde dormias. Asi que asiendola con fuerza y notando el frio aire corriendo por su piel desnuda se preparo para enfrentarse a sus enenemigos.

- ¡Es que no se puede dormir tranquilo en estos lares! - grito hacia la oscuridad.

En cuanto comenzais a levantaros los ruidos dejan de ser furtivos. Se escuchan claramente pisadas por un lado y por otro, unas corren y otras permanecen inquietas. Los brillos de cien ojos aparecen y desaparecen entre los matorrales, a un lado y a otro, aquí y allá.-Hihihihihi...una risa chillona os llega desde la derecha....justo antes de que altas criaturas humanoides salgan en una feroz carga contra vosotros desde todos lados. Son Gnolls.

Borkar mira a los Gnolls...  venid nenes... ¡estáis invitados a nuestra barbacoa! Dicho esto descarga su conjuro de luz hacia el Gnoll más cercano. Desgraciadamente éste se desvía tanto del objetivo que acaba convirtiéndose en una estrella fugaz en el cielo.

Annael se sitúa al lado del enano para hacer una muralla de hombres y que no puedan pasar a su retaguardia mientras dice en alto.- ¡¡Nos atacan!! ¡¡Juntaros, codo con codo!!

Y esperó a que estos cargaran.

Al ver a tantas criaturas me dispongo al otro lado del enano y materializo mi cuchilla psionica, y preparo el escudo para recibir el posible choque.

Con un aullido y una sonrisa desafiante Dench se lanza a la carga, mientras echa espuma por la boca.

- ¿¿¡¡Me quereis a mí!!?? ¡¡Pagadlo con sangre bastardos!!

Borkar, viendo que todos sus compañeros empiezan a moverse estratégicamente hace lo mismo... colocándose detrás del fuego y enarbolando su hacha a la espera de que vengan a buscarle.