Partida Rol por web

Elemental querido, elemental.

A la caza de un asesino

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25/04/2016, 23:36
Guillaume Le Noir

Abrió los ojos lentamente; sentía el cuerpo entumecido, la mirada empañada y la boca seca. La cabeza le dolía más que esa misma mañana al despertar tras la pasada borrachera, y apenas podía notar más que un intenso ardor allí donde le habían apuñalado. Podía saborear la sangre en la garganta, amarga y herrumbrosa, como si hubiera comido plomo.

Se atragantó al intentar reír cuando pensó en que poco le había faltado para eso, y apenas faltó para volver a perder el conocimiento. Ayudado por Black, que parecía preocupado, cosa rara en su compañero, se incorporó con calma hasta quedar sentado en el suelo, las piernas cruzadas y las manos sobre sus rodillas. Un simple vistazo a su alrededor le dio una rápida imagen de lo que ocurría, aunque aún era demasiada información para su maltrecha cabeza. Miró primero a los guardias, después al matón que se alejaba con paso incierto y después a Antoine.

- Se está escap... ¿Qué ha pasado? 

¿Por qué el matón que les acababa de atacar estaba marchándose de allí tranquilamente? ¿Qué hacían tantos guardias allí? ¿Qué coño estaba pasando? Su mente se nubló; venía todo demasiado de golpe.

- A... Agua... por favor...

Necesitaba beber algo, reponerse, ponerse en pié. No habían acabado.

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26/04/2016, 15:25
Antoine Black

-Traed agua a éste hombre- dijo Antoine mirando a los guardias -Necesita refrescar su garganta para empezar a decir tonterías de nuevo-.

Luego se incorporó para mirar a su alrededor.

-Tenemos que encontar a ese maldito Du Plessis antes de que se nos escape. Cuando haya menos orejas pendientes de conversaciones que no les incumben te pondré al día- comentó a su compañero mientras le traían el agua.

No había mucho tiempo que perder, le pondría al corriente mientras se ponían en camino.

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26/04/2016, 16:32
Director

A no tardar los guardias se empezaron a movilizar, unos fueron en busca de alguien que trajera un carro para sacar los cadáveres de allí lo antes posible, otro fue en busca de agua a la fuente más cercana y no tardó en llegar con una jarra rebosante de fresca y cristalina agua.

Tras saciar su sed Le Noir se pudo poner en movimiento, su estado era francamente lastimoso, por no decir que iba totalmente embadurnado de sangre y barro. Black cojeaba ligeramente por una herida en la pantorrilla. La verdad es que no estaban como para mucho trajín, además la resaca y por si fuera poco aun no habían tenido tiempo ni para comer y se acercaba la hora de cenar... el día mejora por momentos fue el pensamiento que ambos inspectores tuvieron simultáneamente mientras se alejaban de allí para poder intercambiar opiniones.

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27/04/2016, 00:06
Director

Notas de juego

último post interpretativo y cierro la escena

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27/04/2016, 09:57
Antoine Black

Mientras caminaban alejándose de aquella carnicería, Antoine puso a su compañero al tanto de todo lo ocurrido desde que cayó inconsciente.
-Deberíamos ir a ver a un cirujano para que nos remienden un poco. Descansemos un poco ésta noche para que recobrar fuerzas - dijo Antoine cojeando por el empedrado -Du Plessis no zarpa hasta mañana y el único esbirro vivo no sabe ni qué nos ha visto. Probablemente, si le ven por ahí pensarán que estamos muertos-.

-Además, en éste estado no sobreviviríamos a otro encuentro. Por aquí- dijo embocando la calle de los barberos -Conozco a alguien que puede ayudarnos sin hacer preguntas, me debe un par de favores-.

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28/04/2016, 18:45
Guillaume Le Noir

Agradeció con un gesto de cabeza el agua y se alegró mucho más cuanto el helado líquido corrió por su garganta. Dejó un poco para quitarse algo de sangre, no toda suya, y barro de encima, y luego se puso en pie con la ayuda de su compañero. 

No tardaron mucho en alejarse de los guardias y las preguntas se agolpaban en su cabeza pugnando por salir todas a la vez, pero por suerte pudo controlar su curiosidad y tranquilizarse un poco mientras seguía a Black hacia las barberías; lo cierto es que no se fiaba de ningún amigo de su compañero, pero en aquellos momentos no tenía mucho sentido discutir. 

Así que caminó a su lado, poniendo en orden sus ideas, hasta que al final, cuando Antoine acabó de narrar los acontecimientos que se había perdido y comentó el Du Pleiss, no pudo resistirse.

- No tenemos mucho tiempo para descansar... - Se quedó pensativo un instante, analizando la situación, hasta que al final la idea vino a su mente con un soplo de aire fresco -. Vayamos a que nos curen un poco y luego hagamos una pequeña visita antes de irnos a dormir - Sonrió, enigmático -. Conozco un sitio dónde preparan un delicioso cerdo asado con un exquisito sazonado de hiervas muy especial... estoy seguro que te gustará. 

 

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29/04/2016, 12:29
Director

Los dos Casacas Negras siempre habían deseado encontrarse en bandos opuestos, su odio y rivalidad solo eran comparables al vínculo creado en este último enfrentamiento, su bautismo como inspectores estaba siendo todo un calvario, y hasta podrían acabar siendo amigos... quien sabe.

Al fin llegaron a las barberías, donde Black casi a hurtadillas hizo pasar a su compañero a un local bastante desalentador. la suciedad y el desorden se agolpaban por todos los rincones de aquel infecto lugar. A no tardar un viejete tembloroso se identificó como el cirujano Iñiguez y saludó con complicidad a su cliente. Pronto pasaron a una sala un poco más aceptable para practicar medicina, aunque no lo suficiente se podría haber dicho. Iñiguez limpió y cosió la herida en la pantorrilla de Black y antes de vendarla le aplicó un ungüento apestoso. Después limpió e intentó hacer algo con la herida del otro inspector, pero era grave, demasiado complicado para un pobre e impreciso anciano... pero tras decir en susurros y de forma muy muy irónica shhhhh, no se lo digáis a los casacas negras, es un secreto jijijiji Iñiguez metió el dedo en la herida de Le Noir y éste brillo. A medida que el dedo salía de la herida esta se cerraba.

Tras darle unas monedas de plata al cirujano y volverle a decir por parte de Black que le debía un nuevo favor, los inspectores se dirigieron a una posada guiados por el propio Le Noir. Razón no le faltaba respecto a los fabulosos aromas a cerdo asado, la noche estaba apunto de caer y aun no habían comido nada desde la cena anterior... Cenaron por todo lo alto y compartieron opiniones (solo algunas, aun no se acababan de fiar el uno del otro). Y al final cerraron el momento con un frío brindis que connotaba que se acercaba el momento clave del día.

 

- Tiradas (3)

Motivo: curación Black

Tirada: 1d10

Resultado: 9(+5)=14

Motivo: curación Le Noir

Tirada: 1d10

Resultado: 3(+5)=8

Motivo: curación especial Le Noir

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+8)=16

Notas de juego

Black cura 4 heridas

Le Noir cura 18

FINAL DE ESCENA