Partida Rol por web

En aguas inciertas

1. HOMBRE AL AGUA - A bordo del Rapaz

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29/09/2021, 17:35
Hans Grüber

Sin previo aviso, Hans propinó un quirúrgico pisotón en el dedito meñique de Wanda seguido de una mirada fulminante.

Era la señal.

Significaba algo así como:

Voy a matarte por tu traicionera artimaña, ardilla maleante.

Ah, no. Para esa había otra señal.

Esta significaba algo más perentorio aún:

Tenemos que tramar una maldad juntos. Reunión en diez minutos.

Solo había un problema: ¿Dónde podrían tramar maldades juntos en aquel navío?

Notas de juego

Me parto yo solo xDDDDDDDDDDDDDD

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29/09/2021, 22:05
Andrei Demidov.

Andrei dejó salir un pequeño suspiro ante la premura con la que el buen Wilbur "soltó la sopa", por decirlo de alguna manera. Esperaba que hubiese captado algo tanto en sus palabras como las de Annalise, pero tampoco se le podía pedir demasiado a un venerable anciano de ochenta y tantos inviernos (el hecho de que estuviera ahí, de pie, ya decía bastante). El espadachín encontró "consuelo" en el hecho de que una de las cosas que había dicho Wilbur no eran del todo ciertas, pues con la desaparición de Grigori y Bjorn, no estaba seguro de poder dejar sola a la alquimista. Se mordió el labio inferior, ligeramente inseguro.

Al llegar a la cocina, el rubio saludó al cocinero, Alvin, con una mano. No era lo peor del barco, de hecho le parecía bastante gentil para los estándares, así que trataba de mantener buenas migas con él, por no decir que era quien cocinaba, y tener de tu lado al cocinero siempre venía bien. La pregunta que les hizo a los recién llegados hizo que Andrei los mirara con interés, aunque tuvo que reprimir una arcada cuando Alvin le sirvió aquel asqueroso plato al Dr. Émil, casi sintiendo pena por él. ¿Cómo podía alguien disfrutar de aquello?

— No estamos perdidos, Alvin. Sólo... un poco fuera de rumbo —aquello era innegable—, pero estoy seguro de que Suzanne no tardará en encontrarlo. Seguro que llegamos en el tiempo que ella ha dicho —aseveró.

La pregunta de Renacuajo lo hizo mirar al oloroso pirata con cierta suspicacia. Ciertamente recordaba que había hablado con Jan hacía unos minutos, pero... ¿estaba realmente del lado de Matatigres? Andrei suspiró, y acabó por asentir, pero seguía estando prevacido.

— Confiamos en Suzanne, sí. Esto es sólo un pequeño desvío, ya quiero ver a todos con la boca abierta cuando lleguemos en el tiempo que ha dicho —"bromeó", de brazos cruzados.

- Tiradas (1)
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01/10/2021, 13:41
Wanda Weiß

Wanda contempló durante unos instantes al anciano de larga barba, como si le hubiese reconocido de algo, pero finalmente apartó la vista del susodicho por dos cuestiones: no quería incomodarlo y tampoco buscaba despertar la atención de los demás tripulantes.

Caminó con cierta premura detrás del resto, ojeando absorta de aquí para allá, comprobando cómo era el navío en el que pasarían los próximos días (o semanas, o meses). Nada era en apariencia excesivamente llamativo, pero era bastante mejor de lo esperado; a excepción de la zona en la que dormirían, la cual no era el culmen de la comodidad y de la intimidad precisamente. Seguro que a la hora de dormir sería una concatenación de ronquidos y esputos a media noche. Ya empezaba a pensar en cómo dormir en un lugar más tranquilo.

Saludó con una leve sonrisa al cocinero al acceder a su zona de trabajo, este era un chico bastante más presentable que otros de los piratas y le agradeció casi salivando las galletas que olían riquísimas. No obstante, le dio un poco de pena y a la vez risa que le sirviera una sopa de esa sustancia tan asquerosa a Hans, aunque no pudo contener una risilla que se escapó entre sus dientes de manera inaudible. Menudo contraste de alimentos y sabores.

—Muchas gracias por las galletas, hace siglos que no pruebo unas —Acto seguido la muchacha se metió un par en la boca y le supieron a gloria, como si nunca en su vida hubiese probado nada similar—. Ogh, qué buenas. Tal vez me puedas enseñar la receta para hacerlas en otro momento, Alvin.

Comenzó a masticar otra y lo cierto es que estaba tan concentrada en disfrutar de ese pequeño tentempié que al principio no se enteró de la pregunta que le habían lanzado.

—Ahhh, la tormenta. ¿Qué día es hoy? —se quedó pensativa—. Creo que era miércoles cuando naufragamos... O quizá jueves, la verdad es que perdí la cuenta. No me acostumbro mucho a pasar las jornadas en el mar. Solo sé que no hubiésemos aguantado más de uno o dos días... —comentó en un tono de voz bajo, en una aparente muestra de temor por lo mucho que habían sufrido.

La llegada de ese hediondo individuo provocó que la expresión de Wanda se contrajera, adoptando una expresión agriada, parecida a la que tendría después de darle un mordisco a un limón. El comentario que soltó hizo que la chica arqueara las cejas, extrañada por una revelación semejante ante unos desconocidos como ellos. Puede que se avecinasen problemas a bordo más pronto de lo que esperaban....

De repente, Wanda, sin previo aviso, comenzó a toser repetidas veces hasta el punto de que estuvo cerca de atragantarse... Alzó una mano, pasados unos segundos, para asegurar que se encontraba bien, mientras miraba un momento de soslayo a su Tito Émil. 

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01/10/2021, 13:44
Wanda Weiß

Wanda tuvo que contener todas sus ganas de escupirle los restos de galleta a la cara a Hans, por eso de mantener la compostura y seguir metida en el papel de dócil e inocente sobrina que sigue los pasos de su tío. Si el tipo quería guerra, la iba a tener. Que ella no tenía la culpa de que en ese barco hubiese de verdad sopa de foca monje. ¿Quién en su sano juicio la tendría entre sus enseres?

Sin embargo, creyó leer lo que decían los sibilinos ojos del hombre, por lo que replicó al contacto visual torciendo con ligereza el cuello, en un intento de indicar que después buscarían algún camarote o la misma cubierta para hablar de lo que fuese. Y allí, tal vez, tramara alguna jugarreta contra él. 

"Esto no va a terminar aquí" —se dijo, mordiendo su labio inferior mientras apretaba los dientes por el dolor que recorría su dedo meñique.

Notas de juego

Me encanta la relación entre estos dos XD

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02/10/2021, 00:45
Annalise

Una vez se les indicó en dónde dormirá el dúo de tripulantes, siguió caminando junto a Andrei y Wilbur, quizás deseando que el anciano no suelte tanto la lengua pero bueno, también era consciente de que en estás ocasiones por el entorno en dónde estaban ya aquel hombre podía darse cuenta de que ser precavido era en definitiva una virtud. 

No obstante al llegar a la cocina, sonrió ligeramente ante el plato que le habían preparado al doctor y luego cambió el gesto para volver a su neutralidad que no era mala. Simplemente estaba de alguna manera buscando conocer a esas personas y ver si podían ser de fiar. Al margen de ello cuando surgió el tema entre comentarios de una posible rebelión, dando a entender en realidad. No sé mojó, más allá de que pudiera estar equivocada con lo que percibía, no iba a meterse. 

Así que miró por un breve instante a Andrei y después probó un poco de lo que tenía delante suyo. Admiraba que su amigo sea mediador en estás cuestiones, pero lo importante aquí era observar, analizar los movimientos de cada uno y no terminar por meter un pie en dónde no la llaman. 

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02/10/2021, 00:51
Annalise

Desde la cercanía miró a Andrei y posó la mano sobre el muslo de su compañero, para reflejar lo nerviosa que le ponía la situación. De alguna manera no se fiaba del doctor lo veía demasiado suspicaz. 

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02/10/2021, 14:20
Wilbur von Panter

—Oh, no, no soy yo el tutor de Annalise —le dice al doctor—. Su tutor fue otro hombre. Alguien a quien no conocí. Así que sois un cirujano autodidacta... Sí, la última guerra fue verdaderamente terrible, y tiempos desesperados forjan hombres duros.

El doctor Émil le pregunta qué hace en este barco. Wilbur se envara.

—Acompaño a Annalise, mi protegida. Nos reencontramos hace poco, tras muchos años sin vernos, y... ah, estoy desvariando. Lamento no poder deciros más, doctor, hay asuntos confidenciales que no puedo revelar. Pero estaré encantado de hablar con vos y con vuestra sobrina sobre las últimas novedades de las aristocracias del continente. La gente culta no abunda en este navío —dice en voz baja.

Cuando Renacuajo entra a la cocina, Wilbur arruga la nariz y se retira.

Notas de juego

(sigue...)

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02/10/2021, 15:54
Alvin

—Cocinar se me da bien —le dice a Dafne, que está encantada con sus galletas—. En realidad, es lo único que se me da bien. Luchar me da náuseas. Ver a los demás robando o saqueando me genera episodios de pánico. Yo era cocinero en un barco ballenero. Fuimos atacados por el Rapaz, pero cuando se dieron cuenta de que cocinaba bien, me dejaron vivir y me trajeron aquí.

Las inquietantes risas del doctor Émil provocan pequeños escalofríos en Alvin. Dafne y Émil no están seguros de cuándo naufragaron. Por su aarte, Andrei le asegura al cocinero que no están perdidos y que pronto retomarán el rumbo.

—Sí, claro, yo confío en Suzanne. Siempre fue buena conmigo.

Notas de juego

(sigue...)

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02/10/2021, 16:07
Renacuajo

Andrei afirma que está del lado de Suzanne. Renacuajo mira al espadachín con satisfacción. El doctor pregunta por las discrepancias a bordo.

—Claro que Suzanne es una gran capitana, pero hace cosa de un mes una tormenta nos desvió de nuestra ruta original. Jan el Bello y sus amigos, como esa zorra de Eva, Amputapatas y otros más creen que está perdida y que es incapaz de llevarnos a tierra firme.

A Renacuajo se le hace agua la boca al oler la sopa de foca monje del doctor Émil. Sin previo aviso, hunde su sucia mano en el cuenco, la retira y se lleva a la boca una sorbo de caldo mezclado con Dios sabe qué órgano de la foca.

—Perdona, no pude contenerme. Huele delicioso, mrebek-mrebek-mrebek.

Al reír deja escapar trocitos de foca al pan de Wanda y a la cara de Annalise. Renacuajo es desagradable.

Notas de juego

(sigue...)

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02/10/2021, 16:35
Alvin

Con mucha timidez, Alvin le dice a Annalise y a Andrei que quiere comentarles algo en privado. Renacuajo se retira de mala gana. El doctor y Dafne aprovechan para volver a la cubierta superior. Una vez a solas, Alvin habla con ustedes.

—¿Dafne y el doctor habrán naufragado en la misma tormenta en la que se perdieron Bjorn y Grigori? Es extraño, porque Dafne dice que fue un miércoles o un jueves, aunque yo recuerdo que era domingo. Y si Dafne y el doctor naufragaron hace un mes... ¿cómo sobrevivieron tantos días sin comida ni bebida? Es extraño. Y me da miedo —dice con voz de carnero degollado.

Notas de juego

Separo al grupo porque todos tenían cosas privadas que decirse. Ahora ustedes dos están solos. Pueden responderle a Alvin, despedirlo y hablar entre ustedes de lo que quieran. El momento para hablar en privado es ahora, después no sé si va a haber muchas oportunidades.

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02/10/2021, 16:47
Director

Con mucha timidez, Alvin le dice a Annalise y a Andrei que quiere comentarles algo en privado. Renacuajo se retira de mala gana. Vosotros dos aprovecháis el momento para volver a la cubierta superior, donde podéis tramar todas las maldades del mundo sin que nadie os estorbe.

En la cubierta veis a un par de piratas fregando el suelo. Uno de ellos es el que decía que los pelirrojos traen mala suerte. También está el anciano Wilbur, que luego de haberse retirado de la cocina, ha vuelto aquí a contemplar el mar. No muy lejos, revisando unos cabos, está Renacuajo, a quien reconocéis por su repugnante aroma.

Notas de juego

Separo al grupo porque todos tenían cosas privadas para decirse. Ahora estáis solos. El momento para hablar en privado es ahora. De paso, ¡podéis conocer al famoso pirata que detesta a los pelirrojos! (o hablar con Wilbur, Renacuajo o con cualquier otro PNJ que queráis)

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02/10/2021, 23:23
Annalise

Una vez el momento de la comida transcurre sin más, Annalise aceptó la propuesta del cocinero en ir con Andrei para conversar los tres, además aprovecharía para tener un momento de privacidad—algo difícil de lograr—con su amigo ya que le llamó muchísimo la atención algunas cosillas de los nuevos y no se fiaba mucho. 

Lo curioso es que al parecer Alvin estaba en la misma situación, así que en cuanto lo escuchó, intercambió miradas de soslayo con su compañero y asintió. Era verdad, esas dos personas no podían sobrevivir de la nada a la tormenta y se los veía bastante bien incluso. Podían ser personas con algún interés en el barco o el libro mismo. 

—A mi también me da miedo, pero en este lugar es difícil que alguien con malas intenciones prospere demasiado. Pese a todo es como una familia, así que nos cuidamos de alguna manera—dijo en un tono dulce—. No te preocupes, tengo la fe de que Fenre nos mostrará su verdadera cara, es cuestión de tiempo y ojalá, sean buenas personas. 

Finalmente esperó a que Andrei dijera algo y en cuanto esté libre, iría a hablar con él en privado. Bueno, dentro de lo posible. 

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03/10/2021, 17:09
Hans Grüber

Hans carraspeó, escupiendo un trozo de algo sin duda poco higiénico que se le había trabado entre los colmillos al sorber la sopa inmunda al tiempo que se dirigía con sutileza y sigilo a su sobrinísima.

—Debe ser nuestro día de suerte... Veamos, tenemos un probable motín a bordo en estado de gestación, mi pequeña Dafne Mary. Una mente simple convendría en que solo tenemos una opción posible, esto es, apoyar a la capitana Suzie, también conocida como La mujer que tiroteaba a los felinos. Puede que sea una analfabeta con pretensiones, pero apelando al principio de utilidad nos ha salvado la vida, algo que podríamos tener en cuenta... O todo lo contrario.

>> Aunque, por otra parte, visto el interés que propensa ese felón rubicundo hacia vuestra diminuta persona, también podríamos intentar una aproximación al bando rebelde para conocer mejor sus aviesas intenciones... Claro que no podemos descartar que el efebo que responde al sin duda hiperbólico epíteto de El Bello es un ruin y mezquino espadachín al que aventuro poca sesera y al que poco le ha faltado para filetearme...

>> Diablos, sí que hay opciones narrativas para estimular el suspense...

Hans adoptó su clásico gesto pensativo, esto es, un huesudo dedo índice tocando con armónico y sin embargo pausado ritmo la punta de su superlativa y ligeramente curva napia de halcón maltés.

—¿Qué opináis al respecto, mi joven e intrigante pariente colateral de segundo grado—inquirió muy interesado en comprobar por dónde relucía hoy la sagacidad de la pequeña Wanda.

Ajá... Y ahora, confraternicemos con el enemigo, jovencita. Extraigamos valiosa información que podamos utilizar para nuestro favor... Hmmmmm-hmmm-hm-hm-hmmmmmm...

Hans señaló al tal Wilbur, al que no había perdido ojo y sabía que Wanda le había caído en gracia. Ese viejales ocultaba algo. La cuestión era... ¿Qué?

—Procede, chiquitina mía. Voy a librarme de este... este... este grosero atentado contra la gastronomía...

En el fondo, Hans era un caballero. No iba a dejar a Wanda lidiar con el aromático truhan que les había revelado el último cotilleo del navío.

Se aproximó el intrépido Hans al tal señor Renacuajo, individuo que destilaba una fragancia natural solo comparable con los perturbadores hábitos higiénicos de las abubillas. Diríase que olía peor que un cadáver en perfecto estado de descomposición, pero tal afirmación se quedaría muy corta, a un mundo de distancia de la apestosa realidad. Era tal el hedor que exudaba aquel gañán, tamaña su potencia, que no solo penetraba la pituitaria olfativa, oh, no, sino que se alojaba en la cavidad craneal para danzar un abyecto vals con el bulbo raquídeo en un ritual que lo convertía en inolvidable.

Hans concluyó en secreta reflexión que si alguien diese con la forma de extraer el aroma corporal de Renacuajo y condensarlo en un orbe hermético que se liberase con un estallido, tendría el arma de inhalación definitiva en el mundo conocido.

—Jo... Dioses, que horror... Joven, no he podido evitar percatarme del exquisito gusto que profesa por esta... esta... esta mieee... AHEM... ¿Quiere un poco de mi sopa? —preguntó sonriendo fingiéndose el inocentón. —Señor Renacuajo, ¿verdad? —añadió, haciendo gala de solemnidad.

Luego miró al Azote de los Pelirrojos.

—¿Qué tal, buen hombre? Doctor Émil. Para servirle. ¿Y usted eeees...?

Notas de juego

Vaya por delante, dejo a Wanda marcada puesto que es el único personaje del que Hans va a fiarse en lo que resta de partida, me parece a mí. Y más aún con lo que estoy tramando... Hm-hm-hm-hmmmm... ;-D

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03/10/2021, 18:16
Andrei Demidov.

El rubio le echó otra mirada de soslayo a Wilbur, negando casi imperceptiblemente antes de volver a mirar a los recién llegados, soltando una pequeña risa de lástima al escuchar las palabras de Alvin, pues sabía de primera mano que efectivamente el muchacho prefería las ollas a los alfanjes.

Andrei abrió la boca para añadir algo más, pero entonces Renacuajo atacó sin piedad la apetitosa sopa del Dr. Émil, para luego ingerir con el decoro de un puerco lo que logró agarrar. El espadachín cerró la boca de golpe, casi como si temiese que algo le fuese a caer a él, y tragó en seco, parpadeando varias veces.

Notas de juego

1/2.

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03/10/2021, 18:28
Andrei Demidov.

Una de las manos del espadachín se posó suavemente sobre la de la alquimista, apretándola con suavidad y asintiendo a ella, pues la entendía. De alguna manera se las arregló para esbozar una pequeña sonrisa, que pretendía ser tranquilizadora, sin dejar de mirarla a los ojos con claro entendimiento dibujado en ellos. Él tampoco se fiaba.

Agradeciendo para sus adentros a Alvin por ese pequeño momento de privacidad, el rubio asintió a su propuesta, aunque con la mirada puesta en los que se iban marchando. Cuando el último de estos abandonó el lugar, Andrei se levantó de donde estaba, retirando con cuidado la mano de Annalise, para cerrar la puerta. Acto seguido, se giró hacia el cocinero y la chica y se acercó un poco más, para no tener que alzar demasiado la voz.

— Es imposible que hayan resistido tanto tiempo sin comer ni beber nada, así que no creo que haya sido la misma tormenta. Lo que sí es innegable es que hayan pasado un buen tiempo a la deriva, sus semblantes y ropajes no dejan mucho espacio para dudas —dejó salir un pequeño suspiro—. De todas formas es como dice Annalise, aquí todos nos cubrimos las espaldas, así que si buscan hacerle daño a alguien, o tratan de aprovecharse, seguramente van a escarmentar. No veo a Suzanne o a Hendrika tan fáciles de engañar.

Dicho esto, Andrei palmeó amistosamente el hombro de Alvin, pidiéndole ahora al cociner que le permitiera un momento a solas con Annalise. Una vez el chico se marchó, la fachada de seguridad que mantenía el rubio se derrumbó un poco, sus ojos brillando con incertidumbre, y su gesto traicionando sus preocupaciones. El rubio se sentó cerca de Annalise, inhaló y exhaló un par de veces y luego miró a la alquimista a los ojos.

— No creo que lo de Bjorn y Grigori haya sido un accidente —lo soltó de golpe, porque no había otra manera de hacerlo—. Cuando Suzanne mencionó que se habían perdido en la tormenta, vi a Hendrika sonreír y acariciar el pomo de su puñal, como si... supiera algo más —el joven tragó en seco—. Hay que tener mucho cuidado con ella, más del que ya de por sí teníamos que tener por... bueno, por Grigori —no lo dijo en voz alta, pero obviamente se refería al hecho de que él había apuñalado a Ludo. Una de las manos de Andrei buscó la de Annalise y la apretó con afecto—. Lo otro es que... bueno, desde que pasó lo que pasó, había estado pensando si seguir mi camino o no... pero ahora definitivamente no puedo hacerlo. No voy a bajarme en Antongrado, pienso quedarme contigo y con Wilbur —esbozó una pequeña sonrisa.

Notas de juego

2/2.

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03/10/2021, 19:01
Annalise

La situación era delicada, más aún para ellos y los nuevos. Aunque en parte poco le importaba a la alquimista el futuro de aquellas personas, si la de Andrei y Wilbur que era lo único que tenía tras haber perdido a dos de sus amigos. Por ello es que una vez el cocinero se retiró de ese lugar, aprovechó para acercarse también a su amigo y al mirar sus ojos, notó como esa postura se derrumbaba un poco ya que esos gestos hablaron por si solos. 

Anna lo entendía, ella era igual y no dudó en mostrarse genuina también dado a qué estaban solos allí, era uno de los pocos instantes dónde podían estar así, había que aprovecharlo. Así que bajo esa necesidad imperiosa de hablar con Andrei, lo escuchó con detenimiento, aceptando la cercanía, incluso el cruce de miradas o las manos unidas. Le parecía bien, estaba muy sola y ya de por sí, le costaba abrirse a las personas, este hombre era lo único que le quedaba ahora mismo. No quería perderlo. 

—Ya, sé que este lugar es un problema—confesó—. Posiblemente, hay muchas tradiciones a bordo. Quizás entre arreglos, se los quitaron del camino y eso no quita que suceda lo mismo con nosotros. 

Aquella confesión se escuchó entre susurros, acercándose bastante a su amigo para que nadie más los escuche. Nunca había estado tan cerca de un hombre, si bien compartía abrazos con sus amigos, esto no era algo habitual para ella. Pero no se la vio incómoda, al contrario, había muchísima soledad y desarraigo en su corazón. En teoría iba por un sueño, y ya eso no existía, más allá del futuro que le esperaba con un reino que debía recuperar. 

—Gracias por tomar esa decisión, de corazón me hace muy feliz porque era sigues conmigo o nos bajamos contigo—dijo al mirar sus ojos—. No puedo aceptar perderte, no. 

Después de aquella confesión, bajó la mirada y continuó. 

—No sé que pasará, pero entre la revuelta entre ellos y la vida misma del barco es una cuestión de tiempo. Tengamos cuidado... 

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03/10/2021, 19:49
Andrei Demidov.

El gesto de preocupación del espadachín se acentuó un poco cuando Annalise mencionó aquello de las tradiciones y arreglos, aunque asintió, muy a su pesar.

— Sí, por eso tenemos que tratar de... no separarnos demasiado. Por fortuna nuestras hamacas están una al lado de la otra, pero hablaré con Suzanne a ver si podemos hacer las tareas juntos siempre —estaba seguro de que no le resultaría demasiado difícil, siempre había tenido buena mano con la gente.

Ante el agradecimiento de la alquimista, el semblante del rubio cambió para bien, volviendo a esbozar una pequeña sonrisa, si bien su mirada todavía albergaba un ápice de duda.

— Era la decisión correcta —respondió él, tranquilo—. Yo sólo estoy siguiendo una corazonada, pero tú... tú tienes algo mucho más grande que cumplir —le sonrió a su amiga, aunque apartó la mirada brevemente, con las mejillas un poco enrojecidas—... y no te preocupes que... no vas a perderme —el rubio tragó en seco otra vez, antes de reunir el valor suficiente como para acercarse con lentitud a la alquimista y, si ella lo permitía, abrazarla—. Estamos juntos en esto.

El contacto entre ambos realmente duraría lo que Anna permitiera, pues era ella quien marcaba la pauta. Tras separarse, si era el caso, Andrei volvió a suspirar.

— Sólo espero que, si sucede algo, sea cerca de la costa. No me gustaría quedar atrapado en el fuego cruzado en mitad del mar como lo estamos —hizo una pausa—. Sé que no debemos meternos demasiado, pero... trataré de calmarlos cuando pueda, ya que así también consigo tiempo para nosotros —pues el espadachín dudaba que, de haber un cambio de capitán, ellos fueran a salir indemnes.

Andrei parecía dispuesto a escuchar cualquier inquietud o comentario por parte de Annalise, aunque él mismo no parecía tener mucho más que decir... hasta que recordó algo de golpe.

— Y por Fenre, dile a Wilbur que deje de ser tan... comunicativo —se aclaró la garganta—. Poco más y les dice... ya sabes.

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03/10/2021, 21:33
Annalise

Asintió a lo dicho. 

—Si, dormimos cerca. Al menos tenemos esa ventaja, aunque si antes estaba medianamente insegura, ahora lo estoy del todo—confesó—. Grigori tenía un don para hablar, convencía a todo el mundo. Yo no soy así. 

Incluso ella le había creído en su momento, era demasiado bueno convenciendo a la gente y es una verdad que gracias a él estaban en ese barco. Ahora sin el mediador, solo quedaba protegerse la espalda, más aún cuando algunos de los tripulantes querían ver a la embarcación arder. 

Después cuando habló sobre su decisión, una sonrisa cálida se dibujó en el rostro de Anna y recibió el abrazo con ganas. Incluso se quedó allí, pequeñita cobijada por el calor de su amigo. No podía creer aún como el destino se disparó de tal manera y ahora su vida era diferente tras saber que el paradero de sus amigos ya era incierto. 

Por ello entre los brazos de Andrei, le regaló una tímida caricia en la mejilla y lo miraba a los ojos, desde ese halo tan propio de la alquimista dónde podía ser un misterio lo que siente o aguas cristalinas. En esta ocasión, se notaba el miedo, pero también la comodidad de estar en aquellos brazos. 

—Estamos juntos si—dijo. 

Una vez el abrazo duró un buen rato, ya que Annalise lo disfrutó, se alejó un poquito para no incomodar más a su amigo y escuchó sobre Wilbur. Incluso suspiró por ello. 

—Hablaré con él, es alguien muy cerrado y le cuesta ver las cosas desde otro lugar. Ahora mismo estamos en una situación delicada y no debería hablar de más—comentó y dijo al coger ambas manos de Andrei—. Eso intentaré solucionarlo e intentemos no posicionarnos en ningún bando porque será nuestra perdición. ¿Vale?

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03/10/2021, 22:01
Andrei Demidov.

Andrei asintió a las palabras de Annalise en silencio, sabiendo perfectamente a lo que se refería. Después de todo, ellos estaban ahí por Grigori, a pesar de lo que había sucedido con Ludo y lo que aquello había desencadenado. Sin embargo, el seguidor de Fenre se las había arreglado para hacer las paces con todos.

La mente del espadachín era un mar embravecido, asediado por los temores y dudas que conllevaba estar en una embarcación llena de criminales, algunos de los cuales parecían querer verlos muertos o peor, pero al sentir a la alquimista entre sus brazos, la cabeza de Andrei se quedó en blanco, enfocándose únicamente en el tacto de Annalise. El rubio cerró brevemente los ojos, para apreciar mejor la caricia que la chica le había regalado en su mejilla, atreviéndose él mismo a mimar suavemente la nuca y el inicio de los cabellos de la alquimista. Cuando volvió a abrirlos, buscó con rapidez la mirada de la mujer, y fue su turno ahora de regalarle algo a ella, en la forma de una sonrisa ancha y sincera, aunque la estrechó un poco más entre sus brazos al notar todavía aquella estela de miedo en su mirada.

— Estaremos bien, te lo prometo. Entre los dos podremos lograrlo... y si Fenre es bueno, volveremos a ver también a Bjorn y a Grigori —no se había olvidado de ellos.

Ya separados, el isleño asintió a las palabras de la alquimista con respecto a Wilbur. La situación le causaba un poco de gracia, pues la tozudez de los ancianos podía ser cómica en ocasiones, pero en aquel lugar una sola palabra, en especial en referencia a la ascendencia de Annalise, podía ponerlos en riesgo. Cuando la alquimista tomó sus manos, el espadachín volvió a mirarla a los ojos.

— Vale —respondió él, asintiendo—. Tendré mucho cuidado con eso también. Por ahora... lo mejor será ir a buscar a Wilbur, no confío en dejarlo solo con el Dr. Émil y Dafne.

Si Annalise no añadía nada más, Andrei se levantaría junto con ella y saldría en busca del anciano.

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03/10/2021, 22:41
Annalise

Las caricias llegaron tenues y así se fueron, desde la misma dulzura, timidez en las que se regalaron. No obstante una vez se recuperó la distancia que solo era poca incluso dada la cercanía que habían tenido, le ayudó a centrarse en la conversación y pensar que no en su vida hubo pocos instantes como estos. Ella siempre centrada en los libros, en las aventuras con sus amigos y la Taberna de su padre. 

No obstante le respondió compartiendo el deseo. 

—Ojalá que si, que Fenre nos devuelva a nuestros amigos—dijo y asintió a lo otro—. Perfecto, vamos a buscarlo así podemos hablarle. Espero no se moleste un poco. 

Tenía su carácter y sus modos el hombre, aún así era mejor tratar el tema. Eso sí antes de abandonar la cocina, la alquimista se acercó y le dejó un dulce beso en la mejilla a Andrei, luego lo miró a los ojos por un breve instante hasta que comenzó a apartarse así salía detrás de él hacía el lugar donde estaba aquel hombre. 

—Gracias.