Tenía que reconocer que la puesta en escena le estaba gustando.
He de reconocer que Mr Bidwell saber hacer una puesta en escena ¿ No crees ? - Auguste observo las trece sillas y, como uno a uno los diferentes invitados iban tomando asiento para formar parte del juego.
Iba a ser entretenido desenmascarar a ese farsante, solo esperaba que esta vez para variar el juego resultara más entretenido.
Parece que el espectaculo esta a punto de empezar ¿ tomamos asiento?
El viejo librero, que no se deja llevar por impresiones fáciles tan solo dice con tranquilidad -Lo que es un indicio de que hay más que ocultar que que mostrar...- dice mientras camina junto al detective, el primero con la lozanía de la juventud, el anciano apoyado en su bastón, mientras cada paso es un golpe sobre el suelo. Rítmico y sin interrupciones.
Ninguno le genera verdadero respeto, y Whipple se ve obligado a verlos a la cara, con la noche allí, se siente un poco nervioso, pues son menos personas que en la fiesta. Asiente ante la proposición de Mr. Dupin, no sin una mirada de reojo tras de si, y toma asiente al lado del investigador, pone el bastón entre sus piernas, y sobre la punta del mismo, une ambas manos y se dedica a observar el mobiliario y los invitados. Tenía la impresión de que al menos sería un número montado con esfuerzo.
Mr. Hanson aparece nuevamente y corre las cortinas y seguidamente apaga las lámparas de gas mientras los invitados van poco a poco tomando asiento y charlan entre ellos pensando en lo que Mr. Bidwell puede traerse entre manos. Incluso alguno comenta lo extraño del repentino interés del anfitrión en las ciencias ocultas. Poco después de que Mr. Hanson encienda las velas del candelabro situado encima de la mesa, Mr. Bidwell hace nuevamente acto de presencia: la puerta se abre con un crujido y la algo encorvada y siniestra figura del anfitrión proyectando una alargada y trémula sombra en el interior de la estancia no hace sino rememorar a algunos de vosotros los recientes sucesos en el East End y los sangrientos asesinatos de prostitutas
Gracias por estar aquí. Lo que esta noche quiero hacer es bastante importante para mi dice mientras deposita sobre la mesa un extraño cubo transparente que emite un brillo extraño a la mortecina luz de las velas del candelabro.
A algunos de ustedes ya se lo había comentado.... quiero que si hay algún modo posible de contactar con unos seres de un lugar, de un mundo que está mas alejado incluso que la Terra Australis,, me ayuden a llevarlo a cabo. Creo que los mas afamados psíquicos del imperio, se encuentran alrededor de esta mesa, así como algunas personas de férrea voluntad y fuerza interior que podrán ayudarme a efectuar ese contacto. Aquí está, en este cubo, la clave para conseguir llamar a los Otros. Este cubo no es de este mundo. Este cubo es la clave para hablar con ellos.
Mr. Lees, Mr. Williamson, ustedes son los mas experimentados en estas lides. Por favor, convoquen a los espíritus de quienes crearon este cubo.
Mr. Lees replica:
Verá, señor Bidwell. puede que una sesión tradicional de espiritismo no funcione en este caso.Usted sabe a quién llamar. Nuestra concentración y nuestra guia puede ayudarle a que contacte con "los otros". Pero creo que tanto el doctor Williamson como yo mismo no podremoa hacer mas que aportar nuestras dotes de concentración y guiar al resto de los presentes para que nos apoyen con su fuerza mental, creando el ambiente mas proclive, pero parece que el peso de la convocatoria caerá sobre su persona, pues parece estar muy seguro de a quién estamos llamando.
Claro que se perfectamente a quién estamos llamando. Cojámonos las manos y empecemos sin mas dilación. Simplemente ayúndeme con su concentración a que el cubo se despierte. Concéntrense en el cubo, caballeros dice obviando nuevamente la presencia de Ms. Beasant de la sociedad teosófica.
Bien pues. Comencemos cuando gusten. respodne el doctor Williamson, psíquico de su graciosa majestad.
E intenten no romper el círculo. A los que nunca participaron en una sesión de espiritismo solo querría indicarles que no se asusten si sienten algo extraño, como una energía recorriendo sus manos o sienten algo invisible delante suyo. Y si llegaran a ver algo recuerden que no nos pueden hacer daño. Dejen que Mr. Bidwell dirija la convocatoria y simplemente concentrense en enviarle su propia energía, su fuerza interior. con eso, con su apoyo, habría de bastar. Cuando estén prepasrados, cojámonos de las manos
Dupin no pudo por menos que mirar aquel espectaculo, no solo con curiosidad, si no con escepticismo.- Es increible lo que la gente adinerada es capaz de hacer para salir de su aburrimiento
Debía reconocer que la atmosfera que había conseguido era increible, Bidwell era sin duda un hombre con un gran carisma
Mr. Bidwell parece un hombre, no ya experto en estas lides pero si que sabe bien lo que tiene que hacer. deposita el cubo encima de la mesa y el círculo de 13 personas se cierra cuando todos se agarran las manos y se concentran, mientras Mr. hanson cierra lapuerta a sus espaldas dejando a vuestro anfitrión concentrarse en su tarea.
Durante unos largos minutos solo parece escucharse la voz de las letanias de Mr. Bidwell y en las que repite varias veces unaplaabra que os resulta desconocida.
Yecub
El tiempo pasa lentamente, pero nadie rompe la concentración ni el círculo. Os paece sentir alguna especie de estremecimiento en vuestra columna vertebral fruto posiblemente de la emoción y la tensión del momento y de la teatralidad del ambiente, pero desgraciadamente o quizás afortunadamente, nada se manifiesta ante vosotros.
Bidwell rompe el círculo. Suelta las manos y visiblemente agotado por el esfuerzo mental realizado y algo apesumbrado dice:
Hemos fracasado. Vuestro esfuerzo y vuestra concentración han sido grandes pero ha sido en vano. Los otros no han acudido a nuestra llamada. Estoy cansado. dejadme solo, por favor.
Y con estas palabras da por finalizada la fracasada sesión espiritista. Ms.Beasant, la única mujer del grupo, parece que va a dirigirle la palabra y a comentarle algo, pero Bidwell la calla con un ademán de su mano y musita un débil...
Mañana, por favor. Hoy no tengo fuerzas siquiera para hablar.
Mientras salía de la habitación a Dupin no le sorprendió lo más minimo que no hubera funcionado, pero el espectaculo había merecido la pena.
Te ha llamado la atención un pequeño detalle.
Toda la sesión de espiritismo se ha hecho tal y como marcan los manuales esotéricos mas renombrados y afamados. Si es que puede haber un esbozo de ciiencia en la paraciencia, se ha mostrado aquí,al seguir los rituales con fidelidad y nula teatralidad. Bidwell parece haberse asesorado sobre como dirigir una sesión de espiritismo e incluso ha tomado mas protagonismo que los expertos que lo acompañaba, quizás porque sabía mejor con quién quería contactar. pero algo te ha llamado la atención. De toda la retahila parapsicológica y ocultista de la que ha hecho gala no se ha basado en una mera invocación de los que llama "Los otros", sino que ha hecho referencia a que sea su mente la que vaya hacia ellos.
Teóricamente, y si es que puede haber algo de teoría acepotable en esta paraciencia, lo que se está creando es una puerta permeable en ambos sentidos. Pero no es algo que se suela intentar en las sesiones espiritistas tradicionales.
Tirada oculta
Tirada: 2d100
Motivo: ciencias ocultas
Resultados: 39, 68
Y los últimos invitados van abandonando la casa, tomando sus carruajes de vuelta a sus hogares, dejando a Mr. Bidwell solo con su mayordomo y con sus pensamientos parapsicológicos.
Dejo la escena abierta por si acaso deseáis añadir algo mas. Pero voy moviendo ficha, o las chicas se nos vana a aburrir.
El anciano Whipple es uno de los más escépticos allí presentes. Toda la puesta en escena es cuanto menos, novedosa y rimbombante, así como las peticiones del anfitrión, quien ha citado a algunos parasicólogos y espiritistas, más como respaldo que como partes del experimento. Era excéntrico, si, pero nada que se distanciara demasiado de aquella linea de aventureros y estafas.
Y por supuesto, al final de la sesión, se anuncia el fracaso con un aire de resignación, y el viejo piensa para si que no podría ser de otra forma. mr. Bidwell era un sujeto de gustos enrarecidos, quizás curioso, se le antojaba desgraciado más no una amenaza per ser, salvo por su ingenuidad, como le sucedía a casi todo Londres. Se despidió con asentimientos y se levantó de su puesto sin mediar palabra. El cuerpo empezaba a dolerle un poco y seguramente trataría de descansar esta noche, mientras recordaba no volver a ceder ante las peticiones de su querida Abigail.
No obstante, el ritual como tal deja sus interrogantes, y lo puede juzgar como novedoso, más no como efectivo. Por un momento tiene una punzada de extrañeza y un lejano escalofrío que deja desvanecer por su salud mental, tratando de no remover recuerdos en su anciana mente.
-Un resultado esperado- musita a Mr. Dupin mientras camina lentamente hacia la puerta, el sonido del bastón sobre el suelo va marcando los movimientos y la retirada del viejo Whipple.