Y así, tras un largo viaje en carruaje, esa misma noche los intrépidos investigadores vuelven a Londres, conjurándose para seguir una de las pocas pistas que tienen para esclarecer la muerte de Bidwell. El caso les ha llamado bastante la atención y los sucesos narrados en el diario de Bidwell han picado su curiosidad.
A la mañana siguiente el grupo se reúne nuevamente en un céntrico y elegante café en Trafalgar Square y Dupin les cuenta las últimas novedades. Parece ser que hay nuevas pistas...
Con vuestro permiso,, penejotizo a van Nadasdy y a Whipple hasta el retorno de nuestros compañeros
Bueno, bueno, bueno... tus trabajados durante años informadores y contactos en la policía londinense van dando sus frutos.
Un chaval de apenas 12 años te trae un mensaje por la mañana, justo cuando te disponías a salir hacia Trafalgar Square para reunirte con tus compañeros y visitar al doctor Gull. Viene de la comisaría de Limehouse en el barrio chino del East End londinense, barrio conmocionado por los asesinatos cometidos hasta hace poco por el misterioso y sádico asesino que el imaginario popular ha bautizado como Jack the ripper, Jack el destripador en unos de los casos abiertos mas flagrantes y que mas quebraderos de cabeza están dando a la policía de Limehouse, Whitechapel y Bethnal Green.
Al parecer han localizado al mayordomo Hanson en Limehouse y preparan una redada policial para capturarlo y te convidan a estar presente, colaborando con la investigación, pues son conscientes que con tus invesigaciones paralelas puede y tener lugar una perfecta simbiosis en la que todos salgáis beneficiados. Parece que el inspector Mulverhill o bien ha recapacitado o no se ha enterado de las decisiones de sus subalternos.
Tu sueño esa noche es intranquilo. Tu perspicaz mente lleva años abierta a lo que está vedado a los ojos humanos y eso habitualmente te da mas de un quebradero de cabeza.
Y hoy has soñado con quién crees que es el espíritu de Bidwell. No sabrías explicar por qué, pero eso como si tu inquieto espíritu te guiara por los rincones mas insospechados del mundo y te mostrara lo que tus ojos no saben ver y que durante el sueño se te revela con mayor libertad.
Y pese a que la noche es fria, te despiertas empapada en sudor, sin recordar demasiado de un sueño que si bien no llega a ser una pesadilla, tampoco resulta agradable.
Viste al mayordomo Hanson , con una expresión de terror y pánico en su rostro suplicándote ayuda en un grito mudo y desesperanzado. Y percibiste multitud de hombres a quienes no puedes ubicar en ningún rostro muy pendientes de vuestros pasos, e involucrados en este asunto. Y tienes la desagradable sensación de que aunque tu no les puedas ver con claridad, ellos a tí si. Y justo antes de despertar una breve visión de un río que bien podría ser el Támesis atravesando un oscuro y sucio suburbio en un lugar poco acogedor por donde corre el huidizo espíritu de Mr. Bidwell.
El reloj marca unos pocos minutos antes de las 7. En unas pocas horas os reuniréis en un café en Trafalgar Square.
Te gustaría ganarte un par de libras por llevar un mensaje?- Le preguntó al chico. El mensaje era importante y no podía demorarse e ir a ver a sus compañeros, pero si que les podía hacer llegar una nota y pedirles que se reunieran con el.
No se lo pensó dos veces, cogió una nota, y escribió:
Me ha llegado un mensaje de la comisaría de Limehouse en el barrio chino del East End. Al parecer han localizado al mayordomo Hanson en Limehouse y preparan una redada policial para capturarlo. Hacedme llegar un mensaje a la comisaría o a mi casa para decirme donde estais y cuando acabe me reuniré con vosotros.
Auguste Dupin
A continuación le dió la nota al chico, luego salió a toda prisa hacia el coche de caballos que había a pocos metros.
Cochero a la comisaría de Limehouse, rápido.
Sorprendentemente el chaval rechaza el dinero.
Lo siento señor, no tengo tiempo de ir a Trafalgar Sq. tengo que regresar a St. Johns Woods ipso facto y Piccadilly me pilla muy a desmano.
pero a Dupin si que le pilla de camino hacia el East End y todos parecen tan asquerosamente puntuales...
Si, bueno, os había comentado lo de dividir las escenas para que te llevaras a Annette a ver los bajos fondos.
Esta bien, no pasa nada. Gracias de todas formas.
Bien pensado le venía de camino, asi que ...- Cochero, haremos una para en Trafalgar q.
Ok, pues me la llevo conmigo.
Los jirones de niebla y la luz de las farolas que todavía a estas horas siguen encendidas dan un aspecto algo tétrico y triste a la Céntrica plaza de Trafalgar. Y los 4 investigadores se encuentran en un cómodo y tranquilo café disfrutando de su desayuno y pensando en su próximo paso a seguir que bien podría ser visitar al Dr. Gull o bien podría ser olvidarse de este asunto.
Pero Dupin, el último en llegar, trae nuevas noticias y entra apresuradamente en el local buscandoos con la mirada mientras el carruaje que le trajo aguarda en la puerta. Parece que hay nuevos acontecimientos de los que hacer partícipes a sus compañeros.
Una noche —otra más— plagada de fantasmas. Pero estos fantasmas tenían un rostro, un nombre y una historia que ella conocía. La llamaban, extendían sus brazos hacia ella, le indicaban un camino, un sitio. Y ella —una vez más— había emergido de ese terrible sueño ahogando un grito, bañada en perladas gotas de sudor. El frío había calado hasta los huesos, un frío que nada tenía que ver con el factor climático. Ella había cerrado los ojos y había intentado olvidar. Casi lo había logrado. Una telaraña espesa se había interpuesto entre ella y aquella pesadilla.
Luego, se había desprendido de las sábanas y de los recuerdos; había bebido algo ligero, en silencio, ante la severa mirada de su padre; había reñido con Clayton —No, nunca reñía, jamás alzaba la voz ni hacía reproches altisonantes o gestos fuera de lugar. Todo en ella era mesurado, cortés, correcto— y había zanjado aquel incómodo trance con una suave inclinación de la cabeza, un grácil ademán de sus dedos y un recatado “Por supuesto, Clayton, Lo entiendo…” Había mentido también, aprovechando la presencia de la condesa, y había inventado un encuentro en ya no recordaba cuál galería de arte para ayudar a la bella flamenca a elegir una obra para su colección. —¿Acaso no había mentido también el día anterior? ¿No había sido descubierta entonces, como una niña con las manos metidas en el frasco de galletas, esas galletas, sí, esas que su progenitor le había prohibido probar?— Y había abordado el carruaje rumbo a la céntrica plaza de Trafalgar donde, con tres viejos conocidos —tres extraños quizá— había acordado reunirse aquella mañana. Y había viajado hasta allí con la sospecha, no, con la certidumbre de que estaban observando todos y cada uno de sus pasos. Los de todos y cada uno de los reunidos ante aquella mesa.
¿Qué te sucede Annette? Tú no eres así, tú eres una niña buena y obediente. Entonces, ¿por qué juegas a aquello que tu padre dijo expresamente que no jugarás? Cuida donde pones tus manos, no mires tan fijamente, contesta a lo que te preguntan, pero no hables de ‘eso’ y, sobre todas las cosas, se una niña buena y obediente…
Annette alzó la vista y saludó con una sonrisa al recién llegado, el detective Dupin, y poco más... Cuando iba a murmurar unas amables palabras como saludo, Auguste se apresuró a comunicarles una noticia...
Edité el final del posteo porque equivoqué quién era que había llegado. Ando por las nubes parece. <_<
Cochero, espereme aqui, no tardare.- Tras decir esto, Dupin bajo a toda prisa del coche y se dirigió hacia donde estaban sus compañeros. No había tiempo que perder.
Caballeros hay nuevas noticias: Esta mañana me ha llegado un mensaje de la comisaría de Limehouse, al parecer han localizado al mayordomo Hanson en Limehouse y preparan una redada policial para capturarlo. Me esperan alli de inmediato para proceder. He pasado tanto para informarles como por si alguno de ustedes quería venir conmigo.- Su voz indicaba de forma clara tanto emoción como prisa
Y Aquella noticia era que el mayordomo del extinto Bidwell estaba vivo. Lo demás no le importó. Suspiró aliviada, pero entonces recordó aquella visión en la mansión donde se había cometido tan atroz crimen. Había sido una visión muy nítida, fría y terrible. ¿De quién era aquel espectro? ¿Qué trazos de memoria lo mantenía vivo? No era el mayordomo, no era Sir Bidwell, de eso no le cabían dudas. Alguien más murió allí, pero quién…
Quizá el mayordomo tenía la respuesta, pero… Por otra parte, ¿qué haría Annette en una redada policial? Abrió la boca para declinar la oferta —No cabía otra respuesta en una dama, por supuesto—, cuando otra dama, con ideas muy particulares y una inquietante atracción por lo peligroso se le adelantó.
—¡Jamás me perdería esto! —exclamó Adèle con una sonrisa de deleite en los labios. Annette casi podía verla paladear de gozo. Y agregó: —Annette me acompaña, por supuesto.
Y el cielo se oscureció de pronto. Annette tartamudeó una tímida negativa, pero la condesa rechazó cualquier negativa con un rotundo…
—En marcha. No tenemos tiempo que perder.
Y arrastró en esa vorágine a una palidísima y titubeante Annette.
No recuerdo si ibas a mover los hilos de Adèle. Cualquier cosa edito. Pero me pareció lo más conveniente, por ahora. No imagino a Annette en una redada policial por motu proprio. =P
Todo el mundo parecía pintado con colores más vivos, los aromas le parecían más intensos, en general el mundo le parecía más vivo.
Será un placer gozar de su compañía, señoritas. Ahora hemos de irnos. tengo un coche esperando en la puerta y que nos llevará a la comisaría, donde nos están esperando.
Ayudó a las señoritas a subir al coche, luego subió el.- Cochero a la comisaría de Limehouse
El traqueteo del coche quedo apagado por los engranajes de su mente dando vueltas al asunto.- Tengo ganas de saber la versión del mayordomo, es una suerte que siga vivo.- Dijo dando forma a alguno de sus pensamientos