Partida Rol por web

Los dedos de Ryan tamborilearon sobre la mesa.
- De Forma obvia, nadie va a ir contra sus intereses en medio de una interrogación. Quizás por ello deberíamos cambiar el foco. Si bien deben ser leales al extremo con Seraya, no quiere decir que se caigan bien entre ellos, y que no quieran escalar en el orden de su señora y la familia. Quizás podríamos ofrecerles un trato con vía de escape, en vez de presionar mucho las tuercas. Algo así como indicar que tiene un enemigo común con nosotros y que deseamos venganza y que el material esta en esa misma sala a la que queremos acceder, pero no para destruir a los Decados, solo para debilitar al rival en ojos de su señora. -
La idea de Silvie, salió de sus labios antes que de los de el, y el asintió confirmando que pensaban similar en este caso.
- Investigar bien al sequito. Si. Quizás, deberíamos averiguar mas sobre cómo se relacionan entre ellos, y algún hecho particularmente violento que hayan tenido. De esa forma podríamos ejecutar la historia de alguien que pretende venganza, y ser mas creibles al sujeto de nuestro engaño. Les doy un ejemplo concreto. Supongamos que Stefannos mando a que todo un pelotón destruya una aldea en un Hira, y se oculto el hecho, podríamos hacer una historia de que alguien de esa aldea perdió a sus familiares y está desesperado por venganza contra Stefannos. Esa es una historia que Rainias compraría, y estaría más dispuesto a colaborar que unos huesos rotos, sobre todo, traicionar a su señora, y hacer que su casa desaparezca de los mundos conocidos. -

Escucho al infiltrador, estaba impaciente por ingresar y probar sus habilidades, el nego con la cabeza.

- Lo siento Señor Burns, ningún riesgo es mínimo, ni debe ser tomado a la ligera, creo que deberíamos tener bien claro el plan antes de efectuar algo que pondría el reloj en marcha. Esta ventaja no podemos desaprovecharla. Tenemos que tener claro el golpe antes de hacer un acto que implique que la misión tenga riesgo. Siempre hay tiempo para infiltrarnos después. Dejemos esto claro, solo tendremos una posibilidad, y quizas nisiquiera una entera. -

El equipo todavía no tenía claro el plan de actuación ¡y no era para menos! Se estaban jugando el destino de los Mundos Conocidos. Todavía querían saber que fichas debían mover antes de dejarlas caer.

Burns sonrió.

—Todos nuestros movimientos tienen un riesgo. ¿O acaso creéis que ir tocando puertas y preguntando no conlleva riesgo? Pues lo tiene, tanto para nosotros como para desperdiciar esa ventaja que crees que tenemos Raynor. Tenemos que conseguir información veraz y de primera mano para contrastarla con la de las fuentes. Solo así podremos saber que las fuentes son fidedignas. Pero, os puedo dar algo de tiempo, si es lo que queréis. Voy a moverme por los bajos fondos y voy a localizar la Linterna Negra. Al parecer la gente de Seraya se mueve por ahí y, si consigo mimetizarme quizá consiga un billete para entrar de forma limpia.

La mirada de Aaron se iluminó.

—¿Os parece bien un día? Mañana, a esta misma hora, nos veremos aquí y pondremos todo en común y entonces, será el momento de actuar o lo que ahora llamáis ventaja, se convertirá en nuestra perdición.

Se levantó de la mesa y señaló al grupo.

—Un día

A Angrend no le solían gustar las amenazas o últimatums. Se alegraba de que no fuera el único en pensar que adentrarse en la casa ya levantaría, cómo mínimo, sospechas. Pero no todos parecían entenderlo.

-Yo sigo pensando que Rainas puede ser una buena fuente de información. Me da igual cómo se la saquemos, si por las buenas o por las malas. El hecho es conseguir su ayuda para eliminar las medidas de seguridad. Luego ya se le puede recompensar de la manera más conveniente.-

Pensó un poco y al final se decidió.

-Prepararé un piso franco para poder "hablar" con él y lo llevaré allí.-

Silvie hizo una mueca al ver que Aaron no parecía fiarse de la información que proporcionaba. Era natural su desconfianza... hasta cierto punto.

-"Entiendo tus reticencias Aaron, pero mis métodos para obtener información son bastante fiables. No sólo me quedo con lo que alguien dice". -guiñó un ojo- "Todo suele estar cotejado debidamente". -su tono no mostraba enfado como si se hubiera sentido minusvalorada, más bien al contrario, quería dar confianza a Aaron.

-"Toda acción que hacemos es arriesgada si, pero hay unos riesgos más grandes que otros." -añadió a la idea de la infiltración- Por otro lado añadió: Necesitaría un día por lo menos para cada uno para indagar, pero igual podemos repartirnos un poco. Oye Ok-sar, un chico de armas como tú ¿no tendrá algún hilo del que tirar con respecto a Illyanna? Lo mismo tenéis conocidos comunes, alguien al que puedas apretarle las tuercas o invitar a un poco de Miel Imperial. Yo por mi parte empezará por Stefanos ¿si?"

—Sí, puedo encontrar un par de... conocidos de Ilyanna para conseguir información. 

Durante un día más, Ok-Sar se dedicó a "hablar con calma" a los contactos pero, ni con las más terribles amenazas consiguió sacarles nada sobre la Jefa de Combate Ilyanna. Los Decados o más bien Seraya escogía a sus sirvientes con habilidad. Su garra en el planeta y en todo el Imperio era férrea. 

Cada vez más frustrado, Ok-Sar volvió a ver si sus compañeros habían encontrado algo. Él sólo veía callejones sin salida. 

Raynor se reclino en su asiento. La Opción de una bomba de pulso electromagnético que se le había ocurrido en su cabeza, era viable y abría varias posibilidades, pero solo el hecho de obtenerla pondría todo el plan en marcha.
Decidio comentarlo al equipo.

- Otra opción es detonar una bomba de pulso electromagnético… - Observo los rostros de los presentes.- Mmmph. Me refiero a una bomba que no lastima seres vivos, pero frie todo lo que sea eléctrico. Podria ser buena para el plan, pero son difíciles de conseguir, y llamara la atención.-

Aaron se pasó el día en la Linterna Negra. Tenía habilidad para mantenerse al margen y pasar desapercibido, de forma que podía escuchar las distintas conversaciones e ir pergreñando varias opciones de plan para entrar. Descubrió así que era frecuente que delegaciones de otros planetas y casas frecuentasen la mansión de Seraya buscando contratos para el Astillero Orbital que poseían los Decados en el planeta. En su cabeza se empezó a fraguar un posible plan: introducirse en uno de esos grupos (o montar el suyo propio con una tapadera adecuada) y una vez dentro 'despistar' momentáneamente a la guardia para intentar ubicar las zonas importantes dentro de la mansión. Con la información que Silvie había obtenido previamente debería ser relativamente sencillo¹.

Por desgracia para todos Silvie tuvo un traspiés en su segundo día de investigación. Intentando sonsacar información de uno de los contactos que había conocido la noche anterior en la Linterna algo se había torcido y tuvo que desaparecer antes de tiempo. Por suerte su poder PSI le había servido para enmascarar el marrón y que el tipo olvidase su cara, pero no la conversación. Era posible que aquello llegase a oídos de Seraya quien, aunque todavía no tenía motivos para esperar nada, podría aumentar sus defensas².

Ok-Sar tampoco había tenido suerte en sus pesquisas. El problema era que la gente a la que intentaba sonsacar información le tenía más miedo a Seraya que a él. La Decados tenía fama de ser implacable. El problema es que la gente asustada se podía ir de la lengua fácilmente³.

Por su parte Angrend preparó un piso franco en la perfieria de Bizantium, en una zona proletaria de trabajadores cualificados. Era un ático discreto donde tanto se podrían retirar en caso de que se comprometiese el actual refugio como podrían mantener a alguien retenido.

Empezaba a ser el momento de realizar acciones para conseguir el plan final⁴.

El plan de Aaron de montar una delegación en busca de negocios podría funcionar. Ryan podría pasarse por un almirante de los Aurigas con ganas de avanzar unos cuantos escalafones en la jerarquía. Ork-San y Angrend como guardaespaldas, Silvie como inversora y consejera en la aventura. Aaron podría hacerse pasar por un mero administrativo que aconsejase al auriga en ciernes, sería el que más fácil lo tendría para desaparecer durante la visita con alguna disculpa. Lo mejor de todo era que ni siquiera tendrían que tratar directamente con Seraya: su chambelán se encargaba de esas negociaciones, así que ni siquiera deberían exponerse ante su objetivo final todavía.

Otra posibilidad era la que esgrimía Angrend: secuestrar a Rainas y llevarlo al piso franco para averiguar todo lo posible sobre la seguridad en la mansión sin pisar el terreno. Su desaparición tendría que explicarse de alguna manera pero no era nada que no hubieran hecho en otras misiones.

Incluso podrían llevar adelante ambas acciones de forma simultánea si decidían separarse.

—Los dos planes son viables, cada uno tiene sus ventajas y sus riesgos. El segundo es más seguro y con el primero nos la jugamos el todo por el todo. 

Ok-Sar se encogió de hombros. 

—La suerte favorece a los audaces. Si el primer plan nos mete en la casa si alertar a nadie, allí podríamos capturar a Seraya, sujetarla y bajar a abrir el archivo. Únicamente necesitamos una buena ruta de salida y ese piso franco para interrogarla y que nos ayude a descifrar el archivo una vez que nos los llevemos. 

La agente estaba especialmente callada y es que su última actuación había sido una auténtica "cagada" sólo menguada por sus habilidades "secretas"... pero una cagada al fin y al cabo. ¿Sus deseos de venganza la estaban volviendo impaciente o impetuosa? Tenía que reflexionar un poco sobre ello y eso se reflejaba en un gesto serio, algo bastante raro en ella, que solía ser el centro de atención.

No obstante, no pudo evitar asentir a las ideas que iban diciendo sus colegas.

-"Estoy de acuerdo en lo de llevar los planes adelante. Hacernos pasar por la delegación podrá confirmar todo lo que ya sabemos y algo más... o eso espero. Y si vosotros dos hacéis bien vuestro trabajo con Rainas pero... siempre teniendo en mente que eso nos obligará a ejecutar nuestro plan en poco tiempo. O sea, uno de nuestros objetivos podría ser volver a tener una reunión con el chambelán para cerrar cualquier trato... lo cual nos daría una forma de entrar... elegante". -terminó por decir dibujando una leve sonrisa.

Aaron asintió. Era momento de entrar en el terreno de juego y ahora todos lo sabían. Incluso Silvie, con la que había tenido un pequeño desencuentro de opiniones. Al final tuvo que ceder, máxime tras el traspiés que seguro ponía en alerta a la gente de la Decados, pero no le dijo nada. Al contrario, se mostró colaborador con ella. Para Aaron era fundamental mantener al equipo integrado en todo momento.