Partida Rol por web

El piso franco estaba en una zona discreta de Bizantium. En realidad todo el edificio pertenecía al Ojo Imperial y estaba vacío. Era un lugar ideal para mantener a un prisionero. El ático, pues estaba en lo más alto, estaba amueblado con todas la comodidades aunque en ese momento mantenían a Rainias convenientemente inmovilizado y amordazado (por su seguridad) en una de las habitaciones mientras el equipo se reunía en la cocina del mismo, a un par de estancias de distancia.

El técnico no había visto siquiera a los demás componentes del operativo. Ahora todos ponían en común sus descubrimientos. Al parecer la cosa no iba a ser tan fácil como que Rainias les hiciera unos pases. Aunque podría darle acceso a las zonas privadas del lugar estos pases no abarcarían toda la mansión. Había varias partes en la planta superior y sobre todo en la zona inferior que tenían unas directivas de seguridad que ni siquiera Rainias podía levantar de forma global. Era necesaria la clave diaria, sí, pero luego había guardias y una zona interna de la cual sólo Seraia Decados tenía la clave.

Tras el traslado al piso franco Ok-Sar había comprado el material que el Ingeniero iba a necesitar para hacer esos pases globales, pero el plan seguía teniendo sus riesgos. Debían buscar una manera de justificar su presencia en la mansión y habría guardias humanos aparte de las protecciones mecánicas y de máquinas pensantes.

Naadir había dejado de existir para convertirse de nuevo en la "Silvie" que todos conocían.

Ahora que tenían al experto de seguridad y habían logrado infiltrarse en la mansión, tocaba orquestar el golpe final.

-"Si podemos mantener a ese tipo dos noches, creo que la mejor oportunidad que tendríamos sería la fiesta de Seraya. Todo el mundo estará pendiente de Seraya y sus invitados... Es cierto que la seguridad será mayor, porque habrá que contar con la seguridad privada de los VIPS, pero también tenemos más ocasiones de provocar distracciones".

-"Tenemos la información del exterior y el interior de la mansión, pero no tenemos claro lo que hay en el sótano. Si conseguimos que nuestro nuevo amigo nos de los detalles -que espero que tenga- podríamos hallar la forma más eficaz de acceder de forma rápida. ¿Cómo lo veis?".

Aaron torció el gesto un instante.

—Me preocupa que echen de menos a este tipo dos noches —dijo sin otra intención que la de sacar una variable más a la tablero de juego.

Angrend había escuchado lo que habían conseguido sus compañeros. Había sido un trabajo impresionante. Además habían conseguido una buena oportunidad de acceso. Silvie tenía razón en lo de que la seguridad iba a ser más fuerte, pero también las posibilidad de escabullirse.

-Rainias sabe lo que le conviene a corto plazo. Es un superviviente y sabe que ahora mismo sus mayores posibilidades están con nosotros. Así que nos ayudará. Debería haber traido aquí todo lo que necesita para comunicarse con los Decados, por lo que no le echaran de menos de momento.-

Respondió a la pregunta de Aaron.

-Ya sabemos que no vamos a poder entrar en los sotanos con lo que nos dará Rainias, pues él no ha montado esos sistemas. Pero nos permitirá movernos por las otras zonas de la casa sin problema, lo cual creo que es mucho. Además, si jugamos bien nuestras cartas con él, y lo convencemos de que si no volvemos morirá, nos podrá echar una mano en caso de necesidad. Eso sí, necesitaremos unas comunicaciones potentes y cifradas.-

La seguridad humana no le preocupaba al asesino, esa era facilmente de despachar. Eran los cierres y sistemas internos que seguro que tenía el sotano.

Angrend se pensó un poco el tema de la "lealtad" de Rainias para con ellos, así que comentó con los demás una idea.

-De todas formas, y aunque ahora mismo Rainias está de nuestro lado, sería conveniente añadir alguna presión más para que no sienta tentación alguna. Podríamos convencerle de que está envenenado y que si nosotros no salimos de allí con vida no habrá nadie para darle el antídoto. O que hay una bomba en la habitación y sólo podemos desconectarla nosotros. Aunque me gusta más la idea del veneno. De hecho podríamos hacerlo realmente, así no habría que convencerlo. Sería verdad.-

Silvie enarcó una ceja al oir la propuesta de Angrend. Dibujó una pequeña sonrisa.

-"Pues lo cierto es que podría ser efectivo ese tipo de presión para su psique. El hecho de ver que tiene una posibilidad real de sobrevivir y una de morir de forma lenta y agónica nos daría una participación más sincera... Ahora, también es verdad si queremos hacerlo realmente. Creo que podría convencerle de que va a morir, pero si le metemos una sustancia que le de algunos dolores y le haga pensar que podría morir verdaderamente no nos haría falta buscar un veneno auténtico de muerte lenta... si es que conocéis alguno" -elevó los hombros- "o también puedo montar un paripé, meterle una sustancia inocua y ponerle el antídoto cada día, repitiendo el proceso el día anterior para que no tenga demasiado tiempo en qué pensar... aunque ya digo que algo que pudiera revolverle las tripas un poco, ayudaría mucho".

—Yo creo que ya está bastante jodido. Deberíamos centrarnos en cómo atrapar a Seraya en la fiesta, llevarla abajo para entrar con ella en el archivo, robarlo y salir. 

Al final, la misión iba a ser "sobre la marcha". El ingeniero sólo era de pequeña ayuda. 

Ryan estaba jugando con alguna clase de artefacto, una carta que hacia girar entre sus dedos, y luego, hacia desaparecer, chocaba las manos, y la carta aparecía en su otra mano. El relieve de la misma era ligeramente hipnotizante, parecía desplegar alguna clase de patrón
No habia aprobado que disparasen arrancaran el motor mediante un secuestro, pero lo hecho, hecho estaba. Ahora habia que ver como seguían adelante con el asunto.
No dijo nada, no era su area, queria saber mas antes de dar su opinion.

Estaban simplemente desplegando sus cartas sobre el tapete. Tenían gran parte de la la situación bajo control pero el sótano seguía siendo una incógnita total para todos. Lo cual, por otra parte, dejaba meridianamente claro que allí se encontraba lo que iban a buscar.

También parecían tener claro que la misión se iba a realizar durante la fiesta que se celebraría en la mansión. Las preguntas más prácticas, de primera necesidad, serían como se presentarían al evento y que funciones cubriría cada uno durante el mismo.

Una vez "solucionado" el tema de la cooperación de Rainias tan sólo quedaba el pequeño inconveniente de entrar en la mansión. Silvie, Aaron y Ryan lo tenían fácil, estaban invitados, pero Ok-Sar y Angrend no.

-No sé bien qué excusa podemos tener para ir. Podemos hacernos pasar por vuestros guardaespaldas, una mascara y maquillaje puede eliminar mis tatuajes no sería la primera vez. Pero aunque podamos acceder dentro no tendremos tanta libertad de movimiento como vosotros. Y conseguir alguna invitación para nosotros con tan poca antelación será complicado, no por hablar de una buena excusa.-

Sopesó las posibilidades.

-No veo más opciones que la de colarnos por las alcantarillas que comentó Aaron o ser vuestros guardias. Si alguien tiene otra idea soy todo oidos.-

—También puede ser buena idea que yo esté fuera con un vehículo y trampas explosivas colocadas a intervalos para esquivar perseguidores. Si nos llevamos a Seraya y el archivo, unos segundos de preparación pueden marcarlo todo, además de una distracción en el otro punto de la casa que usemos para la extracción. 

Un vehículo que se estrellara contra un costado del complejo o mansión, algo de humo y unas armas en automático disparando desde él para atraer allí a todos los guardias. 

La propuesta de Ok-sar, lo tomo un poco de improviso, pero finalmente no dijo nada. Era de Decados de los que estaban hablando, gente que había hecho caer casas mayores, y probablemente la mayor cantidad de secretos de la galaxia. Si no tenias un secreto oscuro, ellos te vendían uno, y luego te extorsionaban profesionalmente con el. Sin embargo, se obligo a recordarse de que ellos no eran unos novatos, si Ok-sar decía que podía hacerlo, seguramente podía.

- Seria lógico al menos tener un guardaespaldas…- indico Ryan. Para la dama, por supuesto, el aventurero espacial, Dacon Rogers no lo necesitaba. Se sonrio.