Partida Rol por web

Mientras los demas jugueteaban me quede mirando al tio de rojo...

Donde le he visto... Donde le he visto...

Entonces me vino su imagen a la cabeza.

El fue quien me encontro al llegar a la tierra!!!

Por suerte para mi no logro eliminarme... Ahora empezaba a recordar...
Me habian enviado a este planeta para eliminar al tirano, y yo haciendo el indio...
Comence a golpear la pared con la cabeza... -Idiota , idiota, idiota!!!

Al empezar a marearme tuve que parar, o al parar empece a marearme, no lo tenia muy claro...
Viendo el destrozo que habia rodeando al conejo espabile, ate mi corbata en algun lugar firme y eche a correr en direccion opuesta a Santa...
 

- ¡MAAATAAARR! ¡¡MUERE PARROCHA PAPUDA INFERNAL!!

Los demás se quedaron un poco extrañados al escuchar ese insulto. ¿Parrocha papuda infernal*? ¿De qué demonios estaba hablando Bilbo?

La katana del duende hacía tantos molinetes por el aire que le servía como aspa de helicóptero para desplazarse sobre el gordo. Y entonces, cuando lo tuvo a tiro, Bilbo grito:

- ¡SOY BILBO BOLDÓN! ¡TÚ MATASTE A MI PADRE! ¡PREPÁRATE A MORIR!

En realidad el padre de Bilbo seguía vivo y trabajaba como funcionario de correos en el Himalaya, pero la frase era muy molona como para no utilizarla en un momento tan dramático como éste.

Por desgracia el tajo no fue todo lo preciso que el atacante hubiera querido. Al bajar en picado sólo alcanzó al gordo en el antebrazo. Bilbo se puso en pie de un salto y volteó de nuevo el filo de su hoja.

- Te mataría con una cuchara para disfrutar más de tu agonía, pero me conformaré con hacerte sufrir con pequeños tajos.- dijo intentando enmascarar su frustración por no haberlo rebanado por la mitad.

- ¡¡Zaraaa zazaaaa!! Que rayote gordito – cientos de recuerdos de tiempos pasados, más precisamente de su infancia, cuando era un pequeño conejito que saltaba y jugueteaba alegre en su corral pasaron frente a sus ojos al caer el ataque de Santa.

Regalos que nunca llegaron, cientos de cartitas que el conejo había mandado a este infame cerdo capitalista, cuando sus orejas apenas median unos pocos centímetros, esperando que en aquella noche, supuestamente, mágica sus deseos se materializasen bajo el árbol de navidad. Pero en respuesta a aquello lo único que consiguió fueron años de esclavitud, cargando montañas de juguetes nocivos para los niños y rellenando botellas de PET adulterado con narco-refresco sabor cola.

Tras rebuscar en su mochila de combate un pequeño tarro con tapa verda y un bonito gorila en la etiqueta. Adalverto emprendió nuevamente su carrera hacia santa Roberta en una mano y un gran moco verde en la otra

- ¡Tu reinado ha llegado a su fiiiiiiiiin!

El conejo se impulso contra un sillón de resortes tapizado en cuero, muy suave por cierto, elevándose en tirabuzón hacia el techo. Pegando el moco de gorilon macho en el techo y girando en el aire para caer sobre el gordo con un ataque aéro para cercenarle el copete.

Horacio seguia aún allí parado, frente a la puerta, viendo como sus compañero se lanzaban al ataque, queria correr junto a ellos y matarlos a puñetazos, pero sus pequeñas piernillas le temblaban como hojas meneadas por  el viento hata que la realidad le pego en la cara.

-: Hora de entrar en acción.

Se coloco en posición de ataque, fijo su blanco y se lanzo como alma llevada por el demonio al grito de:

-: GORDO DE MIERDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Horacio corre a una velocidad insospechada en sus piernitas, cual auto deportivo eléctrico, y salta en carta patada ninja contra la panza del Gordo. Bilbo cae como mariposa e inflige un profundo corte en el antebrazo del Gordo. Adalverto erra por poco a la cabeza, abriendo un desparejo tajo en el bonito tajo navideño del Gordo.

Pero Sdahí... Sdahí impacta con todo su azulado ser contra el Gordo. Y Santa tambalea, hacia atrás, desparramando millones de esperanzadas cartas de niños buenos, malos y más o menos. 

Entonces de una puerta lateral, por la cual se atisba un barroco dormitorio, aparece una figura familiar para todos... solo que esta vez en ropa interior y sensual portaligas...

- Santiiiiii... grita Blanca, con el pelo encrespado y revuelto. Terminaste con Billy de arreglar la notebo-- oh, se interrumpe al ver a los 4 magníficos héroes, recortados contra el humo de la puerta. 

Aunque claro, cómo no escuchó el ruido? Imposible saberlo, porque cuando los televidentes comienzan a cuestionar la integridad o credibilidad del guión, el Director sabe lo que hace y proporciona un...

... Perro con sombrero! No, momento, era otra cosa... un...

BAAAAANGGG BUUUMMMM PUMMMM!!!!

La explosión resuena en todo el cuartel secreto de Santa. Las medias de la chimenea se esconden entre los troncos, y los troncos se esconden bajo las cenizas, y los duendes se esconden... en casas de duendes. No tienen otro lugar, por supuesto.

El techo del lugar se convierte por arte de magia en millones de fragmentos de piedras que caen sobre nuestros héroes cual lluvia de meteoritos. Alguno, tal vez levanta la vista al cielo esperando pedir un deseo, pero ve...

Dios! No, es Chuck! Es decir, claro, Dios!

Montado en el costado de un helicoptero Apache tuneado por él mismo, con una ametralladora-mortero que solo Chuck puede llevar en una mano, protegido por el abundante pelo de su pecho...

Y una sonrisa que solo puede presagiar el inmediato triunfo de todo lo bueno, con conejitos y pasteles de helado...

Carga contra Santa a disparo limpio!!!

- Amiguitos!! Tenían que dejarme a Santa a mí, solo yo puedo enfrentarme al MAL encarnado!! Y a las uñas encarnadas!!

Su ametralladora-mortero convierte al lugar en un infierno, del cual emerge santa... robot! Santa resulta ser un mecanismo mortal de destrucción y maldad!!

- JAMAS!!! Te vas para abajo Chuck, más rápido que el interés en Second Life!!!

Santa rebusca en su bolsa de juguetes, hasta que saca algo terrible, el última arma posible contra el bueno de Chuck...

Jack Baur!!!

- Hola Chuck. Tu tiempo... se acabó!

Con un disparo Jack derriba el helicóptero y Chuck queda a merced de Santa y su diabólico esbirro!!

Qué harán nuestros héroes para impedir el fin del Mundo!?!?!

Bilbo contemplaba desconcertado todo aquel despliegue de efectos especiales... o cascotes... o personajes de películas... Bah, seamos sinceros, lo que Bilbo contemplaba sin desconcierto alguno pero con total interés era la ropa interior de la ayudante de Blanca Nieves... o más bien lo que cubría esa ropa.

- Hghdhjzzz.... bhfhfhffff....pdapaasaaahhhh....- dijo mientras un reguero de baba manchaba el suelo.

Luego recuperó un poco la compostura. ¡Su jefe y mentor estaba a punto de ser derrotado por el tipo rubio y el gordo! ¡No iba a permitirlo!

Su mano se posó en el cascabel que pendía de su cuello. Arráncandolo con una cruel sonrisa empezó a darle vueltas por encima de su cabeza. El cascabel hizo tringintlín, tringlintín... Y en algún lugar se escuchó un miau. Luego otro miau. Y de pronto una horda de gatos apareció por la puerta como si se tratase de una plaga bíblica. Y en medio de esa marea que amenazaba con sepultar al Bauer de las narices entre achuchones y lamentones (¡los gatos no eran violentos sino terriblemente empalagosos!) Bilbo saltó con su katana haciendo molinetes con la sana intención de afeitar al gordo.

¿Su jefe quería matar al gordo? ¡A la cola! Amigo, hay momentos en el que el alumno debe mostrar lo que vale a su maestro...

trás la terrible patada al estomago de Santa el pequeño gruñon dio un repliegue majestuoso para quedar nuevamente en posición de ataque, pero Santa no ataco a ninguno de ellos sino que una vez dada la aparición de su mentor saco una nueva arma secreta, un Bouer armado listo para matar a tiempo al sensei.

-: No vamos a permitir que te salgas con la tuya Gordo opresor!!!!

Si, "opresor", desde que habia llegado al polo norte no habia visto otra cosa que enanos oprimidor, trabajando 22hs por día, más de uno se habia quejado con el sindicado de los niños trabajadores taiwaneses, pero el maldito sindicato se encontraba entangado con Santa y hacia la vista gorda.

-: No vas a abusar de ningún gnomo nunca más!!

Y sin más comenzo a realizar un baila al ritmo de la canción de David Bowie en laberinto.

-: Dance...magic dance...dance...magic..dance...

sus piernitas se movian a un ritmo contagioso, en algun momento saco una peluca rubia y se la coloco mientras agitaba un pequeño bastón de un lado a otro.

-: The baby....what baby?... the baby of the voodoo....dance...magicdance...dance...magic..dance...

Hasta el momento toda parecia totalmente bizarro, hasta que...tan veloz como un rayo aprovechando la distracción realizada y el ataque los gatos melosos un super golpe de sus puños es lanzado.

-: GUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!! MUERE!!!!

- Dance...magic dance...dance...magic..dance...

Sin poder evitarlo la melodía que canturreaba Horacio inundo su cuerpo y sin poder contener su cuerpo se unió a ella en un zapateo rítmico. Lo cual no era nada malo, pero le dio mucha, mucha hambre y que mejor para combatir tan vil sensación que un buen chocolate con un montón de leche para cuidar los dientitos de los niños y por supuesto los de un conejo 100% Ninja.

Cientos de pequeños mordiscos, casi histéricos, hacían desaparecer el chocolate de las manos de Adalverto, mientras el mismo observaba, analizaba y planificaba la situación. El gran final estaba cerca, lo podía sentir, lo percibía en su chuavechito pelamen de la nuca y en que tan solo le quedaban dos páginas al guión que le había dado su representante y en la última se trasparentaba un (sonido de gongs) Fin…

El arma secreta de Santa, el Bauer, parecía estar bajo control bajo el ataque de los felinos cósmicos, digo Felinos Boldonicos y la atenta mirada de Chuk que en menos de dos segundos se convertirían en feroces patadas giratorias. Por lo que solo le quedaba una opción… Terminar su chocolate y prepararse para un ataque secreto, el ataque final, el ataque decisivo… El ataque consistía en una técnica desarrollada por unos de los últimos, sino el ultimo, Samurái, donde la Katana debía ser arrojada cuasi jabalina hacia su enemigo.

Todos pensaban que ese era el ataque secreto, el ataque final, el ataque decisivo. Pues no, el conejo decidió tal cosa solo para poder tener sus manos libres para el… ¡el ataque del peluchito!.

Con movimientos expertos de un stripper la ropa del conejo voló por el aire, cayendo “casualmente” junto a la semidesnuda Nieves. Siendo remplazadas por un sexy y perfumado traje de piel de conejo y unas sensuales gafas negras.

*(no logro que cargue el video: http://youtu.be/oTB1x-Fl91c)

- ¡Eres mía nena! Ningún bombón se resiste al conejo del amor – Tras lo cual, convencido de que sus encantos de latinlover podrían rescatar a aquella bonita mujer de las garras del mal, se lanzó a sus brazos con un bonito huevo de chocolate para endulzar aquel maltratado corazoncito.

Dance...magic dance...dance...magic..dance...

Mientras movia mi azulado cuerpo "sensualmente" cual hawaiana al son de esas palabras,
mis gafas de sol super cools empezaron a sonar... (Los extraterrestres molamos mucho)

Al colocarmelas, comence a ver informacion de la mision, ademas de que mi nave
ya estaba preparada en esa zona para eliminar a Santa.

Me puse a dar palmas y saltos de alegria, el "Laser" estaba listo para ser lanzado,
por lo que oprimi el boton lateral de las gafas para que el "Laser" iniciara la secuencia de disparo.

Con la casa blanca funciono bastante bien, si hicieron una peli y todo...

La Rueda del Tiempo gira y las eras llegan y pasan; y dejan tras de sí recuerdos que se convierten en leyenda. La leyenda se difumi-- eh, no, esa era otra historia. 

Pero tanto en esa, como en esta, finalmente siempre terminamos hablando del Destino. El destino que con su mano nos arrastra a todos hacia algo. Algunas veces, ese algo es gelatinoso y con forma de cubo. Otras, lleno de afilados dientes escondidos en una engañosa apariencia. Para muchos, es tan solo languidecer con algunos cabellos canos y menos dientes aún en una sonrisa desdentada.

Para este destino, sin embargo, el fin era un duende saltando como un guerrero perfecto e inmortal, por sobre Bauer, iniciando el giro con la katana que liberaría al mundo del Mal. El fin era Chuck levantando el pulgar ante la peluca rubia de Horacio y su contagiosa tonada que, para qué negarlo, hasta Dios entonaba. El fin era un conejo de peluche en un último intento de conquistar a la mujer de sus sueños (y de esta productora, los lectores de Playboy, y todo el equipo de profesionales de la NFL).

Aunque claro, probablemente el FIN fuera un cilindro de luz enorme descendiendo del cielo hasta ellos. Sí, muy probablemente ese fuera el fin.

FIN

... o no? En el momento en que la katana de Bilbo golpeó la cara de Santa, revelando tras la piel una extraña calavera metálica; cuando el puño del sorprendido Horacio se clavó en las entrañas del gordo lanzando un viscoso líquido verde, cuando la Agente Nieves abrió los ojos sorprendida y miró al conejo que, prendido a su pierna, sonría con cara pícara y culpable, diciendo "es TODO mío", cuando el rayo convocado por Sdahí como vengador celeste de la Humanidad estaba por destruir todo el complejo...

Chuck se lanzó a por ellos, con la velocidad de Flash, tomándolos entre sus brazos y protegiéndolos con su propio cuerpo contra el devastador rayo mortal. 

Y así, salvados por la espalda irrompible de Chuck Norris (y bendecidos por un poco de su transpirado pectoral, apretaditos...), nuestros héroes emergieron de la destrucción para contemplar un polo norte como lo mostraba la National Geographic: desolado. 

Excepto por el humeante cráter que habían dejado atrás. Pero era algo menor...

Así, un helicoptero de GI-Joe apareció sobre ellos, comunicándose con Chuck telepáticamente, y los recogió para llevarlos a casa. A casa... mientras el sol se ponía tras ellos iluminando el cielo de naranjas y amarillos (que dieron mucho trabajo en la post-producción, pero quedan bárbaro contra la sombra del helicóptero y los héroes... y la sonrisa de Chuck).

FIN

POST-FIN:

Tras la emisión de tan emocionante desenlace, los héroes preguntaron en el canal si tenían algo que hacer. Luego de saludar a las cámaras con los créditos finales, se lanzaron a la mesa de bocadillos, atiborrándose como todo el mundo hace frente a una mesa de bocadillos. Blanca llegó para recoger a Adalverto luego de una producción de lencería, sonriendo a todo el mundo, y allí detrás...

...una sombra dentro de sombras se alejaba, lentamente, nunca dando la espalda al cuarteto. Casi fundido en la oscuridad, su ojo izquierdo brilló con una luz rojiza mientras sus manos extraían del bolsillo del pantalón un estrujado gorro rojo. En la punta, una sucia borla blanca. Y en los labios, una promesa: I'll be back... babies...