Partida Rol por web

El trabajo hubo finalizado; mientras que algunos habían logrado derrotar  ambos aprendices de héroes, otros por el contrario no habían tenido tanta suerte y o bien habían sido derrotados por estos o bien habian dejado que aquellos jovencitos lograran escapar justo frente a sus narices... no habia termino medio.

Al igual que no habia termino medio, una cosa a destacar sería que tampoco había "Tentacruel", aquel villano tentacular había desaprecido y no había regresado a las instalaciones tal y como el resto de los villanos hicieron luego del chequeo médico obligatorio.

Sea lo que fuera que estuviera a ocurrir, ciertamente no era algo bueno.

Los guardias armados metieron a los presos de sus celdas, en el pasillo se encontraron con una mujer de gran tamaño vestida con un elegante vestido negro pero con un antinatural tono de piel azulado. Todos ellos la conocían, era Asami Watanabe del HPSC.

-Habéis resultado ser... inútiles. -Dijo con un tono firme y autoritario- A pesar de ello, la organización para la que trabajo ha visto vuestros logros como lo suficientemente válidos como para dar paso al siguiente paso del plan, solo responderéis ante mí. Cumpliréis mis órdenes al pie de la letra y sin rechistar.

La mujer examina sus papeles, indicando a los guardias uno a uno, quienes de aquellos numersoso presos iban a ser seleccionados para la siguiente fase, mientras que el resto tendria que volver a sus celdas. Los presos se miraban entre ellos, algunos con miedo, otros con curiosidad, pero todos en silencio absoluto. Nadie osaba desafiar la presencia imponente de Asami Watanabe, cuya mirada fría y penetrante parecía atravesar sus almas. Los guardias, con la eficiencia de máquinas bien entrenadas, comenzaban a separar a los seleccionados. Entre murmullos y pasos pesados, los prisioneros se alineaban, unos resignados, otros inquietos. Asami levantó la vista de los documentos, su voz resonando como una sentencia.

-Lo que habéis sido seleccionados para participar, seguidme. -Indicó, dejando claro cual iba a ser el futuro de ellos- Y recordad, aquí, no hay pasado. No hay nombres, sólo números, y yo decido vuestro destino. Habrá quienes servirán a un propósito mayor, y habrá quienes simplemente desaparecerán. Todo depende de vuestra capacidad de obedecer.

Regresé un tanto decepcionado... la cacería finalizó mucho antes de lo que deseaba... el ansia asesina pudo conmigo... no logré jugar tanto como quise... nunca era bastante... nunca era bastante.

. . .

Shaver Sharp no tenía sentido del deber, ni del orgullo, ni de una identidad, o una vida o motivos para negarse o aceptar nada. Lo único que le motivaba era el olor de la sangre y la hermosa deliciosa y escalofriante sensación de sus garras sesgando la carne de cualquiera que estuviese a su alcance. Y tras haberlo probado de nuevo no podía dejar de sentir la necesidad imperiosa de VOLVER A SENTIR el éxtasis de la caza... la sorpresa... el corte!!... ... ... 

Pero tendría que prometerse a sí mismo controlarse más la próxima vez... era por esto que siempre acababa entre rejas. No saber contenerse era su mayor gozo, y su peor debilidad.

De un elegante movimiento se inclinó saludando a aquella mujer que le permitió salir de caza una vez más.

No importaba ser un número. Lo único importante en esta vida era...

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...el metálico olor de la SANGRE...

   Aun con un rengueo y una estática proviniendo de mi bocina me pondría en fila escuchando la reprimenda de nuestra celadora, la cual... aunque entendía su disgusto natural, a mi modo de ver sabia que había cumplido lo pedido ... si nos hubieran ordenado matar... hubiera matado...

   Por lo que ante ser seleccionada para una nueva oportunidad para estar fuera de estas celdas, no podría evitar dibujar una lúgubre sonrisa con los limitantes de mi mascara antes de unirme al desfile que se iba formando tras la celadora ... No me importa perder todo mi ser... mientras sea un engrane para esta organización... tendré la posibilidad de volver a verme con el Artesano tarde o temprano... 

Mientras Kurokyoukan caminaba hacia el lugar indicado por Asami Watanabe, su mente estaba en otro sitio. A pesar de la naturaleza fría de su misión, había sentido algo diferente durante el enfrentamiento con Alise Sweet y Ichigo Furukawa. La ligereza con la que Alise había manejado la batalla, la forma en que había danzado con su música y cómo había escapado con una sonrisa, todo esto lo había dejado con una curiosa sensación de que algo más grande estaba en juego.

Los villanos que habían fallado, aquellos que habían permitido que los héroes escaparan, sabían que el precio sería alto. Pero Kurokyoukan no se sentía derrotado. En su mente, la sinfonía aún no había terminado; el último compás no se había tocado. Había más por venir, y cuando llegara el momento, tocaría una nueva melodía, una que resonara con un poder aún mayor.

Asami Watanabe, con su autoridad incuestionable, les daría el siguiente paso, y Kurokyoukan sabía que, en este juego de sombras y emociones, él aún tendría su papel.

Frustrada me meto en mi celda sin decir nada, la derrota me ha sentado mal aunque mas frustrante fue perder mi arma. No puedo evitar pensar que si me hubieran dejado matar y no tuviera que reprimir mis ataques todo hubiera sido diferente, pero respirar y ser parte de nuevo de la caza han sido al menos un buen entretenimiento. - "La próxima vez.. será diferente" - pienso para mis adentros mientras miro con mirada asesina a la señora que pretende controlarnos.

Con la cabeza gacha, Yuurei vuelve a entrar en su antigua celda, decepcionado de él mismo. En su mente, se repetía la imagen del rostro de esa joven rubia que lo humilló brutalmente.

Sin embargo, no todo era malo, pues el recuerdo del cuerpo inconsciente de la peliazul le llenaba de alegría. Era, sin duda, una imagen muy hermosa. 

El cuerpo de Amanda no respondía. Tenía pulso, si, pero desde la pelea, era como si no respondiese, un auténtico vegetal. ¿Habían sido los ataques tan letales? No tenía ninguna herida visible. Pero una cosa era clara: se iba a pudrir este cuerpo en la carcel, desprovisto de cualquier chispa de vida.

Era evidente que aquel grupo era un tanto extrafalario, pero si Asami Watanabe los había seleccionado significaba que se fiaba de sus capacidades para poder hacer el trabajo que, sea cual fuera ese que aquella mujer los necesitara, pudieran lograr hacer al menos lo suficiente para llevarlo adelante.

-Tenemos mucho trabajo. -Indicó con cierto malestar en su voz hacia aquellos elegidos- No se retrasen, vais a ser mi Escuadron... mi Escuadron Suicida.

Antes de poder terminar de dar el discurso, uno de los otros agentes se acercó a Asami Watanabe y le dijo algo en el oído, y esta mujer tuvo que detenerse, escuchar lo que le decían antes de continuar con aquel pequeño discurso, el cual había quedado un poco colgado.

-En aras de subir la moral me han comentado que este nombre no es el adecuado. -Comentó la mujer claramente molesta por tener que hacer esta rectificación- Así que os llamaréis el "Escuadron con Probabilidad de Supervivencia del 5,62%". -La mujer miró a aquel otro agente, el cual le confirmó su aprobación del nombre con un movimiento de cabeza- Bien. ¡Vamos!.