La vida de Lobo había pasado ante sus ojos como una exhalación. Había muerto. O al menos staba casi seguro de ello. No podía creer que su madre siguiera protegiéndolo desde donde quiera que estuviera.
Una lágrima escapó de él por una de sus mejillas, pero desapareció en aquél mar de aguas negruzcas. Estaba perdido en aquél lugar. La criatura jugaba con ventaja. Debía salir.
Colocó la mano sobre su pecho y usó el poder de su armadura. No lo había necesitado demasiado a menudo, pero esta parecía la ocasión perfecta. Sin perder un segundo, tras la activación, se agarró al brazo del semielfo y trató de salir de allí.
Activo el camisote de mallas brumoso. Una niebla brillante y plateada que no entorpece mi visión se ubica en el lugar donde lo he usado. Confío en detener a la criatura con eso mientras salgo.
Sujetando la espada con una sola mano me acerco donde está Reluë para protegerlo y, si veo que no tiene suficiente fuerza, ayudarle a sacarlo del agua.
Quizás lo más sensato sería regresar y volver cuando estemos más recuperados, pero no antes de haber recuperado a Lobo.
El paladín miro a Beth a los ojos, donde por un par de segundos ambos sintieron una emoción intensa e idéntica el uno por el otro, como si la chispa hubiera saltado definitivamente entre ellos. Fueron dos segundos donde Don Urik se retrotrajo a tiempos más felices, pero que el pasar de los años le habían enseñado a evitar protegiéndose con una coraza emocional tan dura como su armadura física actual.
Pero poco a poco, desde que la había conocido, había ido sintiendo algo especial por esa mujer morena que le turbaba continuamente, y a pesar del momento y del lugar, le dedicó una genuina sonrisa a la par que transmitía con intensidad, durante esos dos segundos, un puro sentimiento de atracción sincera.
Se levantó, ayudando a la mujer a levantarse y tras dedicarle una última mirada, su atención se dirigió al agua, donde Reluë y Ashlyn pugnaban por sacar a Lobo.
Sin perder tiempo, se colocó al otro costado del semi elfo y prestó su ayuda.
Idem que Ash, si el semi elfo no puede, le ayudó a sacar a Lobo del agua, y si pueden sacarlo entre ellos dos, preparo acción para golpear a la bruja con todas mis ganas.
Ale, ahí te lo dejo, por si quieres recoger el guante que te lanzo... Jajaja...
El pergamino de Elyzabeth hizo su magia, y las ventosas de la boca de la anguila en su piel se volvieron casi imperceptibles. Más sangre había perdido con la hermosa Morrigan, aunque esa es otra historia. Entre Ashlyn y Reluë tiraron de Lobo hacia arriba y justo en ese momento salió la bruja del agua. Urik la atravesó con la espada, pero al no tener filo sólido con el que ensartar a la Dama Ahogada, ésta pudo llegar hasta el paladín y arañarle la cara.
Casi a la vez, Ashlyn y Reluë soltaron el brazo de Lobo, que se volvió a caer a la ciénaga levantando un poco de agua. Ashlyn hundió su filo bajo las costillas de la piel arrugada y Reluë disparó un proyectil mágico que se desvaneció al contacto con la guardiana del Santuario del Pantano. Aún así seguía viva...
Entonces llegó la apoteosis. Los paladines con sus dos espadas... Elyzabeth con su maza... Reluë con su bastón... Y en un último ímpetu, Lobo emergió de nuevo del agua clavando su espadón en la Dama ahogada. Su cuerpo se convirtió en polvo y no quedó nada de ella que regenerar.
Se tomaron unos segundos de respiro antes de revisar el resto de la cripta. Una ligera pendiente hacía que la zona oriental no estuviera inundada por las aguas del pantano. En esa zona encontraron el menhir que denotaba la posición del último sello. También había allí una mesa de piedra a la que estaba atado un anciano con ropas elegantes, mojado hasta los huesos.
Urik... Gracias a los cielos, eres tú...-dijo, con un hilo de voz.
Ese era el otro intruso al que la Dama Ahogada se había recibido. Estaba mareado por la pérdida de sangre, sin duda debido a las anguilas. En cuanto lo desataron, el viejo llevó la mano al bolsillo de su chaleco y sacó un extraño artilugio.
Deprisa... Ya está anocheciendo. Poneos a rezar en torno al menhir. Si os demoráis, no podremos romper el sello hasta mañana, y Strahd tendrá tiempo de defenderlo con sus huestes...
Motivo: Urik "con todas sus fuerzas", es decir, AP -7
Tirada: 1d20
Dificultad: 9+
Resultado: 8(+3)=11 (Exito) [8]
Motivo: Urik "con todas sus fuerzas", es decir, AP -7
Tirada: 1d10
Resultado: 1(+19)=20 [1]
Motivo: Restablecimiento menor
Tirada: 1d4
Resultado: 3 [3]
Motivo: Garra a Urik
Tirada: 1d20
Dificultad: 24+
Resultado: 16(+9)=25 (Exito) [16]
Motivo: Garra a Urik
Tirada: 1d4
Resultado: 2(+6)=8 [2]
Motivo: Ataque de Ashlyn
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 14(+10)=24 (Exito) [14]
Motivo: Ataque de Ashlyn
Tirada: 1d8
Resultado: 2(+2)=4 [2]
Motivo: RC proyetil mágico de la varita
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 3(+1)=4 (Fracaso) [3]
Recuento de daño de constitución:
-Elyzabeth 8/14. -24 pgs. Vida 17/44.
-Lobo 12/14. -6 pgs. Vida 15/42.
-Reluë 8/16. -28 pgs. Vida 6/20.
A la Dama Ahogada le quedaba un punto de vida, y no pudo regenerar por estar en su turno (daño con acciones preparadas). Doy por hecho que con un asalto para zurrarla entre todos no va a quedar nada de ella, así que fin del combate.
El combate había terminado. Había estado a puntito de costarle a Lobo el apellido que no tenía. Debían encontrar tan deprisa como fuera posible la manera de salir de allí con la reliquia.
Al encontrar al hombre atado, suspiró aliviado.
-¿Puede rezar uno mientras el resto lo protegemos?-Preguntó convirtiendo su espadón en un arco.
Cuando Elyzabeth no solo se escurrió de los brazos del paladín, también lo hizo de su intensa mirada y del rubor que le producía. El pergamino de restablecimiento acabó por devolver, si no el color, al menos el aspecto juvenil y atractivo propios de la joven. El grupo remató a la Dama ahogada, y desde una distancia que le resultó más segura, Beth se atrevió a mirar de nuevo al paladín. El afecto del caballero era el menos prohibido de cuantos había acariciado o fingido (si contamos a sus zombis). Algo dentro de ella la impidió lanzarse a sus brazos. No se merecían el uno al otro por motivos opuestos. Urik no sabía mentir y ella era una maldita embustera. –Oye Ash…- Dijo a la paladina. –¿Los caballeros no estaban obligados al celibato?- Preguntó recuperando su ambigüedad habitual. Bien podía estar lanzando un jarro de agua fría al buen Urik, como tantear las posibilidades que se le ofrecían.
Ashlyn estaba demasiado preocupada en rescatar a Lobo de las profundidades. Al ver las lágrimas de felicidad de Lobo, Elyzabeth pareció extrañarse. Fuera lo que fuese que había visto el explorador, no se parecía a la visión que ella había tenido.
–Yo solo ví una oscuridad infinita- Terminó por desvelar con amargura. Ahora tenía la certeza y redoblaba su determinación de no morir, pagando el precio que fuera necesario. Elyzabeth descorchó una redoma y la apuró de un trago, como si fuera un buen Ron.
-Necesitamos descansar- Dijo mirando el lamentable estado del semi-elfo. –…Y recuperar conjuros- Añadió extenuada. Sin Ida, apenas les quedaban opciones de curarse, pero entonces descubrieron un anciano atado sobre lo que podría ser un altar. La clériga volvió a concentrarse en su visión mágica*
Urik... Gracias a los cielos, eres tú...-dijo, con un hilo de voz.
-Buenas tardes ¿Es usted San Bogdán?- Saludó al anciano con tono distraído. Los ojos de la clériga refulgían con tonos iridiscentes. Sacó su pergamino atiborrado de notas y se lo mostró a sus compañeros **
Beth terminó por acercarse al hombre y examinar su dentadura como si fuera un caballo, tras sopesarlo un buen rato***, terminó por desatarlo y guardar las ligaduras en su mochila. –Supongo que el diente estará dentro del menhir, como ocurrió en la cueva- Murmuró y se volvió para examinar la piedra, maza en mano.
-¡Qué artefacto tan curioso!¿Para qué sirve? No estoy de humor para maldiciones- Siseó recelosa interponiendo su escudo con el amuleto de aspecto amenazador.
Tras las aclaraciones del hombre, Ely se sintió más que dispuesta a rezar donde fuera para arrebatarle a Strhad sus poderes.
-¿Puede rezar uno mientras el resto lo protegemos?-
-Esta vez me presento voluntaria para la tarea.- Dijo con voz agotada.
Tirada oculta
Motivo: averiguar intenciones Vs anciano
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+4)=23 [19]
Tirada oculta
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+4)=7 [3]
Tirada oculta
Motivo: Buscar
Tirada: 1d20
Resultado: 10(+1)=11 [10]
Viendo que el pergamino ha funcionado, Ely se bebe también su poción de Restablecimiento menor. (Una de las de Danovich).
Conjuros activos: Circulo contra el mal ⁺2 CA de desvío, (+2TS impide posesión, 70min), Bendecir (⁺1 (moral) aliados At y TS miedo, 7min). Detectar magia: Cono 60´, 8 minutos.
Si detectar magia sigue activo, dedico el tiempo necesario en examinar toda la sala y el restante (menos de 8 minutos) deshaciendo el camino hasta la estatua del oso, pero siempre sobre nuestros pasos y ni uno más. El último ritual es prioritario a explorar/saquear las salas anteriores, de modo que tampoco lo haría si le quita tiempo de rezar.
Independientemente de si el conjuro de detección revela algo dentro del menhir, Ely se propone destruirlo antes de irse de la cripta.
(**) En el Santuario del Pantano está el diente de San Bogdán.
En cuanto al Sello del Pantano, si lo rompéis le quitareis a Strahd la resistencia al fuego, al ácido y al sonido, y ganaréis esas defensas para vosotros.
*** Ey esta tan paranoica como Reluë y tira averiguar intenciones sobre el pobre anciano.
Miro a Elisabeth con una sonrisita. No todas las órdenes, Ely. Incluso diría que la mayoría de órdenes de caballería no piden celibato. Otro asunto diferente son los clérigos.
Observo al anciano y miro a Urik con una pregunta clara en los ojos.
Luego miro a Ely y afirmo. Igual sería bueno que empezáramos a rezar varios y, si algo nos ataca, defenderte para que completes el rezo. Dicho esto me sitúo junto a Ely (a la que llevo del brazo si no se ha movido) en la zona del templo para empezar a rezar.
Uuuuuh... nggggh...-masculló el anciano, retorciéndose sobre el altar para hacerse un ovillo.
El dolor del hombre le pareció auténtico, no estaba en condiciones de responder en aquel momento. El sensor mágico de Elyzabeth captó un fulgor en un punto del menhir, pero ya podrían hacer vandalismo más tarde. En aquel momento lo vital era rezar...
Tirada oculta
Motivo: Engañar vs Elyzabeth
Tirada: 1d20
Dificultad: 23+
Resultado: 12(+15)=27 (Exito) [12]
Sin dejar el arco demasiado lejos, Lobo se acomodó y empezó sus plegarias.