Partida Rol por web

Despues de la estupidez del dia anterior, despertais en un nuevo dia, teneis claro que al menos un master sabe quienes sois por que esta claro que el parque era una trampa absolutamente descarada, el problema ahora es saber si hay alguien mas que lo sbae o no.

Tras la trampa del día anterior terminamos en un hotel de cuatro estrellas por el centro de la ciudad. Apenas pude conciliar el sueño en una mezcla de la emoción del torneo que acababa de comenzar, de ver el poder abrumador de mis enemigos. En secreto recé buscando confianza en mí mismo, pues aunque sabía que debía de conseguir el cáliz y que no iba a fracasar, mis enemigos consiguieron que dudase durante unos segundos, y esa duda no me la podía permitir. Terminamos descansando ambos en la misma habitación.

Me despierto bastante descansado. Mi mente está más clara y la fe en mí es, si cabe, más firme. Descendemos para desayunar en el buffet libre y nos sentamos en una mesa discreta y ligeramente apartada.

Espero que el hechizo de ocultación fuera lo suficientemente poderoso. Al menos ya sabemos más sobre ellos.

Medito en voz alta mientras tomo un trago de mi zumo natural. Miro a través de mis antojos y me fijo en él. No añado nada, sin embargo. Símplemente aguardo.

El Servant se materializo en su forma humana,al principio un polvillo casi irreal y luego su forma humana. Quedo mirando a Marcus,desde una silla,en la cual se materializo ,en su postura habitual: piernas cruzadas,codo apoyado en reposabrazos y la cabeza medio ladeada apoyada en la mano,ern su boca esa media sonrisa sardónica perenne en él.
Y ellos sobre nosotros,querido Master.No descartes que puedan habernos sentido. Lo miro de arriba a bajo sin mover la cabeza,ni siquiera los ojos,no le hacia falta moverse para observarlo en su totalidad y,no lo ocultaba,para que el chico se diera cuenta que lo fulminaba simpaticamrnte con la mirada
Ha sido una imprudencia,si de verdad quieres el Grial no te aconsejo cometerlas mas.
Un parpadeo y su ropa volvió a cambiar ahora vestía una simple camisa de algodón blanca,una chaqueta de manga larga azul marino con coderas en beige y un pantalón liso a juego con las coderas; los zapatos eran marrones como la correa y llevaba el pelo recogido en una coleta simple y elegante

Escucho sus palabras mientras tomo otro trago de mi zumo. Puede que mi movimiento haya sido necio, pero quizá podría habernos quitado un gran enemigo. Sin embargo, no tengo ganas de discutir, son muchas más las cosas que me preocupan.

¿Y ahora?

Le pregunto. El día anterior ha conseguido hacerme pensar que las piezas están un poco fuera de lugar. Miro sus ojos conforme me fulmina, severo. Acaricio mi mentón.

Sería temprano para provocar una trampa.

Cierro los ojos un segundo. Al abrirlos vuelven a clavarse en él, carentes de emoción o sentimiento.

Caster cierra los ojos pensativo,sopesando la situación,realmente no sabia como proceder asi que decidio aumentar su conocimiento de la guerra
¿Tienes alguna información de los Masters que participan esta vez?

Me pongo en pie.

No, pero quizás los dos que están bajo la protección de la Iglesia podrán contarnos algo.

Mi voz es firme mientras le miro. Mi rostro oculta bien las dudas que tengo, pues realmente no he sido entrenado para pelear. La vida real resulta tan distinta de lo que debería que me incomoda.