Partida Rol por web

Apenas salí pude ver a una adolescente y a mi master, había muchas mas personas pero parecían ajenas a lo que estaba pasando.

Con gran velocidad desenfunde mi escopeta y dispare a la cabeza de la joven, mientras me ponía al lado de mi master, sosteniendo a la chica que habíamos ido a buscar con la mano izquierda, abriendo mi capa para que Uldrich la viera, demostrándole que había cumplido con el encargo...

Todo seguia estando precioso, los arboles el cielo, el rio que cruzaba atraves del parque era todo tan bonito, no habia gente solo pequeños animales que pasaban a mi alrededor sn siquiera asustarse, pequeños conejos que saltaban de forma chistosas incluso habia algo que parecia ser un cervatillo corriendo entre el basto cespec parandose de vez en cuando para comer de una pequeña brizna, aquel era el paraiso el lugar con el que siempre habia soñado, alli estaba tramquila feliz nadie entraba en aquel mundo y nadie podia causarme dolor.

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Assasin aparecio de golpe en la sala y sin pensarlo disparo su arma, su bala se detuvo frente a mi barrera sin el menor esfuerzo habia entrado en mi circulo magico exactamente como habia pensando, ahora no podria escapar, esa sala estaba sellada y la gente alli no eran mas que mis esclavos, lucharia y mataria si queria escapar pero jmas salria de aquel lugar con ella.

Tras seguirle todo el camino sin conseguir más oportunidades de ataque, se detuvo. Allí estaban los masters y él, una barrera mágica y un círculo de sellado se disponían alrededor de mi master... me parecía tan raro que tan solo hace unas horas no supiera siquiera como entregarme maná.

Aparté esos pensamientos y volví mi atención sobre Assasin. Ya que me daba la espalda, tan sólo podía correr hacia él e intentar arrollarlo para que soltara a la mujer..

Levanto la mirada, no esperaba que Assassin saliera por esa puerta justa delante esta el master de Avenger, era una chica joven. Llevaba un rato observándola pero la interrupción de su sirviente no le dio tiempo a reaccionar. Si el tiro de Assassin hubiera acertado en su blanco habría facilitado mucho las cosas, pero las grandes objetivos nunca eran fáciles de conseguir.

Bien. Grito Ulrich, mirando fijamente a la otra chica, tratando de captar todos los movimientos de esta. Parece que todas las cartas están sobre la mesa. Pronuncio el chico con un marcado acento alemán. Podemos seguir luchando, y debilitándonos, o podemos llegar a un acuerdo. El resto de master se frotarían las manos si  lucháramos. Seguramente uno de nosotros pereciera en la batalla, y el otro, aunque vencedor, estaría demasiado herido para continuar luchando, seria un blanco fácil. Los dos perderíamos.  

Además, tengo algo que al parecer aprecias bastante; y un hospital no es el sitio adecuado para un duelo, moriría gente inocente.

La escena sucede rapidamente y mientras Ulrich intenta hablar y llegar a un acuerdo Avenger consigue por fin dar alcanze a Assasin y le golpea derribandolo y haciendo que caiga al suelo, pero este no suelta a la mujer que cae al suelo con el y recibe un fuerte golpe, los 2 estan tendidos ahora en el suelo, Assasin y la mujer hospitalizada que ahora mismo podria estar bastante Herida.

En cuanto vi como caia al suelo no pude mas que enfadarme, estaba cansada de esos juegos y no cederia a una tregua por mucho que tuvieran a un rehen, su muerte pagaria con creces todo el daño que pudieran haberle hecho a la mujer aunque ellos no lo pensasen asi.

Mi cuerpo empezo entonces a oscurecerse, toda mi piel se volvio negra lentamente, separandose tambien s mi cuerpo, distorisonandose como si se tratase de una niebla, como si fuera una sombra oscura estendiendose hacia mis enemigos, acabaria con ellos consumiria su alma si era necesario y los dejaria alli postrados.

Comence  a caminar lentamente hacia ellos mientras la sombra que habia sido mi piel se extendia mas y mas, formando figuras extrañas expandiendose para formas diferentes criaturas ojos amenzadores, armas, sin dejar de cambiar ni un solo segundo.

Le había sorprendido que la muchacha, no se dignara a contestar, debía de tener muy poco aprecio por la mujer, o más bien ninguno. Bien si no quieres hablar. Tendremos que combatir. Mientras hablaba, saco una pequeña rama de cedro del bolsillo del pantalón, y comenzó a frotarla con ambas manos.

Preferiría combatir en un ligar más despejado, donde no causáramos victimas. Dijo a modo de reproche. Tampoco me gusta pelear contra señoritas, es poco caballeroso.

Finalmente pronuncio una serie de palabras en un leguaje arcaico y la ramita se evaporo de sus manos.

Rodé por el suelo y me puse en pie dispuesto a recoger a la mujer herida y llevarmela.