Partida Rol por web

En aquel momento un rayo cayó del cielo para caer directamente sobre la mano derecha de Dominique mientras el ángel gritaba quedas marcado ahora por Dios, pues ya no sólo perteneces al mundo de los mortales. y desapareció al son que el cielo volvió a ornarse azul, las nubes desaparecieron y el sol volvía a brillar en lo alto de los cielos. La mano de Dominique tenía ahora un triángulo marcado en rojo, como hecho por una quemadura, como lo tubiera el arcángel en el pecho. Escocía y mucho.

Yariff despertó prosiguiendo con la palabra que venía después de la ultima pronunciada. La cal ayuda a mantener siempre húmeda la sala y lo que más se agradece, fresca...

Agarrándose la mano dolorida, quedó sorprendido cuando el ángel y los rayos desaparecieron de golpe, volviendo todo a la normalidad. Yariff había recuperado de nuevo el don del habla y el movimiento, pero parecía completamente ajeno a lo que acababa de ocurrir.

Ahora ya no sólo pertenecía al mundo de los mortales... eso había dicho San Gabriel... ¿significaría aquello que caminaba ahora con un pie en la tierra y otro en el reino celestial?.

Con un rápido movimiento, ocultó entre sus ropajes la mano que llevaba la ardiente marca de los cielos y se dirigió al musulmán, cortando sus palabras con tono imperioso:

-Yariff... se que puede resultaos confuso o incluso se os antoje incomprensible, más siendo como sóis un hombre de fe, he de contaros algo... veréis... en ocasiones, mi Dios se aparece ante mi o me envía señales... ha vuelto a ocurrir, y me ha encomendado que me reuna con un grupo de gentes que sospecho se trate de reos del castillo... no se quienes son ni cuales han sido sus delitos, pero es menester que los vea...

El monje hizo una pausa mientras examinaba el rostro del anciano en busca de cualquier expresión que le mostrase su reacción ante lo que le estaba contando.

-Si vuestra respuesta es negativa lo comprenderé, pues bastante hospitalidad habéis demostrado ya con este desconocido... más he de preguntaos si me ayudaréis a encontrar a esos hombres.

el viejo se quedó anonadado ante las palabras del monje a las que repuso Amigo, te ayudaría de buena gana, mas mi familia no goza de muy buena reputación en la corte... y no sería bueno para mi familia que las gentes de castillo me vieran ayudando a quien para nosotros es el infiel... gracias por vuestra comprensión, que se que es del todo sincera. el hombre agachó la cabeza, pero la levantó al instante pero si de alguna forma, llegara la noche y no hubieras conseguido tu meta, te encontraras sin tener donde ir, recuerda el camino de esta mezquita a tu casa. Yariff le dio un abrazo despidiéndose te deseo la mejor suerte amigo Dominique, y que Dios siga velando por ti. Allahu Akbar hermano!

-Comprendo... - dijo Dominique con cierta lástima por tener que separarse ahora de aquél anciano a quien tantos actos de buen cristiano había visto hacer, a pesar de su condición de infiel - gracias por vuestra enorme hospitalidad, Yariff, rezaré por vuestra alma.

Tras fundirse en un verdadero abrazo con el anciano y una vez hubo puesto ambos pies en la calle, y no antes, miró a ambos lados para asegurarse que no había extraños en los alrededores e hizo la señal de la cruz con sus manos, antes de echar a andar calle arriba, despidiéndose con un sincero:

-Que Dios te bendiga.

Y sin tener muy claro cómo conseguiría encontrar a aquél grupo de condenados que habían aparecido en sus visiones y que sospechaba se encontrarían en el castillo, continuó caminando hacia este, armado tan sólo con su fe y su voluntad, que era la misma que la de aquél a quien rendía culto.