Tratando de entender la conversación entre Nabil y la mujer, pues ahora la pronunciación de ambos y la rapidez de las palabras son dificiles de comprender por él. No venimos a hacer la guerra a nadie ni a nada mujer dice intentando que su árabe sea entendido por la mujer... venimos en busca de aquello para lo que Dios llega preparándome toda mi vida... se detine un segundo para terminar Y ellos, cada uno de ellos, son parte de su plan, y tú, mujer, eres la parte más importante de su plan... Nabil, no es como crees un infiel, todo lo contrario, es un devoto seguidor de la Alá, pero no por ello nos hace distintos... a ojos de Dios somos todos iguales, porqué Dios es todo. suspira ¿me entiendes? ¿me he explicado? Saca de una bolsita de cuero una gran moneda de oro, del tamaño de un puño... esto, aunque no se para qué será todavía, también es parte del mensaje de Dios extiende el brazo y lanza la moneda justo para que esta caiga a unos pasos de la mujer.
He estado fuera gente, pero he vuelto! :D
Me quedo en un segundo plano no comprendiendo lo que pasa entre mis compañeros de fuga y el engendro que apareció del fondo de la cueva. ¿Por qué hablamos con este seguidor del demonio? ¿Qué dice este monje loco que somos parte de un plan divino? Me agacho de nuevo para armarme con una piedra, sólo que no se a quién se la arrojaré antes.
Ignorando las palabras del noble, que era evidente que algo no le funcionaba bien en la cabeza, y aprovechando que la mujer, cayendo en la cuenta de que teníamos razón o no; había tenido a bien que le preguntásemos algo, la digo— Es evidente que habéis llegado aquí desde algún lugar. No tenéis pinta de haber vagado por este desierto como nosotros. Así pues... ¿De dónde venís, y como se llega? Necesitamos refugio, alimento y descanso, y es algo que estas rocas no pueden darnos...
Enarco una ceja al oír las palabras del cura infiel. "Un plan? A mi eso no me suena a un plan" dictamino, sobretodo al acordarme las palabras del djinn, intentando guiarme hacia esta banda de rufianes. "Las enseñanzas dicen la pura verdad, los infieles son el mal, si consideran que Dios es un djinn...". Les miro uno a uno, entre fascinada y horrorizada, cada vez soy más de la opinión de que debería degollarles, aunque igual debería dejar que el desierto haga su trabajo... Estoy a punto de replicar que eso es una blasfemia y que debería cortarle la lengua sólo por decir eso cuando deja caer la moneda hacia donde están mis pies. Miro con desconfianza al monje y luego a la moneda, pero mi curiosidad puede más e intento ver la moneda sin cogerla, no me fío, son capaces de tirarseme encima al intentar cogerla...
Levanto la cabeza al oír la voz del traidor, hablando de nuevo. Me lo quedo mirando largamente, tratando de decidir si le doy esa información o no. La verdad es que me dan algo de pena, están completamente locos, siguen a un djinn y lo idolatran como un dios y encima creen que están haciendo algún tipo de mandato divino... Sólo sé algo sobre los locos, es mejor poner la mayor distancia de ellos, son demasiado impredecibles y traen mala suerte.
-A unos pocos kilometros al este hay un pueblo, es pequeño y no tienen gran cosa, pero les servirá para conseguir comida y bebida, intenten "comportarse" con los habitantes, son simples campesinos pobres y ganaderos- respondo finalmente, con cierta frialdad en la voz.
master, he puesto una indicación así al azar pq no tengo ni zorra de donde están todos xD pero vamos, la intención era mandarles a un pueblecito cercano, q no tenga nada q ver con el sitio de donde venía Aliyah ^^ y otra cosa, tengo q tirar algo para ver la moneda que le ha lanzado a los pies el clérigo?
Aquel espectro al que Aliyah llamaba Djinn por cultura volvió a hablarle a la mujer. Tus infieles no me consideran dios, tan siquiera imaginan mi presencia... pero como bien has dicho, no soy un Dios, pero como todo y todos soy parte de él. La luz que hacía brillar al colgante desapareció...
Pues no se diga más Replicó el hombre de fe. Vayamos allà dónde la señora nos indica... estoy seguro que ese pueblo será perfecto para descansar y recuperar las fuerzas... así como buscar cómo despertar a estos dos hombres... quizá haya un curandero o alguien que pueda hacer algo por ellos.
No no hace falta que tires por lanzarles una moneda :P No haremos que una pifia haga que la monerda se clave en la cabeza de alguien... :D
- ¿Pero cómo vais a confiar nessa mulher que sale das profundidades da terra?¿Nos hemos vuelto más loucos aún de lo que nos obliga el maligno? Satanás no vai deixar-nos morir sólo por lo que se divierte con nosotros.
ok, entonces qué veo en la moneda? xD pq es lo que puse, más q nada para saber si hay algo relevante en ella o no, y pasar a ver qué hago con el djinn, el collar y los colgaos estos muertos de hambre xD
Ver, lo que se dice ver... intuyes que es una moneda o un medallón sin cadena por forma y por el sonido al caer dirías que es de un metal, podría ser perfectamente oro, plata o un material precioso más que hierro simple. No puedes ver detalle alguno inscrito, falta luz, pero si que te das cuenta, que no es una monedacomún de la zona... y por lo que conoces del cristiano infiel, tampoco usan monedas tan grandes. Te llamaría posiblemente la atención.
Bufo de nuevo, nerviosa, al oir de nuevo al djinn intentando corromperme mediante susurrarme palabras al oído que nadie más puede escuchar.
-No vas a convencerme con falsos discursos, djinn, todo en tí es pura blasfemia- respondo en un murmullo,como agradezco llevar la cara tapada o me habrían visto responder entre dientes al demonio del desierto...
Vuelvo a mirar hacia el suelo, hacia la moneda. Me agacho con sumo cuidado sin perder de vista al hombre con aspecto de pirata y lengua extraña y recojo la moneda que me ha lanzado el monje infiel. Está demasiado oscuro y no consigo vislumbrar gran cosa, así que me la guardo para revisarla mejor cuando llegue al campamento y sobretodo haya perdido de vista a los infieles, deberían agradecerme que les deje ir sin más, la verdad.
"Pero que se puede esperar de semejantes criaturas?" pienso cínicamente.
-Que Aláh guarde sus almas hasta que se reunan con el Creador- me despido y me espero a que empiecen a retomar el camino que les he señalado, antes de tomar yo el camino opuesto, de vuelta a casa.
perdonad el retraso pero mi portatil está muerto y voy a trancas y barrancas con mi viejo pc. Sorry
—Que Alah guarde la vuestra también —contesto a modo de despedida a la mujer. Poco podemos hacer aquí ya, excepto esperar a que nos cojan, o que muramos de hambre o de sed. Y no me apetece ninguna de esas opciones.
Así, me doy media vuelta, para decir al resto del grupo— Creo que deberíamos de irnos. Poco podemos hacer ya aquí. Despertemos a Arnaldo y Bernardo y marchemos.
He estado jodidamente liado, entre Umbrionada, Exámenes y Trabajos, pero de momento, todo eso ha acabado... ¡Ahora soy libre!
- Que Deus te juzgue, infiel. duramente si vôce nos envías a alguna trampa del maligno, con benevolencia si es o verdadeiro Deus quien te guía.-
Aún así no pierdo de vista al engendro que ofusca tanto al monje que hasta nos quiere hacer ceer que es la madre de Dios nuestro señor ese engendro salido de las simas del infierno. Con una piedra en la mano, débil defensa ante los demonios, espero a que termine de marcharse para poder despertar a los compañeros embrujados.