Partida Rol por web

Fisura

Skyhold - Sala del Consejo

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21/08/2015, 03:16
Aisha Serthan

 Aisha asintió sin dudarlo a las palabras de compañerismo de la Inquisidora, que le inspiraba confianza y determinación. Sin embargo, la siguiente información dada por Dawn no fue tan fácil de digerir con la misma entereza.

 Quedó perpleja ante las noticias del peligro aun presente de Coripheus, y más aun cuando Dawn leyó la carta. Demasiada información en un momento, demasiado peligro, ¿Qué implicaba todo eso? ¿En qué debían centrarse? La inquisición lo abarcaría todo, claro, pero ella, por sentido común, en la parte concerniente a los extranjeros y los orbes, si es que ambos asuntos no alcanzaban por algún motivo que a ella se le escapara, puntos en común. Iría a los caminos de las profundidades si así se lo ordenaran, pero sintiéndose a veces aun incómoda entre la contención de los muros de Skyhold, las cuevas se le harían otro mundo mucho más angustioso, además de que, como cualquier Thedano con dos dedos de frente, prefería evitar cualquier contacto con los engendros tenebrosos y su infección.

 - ¿Qué... ? - Se interrumpió a sí misma antes de continuar, perpleja, como si la realidad que les esperaba y acababa de descubrir la hubiera golpeado. - ¿Cual será nuestra misión, entonces? - Se atrevió a preguntar tensa, frunciendo el ceño y tratando de aparentar seguridad. 

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22/08/2015, 15:14
Miron Lupeithai

Miron permaneció en completo silencio, escuchando toda esa nueva información e intentando ordenarla y comprenderla. Sin embargo, estaba claro que los grandes héroes del mundo sabían mucho más de lo que salía a la luz, por lo que enterarse de todo eso era difícil.

Por lo visto existía un tipo de engendro tenebroso totalmente distinto a lo que se esperaba de ellos. Un engendro independiente, inteligente, capaz incluso de ofrecer tratos. Aún así, ¿qué crédito tendría un ser como ese? Sería tan oscuro como todos, con intenciones ocultas y destinadas a la Ruina y nada más. Miron no tenía demasiados prejuicios, pero con los engendros tenebrosos no había juicios que valieran: la muerte sería lo mejor para ellos, si realmente alguna vez tuvieron algo de humanidad. Negó con la cabeza, algo abrumado por la idea de que la Leyenda de Ferelden realmente estuviera dispuesta a negociar con tal criatura.

Seguidamente, cuando pensó en los Caminos de las Profundidades, su curiosidad creció, aunque no sus ánimos. Si algo ocurría allí abajo, no podía ser nada bueno. Y si la Inquisición tenía que investigarlo, quizá él tuviera que acabar perdiéndose entre las rocas de los Caminos, cosa que no le hacía ni pizca de ilusión. Se cruzó de brazos y asintió levemente cuando Aisha preguntó por su misión. Ya no había vuelta atrás.

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23/08/2015, 11:29
.Narrador.

Las reacciones a la lectura de la carta fueron diversas. Los tres Consejeros ya debían saber algo al respecto,  porque aunque Leliana bufó, Josephine meneó la cabeza y Cullen asintió,  nadie dijo nada en un primer momento. Únicamente Solas farfulló algo indignado, negando reiteradamente.

La primera en hablar abiertamente fue Aisha. Y a su pregunta fue Leliana la que intervino, poniendo en claro las ideas de todos con su mente analítica y pragmática.

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24/08/2015, 14:14
Leliana

-Aquí tenemos dos frentes abiertos que requieren ambos de toda nuestra atención.  Creo que Cullen ha recibido algunos partes de los retenes en La Costa de la Tormenta informando acerca de temblores en el subsuelo.

Miró hacia el Comandante, quien asintió.  

-Esto confirma los temores de la Leyenda. Por tanto es algo lo suficientemente importante como para investigarlo. Por otro lado esos extranjeros aquí son por si solos un problema, y si a eso añadimos la posibilidad de que Coripheus... u otros, no lo descartemos... sepan que se debe a la energía del orbe, y vayan en busca de los demás artefactos, entonces estamos ante otra verdadera urgencia.

Hizo una pequeña pausa,  apretando los labios.

-Mi propuesta es la siguiente. Pienso que por ahora es mejor no movilizar el grueso de las tropas hasta que no sepamos algo concreto en cada caso. No, creo que lo mejor es dividir fuerzas y no hacer nada tan grande que llame la atención. Que Dawn vaya a comprobar los Caminos de las Profundidades con un equipo discreto, tres o cuatro del círculo. Varric, Iron Bull, Dorian... por ejemplo. No creo que Cassandra, como futura Divina Victoria, pueda alejarse demasiado de sus intereses. Que se quede aquí junto con Vivienne, y nosotros tres. Y que Solas y Morrigan salgan en busca de los orbes con otro equipo también discreto. Sera, Cole, Blackwall... o incluso éste puede quedarse en Skyhold, y al grupo puede sumársele Hawke, quien ha indicado su disposición de ayudarnos, ahora mismo.

Miró al resto de Consejeros, que asintieron. Y luego a Aisha y Miron, de nuevo, haciéndoles un gesto con la cabeza acompañado de una leve sonrisa, inusual en ella.

-Y también iríais vosotros dos, desde luego, que ya estáis metidos en esto hasta las pestañas...

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27/08/2015, 12:30
Solas

El mago había seguido con el ceño fruncido, pero había dejado de farfullar. Cuando Leliana acabó su exposición y propuesta, habló con los ojos entrecerrados.

-Si el Arquitecto tiene en mente acabar con los dos dragones dormidos antes de que vuelvan convertidos en archidemonios, hay que ir a investigar, sin duda. Porque el riesgo es inmenso, tanto de que las intenciones se tuerzan si no lo consigue, y desate una Ruina, como de que sí lo consiga y descubramos que quizá no sea la buena idea que él plantea.

Su rostro mostraba no sólo inquietud, además estaba inusualmente indignado.

-Apoyo la idea del Ruiseñor, creo que hay que bajar a los Caminos de las Profundidades, pero de modo discreto y seguro a la vez. Dawn, realmente tú eres la más indicada para esa labor, y Varric el mejor guía. En cuanto a nosotros, sí, hay que moverse. Y sé por donde empezar...

Desvió la vista hacia Morrigan, quien asintió. Sin duda entre mago y bruja había un entente especial, algo más allá de la simple confianza.

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28/08/2015, 12:46
Miron Lupeithai

Miron se estremeció al oír a hablar sobre bajar a los Caminos de las Profundidades. Realmente no quería pisarlos en su vida, si fuera posible. Jamás. Pero si era por el bien de todos, quizá podría hacer una excepción. Miró a Aisha unos instantes, puesto que seguramente ella se sentiría de forma parecida a él, para luego fijar su atención en Solas. De nuevo el elfo parecía incómodo, incluso molesto. Afortunadamente, Miron no era imprescindible allí abajo, puesto que la valiente Inquisidora (a quien era extraño oír ser nombrada "Dawn" con tal confianza) era perfectamente capaz de ir allí junto a un pequeño equipo como siempre hacía. El mago esperó unos segundos tras la última frase de Solas y se cruzó de brazos cuando se dio cuenta de que no tenía intención de continuar hablando. Miró a Morrigan y de nuevo al elfo, encogiéndose de hombros.

¿Y bien?- dijo olvidándose de la formalidad de la situación.- ¿Qué haremos nosotros?- relajó su postura y miró a los demás, algo contrariado por haber sido tan seco.- ¿Qué necesitáis que hagamos? ¿Debemos acompañarte, Solas?

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28/08/2015, 13:23
Solas

-Así es.

Si el tono o la espontaneidad habían molestado al grupo, o al elfo en concreto, nadie reaccionó en contra. No, Miron se dio cuenta de que ése era el tono siempre entre los colaboradores de la Inquisidora. De Dawn. Y que, por alguna extraña treta del destino, ahora ellos dos formaban parte de esa minoría. Un bloque compacto y selecto, con total confianza entre sí, transparencia en las intenciones, opiniones y hechos.

Solas le miró intensamente, y él se dio cuenta también de que el mago había calado en su alma con facilidad, y sabía de él mucho más de lo que habría sabido cualquier otro con el poco tiempo que hacía que lo conocía. Era una sensación casi incómoda, algo inquietante. Pero que no supo a qué se debía exactamente.

-Nuestro grupo irá a buscar a alguien que sabe con seguridad dónde se encuentra por lo menos uno de los Orbes. El de Mythal...

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30/08/2015, 20:43
Miron Lupeithai

Miron se sintió extraño al ser observado de forma tan directa por Solas. Parecía que quería transmitirle complicidad, pero también era algo misterioso. Le miró a los ojos esperando leer su expresión o deducir qué pensaba en ese momento, aunque poco pudo hacer.

¿Mythal?- preguntó.- Si no me equivoco, es una de las diosas más importantes de la cultura élfica. Venganza y protección maternal.- no pudo evitar sonreír por su propia afirmación, pues le parecía curioso que una diosa pudiera representar dos extremos tan diferenciados.- ¿Quién puede saber dónde se encuentra?

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01/09/2015, 23:33
Morrigan

-El Guardián de su Templo. Abelas. El Centinela que custodiaba el Pozo de las Penas. Mythal... le entregó su Orbe para que él lo mantuviera escondido. Ni la propia Mythal sabe... sabría... dónde está el artefacto ahora.

Morrigan hablaba mirando a Solas más que a Miron. Solas asintió, los ojos afinados, una leve sonrisa dibujada apenas. Una sonrisa triste.

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01/09/2015, 23:56
Aisha Serthan

 Los Eluvians activados, los orbes, Mythal. Por cómo hablaban de todo aquello, los allí presentes parecían saber antiguos secretos del Pueblo que los propios elfos desconocían, y a pesar de que era capaz de entender que dar a conocer toda esa información y el poder que conlleva podía ser algo peligroso, no podía evitar preguntarse qué más podrían saber, y hasta sentirse incómoda con ello, conocer menos que ellos sobre su propia gente.

 Asintió a Miron con firmeza cuando habló de Mythal, confirmando sus palabras ahora que sí sabía de lo que estaba hablando. - Iremos donde digáis, pero, ¿Qué se hará con esos orbes una vez estén en poder de la Inquisición?. - Se atrevió a preguntar, seria y preocupada por el poder que albergaban. 

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05/09/2015, 11:44
.Narrador.

Dawn miró a Aisha con una mezcla de curiosidad y tristeza. Y luego, a Solas, y la tristeza fue entonces aplastante.

-Intentar no repetir errores pasados.

Esa fue su lacónica respuesta.

Después, el mecanismo de la Inquisición se puso en marcha, como un artilugio bien engrasado, cuyos engranajes encajaban a la perfección, y el funcionamiento era exacto y efectivo.

Era curioso, porque parecía que allí cada uno sabía qué tenía que hacer, sin titubeos. De modo que la reunión del Consejo acabó, y cada uno de ellos se marchó por su lado, cada cual con su carga de responsabilidad a cuestas.

Miron y Aisha fueron encargados de reunir a los extranjeros, y de prepararles para el viaje que iban a emprender. Porque los cuatro extraños iban a acompañarles, no podían correr riesgos dejándolos en Skyhold. Había que armarles y entrenarles, explicarles lo que era el mundo en el que acababan de llegar, y hacerles comprender la importancia de la discreción, la cohesión entre ellos, y el peligro que estaban a punto de afrontar...