Partida Rol por web

Me quede en silencio unos segundos, no sabia si continuar con la charla o enfocarme en averiguar lo que ocurría, pero tampoco quería ser imprudente, jamas obligue a Susana que me contara sus cosas, a menos que fuera a modo de broma.

Entiendo...bueno...recupero un poco el animo y lo transmito en el tono de mi voz...Mario a conseguido una cabaña en las montañas, ambiente rural, naturaleza, aire limpio y todo eso que veníamos intentando organizar hace tiempo, por fin salio la disponibilidad de la cabaña para este fin de semana, Richard ya esta confirmado, y en estos instantes, espero, Mario este confirmando a Pablo, así que solo faltas tu nena...tomo aire y continuo algo hiperventilada...imagina, una noche bajo las estrellas, naturaleza...que mas romántico que eso...comentaba, quizás serviría para fortalecer la relación de mis amigos...no aceptaré que te niegues, es la ultima oportunidad para estar todos juntos, antes de separarnos...!¿dime que si vas?!...termine de forma enérgica.

No pude evitar echarme a reír cuando Mario dijo lo de "sacarme a la calle a patadas en el culo". No era lo más gracioso del mundo, lo sé, pero quizá en ese momento necesitaba una válvula de escape y tomé esa, como podría haber tomado cualquier otra.

Cuando contuve la risa, le respondí. - Creo que tienes razón, joder. - Suspiré. Tomé aire y di un resoplido. - Venga va... pero vas a tener que invitarte a algo para sacar a tu amigo del pozo, que lo sepas. - Le solté, con una sonrisa aun en los labios.

Tenía que regresar al mundo. Yo no había hecho nada malo, al contrario, había hecho lo mejor que podía hacer, dadas las circunstancias. Lo mejor para ambos, así que no tenía sentido que me enclaustrara como si fuera un monje. Un fin de semana con los amigos es lo que necesitaba.

- Pásame la web por e-mail, que le quiero echar un ojo a la casa. ¿Cuándo quedamos?

¡Es verdad! El fin de semana... Con qué ilusión lo había esperado y qué hartazgo me causaba ahora... Hasta que oí lo de Mario.

- ¡Claro que iré! ¿Sabes? ¡Tiene razón! Es el ambiente ideal para unos enamorados. ¡No veo el momento de ir! Es más, la ocasión no podía venir en mejor momento - Dudé si continuar.

Era una señal. Justo ahora que parecía perdida toda esperanza, el fin de semana. ¡Estaba funcionando!

Al final había cedido, tampoco creo que el plan que le ofrecía fuera algo tan terrible, pero podía entender que en su situación, Pablo tenía que estar hecho un lío ahora mismo. Aun así, me alegraba de que al final se apuntara, y no pude reprimir cerrar el puño con la mano que tenía libre y dar una pequeña sacudida tras escucharle aceptar.
-¡Claro, te invito a lo que quieras! Para eso están los amigos, ¿no? En las buenas y en las no tan buenas. Déjame buscarlo en el ordenador, y en un rato te mando la web de la casa rural y le echas un vistazo.- Pienso en su última pregunta, y hay algo que no me queda claro.-¿Te refieres a quedar para organizar las cosas, o a cuando salimos para allá? Si es lo primero, tenemos que ponernos de acuerdo con Julia, que la vi con muchas ganas de organizarlo. Si te refieres a cuando salimos, la idea sería llegar el viernes por la tarde, con tiempo para organizar algo de cena, y pasar ya la noche allí.

Me emocionaba solo con pensar en todo lo que podíamos hacer en aquel fin de semana. Quería que el finde que viene llegara YA.

- Bueno, eeeh... yo me refería a ir para allá, pero si hay que organizar algo y puedo ayudar, sólo tenéis que decírmelo. - Respondí a la pregunta de Mario. - De momento, bastante tengo con organizar mi cabeza. - Pensé en voz alta. - Pero bueno, que no quiero decir que no quiera ayudar, es sólo que... bueno, que estoy hecho un lío, tío. No me hagas caso. Llámame para lo que haga falta. Podéis contar conmigo.

Hablaba nerviosamente. Había algo en todo aquello que me ponía los pelos de punta. Pero debía romper el cascarón.

Pobre Pablo, con toda la emoción por ver que estábamos todos dentro del plan lo estaba abrumando, y no tenía la cabeza ahora mismo para llenarla con más cosas innecesarias. Tratando de sonar más calmado, le contesté:

-Claro claro, tu no te preocupes. Ya nos encargamos nosotros de organizarlo, ¡que a fin de cuentas es un finde con los amigos en una casa rural, no el desembarco en Normandía! De momento me vale con saber que estás dentro del plan, que es lo importante. Si te aclaras un poco antes del viernes que viene y te apetece saber como vamos con los preparativos, péganos un toque a Julia o a mí. Y si no, pues ya hablaremos para concretar la hora de salida para el viernes que viene, vale?- Antes de despedirme, intentando poner un tono más fraternal, añado-Y oye, si te rallas demasiado la cabeza con lo de Susana y te apetece hablar con alguien o quedar para tomar algo y desconectar, ya sabes donde estoy, ok?

- Claro, cuenta con ello, Mario. - Respondo algo emocionado. - Nos vemos... Un abrazo. - Y colgué.

¡Perfecto!, entonces cuento contigo, le avisare a Mario, te llamo durante la semana para afinar detalles, te aseguro que les hará muy bien el viaje a los dos...comente refiriéndome a Pablo...Bueno, te dejo, hablamos luego.

Tras eso corto la llamada, estaba demasiado contenta todo salia según lo planeado....llamare a Mario.

- ¡Sí, llámame! Gracias, Julia, me has alegrado el día. Hablamos, cariño.

Colgué el teléfono con una sonrisa en los labios. Sólo tenía que esperar unos días.