Partida Rol por web

La pegadiza música nos animó a todos. Yo también acabé de poner la mesa contagiado por el ritmo y tarareando la canción. No me animé a cantar, pues sabía que mi voz no mejoraría el asunto y Julia estaba dejando el listón alto.

- ¡Voy a por esas birras! - Dije alegremente y fui para allá. Nada más agarrar las cervezas, Julia, en su papel recién adquirido de sargento de hierro, ordenó la presencia de todos a la mesa. Seguí el juego, haciendo un saludo militar, y volví a la mesa, repartiendo las cervezas y sentándome en la primera silla que encontré.

- Tengo "má jambre quel perrounsiego". - Reí con mi propia tontería mientras esperé a que todos tomaran asiento.

Terminé de colocar los cubiertos y los vasos alrededor de los platos. Entre Pablo y yo habíamos dejado la mesa lista en un momento, con lo que sentía que habíamos compensado nuestro retraso en llegar a la casa. Siguiendo las indicaciones de Julia, Ric se había puesto con la música. Empezó a sonar una canción que, aunque no era de mis favoritas, el hecho de que estuviera de moda sonando por todas partes, y que fuera bastante pegadiza, me llevó a tararearla inconscientemente.
Estaba todo a punto para empezar a cenar. -Yo yo, tráeme una, porfa- Respondí al ofrecimiento de cerveza de Julia. En ese momento Pablo se levantó a por las cervezas. Cuando volvió y tomo sitio en la mesa, decidí sentarme a su derecha.

Así tengo menos posibilidades de tener a Ric al lado en la cena. Aunque bueno, somos cinco, es prácticamente imposible no estar cerca de cualquiera de los demás. En fin... Me di cuenta de lo inútil de mi estrategia, pero ya había tomado asiento y no quería andar levantándome y sentándome otra vez sin motivo aparente.
 

Tras poner la música me pongo a ayudar con unas y otras cosas mientras veo como el resto parece animarse con la pegadiza melodía. Tras coger una cerveza me siento en la mesa, justo al lado de Mario. Así, si suelta una burrada puedo darle una buena colleja.

Bueno, parece que el sitio no está mal del todo, pese a que falta una habitación -digo al resto tratando de mostrar mi alegría ante el fin de semana, sin olvidar meterme algo con Mario -mañana nos vamos de senderismo ¿que os parece?

- Me parece muy bien. - Respondí con alegría tras dar un tiento a la cerveza. - ¿Qué os parece a vosotras? - Les pregunté a las cocineras, que llegaban cargadas con suculentos manjares.

- ¡Uuuummmm qué bien huele! - Dije, tras llenar mi pituitaria con el aroma que provenía de los platos. - ¡Sois dos cracks! - Les solté a Julia y Susana.

Me levanté y tomé una fuente con comida. Comencé a repartir en los platos de todos.

Tras repartir las cervezas a quien quisiera, lleve las fuentes con la comida a la mesa, Pablo en el camino me ayudo con una, una ensalada surtida aderezada con las salsas que había preparado Susana, la otra tenia medallones de carne preparada al horno con especias.

-Gracias Pablo- me gustaba el ambiente que se formaba.

Ya sentados a la mesa comencé a repartir los trozos de carne, Pablo repartía la ensalada y entre todos movíamos los platos.

-La idea del senderismo me parece genial, habrá que levantarse temprano, así que espero no nos desvelemos mucho- había traído la guitarra para amenizar la charla nocturna mientras bebíamos algo y hablábamos del futuro.

-Después para pasar el calor podríamos ir al lago, preparar un picnic- recordaba lo fría del agua, pero era agradable.

Mientras los chicos iban comiendo felicitando a las cocineras, Susana terminó con su plato en silencio. La verdad es que al final la cena les había quedado muy bien, a pesar de todos los sentimientos encontrados que Susana albergaba en su interior... pero prefirió no hacer sangre, había ido a aquella excursión para tratar de relajar mente y alma, no debía perderse en vanalidades y alimentar ese deseo de que Paul se atragantar con la comida cada vez que se llevaba un nuevo bocado de la carne que tanto ella como Julia había preparado.

 "Vacía tu mente... sé uno con tu propia energia, siéntela como se canaliza por todo tu cuerpo..." eso era lo que su profesor de Yoga le decía para que se desestresara mientras Susana retorcia su cuerpo en posiciones imposibles de saludo al sol, guerrero y demás idas de oyas orientales, esas cosas que decían que eran útiles para tener un buen Karma... y que a ella le duraba el tiempo que tardaba en recuperarse de las terribles agujetas que se canalizaban por toda su anatomíua y la hacían tener que estar prostada durante varios días y sin ganas ni de levantarse del sofa... en eso si era efectivo pues la dejaba tan exhausta que ni siquiera le apetecía enfadarse... quizás lo que le hacía falta era un poco de ejercicio para dejar de tener ideas homicidas y pensar en positivo o simplemente abrir la mente... en esas estaba cuando Ric sugirió lo del senderismo.

Susana le dedicó una sonrisa, aquel chico parecía tener la virtud de leerle la mente.

- Yo también estoy deacuerdo, nada mejor que un poco de actividad para liberar la mente... pero en esta ocasión os toca a vosotros preparar las cosas, que esto de que seamos siempre las chicas está pasado de moda- añadió Susana de buen humor, la prespectiva del senderismo y el picnic le parecía de lo más conveniente.

Al final Ric se sentó justo a mi derecha, y aunque me soltaba alguna de vez en cuando, se le veía bastante relajado. Comenzamos a cenar y el ambiente parecía bastante alegre y animado. Entre los dos hermanos parecían decididos a planificar la agenda de actividades del día siguiente: Senderismo y después un baño en el lago que habíamos descubierto hace apenas unas horas.

-Bien bien. Si hemos venido a una casa rural, lo suyo es aprovechar el entorno con actividades al aire libre, así que tanto lo del senderismo como el bañito posterior en el lago me parecen muy buenas ideas.-Mire a los dos hermanos sonriente, antes de continuar.- Tienes razón Susi, para variar nos podemos encargar nosotros de organizar las cosas para las actividades de mañana.-Aun me sentía un poco en deuda con ellos por habernos entretenido Pablo y yo en el lago de charla, mientras los demás atendían la herida de Susi y preparaban la cena.- ¿Como lo veis, chicos?

La verdad es que si queríamos levantarnos temprano para aprovechar el día haciendo actividades, deberíamos dejar las cosas listas antes de irnos a dormir, y tampoco deberíamos acostarnos demasiado tarde.

Asentí a las propuestas con una sonrisa.

Conocía a Susi y sabía que aún estaba muy enfadada conmigo. Entonces las ganas de reír y pasarlo bien tuvieron un bajón considerable. Cortar con ella era lo mejor que podía hacer, por ambos. Pero ella no lo veía así. Ni si quiera con el paso de los días. Me entraban ganas de levantarme de la mesa airado, pero me contuve. No entendería nadie que yo reaccionara así y menos aún en ese momento. Me llené un vaso con refresco, hasta arriba, y me lo bebí sin descansar.

Tosí. Las burbujas me subieron hacia la nariz y me hicieron llorar los ojos. Tosí más fuerte.

- ¡Copón! - Dije. - Cuánto gas lleva esto. - Logré articular y me retiré al lavabo, a refrescarme la cara.

La noche continuó con una velada agradable tras una cena que desmarcó por ser abundante y exquisita (por lo menos para el paladar de unos adolescentes).

Los minutos pasaban como segundos y las horas casi como minutos, sin embargo todavía había energías para más ¿era eso o que realmente queríais aprovechar hasta el último minuto?

Tras la comida se recogieron todos los platos, pero ahora la gran pregunta que quedaba en la mente era ¿y ahora qué?¿cómo podemos "rematar" la noche hasta que amanezca un nuevo día?