Partida Rol por web

Decidisteis ir a comprobar qué era lo que sucedía exactamente. Avanzasteis a paso lento pero seguro, mirando con atención cada pequeño detalle para ver si se mostraba alguna pista reveladora.

Pasaron un par de minutos y allí estaba todo tranquilo... habíais descartado que el ruido haya sido parte de vuestra imaginación puesto que erais tres personas las que lo detectaron.

Continuasteis caminando y mirando pero nada, si realmente había algo (sea persona o cosa) había sabido esconderse muy bien o como mínimo se había marchado lejos, muy lejos.

Susana, que se había echo la valiente dirigiéndose en primer lugar hacia el arbustro mientras se decía a sí misma que se había vuelto idiota... miró hacia delante con los pies de puntillas y el cuerpo arqueado lista para salir por piernas en cuanto surgiera cualquier atisbo de peligro o movimiento mal intencionado. Así que cuando descubrieron que allí no había nada, no pudo reprimir un suspiro de alivio.

- Pues lo que sea que hubiera aquí se ha tendido que ir aburrido... sería algún roedor o algún que otro bicho del campo... eso es lo malo que tienene las zonas verdes, que viven bichos en ellos... Bueno... creo que ahora si que nos vendría bien volver a la mansión- sugirió la rubia

No puedo ocultar mi decepción al no encontrar al animal que tanto había aterrado a Mario. Solo de pensar en haberlo cazado y tirárselo a la cara hace que se me escape la risa. Sin embargo la situación es la que es y estoy de acuerdo con Susana, es hora de volver a la casa.

Tal vez fuera algún animal inteligente que ha calado a Mario y ha decidido huir ahora que aún no ha empezado con sus chistes. Pero estoy de acuerdo, es mejor que volvamos a casa ya, tampoco quiero que se vaya el sol cuando aún estemos por aquí -digo, apoyando a Susana y metiéndome un poco con Mario.

La verdad es que nos lo estábamos pasando como críos. La alegría me desbordaba y me dejé contagiar. Entonces Julia me tiró de los pies, bajo el agua, y me hundí sin remedio. Al salir, ya planeaba mi venganza, cuando vi esa expresión en su mirada. Titubeé un poco. No quise reparar demasiado en las posibles conclusiones de aquello, pero lo cierto es que las posibilidades que se abrían en mi mente, redundaban en una mayor sensación de alegría. 

Así, sin pensar, sonriendo, puse en marcha mi venganza. Utilizando nuevamente la técnica del tsunami de río, le dí más extensión y no me detuve hasta arrollarla con mi cuerpo y llevarla conmigo bajo el agua. Abrazándola, con la intención de hundirla sin remedio.

Regresó aquella sensación que me asaltó al ver el cuerpo de Julia antes de meterse al agua. Esta vez vino de la mano no de la visión se su figura, si no del contacto directo con su cuerpo escultural.

Salimos del agua y me recreé en su rostro, esperando regocijarme en su cara, al haber vengado mi ahogadilla de hacía unos instantes. Pero me di cuenta que mis brazos la seguían abrazando y la sensación mágica y sensual cobró protagonismo y me sumergí en sus ojos.

Entre risas intente huir del ataque de Pablo, pero me alcanzo sumergiéndome en venganza a mi ataque, intente esbozar un no, pero el agua nos rodeo, gire entre sus brazos y emergimos mirándonos, mi pecho latía acelerado; muchas veces me había abrazado, pero no de la forma en que sentía que ahora lo hacia, mis manos apoyadas en sus hombros apenas se movían, una sensación eléctrica recorría mi cuerpo iniciándose donde sus manos tocaban mi piel.

Cerré los ojos por tan solo un par de segundos, disfrutando de aquel momento, que para mi era eterno.

-¡¡La venganza no es buena!!...- dije sonriendo, me apoye en sus hombros y lo sumergí cargando mi cuerpo, alcance a llenar mis pulmones de aire y entre las burbujas me atreví a darle un beso en la mejilla, para luego nadar alejándome de él, sin salir a la superficie.

Esperaba que me siguiera y continuar con esta sensación mágica, algo en mi quería mas, pero me estaba conteniendo...

...de pronto algo en mi mente se libero...es ahora o nunca...salí en busca de aire y esa valentía que perdía cuando lo tenia cerca.

Nade hacia Pablo...-Lo siento- le dije antes de tomarle con suavidad el rostro y besarle, mande al diablo todo por un instante y pensé solo en mi, en mi locura, en mi deseos, por un segundo un sentimiento de culpa me invadió, pero lo que sentía era mayor, ni Susy ni nadie podría arrebatarme ese mágico momento, después analizaría las culpas y los errores, si me responde estará todo bien, si no...lo habré perdido, pero era el momento.

Me acerco receloso junto a mis dos amigos, para asomarme desde detrás de ellos hacia el arbusto tras el cual se habían oído aquellos ruidos. Comprobé junto a ellos, aliviado, que no había ningún rastro de nada que nos diera alguna pista sobre el ruido que acabábamos de escuchar.

Susana concluye que debió ser algún animal silvestre. Observo la decepción en el rostro de Ric, parecía con ganas de alguna apasionante aventura inesperada que poder contarle algún día a sus nietos. Tras hablar ambos, intervengo yo también:

-Tienes razón Susana, seguramente haya sido algún animal del campo. Es lo más lógico.-Con respecto al comentario de Ric, añado- Sí sí, aquí mucha broma con el cobarde de Mario, pero de repente todo el mundo está de acuerdo en volver a casa, cosa que he propuesto hace un par de minutos. En fin, si a todos nos parece bien, desandemos el camino y volvamos junto a Julia y Pablo. Así podré deleitaros a todos con mi festival del humor, que seguro que sabréis apreciarlo mucho mejor que los buenos e inocentes animalitos del bosque.

Molesto, pero aliviado en el fondo, me tranquiliza comprobar que estamos decididos a volver a la casa.

De repente los arbustos comenzaron a moverse de nuevo con movimientos bruscos.

¡Aquella cosa parecía volver de nuevo a las andadas!

Tan solo hicieron falta unos pocos segundos para comprobar que el causante de todos aquellos ruidos y movimientos rápidos era...

El gato se os quedó mirando fijamente ¿os consideraría una amenaza?

Viendo como Julia se me acercaba cada vez más, no pensé que pasaría aquello. Me pilló desprevenido. Cierto es que las diversas señales e insinuaciones lo hacían evidente, casi inevitable, pero alguna parte dentro de mí pretendía negar que pudiera suceder. Y lo negó... hasta el final.

- ¿Que sientes qué? - Pensé, sin llegar a vocalizar la frase.

Cuando noté los cálidos labios de Julia posarse sobre los míos, abrí los ojos como dos naranjas. Sí, aquello era real. Entonces los pensamientos se agolparon en mi cabeza, como un torrente incontenible. Pensé rápidamente en Susana, era mucho tiempo teniendo pareja como para no sentir cierta nostálgica culpabilidad al ser protagonista de aquello. Pero entonces un nuevo Yo se abrió camino en mi mente y me dijo: "Joder, tío... ¿a qué esperas?".

Entonces, la expresión de mi cara se relajó, la comisura de mis labios se curvó hacia arriba, mis manos rodearon la cintura de Julia y me arrojé por completo al abismo de sus besos, sin paracaídas y sin importar nada más. La sensación se convirtió en maravillosa casi al instante, y el tiempo se detuvo en aquel beso.

Luego mis brazos estrecharon el cuerpo escultural de Julia con más fuerza. Su calor y el mío se fusionaron, luchando y venciendo al frío del río. El beso, que comenzó con timidez, se revistió de pasión.

- ¡Uau! Julia, yo... - No sabía bien qué decir. La miré a los ojos, sin soltar su cintura, sin despegar su cuerpo del mío. Sonreí. - Eres preciosa. - Acerté a decir, pues era lo que pensaba en aquel momento.

El temor abandonaba mi cuerpo con pequeños temblores, al separar nuestros labios ninguno sabia que decir exactamente...tranquila, esta todo bien...me decía para calmar mis nervios y el miedo de que se alejara, cuando dice que soy preciosa, solo le sonrió y abrazo apoyando el mentón en su hombro.

No sabia que decir o como continuar, pero algo si quería dejar en claro y es que no quería que se sintiera presionado por nada; volví a mirarlo a los ojos, no quería separarme de él pero lo hice de igual manera, mi piel pedía a gritos no separarse.

Antes que nada, no quiero que sientas alguna presión por esto, yo jamas podría ponerte en una situación que te complicara, por lo que te pido disculpas por mi arrebato, pero ya es hora de que yo me libre de este sentimiento, quiero ser honesta y sincera contigo, pero tampoco quiero perder la confianza que hemos gestado desde hace años.

Guarde silencio un momento mientras me perdía en sus ojos, mi mente buscaba ordenar las palabras para no confundirlo o preocuparlo mas.

Respire hondo y continué... Es muy sencillo, he estado enamorada de ti desde que te conocí, al principio creí poder tener alguna oportunidad, pero cuando me había decidido a dar el primer paso, Susy me contó de vuestro noviazgo, no sabia que también le gustabas a ella, entonces para no dañarla, encerré ese sentimiento bajo llave y lo guarde como mi mayor secreto, nadie lo sabe, hasta ahora...sonreí...primero busque muchas formas de olvidarlo, pero al verte e ir conociéndote cada vez crecía más...mi mirada se torna mas preocupada...no quiero crearte problemas ni confundirte, creo que me he precipitado al besarte, de verdad discúlpame...pero...era algo con lo que he soñado por mucho tiempo y no me arrepiento, lo disfrute...y me has respondido.

Me muerdo el labio inferior buscando que mas agregar, doy un suspiro...ahora volvía a tener temor, quizás era demasiada información y podría sentirse abrumado, mi rostro mostró preocupación, tenia un torbellino de sentimientos y emociones en la cabeza, esa sinceridad imprevista me estaba poniendo demasiado nerviosa y mi subconsciente me gritaba...no te ha rechazado, respondió a tus besos...sentía como comenzaba a respirar mas rápido...Julia cálmate...lo mire casi con los ojos humedecidos...Lo siento, debí respetar tu espacio...quizás pensaras que soy la peor amiga del mundo. Y así era como las culpas invadían mi cabeza.

Observo al gato recién aparecido, debatiéndome entre soltar una larga carcajada ante la cara de Mario, incitar a Susana para que diga lo bonito que le parece el animal o adelantarme yo poco a poco para tocarlo. Finalmente me decido por la segunda y miro al rostro de mi amiga soltera, buscando de alguna manera que diga algo sobre el felino o se decida a actuar.

A las mujeres les pirran los gatos, mejor espero a que ella decida que hacer.

Tras unos nuevos ruidos entre los arbustos, apareció un gato que, al advertir nuestra presencia, se nos quedo mirando fijamente con sus penetrantes ojos azules. Intenté evitar que mi pequeño sobresalto por el nuevo susto no se hubiera notado mucho, y me tranquiliza ver que el causante era aquel animal.

-Me pareció ver un lindo gatito- Digo, poniendo mi voz en falsete intentado imitar a Piolín-. ¿Así que éste era el causante de los ruidos? Menos mal. ¿Creéis que será de alguien y se habrá perdido, o estará asilvestrado?

Mientras tanto, intento observar si lleva collar o alguna otra pista que nos ayude a identificar si se trata de un gato doméstico.

Susana por poco estuvo a punto de dar un salto ante la aparición del gato, pero al comprobar que se trataba de una dorable felino dió un ligero suspiro acompañado por una sonrisa... le encantaban los gatos, sobretodo porque siempre había querido uno y nunca había tenido la oportunidad, de manera que se dirigió sin miedo hacia el felino dispueta a acariciarlo y cogerlo.

- Hola guapo- dijo confiada con voz suave- vaya unos ojazos- volvió a piropearlo... yo creo que se ha perdido, no parece un gato salvaje- contestó a Mario- pero vamos a comprobarlo, ven precioso- añadió con la intención de cogerlo.

El gato inmediatamente entró en un estado de furia que provocó que todo su cuerpo se estremeciera y su pelaje adoptase una posición alborotada, picuda y sobre todo agresiva.

No tardó ni dos segundos en mover su zarpa ya preparada con afiladas uñas y arañar con agresividad la tersa piel de Susana. La herida escocía pero nadie iba a morir por eso.

El animal retrocedió, mostraba sus colmillos y mantenía su posición con recelo. Parecía que el primer contacto con ustedes no había sido muy agraciado.

Las palabras de Julia me sorprendieron más aún que lo sucedido instantes antes. Abrí la boca, estupefacto. De no estar perplejo habría respondido con un "¿Cómo?", pero por suerte no fue así. Ella había apartado la mirada de mí, con su última frase. Suavemente, posé mi mano bajo su mentón e hice que girase la cabeza para volver a mirarme. 

Clavé mis ojos en los suyos, inspiré profundamente, sonreí. 

- ¿Cómo puedes pensar eso? - Le dije. - Todo lo contrario. Yo soy un tonto por no haberme dado cuenta de nada. - Mi mano se deslizó suavemente para acariciar su mejilla. - Ha debido ser muy duro para ti. Cualquier otra en tu lugar, no se habría contenido y se habría acabado insinuando. Sabes que tengo razón. Esas cosas pasan. Así que no me digas que has sido mala amiga, pues creo que has sido maravillosa. Y quien no lo vea así, que se lo haga mirar.

Subí mi otra mano, para acariciar su cara con ambas y acercarla hacia a mí y plantar un beso suave, placentero, tierno, en sus hermosos labios.

- No tienes nada de qué disculparte, Julia. Me acabas de hacer muy feliz. - Le dije en un susurro, perdiéndome en el brillo de sus ojos.

Mi corazón se regocijaba en su suerte, Pablo es un hombre maravilloso, amarlo por todo este tiempo no había sido tiempo perdido, aunque jamas albergue la posibilidad de una situación así, la vida me brindaba el mejor regalo, sus besos, sus ojos mirándome como mujer y quizás una posibilidad.

No pude hacer mas que abrazarlo tras su dulce beso...Gracias, muchas gracias, si tu eres feliz yo lo soy mas...entre brazos la tranquilidad retornaba y las culpas desaparecían, no había traicionado a nadie, no había actuado de mala fé, ambos estábamos libres y ahora solo seria algo nuestro, si él esta dispuesto me entregare por completo a este sentimiento y si me pide tiempo, lo tendrá; no quiero perderlo de ninguna forma.

Mis brazos rodeaban su cuello y mi pecho tocaba el suyo, retorne a sus ojos, sonreía como si viera un ángel...No te imaginas el peso que me he sacado de encima, mantenerme al margen ha sido difícil, cuando te veía mal o cabizbajo por algo, me costaba mucho contenerme para apoyarte, siempre pensaba muchas veces antes de decirte algo, para que nadie sospechara, guardar las apariencias cuando te tenia cerca era un gran desafió.

Me atrevo a darle un nuevo beso...Se que todo esto es abrumador, por favor, te pido que me tengas confianza, ante todo somos amigos, buenos amigos y todo esto se ira dando como tu quieras, deseo que estés tranquilo y seas feliz, quiero que me conozcas, que conozcas a la Julia mujer, a la chica que te ha amado desde que te conoció...muestro sorpresa ante la ultima frase y río nerviosa...sera mejor que me calme...ja ja ja ja ja...termino riendo.

Nos separamos y nado hacia la orilla, donde estaban nuestras ropas.

- ¡AH!- grito Susana al sentir el arañazo del animal sobre su mano, la chica se apartó rápidamente del gato y se examinó la herida con una mueca de dolor- Estúpido gato...- masculló dolida no sólo con el arañazo sino con la actitud tan hostil del felino- No iba a hacerte nada- le dijo al felino muy enfadada lamiéndose la herida que rápidamente comenzó a sagrar- joder como escuece- se quejó la rubia centrándose en su dolor.