Personaje |
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Militar |
Economía |
Reconocimiento |
Organización |
Syltas |
5 |
5 |
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10 |
Marco Didio | 10 | 10 | ||||
Lucius | 5 | 10 | 5 | |||
Total | 10 | 25 | 20 | 10 | 15 |
La ciudad de Liguria es todo lo que queda de un lejano reino ya desaparecido. Desde que los Ayífalos fundaran Liguria, la más alejada de sus ciudades, mucho tiempo había pasado. Desde entonces Ayifa desapareció y las diferentes ciudades que le rendían homenaje fueron cayendo. Sin el apoyo de su rey Liguria fue decayendo, sus habitantes abandonaron la ciudad y sus edificiones derrumbándose. Incluso de la vieja muralla tan solo queda el terraplen. La política de Liguria sobre las tierras se mantiene y estas son del gobierno en lugar de los ciudadanos. Las tiendas son arrendadas durante dos temporadas y es usual que un mismo granjero utilice las mismas tierras durante 6 u 8 temporadas si estas dan resultados. Sin embargo en los últimos tiempos el arrendamiento ha sido herramienta para que los encargados de arrendarlas se enriquezcan. Un tal Ib es quien se encarga actualmente.
Quizás el único que aún intenta con verdaderas fuerzas recuperar la gloria pasada sea Syltas Vivil, el más viejo Liguriano y el único que aún recuerda cuando la muralla se sostenía y el templo no había sido saqueado. Con la moral por los suelos y los bandidos saqueando los campos constantemente el trabajo resulta imposible. Quizás fuera la diosa Fortuna quien trajera a Marco y Lucius a Liguria, buscando un nuevo lugar dónde vivir. Sus ciudades habían sido destruidas a causa de las guerras con sus vecinos y ahora buscaban un nuevo hogar. Con ellos llegaron quienes sobrevivieron, hombres entrenados en el arte de la guerra en su mayoría.
Viendo una alianza mutuamente beneficiosa Lucius y Marco fueron rápidamente aceptados si lograban hacerse cargo de los bandidos que asolaban Liguria, cosa que consiguieron luego de 2 años. Sin este problema y con sangre nueva quizás Liguria pueda renacer.
Liguria era un puerto comercial, del puerto apenas queda un muelle maltratado ya que con el tiempo se lo fue desarmando para obtener materiales. Lo mismo sucede con los edificios, tan solo queda un edificio de piedra en pie además de las casas de los pobladores. Este edificio se utiliza como granero para guardar el grano para el invierno. El grano suele ser abundante gracias a la existencia de un río que inunda las tierras cercanas todos los años, esto mantiene el suelo fértil y sano. Los bosques de dura madera también abundan, con ella se construían barcos en el pasado así como las casas y otros edificios de la ciudad. Desde hace más tiempo que el que Syltas puede recordar el exceso de grano es vendido a la ciudad cercana de Hara, Hara es más grande y sus tierras fértiles pero no lo suficiente como para alimentar a toda su población.
Quizás lo único que realmente persista de la época de Ayifa sean los conocimientos y tradición médica que poseían. Los Ligurianos siempre han sabido reconocer la necesidad de un médico en lugar de dejar las curaciones a la voluntad de los dioses.
Desde su llegada Lucius se ha encargado de mantener cierto orden entre los soldados y aunque a veces no es claro quién tiene el mando militar, Lucius o Marco, sí hay definida una jerarquía básica después de ellos.
Marco ha intentado imponer la costumbre de que las mujeres también se entrenen en el uso de las armas pero hasta el momento no lo ha logrado. Nadie cree que estas puedan ser capaces de luchar y el tiempo de entrenamiento les quitaría tiempo para trabajar y encargarse de los hijos.
Población |
Geografía | Militar | Economía | Reconocimiento | Organización |
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El gobierno es casi inexistente, Syltas intenta traer un poco de orden pero en realidad lo único que hay es un corrupto encargado de la repartición de tierras (Ib) y un hombre encargado de la recolección del grano (Abad). Marco y Lucius se hicieron como líderes militares naturales luego del asunto de los bandidos y algunos de sus hombres y de hombres de la ciudad fueron organizados como siguientes al mando, siendo Mario Liciras, un local, el primero al mando o legado, como Lucius ha bautizado el puesto.
En este momento el grano se está guardando en el granero ya que la temporada de siembra termino, en los próximos días deberá llevarse a Hara. Los 3 se encuentran mirando cómo Abad supervisa la operación.
Hay 20 pts extras por la falta del 4º jugador. La muralla está a medio construir ya que el terraplén aún se mantiene y tan solo hay que reforzarlo para poder "plantar" la empalizada encima.
Ahora sí, les devuelvo el control a ustedes.
Observé desde mi puesto como el hombre llamado Abad supervisaba la recolección de grano. No era muy eficiente, de hecho podría hacerlo mejor con unas cuantas mejoras. Pero yo era un hombre de la guerra y no tenía tiempo para mostrarle a la gente cómo hacer su trabajo. Tenía mis propias tareas por cumplir. Por ejemplo, terminar la muralla.
-Vamos a necesitar más piedra.- Rompí el silencio después de un largo rato. Estaba seguro de que Marco y Syltas podían oirme. -La que tenemos no basta para las torres de vigía, y tal vez ni siquiera para terminar la muralla.-
Posteo algo. La verdad no sabía cómo abordar la escena, así que metí un par de párrafos.
- El problema es, ¿de dónde la sacamos?- dije como respuesta a Lucius.- Deberíamos poder explorar más lejos que los alrededores para encontrar alguna cantera.- no creía que la encontráramos fácilmente, aún así algo había que hacer.- Aunque también podríamos hacer un trato con nuestros vecinos, a cambio de este grano, ¿no os parece?
¿Y no sería mejor que las torres de vigía, al menos de momento, fuesen de madera? La muralla sí que admito que contra mas robusta, fuerte y resistente, mejor; pero para las torres, si estamos faltos de piedra, podrían hacer igualmente su función si son de madera, ¿no creéis? - Me quedo pensativo un momento - Quizá el grano que nos sobra podríamos intercambiarlo por piedra, pero para terminar la muralla lo antes posible. ¿Qué opináis?
- Estoy de acuerdo.- digo a Marcus.- Más adelante podríamos reformar las torres para hacerlas de piedra, si fuera preciso. Gracias al excedente de grano, quizá saquemos algo más que piedra: una buena amistad con una ciudad vecina. Eso nunca viene de más.
-Muy bien. Madera será.- Dije. Luego continué por el otro problema que estaba pensando. -Ultimamente estuve reflexionando. Tenemos dos lideres militares y un lider espiritual. ¿Podremos dirigir la ciudad con eso? ¿No nos haría falta alguien que sepa de comercio, organización o arquitectura?
Si bien mi fuerte es lo militar, también sé defenderme en lo que a la organización de una urbe se refiere. Quizá la faceta militar propiamente dicha podría ser exclusiva para ti, Lucius, mientras que yo me podría encargar de encabezar la organización del sistema de seguridad interna e inteligencia de Liguria. - Digo mirando a Lucius pero dirigiendo también la mirada al anciano Syltas por si tenía algo que aconsejarnos gracias a su experiencia.
Por otro lado, como bien dices, tendríamos que buscar a alguien de confianza que se dedique a las facetas comerciales y organizativas de la ciudad, aunque ahora mismo no se me ocurre nadie. ¿Dónde creéis que podríamos encontrar a tales personas?
Master, ya que solamente somos 3 personas las que encabezan la ciudad, ¿nos dejarías modificar, aunque sea un poco, la ficha? Para tener algo más de diversidad entre los dirigentes de Liguria.
Ok, dado que en el caso de ustedes no pude elegir un grupo más completo háganlo. Pero no demasiado, mantengan la esencia del personaje.
- Bueno.- digo tras escuchar a Marcus.-No es que sea ningún experto, pero, en mis años de viaje por distintas ciudades y al haber vivido tanto tiempo aquí, he aprendido a manejar un poco el comercio, ya que en Liguria nunca hubo mercaderes excepcionales. También observé a los agricultores y aprendí las bases de su trabajo, por si algún día lo necesitáramos. Eso sí, no os puedo asegurar que sea tan bueno como otra persona, así que podríamos encontrar a alguien que dominara el campo del comercio mejor.- digo con lentitud y meditando mis propias palabras.
Yo no sé si cambiar la ficha o qué. Por mí, la dejaría como está ahora, a menos que el master tenga alguna sugerencia.
-Lo que podriamos hacer, también, es que uno de nosotros aprenda a comerciar.- Dije, intentando proponer una solución. -Aunque tomaría tiempo. Y no estoy seguro de quién debería ser ese alguien.- Luego de eso me puse a pensar por unos minutos. Finalmente encontré otra solución. -¿Qué tal si instalamos una cámara de comercio o algo parecido con asesores o consejeros a los que acudir?
Yo no creo poder hacer a mi pj de otra forma sin alterarlo mucho, por la historia.
La de Syltas me parece bien como está, el problema es entre la de Marco y la mia, que "chocan". Pero tampoco quiero hacer que él cambie la suya.
También podemos usar la otra solución que propone mi pj.
Con la edad que tenemos los presentes no creo que nos dé ya tiempo de dominar las artes del comercio de tal manera que podamos ser realmente útiles a la ciudad en ese aspecto
Aunque bueno... lo de la cámara de comercio suena interesante, ¿tú qué opinas, Syltas?
En todo caso habría que tener cuidado con a quién nombramos consejero, ya que si va a ser alguien que nos va a intentar inducir a actuar en contra de los intereses de Liguria, sería mejor no tener directamente dicha cámara de comercio.
- Por supuesto, tendremos cuidado con quién entra en Liguria, para no ser estafados o robados, evidentemente. La idea me parece buena, sí. ¿Aunque, quién se ocupará de permitir o no a los posibles comerciantes hacer tratos con nosotros?
-Pues, si vamos por la idea de la cámara de comercio, ellos serán los que se encarguen. Pero, como dice Marcos, no se cómo podriamos hacer para que los mismos funcionarios que nosotros coloquemos no nos estafen a nosotros. Deberían ser gente de confianza.- Le dije a mis compañeros.