Partida Rol por web

Tras un chispazo y un leve parpadeo, Sergi volvió a ser visible para sorpresa de todos y estaba justo encima del Tintaniense, de pie contemplándolo.
Antes de que alguien pudiera decir algo cerro los puños y su traje se endurecido de repente, dándole una forma mas corpulenta y llena de venas, es como si el traje se hubiera convertido en algo mas que simple lates negro. Set parecía tan asombrado como ellos pero la rabia que tenia contra aquella criatura la descargo golpeándole en el estomago con el puño derecho, acto seguido le siguió el izquierdo y termino martilleando su cabeza con ambos puños.
Fue entonces cuando el cuerpo del enano amarillo se hundió ligeramente en el suelo, dejando la marca del mismo en la acera y una ligera neblina de cascotes y polvo de cemento a su alrededor.

Sergi, sorprendido dio un par de pasos hacia atrás mirando sus propias manos, y tal y como se hincho volvio a la normalidad; al lates apretado al cuerpo.

Escondido tras el vehículo Cassandro ve como de repente Sergi aparece de la nada para golpear al tintaniense, y parece que Sergi ha usado el GPS para lograrlo, así que Cassandro aun oculto intenta hacerse invisible pero obviamente no lo logra.

-¿Como le habrá hecho este cabrón?- Dice pensando en voz alta.

No lo duda y vuelve a disparar.No había tenido mucha suerte en todos sus disparos, pero por la probabilidad, alguno de los que hiciera tendrían que dar.

Así pues fija el objetivo Tintaniénse y dispara desde su posición.

El tintaniense no tiene otra opcion que explotar tras el disparo del joven Yamato, toda la sangre sale esparcida como si de un globo de agua reventado tratase, todos se mantenían callados, el chico al parecer llevo al extraño ser donde quería y lo termina con un disparo limpio y certero.
El aguiliense ve como su compañero muere y se levanta de forma furiosa lanzando golpes pero sin presicion llamando la atencion de todo el equipo presente, solo falta un demonio por matar para poder escapar de este infierno.

Tan asombrado con el resto por la brutal ¿muerte? de aquel amarillo personaje, se quedo quieto y estupefacto hasta que el segundo monstruo grito y empezó a elevarse.
Sorprendido, recogió su puñal por el mango dejando el filo a su espalda y salio corriendo contra el.

Pero antes de que pudiera golpearle, aquella ave gigante alzo el vuelo esquivando su corte y preparándose para planear de nuevo contra ellos.

Indignado el policia se quedo mirando a aquella criatura

Un poco confiado y a la vez excitado por la muerte del tintaniense Aurelio  va a tacar al aguilense a puño limpio, por lo que activa el modo activo del traje sin querer y se da cuenta como si su cuerpo se llenara de esteroides para masacrar a puño limpio a su rival.

-¡Jodete puto indio! ¡ja ja ja!-

Al ver como se aproxima para tomar a una presa el tipo loco se acerca gritando e intenta golpear con fuerza a la ave que se deja caer en picada, pero el aumento de fuerza por parte de Aurelio lo toma por sorpresa y recibe un tremendo golpe en el pico que lo lanza fuertemente contra suelo.
El Aguiliense se levanta del concreto con un montón de sangre en el rostro y el pico roto por la mitad, se pone de pie mientras el guardaespaldas se aproxima para rematarlo y terminar con esto el gigantesco plumifero da un salto y tomando con sus patas la cabeza de Aurelio lo azota contra el suelo poniendo toda su fuerza en ello.

Con todas sus fuerzas el Aguiliense se queda en tierra en medio de todos esos cazadores que lo miran con intenciones de acabar con él, con un aire sombrio fija su mirada en suelo mientras expande sus alas esperando quien se atreve a ir por él.

Estando detrás del auto, intentando ser lo más sigiloso que se pueda, noto el mal estado del aguilense, y ya harto de estar ahí, entonces por arriba del cofre asomo mi cabeza, saco mi pistola y disparo con el rifle X, pero fallo, y al instante me vuelvo a ocultar pensando en la mierda de movimiento que había realizado.

Al fin habían acabado con uno de ellos, observando una muerte horrible aunque poco dolorosa.Sin pensárselo apunta ahora al aguilense y dispara contra él dispuesto tambien a terminar con su vida.

-¡Muere!- grita el pequeño Yamato.

El policia americano, no espera a ver si el nuevo disparo del niño surtido efecto y se dirige como un loco una vez mas contra esa ave gigante portando su enorme cuchillo.
-Vas a caer... y yo voy asegurarme de eso.

Con una gran habilidad John esquivo las alas de aquella bestia que parecía intentar acabar su embestida golpeandole con ellas, una vez sorteadas y llegado a la altura de sus pies, dio un corte de abajo-arriba empezando por la pata derecha rasgando piel y estomago hasta llegar a la altura de su pico por donde salio la punta ensangrentada de su arma a la vez que aquella águila humanoide se manchaba de pies a cabeza de su propia sangre. Con un rápido salto hacia atrás se puso a una distancia prudencial aun con el cuchillo a la altura de su barbilla, en guardia, observando como aquel "bicho" se desplomada delante de todos y esperando que no volviera a levantarse.

Sergi no se atrevió a volver a levantar su arma contra aquella cosa, ademas tenia claro que la suya era distinta a la del resto, ¿Que eran esos cohetes atados con cuerdas? Mientras pensaba en ello su captor le tomo la delantera y parecia que con un certero corte habia acabado con la amenaza.

El Mexicano dio un paso hacia atras para evitar sorpresas

Después del golpe recibido por el aguilense Aurelio se levanta y nota que sus lentes están rotos, sangrando de la nariz y esto lo ponía muy enfurecido pero por el golpe tardo un poco enreaccionar y al volver la vista parecía que el policia había terminado con el alien.

-¡A estos indios hijos de puta nunca sabes cuando están muertos, por eso hay que golpearlos hasta acabar con ellos!- Así que se acerca a lo que parece el cadaver del aguilense y Aurelio comienza a patearlo con coraje

-¡Esto es por mis lentes hijo de puta!- Sí, era una reacción visceral, pero no se puede esperar más de alguien como este guardaespaldas.

-¡Ya basta!, te comportas como un idiota- Las palabras de su jefe Cassandro quien salia de su escondite hacen que pare de dar patadas.

-Debemos escapar de aquí- Dijo Cassandro a su guardaespaldas , a la vez que se pone a  mirar el GPS, para ver la cuenta regresiva del reloj, así como el radar para ver si hay más enemigos.

Por un lado los restos del Tintaniense, algunos huesos y fluidos se encuentran esparcidos en su zona de descanso final, su sombrero a lo lejos se mueve por una que otra corriente de aire que golpea con algo de fuerza.
Todo la sangre del Aguiliense rodea su cadáver mientras la gran ave comienza a cerrar los ojos al mismo tiempo que ve el rostro de su asesino, no hay tristeza o alegría en el hecho de haber caído ante la muerte, solo fue un juego del destino que no permitió más su existencia, tanto la de él como la del Tintaniense.

Al mirar el reloj, la cuenta atrás continua su camino mostrando 00:09:47, el ave gigante ha muerto y no parece haber algo que pueda pasar, cuando Aurelio intenta volver a patear al alíen degollado, su cabeza comienza a desaparecer y poco a poco el cuerpo del guardaespaldas desaparece a la vista de todos.
No tarda mucho cuando el siguiente en desaparecer es John el policía que limpia su cuchillo después de su increíble ataque, entre ellos la calma y las ansias se hacen presentes mientras uno a uno de los miembros de la misión comienzan a desaparecer.

El ultimo evento de esta noche para el estadio Azteca a llegado a su fin y las luces de todo el lugar se apagan, para esperar el mañana que atraerá una nueva función diferente para el deleite de su publico.