Partida Rol por web

Owen arqueo la ceja.- Señor, ya nadie usa espadas... salvo posiblemente en el Bronx.- dijo como si fuera una broma privada. Os abrio camino con el carrito a una sala.

Aquella sala se parecia mas a lo que tu recordabas pero tenias una sensacion de falsedad absoluta. Era como si alguien hubiera construido imitaciones pero eran distintas. Las maderas estaban finamente ligadas, los barnices brillantes, el suelo inmaculado como si nadie lo hubiera pisado nunca. Incluso es escudo debia ser un mero adorno porque tu canido amigo choco con el y se undio ligeramente. Era de laton malo, en el mejor de los casos, no soportaria una batalla real.

Owen sirvio la comida en la mesa. Destapo los platos y el olor de las carnes asadas inundo cada rincon del comedor. Una vez servidos se dispuso a dejaros solos.

- Si me disculpan, tengo que preparar los juegos artificiales.... no se asusten si escuchan ruidos son como... cañonazos pero todo lo que se dispara son... chispitas de colores. Si quieren verlo solo tienen que asomarse a ese ventanal.- dijo adelantandose a lo que iba a suceder, para evitar problemas.

Tal como esperabas el cielo comenzo a iluminarse con colores y tus invitados se agolparon en las ventanas para verlos.

- ¡Oh! Son preciosos.- dijo la chica y viste en sus ojos si que querias enseñarle tus aposentos no tendrias mejor opcion. La alcandesa, la jefa de policia, los empresarios mas ricos de la ciudad se encontraban alli, todos hechizados por tu memorable fiesta. Sabias que los fuegos durarian al menos media hora mas y que nadie te echaria de menos.

Mire a Claudia y acercándome le dije:

-"Sabes? Desde mi alcoba se ven mucho mejor y además...- me acerque y le susurre en su oído- tu vestido combina perfecto con el piso de mi cuarto"- 

Ella rio con picardia y se acerco a ti melosa.- Entonces ¿Que estas esperando para enseñarmelo?.- pregunto con un susurro y una caida de ojos que habria derretido incluso a tu nuevo amigo de piedra.

La chica estaba de acuerdo y dispuesta, teniais que ser discretos aunque nadie parecia miraros en ese momento. Primero salio ella y te espero en el pasillo para ir los dos juntos a tu alcoba. La misma estancia que tiempo atras habian ocupado reyes y que tal vez por ello mantuviera la magestuosidad capaz de impresionar a cualquiera.

En mitad de la habitacion, una enorme cama con vaporosos doseles. Owen, siempre un paso por delante del mundo, habia dejado una botella en un cubo de hielo con dos preciosas copas de cristal tallado, augurando que la noche terminaria bien para ti.

Claudia miro alrededor y parecio gratamente sorprendida. Era una joven modelo muy impresionable, con una carrera prometedora y muchos contratos para trabajar en las mejores pasarelas del mundo. Ella se pego a ti y espero que dieras el primer paso.

Apenas entramos cerré la puerta con llave para acercarme a la alcoba justo detrás de ella, viendo el balde de champaña con las dos copas de cristal allí, sonreí y pensé en que le daría a Owen un buen regalo ese año por ser tan atento.

Al sentir el cuerpo de Claudia pegarse a mi, la tome de la cintura para darle un tierno beso sin decir nada y luego sonreírle:

-"Por que no brindamos? -dije destapando el champagne haciendo que el corcho salte y llenando las dos copas- porque quisieras brindar? Una gran noche? Una carrera exitosa?"- dije entregándole la copa y mirándola a los ojos, ambas cosas que dije eran cosas que yo fácilmente podía darle... 

Me senté en una de las sillas mientras miraba todo ese grotesco decorado.

- Amigo mio,este mundo es mucho más salvaje de lo que era el nuestro.No puedo quedarme aquí a esperar a los humanos.Voy a salir en busca de pistas sobre los nuestros,deben estar por aquí.Y de paso saber como son realmente estos humanos.

Abría la puerta con sumo cuidado y ojeé en espera de que no hubiese nadie.

La joven tomo la copa y susurro.- ¿Que tal por el futuro?.- dijo acercando su copa a la tuya para brindar.

Bronx se habia animado con un trozo grande de carne asada, le pego un par de bocados dejando el hueso a la vista pero cuando comenzaste a hablar tu compañero dejo la carne y te siguio.

Los pasillos eran igual a como recordabas, mas limpios, olian diferente pero en forma podias orientarte y dirigirte donde quisieras.

-"Me parece perfecto"- dije entrelazando las copas para beber de la del otro, no sin antes chocarlas en un brindis.

Luego de brindar, me acerque para volver a besarla, dejando las copa sobre la mesa, para comenzar a abrazarla y llevarla hacia la cama... 

Salí raudo hacia el salón donde dijo el humano que reunirían pero intentando no hacer ruido.Al llegar puse la oreja en la puerta para intentar oir lo que ahí dentro se decía.

Alli solo oias risas y murmullo de muchas personas. Bronx se puso nervioso y comenzo a correr por uno de los pasillos, el que llevaba hasta los torreones, parecia que tu compañero estaba tras el rastro de algo.

Raudo lo seguí en la dirección que marcaba y preparado para lo que nos encontrásemos.