Partida Rol por web

11:59

31 de Diciembre de 2012

El ultimo minuto del año tocaba a su fin. Inconscientes a los hechos transcurridos por los años de letargo, se encontaban dos impresionantes gargolas, sobre el tejado de la biblioteca publica mas antigua, en el corazon de manhattan. El polvo de los años se acumulaba sobre las viejas piedras, como venian haciendo desde hacia mas de mil años.

Pero eso estaba a punto de cambiar. Las campanadas del nuevo año resonaron en el cielo de la noche, al mismo tiempo la piedra cedio y comenzo a desquebrajarse, liberando de su sueño a ambas gargolas.

Con el resonar de la ultima campanada sus ojos se abrieron al nuevo mundo. Ante un cielo con muchas menos estrellas visibles pero con un millar de luces alumbrando una selva de asfalto bajo sus pies.

La pequeña gárgola de piel ocre rompió la roca que lo cubría entre gritos y bufidos. Cuando de pronto, observó el ejército de gigantes luminosos que se cernían sobre ellos. Un ejército de gigantes de hierro iluminados con una poderosa magia. Lo tenían rodeado, allá donde la pequeña gárgola miraba podía apreciar a uno de ellos.

Miró a su alrededor y allí pudo encontrarse a uno de sus aliados. Pero ni rastro de su hogar, ni rastro del castillo donde tanto tiempo habían vivido. ¿Qué diantres había pasado para llegar a semejante momento? ¿Y por qué todo ese ejército lo tenía rodeado pero se negaba a atacar?

Abro los ojos con un gran rugido, la cantidad de luces y el extraño lugar en el que me encuentro hace que me sienta desorientado. Respiro mas tranquilo al ver a mi compañero pero ¿donde están el resto de los nuestros?,  no puede ser que solo dos de los nuestros permanezcamos vivos.... mirando a mi compañero pregunto algo confuso y triste aun. ¿Donde estamos?, ¿y nuestros hermanos?... no puedo creer que no estén los demás.

¿Y qué te hace pensar que yo sí, camarada? ¡Creo que estamos bajo algún hechizo! Mira cuantos soldados nos vigilan. ¡Y son gigantescos! ¡Jamás los había visto! ¿Y tú?

Vuestros ojos se atrevieron a mirar aquellas luces con mas detenimiento. Al fondo, sobre uno de esos edificios de rara piedra y cristal, encontrasteis la silueta familiar de vuestro castillo, iluminada por la preciosa luna llena.

Casi tuvisteis que restregar vuestros ojos para aseguraros que era cierto, el castillo estaba alli, en el horizonte. Podiais llegar a el si os atreviais a planer sobre los edificios pero podia ser muy peligroso cruzar un mundo tan extraño a vuestros ojos.

Extiendo mis alas confiado mirando a mi hermano, hermano nuestro castillo nos espera...... ¿listo?... si responde afirmativamente me preparo para volar junto a el hasta nuestro hogar.

La excitación que sentía al ver el castillo me podía, también la curiosidad de obtener respuestas sobre donde estamos, sobre el quién nos ha traído hasta aquí y ante todo que era de mis hermanos.

ok

La pequeña gárgola asintió valientemente ante la propuesta de su compañero. Extendió sus alas que estaban pegadas a sus brazos y se lanzó en busca de sus compañeros y de su hogar.

Lo que no entendía era la razón de haber despertado tan separados de ellos y en un mundo tan diferente al habitual.