El rictus de Hunter se hizo cada vez más pronunciado. El resplandor del mechero dotaba de vida los petreos rasgos del antitribu Gangrel, que se movion al compas de la llama. La ausencia de aliento de ambos contendientes evitaba que esta se moviese en exceso, dandole un punto de inexorabilidad.
Hunter respondió al culebreo de la lenga de Jules mostrando los colmillos y acercandose con más rápidez al encendedor. El tenue olor a pelo quemado le envolvió como una repugnante fragancia, clavandose en el fondo de su nariz... Mientras la llama saltaba de un lado a otro, dejando tenues marcas grisaceas, como caricias de una amante exigente.
Al notar los aguijonazos de dolor, Hunter dejo de acercarse y siseo entre dientes, lanzando una rápida mirada a la llama que tenía frente a si, antes de volver a mirar a su contrincante.
Los dos contendientes se sostienen la mirada, una mirada que brilla con el fulgor peligroso y mortal del fuego. Sus cuerpos enzarzados libran un pulso falso que en realidad mantienen sus mentes y almas, con una tensión que pone a prueba a la Bestia.
Jules mantiene en todo momento la compostura con una inverosimil mezcla de frialdad y pasión. Hunter lo pasa peor, sufre la presión devoradora de la Bestia, pero su fuerza de voluntad se sobrepone finalmente, dominandose a si mismo con firmeza.
Y asi transcurre el duelo, hasta quedar claro que esa pequeña llama no hara retroceder a ninguno de los dos.
Mi mano izquierda culebrea por el hombro de Peludo y comienza a realizar un sinuoso descenso desde su cuello hasta su pecho, tomando, al parecer, la ruta más larga, esa que baja en una serie de lentas y marcadas curvas.
Casi parece la caricia, el jugueteo, que podrían hacer dos amantes. Casi, si no fuese por la llama a escasas pulgadas de ambos y la expresión de rabia de mi compañero de baile.
Te ha costado un poco, machote. - digo con un toque de lujuria en la voz mientas no pierdo el contacto visual en ningún momento. - Por un momento pensaba que ibas a dejarme un aullido para recordarte en mis noches más solitarias...
El antiribu Gangrel chasquea los dientes, lanzando un dentellada frustrada contra la llama de su zippo. La sombra de la Bestia relampageó en los ojos de Hunter, mientras rompía el contacto con los de Jules. A todas luces, no estaba nada contento...
Aguantó impasible, mientras luchaba por contenerse. El recorrido de la mano de Jules generó un tremendo desasosiego en Hunter, que aflojó la presión de su propia mano un segundo más tarde de lo que le hubiese gustado...
La provocación del desconocido avivó a la Bestia, que destello en la mirada de Hunter. Con lentitud, apago el encendor y sonrió con reservas... "Un cabezazo es lo que has estado a punto de llevarte de recuerdo, imbecil"
El antitribu Gangrel se paso la legua por los labios, ignorando el lacerante dolor que le produjeron las llagas de la boca, antes de responder...
"Todo vuestro."
Recorro a mi Peludo de arriba a abajo, lenta y lujuriosamente; una mirada similar a la que hace escasos ratos lancé a la Barbie que ha subido sus contoneos al hotel.
Bien. - sentencio, sin que quede muy claro a qué me refiero exactamente, mientras me giro de nuevo hacia la Ductus y el Sacerdote. - Ibamos a por una cerveza, ¿no?
Hunter se relamió con parsimonia, despellejandose los labios chamuscados. No había sido capaz de acercarse lo suficiente como para que sus heridas fuesen realmente graves, pero el dolor que sentia no era fruto de las quemaduras... Y sin embargo, contribuyó a aliviarle de alguna manera.
Escupió la piel muerta, dejando una sonrisa desviada de labios sonrosados a la vista. Continuó mirando fijamente a su contrincante, aunque con un poco más de respeto... Las reacciones al juego por parte de sus hermanos no reconfortaron en absoluto al cazador.
"Pensad lo que querais... Las cosas son asi..."
El Sacerdote observa el duelo con la cabeza ligeramente ladeada, en una postura tan extraña como todo lo que le rodea. Sus ojos negros parpadean cuando todo finaliza, quizás analizando el resultado, quizás sorprendido por el mismo. Quizás todo lo contrario. Su sonrisa se mantiene amplia y perversa, y sus dedos huesudos juguetean entre sí, como un niño esperando un regalo.
Eso ha sido… Interesante ¿sí? –Dice con voz melodiosa- Supongo que, ahora que nuestro cazador tiene su prueba, podemos ir a ¿cómo habéis dicho? “Tomar una cerveza” ¿sí?
La manada se divide. No queda mucho para el fin de esta noche, pero aún hay tiempo para pasarlo en un local de la zona. Algunos miembros de la manada se dirigen al hotel, dispuestos a acomodarse en las estancias que Albret ha obtenido para ellos. Otros, en cambio, deciden acompañar a la Ductus a parlamentar con el nuevo cainita que ha tenido a bien unirse a la causa de la manada, aún con inciertas intenciones.
Cada cual que decida en que grupo se mete, pero si no os posicionáis antes del domingo decido yo por vosotros para no ralentizar a los que están participando con más asiduidad.
La intencion de Cagalli era ir al hotel en un primer momento, queria ducharse y asearse un poco, el asunto del tipo nuevo se lo dejaria a los demas, a la Ductus y al sacerdote cosa que entraba dentro de sus funciones, mientras que ella preferia seguir manteniendo su imagen de pequeña vampiresa que acaba de despertar y solo piensa en los excesos:
- Un tipo nuevo que quiere unrse, vaya parece que aumentamos de forma demaisado misteriosa, me da la sensacion de que es lo que aparenta, sobretodo porque parece bastante corto de miras, el tipico tipo duro motero con chupa de cuero que pretende ir de tipo solitario pero que no ha tardado en unirse al primer grupo que ha visto.
Tras pensar para si misma no puede evitar una leve sonrisa, sabedora que ya habia alguien mas en el grupo para hacer de "carne de cañon", asi pues se dirige a la habitacion pensando en esas cosas y en como terminar la noche
El antitribu Gangrel chasqueó los labios y asintió pesadamente., al tiempo que se giraba hacia la vampiresa. Hunter tomó la palabra y habló a los alli reunidos con voz profunda.
"Steff...Eres nuestra Ductus y tienes la última palabra por derecho... Pero este asunto afecta a toda la Cofradia y todos vamos a opinar al respecto." Hunter sostuvó la mirada de la vampiresa con un brillo demente en el fondo de sus ojos. "Escucharemos a Jules. Pensaremos sobre lo que nos ha dicho. Y tomaremos una decisión."
"Todos tenemos secretos, Steff... Eso es bueno, justo y razonable... Pero hay un momento para jugar con la comida... Y no es este, precisamente..."
Alzó ambas manos y se las llevó a los labios, reprimiendo los últimos coletazos de dolor. Lanzó un corto silbido hacia el refugio, tratando de atraer la atención de Cagalli con un expresivo gesto de la cabeza...
Hunter se va a tomar cervezas.
El alarde del nuevo y Hunter no me impresiona lo más minimo y no demuestra nada para mi pero bueno halla ellos y esos antiguos rituales.
Steff quería hablar con él nuevo, yo prefería ver el nuevo refugio para decidir si volver a mi antiguo lugar de descanso aunque fuera al margen del resto. Ademas tenía que llamar a Paola para saber como iban los principios de negocios que quería establecer en la ciudad.
No recuerdo que fueramos tan tocanarices cuanto estaba en Mexico, lo que hiciera el Ductus estaba bien y no lo cuestionabamos. Sera otra manera de hacerlo, hace mucho que no estoy con nadie que sea mi hermano de sangre. Adaptemonos.
Vayamos a tomar una cerveza, seguro que todos tienen cosas que hacer.
No he olvidado un par de consersaciones que debo entablar aun con vosotros mis hermanos Hunter me mira y lo unico uqe hago tras responderle es alzar mi mano y acariciar sus despellejados manos con la punta de mis dedos. Hasta en eso hay hermosura, como la sangre derramada por los agujeros de bala.
Albret tu sabes donde esta el bar, guianos
Pongo una sincera sonrisa en respuesta a Steff
- Con gusto -
No es que me entusiasme la idea de ponerme a beber a estas horas, aunque nunca dire que no a un buen vaso de vino, pero tras las carreritas de esta noche la sed que tengo es de un tipo muy distinto.
No obstante, la perspectiva de indagar en la vida y milagros del vaquero este que acaba de aparecer despierta en mi un apetito mayor que el de la bestia.
- Que cojones habra venido a hacer aqui? -
Me dirijo a aquellos que vamos a tomar algo:
- Deduzco que ir a un sitio con clase queda descartado. -
Digo con un demarcado tono cinico mientras señalo con el pulgar al nuevo y a su peculiar aspecto pordiosero.