Partida Rol por web

     Aunque no era el puesto habitual del senescal, tampoco estas lides le eran del todo desconocidas y no sería él quién rechazase la posibilidad de cobrar justa venganza contra aquellos cabrones que casi habían acabado con Tanya. La ciencia de la adquisición de soluciones de tiro eran todo números y cálculo y eso era algo que se le daba bien. Además estaba tan cabreado y centrado en la tarea de acabar con aquellos bastardos que fue capaz de predecir la trayectoria de la nave enemiga con una precisión endiablada. - Fijando coordenadas de tiro. Fuego de macrobaterias a mi señal... ¡Ahora! Nueva marca. Corrección punto dos. Fuego de lanzas a mi señal... ¡Ahora! ¡Ésta va por Tanya hijos de mil padres! Las armas parecieron tener algún tipo de guía sobrenatural para alcanzar su blanco. La descomunal potencia láser de la lanza de proa impactó de forma contundente en la zona de popa del Mano Vil, haciendo que sus motores comenzaran a expulsar plasma, dejando un rastro a su paso. Ahora no podrían ir muy lejos. Quizás era realmente cierto que el Emperador quería que venciesen hoy.

La descarga fue brutal, primero las macrobaterías alcanzaron el Mano vil al menos en tres ocasiones; las explosiones en su casco se sucedieron a medida que los gigantescos proyectiles perforaban la armadura o explotaban sobre ella, causando daños estructurales.

Después llegó el infierno, la lanza trianforge de la Umbra rasgó el costado de estribor del Mano vil, exponiendo al vacío amplias secciones de la nave. Desde la cubierta de observación pudieron ver miles de diminutos puntos que salían expulsados al vacío, si eran fragmentos de la nave o tripulantes quedaría para las conversaciones de sentina.

Aún así la nave enemiga hizo lo que pudo, disparando sus macrobaterías a ningún punto en concreto, al igual que la lanza; su arma láser sí logró, para sorpresa de todos, hacer blanco en la Umbra Tigris, pero no llegó a atravesar los potentes escudos de la nave de los Von Schwarz.

Karl activó la comunicación interna de la nave - Tripulación, la batalla esta en buen punto para nosotros, aún es pronto para elogiar vuestra labor, pero hasta ahora seguid así, sois los mejores por este lado de la galaxia... la casa Von Schwarz no olvida nunca a sus enemigos... pero tampoco a sus leales servidores - pero tan pronto como dijo aquello cambió la frecuencia de radio con el ejercito que poseía en su nave... - Alerta Cían, Compañías primera y segunda, en preparación para abordaje, id a los transportes y en espera... trajes de vacío, os quiero a todos con vuestros trajes puestos, la nave enemiga esta muy dañada. Manteneos en espera.

 - Aquí el Capitán Von Schwarz a todos los escuadrones, repito, aquí el Capitán Von Schwarz a todos los escuadrones, volved a los hangares de inmediato, alerta Cían en marcha, repito, volved a los hangares de inmediato, alerta cían en marcha.

 - Bastian, sigue en control de disparo, Jeremias y Abram, seguid instando a las tripulaciones de combate, vamos. No abras fuego hasta que yo lo ordene...

 - Sarvus, colócate en la popa del mano Vil, no quiero más sorpresas por su jodida lanza.

 - Kungel, localiza sus naves menores, no pueden haber ido muy lejos...

 - Regulus, sigue rezando al motor... necesitamos...

 - Yuien, maestro, por favor, la matriz augur necesita de sus sabios consejos...

 - Severus, sigue fijando al objetivo enemigo... esta vez no me falles por favor...

Las ordenes estaban impartidas, Karl se mostraba tranquilo, pero por dentro estaba nervioso, una batalla naval como esa y una victoria, en apariencia, aplastante... no quería destruir la nave enemiga, quería saquearla ya que remolcarla para asumir su control lo veía harto imposible, en cualquier caso, se giró hacía la oficial de comunicaciones. - Mi Lady, intenta abrirme un canal con el Mano Vil

Si mi capitán -así lo hizo se volvió a dirigir a un sitio seguro desde donde usar el ojo que todo lo puede ver. Deslizo su capucha hasta dejarla caer y el tercer ojo quedo a la vista este empezó a moverse y vislumbrar lo que había a su alrededor trozos de metal viajando por el espacio por culpa de las explosiones de la Mano Vil.

Nuevamente el espíritu máquina se muestra intranquilo y Sarvus junto a Isabella no consiguen la maniobran que deseaban.

Dentro de la cámara noté el retumbar y mi conciencia se despertó. Sabía que algo estaba pasando ahí fuera, y tras tantos años de combates en el espacio conocía suficientemente cada sonido, que llegaba amplificado debido a los fluidos en los que estaba inmersa, como para saber que la nave había entablado combate. Los sonidos retumbantes prolongados de las lanzas al disparar la energía. Los agudos chirríos provocados por los escudos al absorber los impactos enemigos. Las secuencias de disparos consecutivos. Alguien estaba descargando toda la artillería, y esperaba con todo mi corazón que los Fel se estuvieran llevando la peor parte de todo aquello que intercambiaban las dos naves. Una envidia sorda acudió a mí al darme cuenta una vez más de donde estaba, y de que alguien estaba ejecutando el ataque. Debería estar ahí, en los mandos de las lanzas, haciéndoles pagar cada tajo a esos bastardos. Pensé antes de que los retumbares se fueran perdiendo y disolviéndose en otra oleada farmacológica que me alejaba de todo aquello como si abandonara mi cuerpo.

     Tal parecía que la suerte de la Casa Fel se había esfumado al fin y con quizás con ella la fama de inmortal de su capitán. El senescal estaba satisfecho por como se estaban desarrollando los acontecimientos. Había tenido el honor de guiar la espada que se había clavado en el costado de aquel sucio pirata y devuelto el golpe por Tanya. El Mano Vil se encontraba ahora a merced de los deseos de Karl y se preguntaba de que forma podrían sacar el máximo partido a ésta situación. Abordarles para tomar el control de su nave parecía la opción mas sensata, pues destruirles acabaría también con el posible botín que hubiese abordo. - ¿Has pensado que quieres hacer con Fel? ¿Matarlo? ¿Pedir rescate a su Casa tal vez? Por mucho que comparta tus ganas de presionar mis manos sobre su garganta hay que tener en cuenta como afectaría a nuestra reputación matar a alguien tan conocido como él. Podría despertar suspicacias las circunstancias de ello. Quizás sea mejor tomar un rescate de ellos haciéndole firmar documentos al respecto o grabando otro vídeo suyo dándonos la razón. Que pasee su humillante derrota por todo Koronus y que se extienda la fama de que el capitán de la Umbra Tigris es tan poderoso como honorable. Algo así podría beneficiarnos en futuros negocios con otras casas.

Karl miró a Bastian con el rostro inexpresivo, valorando lo que le decía que no eran cosas que no descartaba, pero era así, abrodarles, tomar posesión de la nave, valorar el posible botín y ya se vería que se haría con la tripulación superviviente - Bastian, por el momento quedas al mando, tengo que liderar un abordaje - le dijo con una leve sonrisa, hubiera puesto a Sarvus, pero el señor del vacío bastante tenía con maniobrar la pesada y majestuosa nave, el Senescal le podría dar un respiro a Sarvus.. En cuanto rebasó al senescal le palmeó el hombro izquierdo con gesto amistoso - Ya veremos que pasa con Fel si lo logramos capturar, mientras tanto, nos preocuparemos de lo que allá - Tripulación, manteneos firmes... pronto limaremos asperezas cara a cara con los Fel - dijo por la radio nada más abandonar el puente

Parecía un pecio. De hecho, lo era, un pecio espacial casi inerte con muchas personas aún en su interior.

     Mientras los grupos de abordaje se preparaban para hacer su trabajo con Karl al mando, Bastian pidió a los jefes de cada sección que enviase sus informes preliminares de la batalla que acababan de librar y comenzó a hacer repaso de los desperfectos y bajas de la nave. Pensó en dar un discurso a la tripulación maquillando un poco las cifras, pero por desgracia las bajas habían sido en lugares muy localizados e intentar mentir en una situación así sería contraproducente.

Sarvus activó los vocotransmisores del puente, la sala de máquinas y navegación.

- Ha llegado el momento que esperábamos, exijo lo puto mejor de todos ustedes, dice con un tono calmado que extraña a los que lo escuchan. No necesitan que les grite, no necesitan amenazas...quieren hacer esto por ustedes mismos, para vengar la afrenta de eso malnacidos traicioneros....Que el Dios-Emperador nos guíe, señor del vacío, fuera.

Entonces empezó a dar órdenes, reducir la velocidad, acercamiento lateral, impulsores para evitar la embestida,...los oficiales estaban totalmente concentrados, los operarios se movían deprisa pero de forma eficaz, los servidores atendían raudos a las órdenes que se les daba....la tripulación de la Umbra Tigris estuvo a la altura de la situación.

Karl se colocó el casco que representaba las fauces de un tigre rugiendo, ese era su espíritu, el de un cazador paciente que acababa de encontrar su momento de lucha...  Con una mirada feroz observó como la maniobra que Sarvus iba acometiendo se fue completando. Le agradeció en su interior por su buen hacer, seguramente sin aquel piloto poco conseguiría la casa Von Schwarz.

El capitán dirigió una mirada a su derecha y luego a su izquierda... mil marinos, con sus trajes de vacio estaban listos para a asaltar la nave, les seguirían otros mil mas en transportes directos hacía la nave enemiga, y cuando se monten abrazaderas por todas las cubiertas entraran en tropel todas las tripulaciones dispuestas a luchar, matar y morir... era un plan estudiado cientos de veces, ensayado otras tantas, pero aquella vez iba a ser real.

Karl asintió a los comandantes, Diente, Diablo, Martillo y Doc, cada uno listo, rodeando al capitán que tan pronto recibieron aquel asentimiento se pusieron al frente de sus compañías; las secciones primera y segunda estaban apelotonadas en el hangar y Karl justo en el medio, al abrigo de sus camaradas, Gator y Rkiuj, dos hombres que habían visto demasiada guerra, pero para ellos nunca era suficiente, siempre querían más guerra.
Dando un vistazo rápido hacia atrás vio como Martillo, la bella criminal que recibió el perdón estaba cogiendo con fuerza su arma mientras se agarraba al fuselaje de la nave que la transportaría al combate, ambas miradas se cruzaron brevemente, y aunque ninguno pudo asegurar con absoluta certeza que se miraban, cada uno sabía, en su interior, que así era.

Las torretas del "Mano Vil" abrieron fuego esporádicamente, eran pocas la que estaban operativas y los daños que causaban sobre la poderosa "Umbra Tigris" eran menores... los proyectiles de masa concentrada explotaban sobre el pesado fuselaje levantando pequeñas detonaciones que no duraban ni una micra de segundo, era como mirar un campo de velas acosadas por un viento cruel... la respuesta por parte de la "Umbra Tigris" no tardó en efectuarse, cientos de torretas disparaban, el fuego no era concentrado, pero la maltrecha nave que atacaban sufría los envites a duras penas, placas de ceramita, plastiacero y demás metales pesados se separaban al estar colgando o en su defecto dañadas...

- ¡Arpones de vacío! - grito Karl, y el hangar repleto de gente que estaba en un tenso silencio permitió que el eco de su voz viajara por toda la enorme estancia, tan pronto como lo gritó, los cañones de abordaje instalados en la salida del hangar dispararon los pesados y potentes arpones que llevaban consigo aquellos cables del grosor de un ser humano salieron despedidos por el empuje... no eran armas diseñadas para matar, no, solo para mantener sujeta a la otra nave y empezar el abordaje...

Si hubiera habido atmosfera y aire, se podría haber oído un enorme estruendo cuando los arpones de cabeza reactiva se aferraron con fuerza al fuselaje de la nave... lo que sintieron los tripulantes del "Mano Vil" fue como el suelo retembló durante unos cortos segundos al ir recibiendo el impacto. Karl pudo ver gracias a un magnocatalejo como se iban desplegando los tripulantes de su enemigo jurado listos para repeler el asalto... eso hizo que el Capitán sonriera con suficiencia...

- ¡Marinos! ¡Soldados! ¡Tripulantes! ¡Hermanos! - empezó Karl a arengar a sus tropas - ¡Este es el momento que todos esperábamos! ¡Este será nuestro momento! ¡y ya no como casa, sino como hombres valientes, aguerridos luchadores, como hombres con deseos de poder y grandeza! - señaló con gesto lento la nave enemiga con su mano izquierda, cerró la mano formando un puño y el silencio era tal en el hangar que los más cercanos pudieron oír como crujía le tejido por la fuerza del gesto - ¡La gloria será nuestra! ¡y el botín! ¡pero nuestro mayor premió será el honor de haber salido victoriosos! ¡los ojos del Emperador sagrado y amado por todos están puestos sobre nuestras almas mortales! ¡Luchemos como los hijos del emperador! ¡Luchemos como los héroes del Imperio! ¡Ganemos como los grandes conquistadores de la Gran Cruzada! ¡POR LA UMBRA TIGRIS! ¡POR NUESTRA CASA! ¡AL ABORDAJEEEEEEEEE! - gritó con el pecho hinchado por el orgullo y la furia... Karl fue el primero en asir el arnés de asalto al cable que tenía frente a él mientras el hangar rugía en gritos - ¡KARL KARL KARL KARL! ¡POR KARL! ¡POR LOS VON SCHWARZ! - el capitán se giró una última vez esperando que la primera oleada se preparara para el asalto y miró a la bella Sarah Kolept que le saludó militarmente desde lo lejos, Karl le respondió al gesto y saltó.

Aquel fue un momento de paz que tanto Karl como todos y cada uno de los soldados saborearon lentamente, el vacío, la inmensidad... esa sensación de peligro, de muerte inminente... Karl ya no pensaba en su posición como líder del clan, ahora se sentía como un caudillo de la antigua terra. El corazón le latía frenéticamente, pero ya estaban llegando al "Mano Vil"...

Una tormenta de disparos les recibió, varios marinos cayeron muertos en la oleada inicial, pero los hombres de la Umbra respondieron a sus disparos con disciplina y estoicismo - Sección II moved vuestros traseros hacía esa posición - señaló Karl mientras su pistola de plasma derretía el cuerpo de dos tripulantes - Primera Sección ¡CONMIGO! - gritó y se lanzó en una furiosa carga frontal... la pistola de plasma disparaba mientras la de fusión se mantenía en silencio a la espera de estar en alcance óptimo...

Aquella batalla duró cerca de cinco minutos, habían sufrido bajas minimas, pero aquella sección ya era suya. Los transportes ya estarían vomitando a las secciones tercera y cuarta - en marcha, ya conocéis el plan - y dicho aquello los soldados se fueron diseminando en escuadras por toda la nave.

Durante una larga hora de combates se fueron despejando los pequeños reductos de defensores mientras karl se dirigía a reunirse con la III, quería luchar con Sarah e ir a tomar el puente de mando... encontraron poca resistencia y la escuadra que iba con karl se toparon con Sarah y la unidad que iba con ella. Sarah y el Capitán se miraron brevemente y emprendieron la marcha.

Estaban en un pasillo amplío, en la espina dorsal de la nave que siguiendo las indicaciones estaban bastante cerca del puente de mando... solo una puerta dantesca con el símbolo del mechanicum cortaba el paso; pero la suerte sonrió al aguerrido capitán, un grupo de adeptos de Marte llegó desde la Umbra, el resto de tripulantes ávidos de botín ya habían entrado,  y ese pequeño grupo de tecnoadeptos menores se había adelantado para llegar al puente tratando de recuperar piezas que les sirvieran para sus experimentos o colecciones ; fuere como fuere, allí estaban y acababan de abrir la puerta que dejo salir al terror.

El pasillo tras la puerta estaba completamente a oscuras, pero un instante después salió de allí un mar de ojos verdes

- ¡Servidores asesinos! ¡Huid! - gritaron los tecnoadeptos poniéndose tras Karl y sus hombres, los cuales no cedieron ni un ápice.

- ¡NECESITAMOS REFUERZOS EN EL PASILLO DE ACCESO AL PUENTE! ¡REPITO! ¡REFUERZOS! - pero ya era un poco tarde, una marabunta de lo que antaño fueron seres humano salió a tropel... donde debían tener dos piernas había cuatro patas mecánicas de corte insectoide que iban repiqueteando por el suelo provocando un sonido pavoroso... no tenían brazos, solo apéndices de todo tipo, unos eran garras, otros pinzas neumáticas, algunos varios grupos de espadas o hachas...

- ¡Repliegue repliegue! - gritaron casi a la vez Karl y Sarah que iban disparando sus armas... algunos servidores iban correteando por las paredes mientras los soldados se afanaban por frenarlos con sus disparos de arma láser... unos cuantos de aquellas maquinas de guerra cayeron entre fluidos negros y aceitosos, Karl había destruido a tres de ellos con la pistola de plasma, pero el choque era inminente.

Ya llevaban más de un minuto de combate, de los treinta soldados quedaban cuatro ya, Karl estaba herido y Sarah indemne ya que el capitán no permitía que se le acercaran... disparó la ultima carga de su pistola de fusión que vaporizó con ella a tres servidores que se acercaron demasiado, pero el fin estaba cerca. Desenvaino su espada de energía, activó el campo y siguió luchando... no dejaba de sangrar por diversos cortes, la armadura estaba mellada y el traje de vacío destrozado... exhausto como estaba no vio venir a otro servidor que le dio un golpe brutal con un martillo directamente en la cabeza, el Rogue Tarder salió despedido varios metros y mientras su visión se le enturbiaba pudo ver como los cuatro soldados eran desmembrados uno a uno y su preciada Sarah atacada... unas pinzas se cerraron en torno al brazo izquierdo de la mujer y se lo cortaron completamente por encima del codo, Sarah gritó con fuerza y angustia pero cayó inconsciente por el tremendo dolor...

El protocolo de actuación de los servidores era claro, primero a matar a los conscientes que luego acabarían con los que estuvieran fuera de combate, por ello se giraron varios y fueron corriendo hacía Karl, sin munición ya en sus armas se arrastró torpemente por el suelo mientras la cabeza sangraba profusamente, iba a morir, lo tenía muy claro, pero no suplicó, no lloró... solo miraba el cuerpo sangrante de Sarah...
El servidor le alcanzó, estiró un taladro enorme que empezó a zumbar al girar... un intenso olor a combustión salía de los tubos de escape adheridos a su espalda, pero tan pronto como iba a ensartar al capitán en el pecho una mano biónica agarró la cabeza del servidor por su punto ciego, la giró y le metió la bocacha de una escopeta  por la boca que al apretar el gatillo hizo saltar por los aires restos mecánicos y orgánicos... - ¡Sección Primera! ¡AL ATAQUE! - el valiente comandante Rkiuj había acudido tan rápido como pudo a la petición de auxilio del capitán. Sarah fue evacuada por orden expresa del capitán con máxima prioridad, ordenó que la metieran en su vita cámara... ella debía sobrevivir.

Aquel abordaje será recordado en el tiempo como la "Batalla del tigre rojo", de aquella nave, de la "Mano Vil" no quedó nadie con vida, no hubo ni un solo tripulante que se rindiera... Karl ya estaba en el puente de mando sentado observando a través del cristal a la "Umbra Tigris"... sus poderosas líneas, lo tranquila que parecía estar... Karl pensaba en los Fel... en como su tripulación era tan devota y leal hasta la muerte, recordó a Lady Ash, como eligió morir en lugar de vivir... se le erizó el vello, aquello era peligroso... pero ya importaba poco, frente a él estaba el cadáver congelado de aquel Fel que aseguraba ser inmortal, al final resulto que era tan mortal como cualquier otro, pero ya daba igual, cogerían todo lo que pudiera servir y llevarían el cadáver de los Fel, ahora solo faltaba localizar su "carné" de Rogue Trader y asumir el control de la casa, era una conquista en toda regla, Fel había tratado de morder más de lo que su boca era capaz.

El médico atendía las heridas de Karl mientras Rkiuj, Shmuel y Gator le miraban sonrientes, habían conseguido una gran victoria a pesar de las perdidas, que reduciéndolo solo a números eran totalmente asumibles.