Partida Rol por web

-¡Pero bueno, pero bueno, pero bueno!- Miró a sus amigos de siempre Grace y David - Mirad lo que he encontrado en la cocina- y alzó una vaso de michelada, muchísimo más acorde a sus gustos.

Miro la tarta que había hecho Anne con curiosidad -Perdone, ¿De qué está hecha?

Se puso las gafas y acomodó los rizos del pelo, -¿Creéis que nos dará tiempo a broncearnos un poco estos días?. Tengo la piel más blanca que el vestido de la novia y eso no puede ser. Casi no me dejan entrar-

Miro al resto

-No empecéis con el alcohol tan fuerte, que si no luego se desmadra...-

Siempre le hacía lo mismo. Respiró hondo al ver como Saturn se bebía media copa de un trago. El ambiente se iba animando y la gente iba acercándose, tomando algo, comentando.

Le encantaban las bodas, pero estaba muy nerviosa por su tarta. En cierto modo le daba algo de pena que la fueran a destruir y que fuera a acabar por el gaznate de esa familia. POr un instante se imaginó el gaznate de Saturn bebiendo su vino.

Le dio un escalofrío.

En ese instante un bello joven le preguntó por su tarta.

- Por favor, tutéame - Agarró del brazo al muchacho palpando la musculatura que escondía el traje - Pero tú no estás interesado en la tarta, dulces comes pocos. Es un plumb Cake y cada capa es de un dulce favorito diferente de "la niña".

Y agarró un vino de una bandeja itinerante y se bebió media copa de un sorbo. - ¿Y tu nombre es? - dijo mirando al apuesto.

La canción acabó y la música fue sustituida por otra más estruendosa. 

No fue hasta que escucharon los gritos cuando se dieron cuenta de que no era música, sino disparos. 

Daddy Dope desde el tejado había sacado una pequeña metralleta y estaba acribillando a los invitados que se habían acercado a adorarle. 

Los estaba cosiendo a balazos. 

A la incredulidad inicial se superpuso el terror y muchos muertos después, por fin, el instinto de huída. 

Pero no sirvió de nada. 

Todos los que intentaron escapar se encontraron a pie de tierra con que otros invitados sacaban armas y les disparaban a bocajarro. 

Ya había más de un centenar de víctimas cuando una pareja logró llegar a la costa y tratar de subir a una embarcación para irse de aquella trampa... Explotaron junto al muelle que escondía suficientes explosivos para hacer temblar la isla. 

En medio de toda aquella masacre hubo héroes. Familiares, leyendas de los hombres Lobo que intentaron detener a aquellos atacantes que por alguna razón les habían traicionado. No fue fácil porque ninguno de ellos podía transformarse en lobo, como si de repente hubieran perdido la única habilidad que durante milenios les perteneció. 

Aún así lograron derribar a Daddy Dope y a otros de aquellos traidores que habían consumido hasta su última gota de sangre en un ataque suicida y ahora no les importaba caer viendo que su trabajo ya estaba hecho. 

Habían asesinado a casi todos los invitados de la boda entre los Onieva y los Lue. 

Solo se salvaron del ataque los que en sus bancos habían aguardado el casamiento arropando a los novios. 

Y solo lo hicieron porque Adela Lastra, cuando vio lo que ocurría abrió una trampilla del pequeño templo al aire libre y les instó a todos a entrar. 

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Cuando empezaron a caer acribillados los primeros invitados, Adela gritó a todo el mundo que se pusiera a salvo.
Sobre todo a Lori y a Sunny. Quien estuviera matando a su familia en el día de su boda tendría por principal objetivo a la pareja de enamorados. 

Sunny y Lori corrieron hacia el bosque 

Adela no entendía por qué no se transformaban en lobos para poner más distancia entre los perseguidores que empezaban a multiplicarse. Ya no era solo Daddy Dope sino otros invitados que de la nada se transformaban en asesinos hasta de sus propios acompañantes

Entonces Lori le dijo algo a Sunny y trataron de volver al templo, pero fue imposible. Una ráfaga de disparos les hizo desistir y trataron de esconderse, no sin antes gritarle a Adela

- ¡Los regalos de boda! 

Adela entendió. Tenía que guardar con su vida si era preciso los regalos de boda. Abrió la trampilla que habían diseñado para que en mitad de la ceremonia descendiera a aquella catacumba y enseñara a todos el verdadero motivo de aquel casamiento. 

Lo que no esperaba fue que al abrir la trampilla, los invitados que estaban en la bancada la usaran para ponerse a salvo. 

Algunos se demoraban gritando a Lori y a Sunny que volvieran. Otros aún seguían en shock. Y Adela Lastra tuvo que empujarlos y cerrar, dejando a los novios fuera. 

Era necesario. Los regalos que se ocultaban en las catacumbas eran más importantes que los propios protagonistas de la boda. 

Los minutos parecían horas mientras los 20 invitados aterrados y enfurecidos escuchaban cómo se iban desvaneciendo los gritos de la superficie. Todos habían observado que no podían transformarse en hombres Lobo. Qué estaba pasando escapaba totalmente a su razonamiento... 

- ¡Tenemos que salir! Nuestras familias están ahí fuera

- ¡No abráis, nos matarán a nosotros también!

- ¡Sunny, Lori! ¡Tenemos que encontrarlos!

- ¿Qué es esto? 

Aquella última pregunta sí podía contestarla

- Esto- dijo señalando un libro enorme y antiquísimo y un cáliz ornamentado de plata- Son los regalos de boda. Durante décadas los custodiaron los máximos gobernantes de nuestra especie, pero hoy se iba a hacer depositario de los mismos a la joven pareja. Solo ellos lo sabían. Pero durante siglos los Onieva han reclamado tener ese libro. Está en español y tiene más de 600 años. Narra todo lo que se sabe sobre la magia usada contra los Hombres Lobo. Y los Lue eran los dignos merecedores de tener la sangre mágica que los últimos humanos con poderes usaron contra nosotros. Repartir de manera pública ambas cosas a los novios en este enlace era un tratado que todo el mundo secundaría y permitiría que...

- ¡Basta! 

- ¿Qué está hablando? Necesito saber si mi familia sigue viva... 

- ¿Qué nos importa ahora eso? ¡Nos quieren matar! 

- ¿Es que acaso pretendes adelantar una misa por nuestras almas? 

Aquella última pregunta sí le dio una respuesta

- De acuerdo, salgamos fuera, pero sí, necesito que antes bebáis todos de este cáliz. No es ninguna broma. Sin nuestras habilidades lupinas puede que sea lo único que nos salve

¿Estáis listos? 

Beber de un cáliz de sangre se antojaba en aquel momento un ritual de despedida antes de enfrentarse a la misma muerte que había besado a tantos allegados. 

Sin boda, pero con comunión, los 20 supervivientes siguieron a Adela Lastra de vuelta a la superficie con la única esperanza de al menos entender qué había ocurrido, aunque fuera en boca de sus ejecutores

Pero no había nadie vivo cuando volvieron al jardín donde hace menos de una hora se iba a celebrar una fiesta. Nadie que les ayudara. Nadie que quisiera darles muerte. 
Todos habían muerto. 

Daddy Dope yacía muerto cuando, antes sus ojos, se transformó en el cadáver de una mujer rubia

Otros de los invitados traidores también cambiaron su aspecto una vez muertos. 

Adela Lastra les dijo: 

- Esta es la explicación de por qué nos traicionaron. No lo hicieron. No eran ellos. Humanos han logrado obtener el poder de la mutación y se han infiltrado entre nosotros. 

Los 20 se miraron asombrados. ¿Cuándo se había producido la suplantación?. Habían hablado con algunos de ellos durante semanas y no habían notado cambio alguno. El propio Daddy Dope era una estrella de los licántropos. Para poder sustituirle debían tenerlo todo calculado. 

- Pudieron ser cualquiera de nosotros- dijo Adela Lastra y luego casi para sí misma dijo- Pueden aún serlo... 

Intentó alejar ese pensamiento de su cabeza. Caminaron en círculos comprobando inútilmente que nadie más quedaba vivo sin tampoco encontrar a la pareja de novios. 
Seguían sin poder transformarse en Lobos.

¿¿Cómo habían podido anular el poder de todos los invitados a la vez?? 

- Nosotros sin la licantropía y los humanos con el don de transformar su cuerpo... Es como si... como si todo volviera otra vez pero con las tornas cambiadas-

Adela echó un vistazo al enorme libro que guardaba y tembló. Luego miró al cáliz vacío. ¿Había logrado sabotear el maquiavélico plan de sus atacantes al agotar los regalos de boda?-  Escuchadme todos. Debemos desperdigarnos y salir de la isla. No podemos seguir reunidos. No podemos confiar en nadie más que en nosotros mismos pero no debemos caer en el error de empezar a acusarnos y... 

Su discurso se vio interrumpido cuando la enorme pantalla que presidía el jardín se encendió: 

Dos figuras aparecían en ellas mientras una voz hablaba.

- No tan deprisa, Adela... la boda aún no ha terminado. Falta cortar el pastel nupcial. Aquí están las miniaturas

La voz era desconocida, los trajes de los dos prisioneros, en cambio, eran inconfundibles. Eran de un novio y de una novia. 

Pero para que no quedara duda alguna, la voz que hablaba descubrió sus capuchas y pudieron ver los rostros aterrados de Sunny y Laurie. 

También al hacerlo el secuestrador mostró su propio rostro. No pareció importarle. Era un muchacho rubio, delgado... A muchos les sonaba, pero no sabían de qué. 

- Hemos logrado nuestro objetivo. Asesinar a casi doscientos hombres lobo, de los más importantes de la Tierra ya ha valido la pena el sacrificio de muchos de nosotros. Sé que también el de mi madre

La voz del joven se quebró pero miró fijamente a cámara

- Ella fue engañada hace más de cuarenta años por Daddy Dope. ¡Poder matarle y reemplazarle habrá sido un honor para ella tan grande como cargarse a esos putos perros! Porque no solo lo hacía por ella sino por su madre, por su abuelo y por tantos otros que dieron su vida para proteger un legado que nos permitía salvar a la humanidad. Lo perdimos todo. 

Entonces uno de los invitados gritó

- ¡Ese chico es el que estaba con el fotógrafo! ¡Era el auxiliar! ¡El que hizo las fotos al llegar! 

El chico asintió orgulloso

- El que destruyó vuestros fotorreceptores. Los mismos que se encargan de regular cómo y cuándo os transformáis en Hombres Lobo, sí. Os hemos estudiado a fondo durante décadas. Al principio solo éramos una tribu... literal, de hecho. Pero ahora somos cientos de investigadores, de expertos... y de voluntarios que os han reemplazado. Hemos aprendido a jugar a vuestro juego....

Adela se adelantó con un paso solemne: 

- Estás heredando los pecados de tus ancestros. Esta boda sellaba un acuerdo entre los clanes. ¿No puede también ser un nuevo comienzo de relación con los humanos. ¿Cuál es tu nombre, chico?

- Hmmm, auxiliar, me gusta esa palabra. Ese soy. El Auxiliar. 

- ¡Míranos!- le gritó Adela sin querer pronunciar ese nombre- Antes de que vuestros trucos nos quitaran los poderes ya teníamos vuestra forma humana y seguíamos vuestras costumbres. Cuando nos las dejasteis de imponer las fuimos asimilando... ¿Era necesario hacer esta masacre que clamará una venganza? ¿Sabes cuántos humanos pagarán por lo que hicisteis esta tarde en esta isla? 

- Hablas de cerrar el ciclo. Eso no sucederá hasta que no recuperemos nuestro legado. ¡Esa! ¡Esa es la verdadera manera de que no podáis matarnos de vuelta! Los muñecos, Adela, las marionetas, el humo, las cartas, la sangre que os habéis bebido en la sacristía... ¡LOS DONES! ¡Eso es lo que vamos a recuperar! 

Adela tragó saliva y el chico continuó

- Efectivamente. Mis compañeros ya están infiltrados entre los supervivientes. Hemos visto lo que habéis hecho así que... Pensaba que tendría que desangrar a estos dos para hacerme con ella o tal vez la tendrías tú y tendría que degollarte... pero no... esos dones han sido repartidos entre vosotros... ¿A qué me recordará esto? Así que ahora vamos a jugar según el Libro 

"A qué me recordará esto" pensaba Adela bajando la cabeza

Los demás no pudieron por más tiempo permanecer callados y empezaron a insultar, increpar, llorar... 

- ¡Basta!- dijo el chico- Necesitáis orden, necesitáis un portavoz o... mejor dicho, dadas las circunstancias, un Maestro de Ceremonias. Hablaré con él en un rato. Pero que os lo explique Adela. Es la página 1 del Libro. 

La pantalla se apagó. Y en aquel sitio paradisiaco de repente sintieron algo de frío. 

Adela les miró

- Habréis oído hablar de batallas en estos siglos. Traté de impedir que volvieran a producirse los hechos. Repartir los dones e irnos de aquí. Ha sido en vano. Así como algunos tenéis el poder... otros ocultáis vuestra identidad como humanos. Tendremos que volver a librarla según las reglas. Eso sí, hoy será la última de todas. 

Así que prestad atención...

ADELA LEE EL LIBRO DONDE SE DETALLAN TODAS LAS REGLAS DE LA ESCENA DE INSTRUCCIONES.
A PARTIR DE ESTE MOMENTO TODOS SABÉIS CUÁNTOS DONES HAY Y LAS DIFERENTES DINÁMICAS

Cuando acabó les dijo

- Ayudadme a tirar los cadáveres al mar. Ahora sabemos que nadie más vendrá a matarnos que no seamos nosotros mismos. Mientras nos despojamos de nuestras familias y nos preparamos para la gran prueba que nos espera os daréis cuenta que algunos de vosotros tenéis dones.... Cuando volvamos aquí quiero saber quiénes se presentan para ser el Maestro de Ceremonias. Haremos la votación y lo elegiremos.
Será el primer paso importante. Y por lo tanto... doblemente importante. 

Vaya, veo que no habréis terminado de arrojar muertos ni mañana... ¿Matamos a demasiada gente o es que sin vuestras formas lupinas sois bastante torpes? 

En fin... 

Está anocheciendo... Necesitamos un Maestro de Ceremonias... ¿Quién se presenta candidato? 

Rafael presenció el horror de la masacre casi sin poder reaccionar, se había desatado otra batalla en el mundo de los hombres lobo, y parecía ser la madre de todas las batallas, el conflicto final, y él mismo estaba involucrado.

Había escuchado cientos de veces la historia de Sunny en aquel campamento, y las anteriores, que se transmitían de boca en boca, y ahora estaba involucrado en una, y no sólo su cabeza sino la de sus seres queridos estaba bajo la guillotina. Intentó concentrarse, y escuchó atento las instrucciones del libro.

No había soltado la mano de Martina en ningún momento, y ahora cabía la posibilidad de que fuera una de los asesinos, como seguramente ella también pensaba de él. La miró como si la viera por primera vez. También lo hizo con su madre, a quien se había acercado inconscientemente, y a Vicente. Todos podían ser humanos infiltrados.

Intentó calmarse. Según el libro eran 4, o 3 en el mejor de los casos, pero mejor apostar por cuatro. La mayoría entre ellos seguía siendo lobo. Había que organizarse, y encontrarlos.

El clima estaba enrarecido, Adela había hablado hacía ya unos largos minutos y todos se miraban entre si, inseguros.

No era tiempo de vacilación. Dio un paso al frente.

- Me presento como Maestro de Ceremonias. Me comprometo a escuchar a todos, cumplir las funciones con puntualidad y estar atento a evitar empates.

La piel normalmente aceitunada de David seguía cuatro o cinco tonos por debajo de lo normal. Y le venía fatal con la ropa que había elegido para la ceremonia. Era todo lo que podía pensar. Estaba bloqueado. Estaba nervioso. Se veía impotente y desconcertado. Conocía la historia de boca de Lory pero nunca le había prestado toda la atención que al parecer debiera haber hecho. David no venía preparado para esto.

Al ver a su amiga en la pantalla y escuchar las instrucciones, a los nervios y el bloqueo se le sumó la impotencia.

¿Ahora esto es un concurso de popularidad? - David había sido elegido el último en muchas ocasiones como para querer exponerse a algo así. ¿Qué podía aportar él a una situación como esta? El no era nadie,  nunca había destacado por ser puntual, ni siquiera organizado.

Por suerte, el ofrecimiento del hermano del novio le solucionó la papeleta, además de calmarle los nervios. Las palabras de Rafael, con esa voz grave, provocaron en el vello de su espalda el mismo efecto que cuando le vio en el cóctel.

- Ok, que esto acabe rápido por favor. Si tú quieres representarnos, por mi hazlo. No tengo preferencia por que sea uno u otra quien nos guíe, así que puestos a poner una cara al azar, que sea una bonita.

Al menos ha sido decidido y promete puntualidad. Eso tiene que valer algo...

La masacre la había dejado aterrada, y sin ánimos de otra cosa más que de abrazar a sus hijos. ¡Su cachorro, el benjamín del Clan, su Lorenzo! Verle con aquella capucha en la cabeza, a merced de esos desalmados, la sacó de quicio. Las palabras del Auxiliar, las de Adela, entender lo que estaba pasando cuando toda su mente se concentraba en su hijo capturado era un trabajo demasiado aplastante. 

Poco a poco, por necesidad, fue enfriando su sangre ardiente, recuperando el sentido perdido, la cabeza. También poco a poco iban calando las explicaciones y la lógica. Miró a su primogénito, que se había acercado a ella, y vio no sólo la preocupación en sus ojos, también la desconfianza. Y entonces, por primera vez desde que la pantalla se encendió, captó la cruel realidad con la que les estaban amenazando. 

Ellos mismos podían ser traidores. Todos ellos. Había cuatro traidores entre los supervivientes, cualquiera podía serlo. 

Tragó saliva.

Tenían que descubrirlos, y acabar con ellos. Sólo así podrían ganar aquella guerra sangrienta, y liberar a los niños. Maestro de Ceremonias... un eufemismo dadas las circunstancias.

Primero había sido Rafael quien se había ofrecido, era un papel que le iba pintado. Uno de los invitados ya le había incluso votado. Aún así, Amanda pensó que sólo podía confiar, plenamente, en ella misma. 

-También yo solicito ser la Maestro de Ceremonias. Soy perfectamente capaz, y comprometida. Por supuesto estaré pendiente de lo que los presentes requieran, y participaré a tiempo. No es que no confíe en mi querido hijo, pero prefiero presentarme yo misma. 

Todo sucedió tan deprisa que apenas pude tragarme la última croqueta que quedaba en la bandeja. Disparos, tiros, gritos, el apocalipsis. Yo sabía que estas cosas podían pasar en las bodas pero no me la esperaba en el enlace de mi hija. De haberlo sabido habría venido preparada, aunque las croquetas estaban buenísimas y de otra forma no habría podido comerlas.

Vuelvo. Disparos, violencia, ataques, muertos. Carreras. La gente huyendo, buscando un refugio. Seguí a los que parecían más avezados para encontrar una trinchera donde resguardarse y acabamos en una especie de refugio subterráneo para huracanes o guerra nuclear.

Antes de bajar al subterráneo vi a mi Lori salir corriendo, me alegré por ella. Luego vi que huía en compañía de su novio y ya me entraron las dudas. Sea como fuere acompañé al resto de supervivientes al refugio. Abajo, la vieja Adela empezó con batallitas e historias antiguas, yo estaba un poco conmocionada por los acontecimientos y el whisky, la suerte que había comido algo porque si no llego a arrasar con las croquetas seguro que estaría más indispuesta - bufff, qué bochorno. Qué calor hace aquí dentro.

Por suerte volvimos a salir. A través de pantallas gigantes se nos reveló que había sido un ataque terrorista organizado, una especie de venganza. Yo no paraba de salir de mi asombro. Miraba a Billy por si había sido culpa suya, alguna deuda empresarial, también a su ex, si se trataba de una venganza, bien podría haberlo maquinado todo ella. Quizás la otra familia, los Onieva, a saber qué escondían detrás de aquel apellido hispano, igual era un asunto de drogas o problemas con pandillas. En los informativos siempre salían noticias de todo tipo. Vivíamos en un mundo hostil.

Un desconocido, al parecer hermano del novio pretendía ser el maestro de ceremonias, me olió raro desde el principio - ¿Y por qué tú? Osea, ¿Vienes de fuera y ya queriendo ocupar un puesto? - joder, y se quejaban de que mis formas no eran protocolarias ¿Y éste, qué? - Ponte a la cola, hereda, cásate, ten un hijo... Búscate la vida - miré a las arpías por si alguna trataba de señalarme, buenas eran aquellas brujas - es que eso de venir y ya querer imponerte, mira hijo no. Yo sé que vienes de otro país, otra cultura, aquí hay libertad...

Anda que no había visto yo películas de mafia donde precisamente el hermanísimo era quien orquestaba un follón para luego quedarse con todo el emporio. Iba a seguir argumentando y casi salto de la sorpresa cuando una vieja del jurásico abrió la boca. Un susto... creí que estaba muerta y había vuelto a la vida - señora, creo que a su edad no es lo más conveniente. 

Dos Onieva queriendo acaparar el puesto de maestro de ceremonias, sin duda era para sospechar y bloquearles el paso - yo me presento al puesto de maestro de ceremonias y por supuesto que cumplo con todos los requisitos y obligaciones y aparte soy pelirroja, eh, eh - la única de los allí presentes. Estaba observando cómo la discriminación positiva estaba extendiendo sus tentáculos.

Tranquilamente. Así, sin meterme con nadie... vamos, lo normal cuando una quiere pasar desapercibida hasta que pueda coger a la novia y zarandearla para darle la enhorabuena... 

Así estaba yo. Mi whisky (excelente el islay, todo sea dicho) y yo. Buena música sonando de fondo y una compañía más que agradable, sobre todo por lo silencioso. Silencioso, si, es irónico. El primer disparo tronó, y casi escupo el agua de vida que ya me había echado a la boca. Por fortuna, mis espléndidos reflejos lupinos me permitieron mover la cabeza hacia adelante a tal velocidad que capturé el fluido alcohólico al vuelo, regresando a mi cavidad bucal, de donde nunca debió escapar salvo que fuera para bajar hacia abajo por el gaznate...

Cheers!

Apuré el resto del vaso y lo lancé al escenario, con todas mis fuerzas... luego todo se precipitó. Disparos. Sangre. Platos rotos... Más disparos... la mesa de los canapeses volando por los aires (me recordó al video aquel de Guns N' roses...)

Total, que aquello se convirtió en un "sálvese quien pueda"...

Y, sin saber muy bien como, me vi empujada hacia las catacumbas, al refugio... al safety place o como mierda lo llamen los americanos. Y menos mal. Pude lamerme las heridas, cual gata jodida, y... entender. Entender que demonios había pasado aquí.

(...)

Se presentó el otro Onieva, el hermanísimo - buah, ya empezamos - pensé.

Justo después, la otra Onieva - rock and roll... esto promete... - murmuré esta vez.

Esto... ¿esto estaba pasando realmente? Parecía una obra de la jodida Agatha Christie, influenciada por Tarantino y Robert Rodriguez... e iba a saltar y presentarme, pese a que nadie (prácticamente) de los presentes me conocía demasiado. Pero hubo algo, justo en el momento en que iba a abrir la boca...alguien mencionó que era pelirroja. 

Eso... eso es un punto a favor, si señora... tienes mi voto - dije, coqueta, mientras me agarraba un mechón de mi larga y sedosa cabellera y lo mostsraba. Y... que demonios, venía por parte de la novia, que menos que darle un voto de confianza a su madre.

Se acercó a su hermana - Zelina, querida, me alegro mucho de que des este paso y espero que no te sienta mal que espere a ver si hay más candidaturas de más gente antes de emitir mi voto. Ya sabes que yo soy un desastre con los horarios y siempre llego tarde a todas partes por lo que aprecio mucho y valoro a todas estas personas comprometidas y capaces para ejercer tal papel. - Dijo alzando la voz y mirando a los tres candidatos con signos de agradecimiento.

Recordó súbitamente su tarta. ¿Le habrá pasado algo? ¿Y mi vino? ¿Y el muchacho guapo y fuerte?

Rafael Onieva - Rafael (1), David Rose (2)
Amanda Onieva - Amanda (3)
Zelina Lue - Zelina (4), Grace (5)

Vad estaba en shock. Tanto ruido, tanto grito, tanta gente corriendo le recordó al videoclip “They don’t care about us” de Jacko cuando los presos golpean las mesas.

Veía los rostros de sus familias, porque aunque la boda aun no se había celebrado, para él todos formaban parte de una misma familia. Recobró la compostura y fue acercándose uno a uno, mirándoles a los ojos llorosos, mientras cantaba, con un hilillo de voz, “You are not alone”. Podía sentir el dolor de todos y cada uno de ellos… incluso notaba alguna mirada de desprecio pero evidentemente entendía que sería por la consternación general. 

Familia, se ha liado una buena. No soy bueno… hablando… prefiero cantar mis emociones… achafú! Me han gustado mucho las palabras de Rafa siendo claro y firme. Por ahora le votaré a él a la espera de más opciones. Me gustaría aprovechar para pedir que el tiempo que estemos aquí seamos amables, y respetuosos porque recuerden que algunos nunca tuvimos algo que el mundo llama infancia.

Vad se retiró haciendo un moonwalk perfectamente ejecutado.