Partida Rol por web

Te iba a dar esta nota, donde digo lo que te acabo de proponer- Dice comenzando a alterarse por la reaccion de Bill- Si no quieres aceptar mi ayuda, puedes meterte el papel por donde nunca da el sol, por mi encantado. Pero haz el favor de hacer bien tu trabajo y pillar al asesino. Se da la vuelta, en direccion a la puerta- Y por favor, que esta vez no se te escape de la comisaria...

Aguantando su rabia, pues no quiere seguir montando una escena en medio de la comisaria por si eso influye en su cese, vuelve a darse la vuelta, con fuego en sus ojos, saliendo de la comisaria. Habia ido con toda mi buena intencion a ofrecer mi ayuda y el muy capullo va y se cabrea... que le den

Con rabia, cierra la puerta de su coche,cogiendo el movil y haciendo unas llamadas. Al abogado, para tenerlo al corriente del caso del atropello. A algun contacto en la zona, para arreglar una cita. A una florista, para mandar una corona a la familia del fallecido, con mis mas sinceras disculpas en la dedicatoria... aunque pienso que nova a arreglar nada. Y a la pizzeria, para ver si comiendo se calmaba un poco.

Jason no da un portazo pero se va con un humor de perros sin dirigirte la palabra, seguramente se le pasará en un tiempo.

Entonces te diste cuenta que encima de la mesa tenías nuevos documentos, el informe forense definitivo de la victima de la semana pasada, ni más ni menos que la hija del alcalde.

Repasando los datos te llamó poderosamente la atención que el análisis de substancias en la sangre revelaba una alta concentración de “Pentotal sódico”

Molloy frunció el ceño.

-       Pentotal Sódico… – Rezongó extrañado.

Aquello confirmaba prácticamente al cien por cien sus sospechas sobre Maybrick era el asesino de aquella muchacha. Sin embargo no respondía al porque el asesino le había inyectado a la victima el suero de la verdad. ¿Tal vez para dejarla indefensa? En grandes dosis el pentotal podía usarse como anestésico, sin embargo podía considerarse la opción de que también hubiese sido usado para interrogar a la victima antes de matarla. De ser así, ¿Qué podría revelar la hija del alcalde que fuese de interés para el asesino? ¿Tal vez algunos trapos sucios de su padre?

Desde luego si se tratase de aquello habían formas más discretas de conseguirlo sin tener que matar a nadie…

Suspirando se levanto de su escritorio y poniéndose la gabardina se dispuso a salir de allí. Era hora de seguir las pocas pistas de las que disponía. Iría de visita de cortesía a preguntar a sus múltiples contactos en los bajos fondos de la ciudad. Si aquel tipo se hacía con ese tipo de material tan extraño tenía que hacerse con él de manera ilícita. Algo que se podía rastrear con relativa facilidad si uno conocía a la gente adecuada. Y él conocía a mucha de ese tipo de gente.

Además, nunca estaba de más relajarse rompiendo algunas piernas...

Pronto pensaste en uno de tus mejores informadores, Matt, alias “la rata” un camello de no mucha monta que le permitíais lo pequeño negocio y hacer la vista gorda a cambio de información.

El tipo no era tonto y lo sabía, por ello se encargaba de estar enterado de lo que ocurría en la ciudad para tener moneda de cambio con vosotros.

Tras dar una vuelta por su barrio no tardaste en dar con él, en estaba en la calle, sentado en un banco en el parque donde solía vender alguna “papelas”.

El te vio pronto y se levantó como para escaquearse.

El soplón intentaba escabullirse pero él lo había previsto y no estaba por mandangas. Se había acercado subversivamente y para cuando este se había percatado de su presencia ya era demasiado tarde para escapar. Un instante después de que este se levantase Molloy ya lo había cogido por el hombro de la chaqueta y lo había sentado de nuevo con un buen tirón.

–     Bonito detalle eso de levantarse para recibirme Matty, pero no es necesario tanta ceremonia hombre. – Saludó con una sonrisa irónica mientras se sentaba al lado del tipo con toda la familiaridad del mundo.

El tipo se revolvió, pero él le mantuvo retenido sentándolo de  nuevo en su sitio.

-       En serio, como me hagas correr detrás de ti, te pateare hasta que tu cara parezca tu culo ¿Entendido? – Prosiguió sin perder la sonrisa.

-      Hoy tengo un mal día y busco información sobre un asesino. Algo me dice por tu comportamiento que puedes darme información sobre él, así que yo de ti largaría rápido porque si no lo vas a pasar muy mal.-

Matt puso los ojos en blanco como si pensara “Otra vez con la misma historia…” pero no puso resistencia que lo sentaras de nuevo en aquel banco.

- Si, claro, sabes que siempre estoy encantado de verte – Obviamente era una mentira enorme, que no os la creíais ni uno ni el otro.

Ahora parecía mostrarse resignado - ¿Un asesino? Mira a cualquier senador, son corruptos, ladrones y matan con bolígrafo, elige al que más te guste – trató de bromear y ahora un poco más en serio añadió - ¿Pero tu crees que me van confesando los crímenes? Además todos los días muere alguien en la ciudad ¿no tienes más pistas? – el tío delante de tus ojos sacó tabaco y comenzó a liarse un porro ahí delante, el tipo era particular.

Molloy gruño ante la broma del joven camello. Estaba claro que no se encontraba con humor para aguantar frivolidades.