Partida Rol por web

Llegas a la terminal del aeropuerto de Zurich y pronto te das cuenta de que te has quedado solo, nadie mas ha venido aquí.

Mientras paseas viendo los cohetes llegar e irse acabas en una pequeña cafetería de pilotos en los que solo hay una persona

-eh, le conozco, es uno de los empleados de la agencia de previsión, yo les traje aquí ayer. Venga, le invito a un cafe-

Vincent espera sentado, para salir el último. Nadie sale por la puerta del transporte que le ha llevado hasta el aeropuerto. Vaya, que irresponsable de mi parte separarme del grupo.

¿Mila?, pregunta mirando a su alrededor. Que desconsideración dejar a Mila con esos locos. Vincent Books, tu caballerosidad te delata, o tu falta de ella más bien. ¡Sé mejor hombre que tu padre!

Ya en la cafetería, busca el lugar más apartado. Siempre ha evitado las aglomeraciones y una persona ya era mucho en aquella estancia.

Ya no, parece ser que me han rescindido el contrato. Ahora soy empleado de H&F, comenta desde una esquina.

Las costumbres dicen que si te invitan a un café, te sientes delante de esa persona y le des conversación. Sé agradable Vincent, murmura al levantarse y acercarse a la mesa del piloto.

Habrá visto el grupo extravagante que viajó conmigo ayer. Parece ser que hay psíquicos entre ellos.

-¿de veras? algo escuche claro, pero como ayer salieron todos con tanta prisa para el moratorio, por lo de esa bomba, mal asunto-

El piloto paga una moneda y al cabo de un momento te trae un cafe, pero esta frio y tiene unos posos de aspecto desagradable en su superficie

Vincent bebe el café sin darse mucha cuenta en lo caliente y desagradable que parece. Tras masticar un rato, su mente vuelve a hablar.

Es curioso que el café en realidad no tiene sabor. Es el olor lo que hace que nuestra lengua capte, en este caso, el regusto requemado y amargo.

Ah, sí. Hoy también han ido algunos al moratorio. Hemos perdido a tres empleados, Vincent encoge los hombros. Aunque a mi no me gusta la gente que no veo.

El piloto da un primer sorbo al cafe y luego lo aparta con cara de asco

-¿y esto es un aeropuerto internacional? bah-

Dejándolo a un lado sigue la conversación con tranquilidad

-no me gustan los moratorios, esa gente metida en hielo azul, siempre me ha parecido siniestro. Acunque visito a mi abuelo una vez al año, supongo que en realidad es lo mejor-