Vuestra llegada al aeropuerto os muestra un espectáculo preocupante, no hay cohetes, solo aviones, los cambios que ocurrieron durante el viaje parecen ser permanentes aquí
Os recibe el piloto que parece estar a sueldo con la compañía
-bienvenidos, vamos a ser pocos ¿eh?. Bueno, ponganse cómodos, creo que tendrémos buen tiempo-
Cuando sube a un avión os entra un escalofrio al ver el aparato pequeño y de apariencia fragil
estais presentes
Bob Meyer
Erzebeth
Evaristo
joder como odio esto de volar. Dice mientras se traga un puñado de pastillas. -Vosotros tenéis alguna puta idea de quienes pueden ser los psíquicos?
Odio estos aviones...
Pues la verdad no lo sé. Estoy casi convencido de que la tiradora es Nebelexë, pero puede que nos esté ayudando. Si vuelve a fallar iré a por ella... En cuanto a los psíquicos, no estoy convencido de lo de Parker, pero no se me ocurre tampoco otra persona sospechosa.
La resurrección de Ray Hollis fue extraña, pero le daré un voto de confianza de momento.
¿Hay algún droide por aquí? - añadí, mirando hacia los lados. - Me gustaría tomarme un agua, tengo la boca seca...
Voto a Parker
No, y espero no encontrarme ninguno, me dan miedo...
Se acurrucó en su asiento mientras estaba mirando por la ventana el cielo mientras asentía para si.
El vuelo se prolonga durante un día y una noche interminable, es difícil conciliar el sueño con el ruido de los motores y los movimientos del avión.
En medio de la noche despertáis todos, los motores suenan diferente, mucho mas ruidosos y traqueteantes, y no solo eso, las pocas comodidades que teniais han desaparecido, el interior del avión recuerda mas a una lata vacia con unos pocos asientos incómodos, y vuestro equipaje se apila detrás de vosotros.
Finalmente llegáis a Oconomowoc y contempláis vuestro avión, os soprende que un cacharro tan viejo haya sido capaz de mantenerse en el aire.
pese a todo habéis llegado sin incidentes, luego os paso a la escena del nuevo día
siento no haber animado mas el turno