Partida Rol por web

Es lo que te he puesto. Te has parapetado y eso está bien. Pero haz una tirada porque te cae todo el techo encima. Dos tiradas, a +6, por usar la cama.

Te había dicho +6 por el parapeto, pero se ve que no jajajaja

Tu rapidez a la hora de cubrirte con la cama te permite soportar la caída de fragmentos sin que sufras grandes daños, salvo golpes y magulladuras, pero tu teléfono no corre tanta suerte. Uno de los fragmentos cae sobre ti y te aplasta contra el suelo, aplastando a su vez el teléfono que múltiples piezas. Al instante, sin que le de tiempo a decir nada, ambos desaparecen en un estallido luminoso y la cama cae al suelo, al perder el cuerpo de Kurusu como soporte.

Kurusu estaba atrapado sin posibilidad de huir. Escuchó las voces provinientes del exterior y sabía que las cosas arriba pintaban francamente mal. ¿Habrían logrado salir de allí Yunly y Nishijima? No lo sabía pero deseaba de corazón que así fuese, amaba a la muchacha y tenía gran afecto por su subordinado. El oficial trató de liberarse mientras se sucedían los acontecimientos, en su móvil seguía apareciendo Dead End, dejarse encerrar no había hecho variar su futuro.

Entonces, justo cuando creía que saldría de allí...¡Booooummm! Una fuerte explosión sacudió el lugar y a duras penas logró saltar para cubrirse debajo de la cama, enormes bloques, vigas y escombros caían a plomo. El calor de la honda expansiva también le quemaba la piel, escuchaba cristales impactar por todas partes y una enorme polvareda le impedía ver y respirar. Justo entonces se dio cuenta de que había perdido el móvil durante el salto pero estaba inmovilizado en su precaria situación. El polvo iba depositándose y parecía que había sobrevivido a pesar de todo, estaba aprisionado por los escombros sin posibilidad de moverse pero sabía que si esperaba vendrían a rescatarle.

Al ver el móvil a un escaso metro de su posición se alegró, estaba cubierto de polvo pero parecía intacto. Con su mano intentó tomarlo pero no llegaba por poco, unos escasos centímetros.

Vamos joder...un poco más...quiero estar con Yunly...

¡Crack! Ese crujido era de la última parte de la estructura que había logrado mantenerse. Kurusu solo pudo mirar hacia arriba y ver cómo la viga caía a plomo impactando de lleno en el móvil que quedó hecho pedazos.

- No me jodas... Y desapareció del lugar absorbido. El diario no se equivocaba. Su hora había llegado.

Masumi llegó al rato, después de dejar a Yunly en su casa, pero solo para encontrarse la completa destrucción de la Comisaría. Algunos policías estaban ayudando a controlar a la gente, mientras los bomberos hacían su trabajo.

-¿Qué ha pasado? -preguntó con avidez, tras salir del coche.

Uno de los policías se acercó a él.

-Al parecer ha explotado una bomba. Solo tenemos una víctima confirmada, seguramente el terrorista, porque su cuerpo era el que más cerca estaba de la explosión. No hay nadie más, ni muertos ni heridos.

Ahora Masumi estaba desconcertado.

-P-pero eso es imposible. Enceré a Keigo Kurusu en una celda. Tiene que estar ahí.

Seguramente habrá escapado, porque no hemos encontrado a nadie en las celdas. Ningún cuerpo.

Masumi se giró sorprendido hacia las llamas, sin entender lo que había ocurrido. En unos pocos minutos, todo se había ido al infierno. ¿Qué estaba ocurriendo en aquella ciudad?

En ese momento llega un coche y se baja un hombre elegantemente vestido, que se encuentra en sus cincuenta, Miyake Hachiro. Tiene un gesto serio y camina con seguridad, sin prestar atención al gentío.

Cuando llega hasta donde se encuentra Masume, se gira hacia él.

-Soy el alcalde en funciones, Miyake Hachiro. En ausencia del alcalde Balks, seré yo quién se encargue de coordinar la investigación de lo que está sucediendo aquí.

Después, observa el fuego mientras los bomberos intentan apagarlo y también el cuerpo calcinado que está parcialmente tapado.

-Últimamente nuestra ciudad está siendo sometida a demasiada tensión. Hay muertos y atentados por todas partes. ¿Se puede saber qué ha ocurrido aquí y qué está haciendo para arreglarlo?

-Y-yo... señor alcalde... es un placer -consigue decir Masumi, completamente fuera de lugar -. Yo había detenido a Keigo Kurusu por el asesinato de una joven, pero ahora.... No sé qué ha ocurrido. Ese hombre parece ser el terrorista pero no podemos identificarlo. El alcalde ha desaparecido y ahora, Keigo Kurusu también.

Entonces, Masumi se pone serio. 

-Creo que necesitamos más hombres, señor. Con un equipo más numeroso podríamos patrullar por la ciudad y asegurarnos de que nada más ocurriese.

En cuanto lo dijo, Masumi comenzó a temblar. Aquel hombre, el nuevo alcalde, le infundía mucho respeto. ¿Qué opinaría de él?

El nuevo alcalde en funciones gruñe ligeramente antes de responder. Mira con seriedad a Masumi y valora sus palabras.

-Los tendrá. Pero quiero resultados, o buscaré a otra persona que ocupe su puesto. 

Tras decir, esto, Mayuki se da la vuelta, se sube a su coche y se marcha, dejando a Masumi respirando nervioso.

Masumi mira su reloj, angustiado. Es tardísimo, cosa que no le extraña porque se siente agotado. Así que se acerca a un policía.

-Me marcho a casa. Necesito dormir unas horas. Que se lleven el cuerpo al laboratorio forense. Yo iré por la mañana a informarme de los progresos.

El policía le hace un gesto con la mano para indicar que le ha entendido y Masumi se marcha a casa.