Claymore transcurre en un mundo medieval donde conviven los seres humanos y por una especie conocida como espectros (yoma).
Los espectros son depredadores naturales de los hombres a los que devoran las entrañas y cuya mayor habilidad es la de cobrar forma humana. Lo que les permite camuflarse entre los habitantes de un pueblo haciéndose pasar por uno de ellos.
Los únicos seres capaces de encontrar a los espectros y eliminarlos son las guerreras conocidas como Claymores (por la gran espada que llevan). Estas son creadas por la organización mezclando seres humanos corrientes con sangre de espectros. Los miembros de esta organización son conocidos como los hombres de negro por el color de sus atuendos.
Las claymores tienen apariencia humana pero se distinguen por sus ojos plateados por lo que las conocen como "brujas de ojos plateados". Sin embargo, si pueden encontrar a los espectros es por su capacidad de percibir su presencia espiritual (Yoki), estén o no camuflados.
Sin embargo, estas guerreras se pasan toda su vida luchando con su demonio interior y llegado un momento que no pueden resistir más le mandan su carta negra a una compañera para que las mate antes de convertirse en un monstruo.
Si la compañera no llega a tiempo o la pérdida de control es demasiado rápida se convierten en revelados, unas criaturas mucho más poderosas y grandes que los espectros normales pero que comparten con ellos su necesidad de comer carne humana.
Con esto creo que tenéis de sobra para conocer el mundillo y en cuanto empecemos ya veréis la situación tan comprometida en la que se encuentran nuestras claymores...