Partida Rol por web

Mis palabras vienen a raíz de que algunos me consideran sospechoso, aunque de momento solo sé con seguridad que así lo piensa el dios azteca. Con un gesto cortés de mi mano, rechazo la copa del dios del vino. Ahora no me apetece, gracias, pero no lo tomes como señal de desconfianza - termino la frase sonriédole. Por cierto, ahora que me acuerdo, aclaro que traje a Atenea la primera vez... está última tampoco ha sido obra mía. Miro ahora a la diosa felina: ¿Por casualidad tú no habrás visto u oído algo sobre Artemisa, Bastet?.

El ser sin piel observo impertérrito ante la resurrección de Atenea.
-Presupongo saber como ha vuelto a la vida y aunque me equivoque, voy a expresarme. Creo que Atenea solamente estará entre nosotros 2 días mas, después volverá con los muertos.-Espero y continuo.-Así pues pido que esta noche Atenea observe a Dioniso y saque de dudas a todo aquel que las tenga.

Oh, claro claro claro...

Lanzo la copa ofrecida hacia atrás, la cual estalla en pedacitos de cristal y se desvanece junto con el Néctar.

Yo también lo sé.

Asiento con la cabeza y me siento mirando con una sonrisa al ser sin piel.

Preferiría seguir con dudas esta noche, si se me permite... Aunque no creo que llegue a dos noches de vida. Preferiría que nuestro querido Asclepio y su don quedasen libres de duda alguna ahora mismo, aunque os dejo decidir.

Abro mis brazos y sonrío con amplitud.

Aunque si lo hace, sencillamente me gustaría que resumiese en "se puede confiar en Dioniso ciegamente" o "liquidadlo", ya que será lo mejor... O incluso guardar silencio.

Le guiño un ojo a la diosa de la sabiduría.

lo siento dioniso inspeccionaré a ti pero si eres inocente así conseguiré que se quiten las sospechas de tí

Tan sólo te pido que uses una de las dos frases que te dí. Confía en mí, si es así.

Vuelvo a guiñarle un ojo y a tomar mi copa y mi vial vacío, para beber media copa de un sólo trago.

Vamos, querida Palas Atenea, no temo tu juicio...

Mi sonrisa se amplía de oreja a oreja.

Un silbido se escucha en el ambiente,un sonido de cortarse el aire,algo surca la estancia,algo afilado y peligroso que pasa muy cerca de Dioniso,apartándose en el ultimo segundo y salvando su cabeza.
En una columna queda enclavaba el arma mientras que otra nueva,esta vez un hacha vuela desde otro angulo reuniéndose con su hermana afilada.
Así ocurría durante unos segundos,una miriada de armas se reunían,juntas,creando una forma extraña e indefinida.
La piel creció por encima y el acero paso a ser carne y sangre generando un avatar: La muerte había sido vencida de nuevo esta vez por el Señor de la Guerra.

Gracias por esta bienvenida tan calurosa. Sonrío tranquilamente observando a los presentes. De repente caigo en la cuenta de algo acercándome a Dioniso. Dioniso por favor dos copas. Miro a Bastet amablemente. En este tiempo pasado no hemos podido compartir una copa, espero que aceptes tomar una conmigo.

Miro a los presentes pestañeo fuerte y digo 

Esta noche he tenido un sueño, en ella se veía una sombra entre la oscura noche,sentía un aura misteriosa, pero de confianza, estaba vigilando a seres de un aura oscura.. Vi a Dioniso, me compalce decir que es inocente.

Ahora debemos protegerle.

Resoplo con una fuerza digna de Eolos.

¿Tan difícil era, querida Palas Atenea, usar una de las dos fórmulas que te dije?

Niego con la cabeza, la resurrección del dios de la guerra no me pilla por sorpresa de modo que me coloco a su lado mientras una vid sostiene mi copa por la mitad y hago aparecer una única copa de cristal fino mientras mi vial se llena de un líquido carmesí oscuro.

Este tiene mucho cuerpo, aunque es algo áspero...

Digo vertiendo sobre su copa. Niego con la cabeza nuevamente.

Si quiere algo que lo pida.

Me alejo dos pasos de él y una vid sostiene mi vial mientras hecho ambas manos hacia delante a la vez en un gesto cansino.

Dale todo el mundo con que si vigilo, si espío... ¿Pero qué os ha dado? El que espió y murió fué nuestro querido Chronos, al igual que debido al don de los caídos que le concedí, mi felina y querida Bastet. ¡Yo sólo tengo insomnio! Deambulo viendo a las diosas dormir y deleitándome con ello. Incluso te observé dormir, querida diosa de la sabiduría, a tí y a prácticamente todas. También he de reconocer que dió la casualidad de que aquellas a las que fuí a ver en última instancia cada noche fueron traidoras. ¡¡Pero eso no es mi culpa!! No podéis judgarme por ello, soy un dios de perversión y pasión y... Hay otros objetivos más importantes. Como tú, como la diosa felina, o incluso el dios emplumado. ¡Por no olvidarnos del dios sabio y meditabundo!

Aprieto los dientes un tanto molesto.

Ya os he brindado mi sabiduría... Ahora judgar como consideréis...

Sonrío un tanto triste mientras observo mi copa y la tomo, vaciándola de un trago, a la par que tomo mi vial con la otra mano y lleno mi copa.
 

Me acerco con mi copa a Bastet, la mía es algo fuerte, pero siempre puedes pedir una. Al escuchar a Dioniso hablar. Eres mas tonto de lo creía Dioniso, si observas a una diosa por la noche sola, es para hacer algo mas.

Querido Ares... La fiesta está conmigo y por eso no duermo como vosotros... ¡Podría estar semanas de fiesta seguidas sin siquiera bostezar! Pero... ¿Algo más? ¿Con una diosa dormida que ni reacciona cuando la tocas? No. Podría hacer lo que quisiera, pero algunas me matarían, otras también, y las que menos... Resulta más entretenido seducirlas que arrebatar por la fuerza aquello que no me pertenece.

-Atenea fue asesinada por RA y si sabe de la verdad de Dioniso, exijo saber que poder tiene. No es suficiente con su palabra, no al menos para mi. Ya esta bien de secretos. Estamos perdiendo el tiempo, el misterio es para los mortales no para los dioses, ser claros. De lo contrario, quitare mi confianza en ambos.

Ya te lo he dicho. ¿Acaso me expliqué mal?

Pregunto un poco confuso por sus palabras.

Ya ha dicho su don, no duerme por las noches y nos observa, así pudiendo ver si hay asesinos y quienes son, ¿verdad Dioniso?  . 

Mi mirada asesina se dirige a Atenea.

Mi PODER es el de elaborar un Néctar que me lleva al éxtasis y así puedo tomar dones de otros dioses. El último uso fué para devolver la vida a mi felina y querida Bastet. El Néctar base tarda mucho en elaborarse. En cuanto a mí...

Suspiro largamente.

Sí, como he dicho antes, puedo tirarme más de una semana de fiesta seguida sin dormir. Simple y puro insomnio, que uso para deleitar mi mirada con los cuerpos de las diosas mientras duermen en sus habitaciones. También pasé una vez por la habitación del dios Chacal y pensé en matarle, pero... Me falta fuerza. Era parte del don de mi querida Eris, así que decidí relegarlo. Fué casual que las dos últimas diosas que fuí a ver, la diosa de la memoria y la diosa de la discordia, no estuviesen en sus habitaciones, si no liquidando a otros dioses. Como bien les acusé, amén de por ello, por los razonamientos más que lógicos. Los que murieron por espiar a los caídos fueron mi querido Chronos y, por mi intervención, mi felina y querida Bastet. ¿Tan complicado es de entender?

Según tus palabras, Anubis es culpable. Pero se contradice con lo dicho por Atenea, pues ella dijo ver en su interior y no ver traición en el. Quien de los dos dice la verdad.

Como ya dije... Mis palabras contra el dios Chacal venían del don de mi querida y traidora Eris, amante del presente dios de la guerra. Ella reconoció allí abajo ponernos en contra, por ello fuí a su habitación, como a la de todas las diosas presentes. No he dicho, ni pretendo decir, por ahora al menos, que el dios Chacal es un traidor. Símplemente al verle ido pensé que su muerte podría calmar su espíritu, del mismo modo que calmó mi odio por él. No obstante, parece haber vuelto a sus cabales.

Bebo media copa de un trago, el Néctar espeso me vuelve a la realidad. Miro al dios esperando su siguiente duda.

A lo mejor ha cambiado, fue el primero en ser inspeccionado. 

Y mi querida Cail* también cambió, pero por todos los dioses, dadle un voto de confianza, parece haber recobrado sus cabales. No puedo acusar a nadie aún, me faltan pruebas. Necesito meditar y festejar y deleitarme con el cuerpo de diosas dormidas para poder pensar con claridad, dado que ninguna me deleita estando despierta...

Miro a Atenea.

Aunque quizás...

Sonrío.

le miro,

Mira lo que quieras, pero no me toques, ni te toques.

digo lo último entre risillas.