Partida Rol por web

El número de hadas reunidas había sido diezmado y ahora las acusaciones se servían del miedo y las ganas de sobrevivir a aquella matanza para aumentar aquel olor a sangre en el aire…

Ignea comenzó su acusación y con furia en el corazón y sangre en sus palabras se acercó con dedo inquisidor hacía Flama… aquella actitud desató de nuevo la guerra…

El miedo guió las manos de Cristel y trinchó con su tridente el vientre de Ignea la cual la miraba con ojos incrédulos enjugando sus dedos en su propia sangre…

Sin pensar ni siquiera un momento aferró su hacha con las dos manos para dar sentencia a aquella que había osado herirla…

Cristel con miedo apartó su tridente del cuerpo herido de Ignea… lo cuál propició su avance hacia Cristel… pero a su paso la maza de Rubí impidió seguir su camino…

Las rodillas de Ignea se rompían en chasquidos a cada colisión que Rubí ejecutaba con el maza…

Ignea soltó su hacha y cayó al suelo aferrándose a las maltrechas piernas que dejaban ver el blanco marfil que sus huesos contenían…

En un movimiento desesperado de ayuda se aferró con sus uñas a la piel de Faina y esta movida por el temor asestó un corte en la mano de Ignea con su shuriken circular… dejando ver los adentro de la mano de está…

Gritos de dolor y agonía se apoderaron de su garganta… y tras dos eternos segundos… su voz calló…

El pico afilado de la parte trasera del Martillo de Medea si incrustó sobre la frente de Ignea dejando un hueco por el que la vida del hada de fuego se escabullía…

Su pelo dejó de ondear entre llamas y fue ahora sedoso y negro como si de una simple humana se tratase… su mirada blanca y vacía miró a la luna que traía a una noche que pronto se teñiría de color carmesí…

…

La sangre sobre la arena empezó a reabsorberse por las piedras y cantos que sobre el suelo se posaban…

Del suelo crecían raíces que poco a poco tomaron forma de manos para después dar lugar a sangre… y mucho después unos torsos coronados por bellas cabezas…

La sangre teñía aquellas raíces dando la impresión a la vista de carne viva… Los cuerpos hasta la cintura miraban fijos al suelo… y tras un momento eterno de silencio… sus miradas os encontraron… reconocíais a aquellas torsos unidos al suelo… eran todas y cada uno de vuestras compañeras…

Con ojos hechos de sangre y muerte buscaban vuestros cuerpos y sus manos afiladas buscaban vuestras vidas para alimentarse…

Una batalla campal se aposentó en aquel lugar… Durante el combate algunas armas pudieron destrozar el cuerpo enraizado de alguna de vuestras compañeras…

La cabeza de Ondina se separó del torso que le daba vida… y el cuerpo de Samara fue partido por la mitad gracias al hacha de la recién caída Ignea que una de vosotras usó de forma improvisada…

Poco a poco aquellas torsos… y aquellas manos volvían a la calma… y poco a poco volvieron a ser reabsorbidos por el suelo… sin dejar rastro alguno de su anterior presencia…

A su ida os disteis cuenta de la falta de una de vuestras compañeras…

Caliope había desaparecido con ellas… había sido víctima de sus manos afiladas y de su desaparición silenciosa…

Aun quedaba noche de aquel largo día… y aún nadie conocía el nombre de las radicales…

Calló de rodillas llorando,  no aguantaba más la presión, nunca había querido hacer daño a ningna hermana, pero hoy... ¿¿cómo había perdido los papeles hoy?? ¿¿como pudo asestar ese golpe a Ignea?? se sentía fatal por ello. Luego vió que faltaba su hermana ¡¡Caliope!! ¿pero que locura se estaba apoderando de ellas? ¿que daño había hecho Caliope?

Cerró los ojos con fuerza, intentando despertar de aquella pesadilla, no podía estar pasando todo aquello, abrió los ojos teniendo ya claro que no podría despertar, y hizó lo que mejor sabía hacer, cogió su flauta y empezó a tocar una melodia para Caliope e Ignea. Mientras tocaba pensaba que se cambiaría por cualquiera de ellas, pero sabía que sería peor para su hermanas, no podía ser egoista, no es estos tiempos.

Con la mirada blanca y habiendo perdido todo rastro de vida… Ignea se volvió a levantar… su piel ahora también se recubría por una mezcla de sangre y raíces…

Con paso fúnebre… quebradizo pero decidido se acercó a vosotras y con una fuerza más equiparable a un ogro que a un delicada hada agarró de la mano a y tiró de la cintura de Flama…

Poco a poco… se iba adentrando en un pequeño agujero… como si decidiese llevarse aquel cuerpo para que la acompañara durante su sepultura…

Flama gritó… sus manos se aferraban como podían  a la arena mojada… sus uñas se quebraban intentando aferrarse a lo que pudiera salvarla de aquel destino…

Tras introducir todo el cuerpo en el agujero… las garras afiladas de Ignea taparon el agujero con arena y piedras… y fue entonces cuando la arena empezó a ahogar la vida de Flama…

Cristel no podía dejar de llorar mientras miraba como la tierra acababa con la vida de Flama sin importar su agonía…

Según la vida de Flama se iba apagando… el cuerpo de Cristel se desmoronaba… el paso del tiempo se aceleró en su ser… y la marca de la muerte se hizo presente…

En un último intento… os tendió una mano en busca de ayuda… pero finalmente encontró otra cosa… silencio… muerte

Los pájaros aún dormían y la luna llena alumbraba el cuerpo frío e inerte de Cristel