La noche ya amenazaba con su velo de muerte... y vuestras miradas inquisidoras, registraban los ojos de vuestras iguales en busca de una culpable.
Un sonido continuo y penetrante sonó entre los arboles y una de las hadas acogió ese sonido en su cabeza... el sonido penetraba en su cabeza y retumbaba en su mente...
Dolor, muerte, agonía... mezcla de sentimientos que sentía y añoraba... algunos cercanos, otros lejanos...pero al fin todos se hacían realidad...
El dolor llenaba su cuerpo... la agonía destrozaba su mente y su la muerte era deseada en aquellos momentos...
Tras gritos de dolor y aferrar sus manos a la testa... aquella maldición daría fin a su vida...
El sonido se agudizó... y tras pocos segundos... la cabeza del pequeño hada estaño en mil pedazos...
El suelo ahora recibía su cuerpo sin cabeza, y la sangre que la mantuvo en vida... la muerte abrazó para siempre el alma de Rubí.
La luna lucía con todo su esplendor…
Ya no hacían falta disfraces ni tretas… solo descubrir toda la verdad y salir indemne de toda aquella discusión…
Un golpe de abanico y la vida de Fayna, se aferraba al acero de su abanico… Las manos de Fayna intentaban sin éxito frenar el caudal del sangre por el que su vida fluía y se escapaba de la cárcel de su cuerpo…
Ya no hacían falta máscaras… que tiñeran de sangre sus ojos… y guantes que ocultaran la sangre de sus manos… ahora solo estaba ella… y el mundo conocería sólo lo que ella contaría…
Sobreviviente en una jungla de muerte y desesperación… el miedo y la represión la llevaron a esconderse mientras sus hermanas… imbuidas por el espíritu de la ira, destrozaban los cuerpos de sus semejantes…
Espera… no hacía falta contar nada de aquel concilio… no hacía falta mencionar ni que ella estuvo allí… pues nadie desmentiría sus palabras…
Ahora Mara… volverá junto a sus hermanas… las hadas de agua… como si nada hubiese pasado… y su espíritu camaleónico le seguirá ayudando a protegerse, evadir la muerte e incluso… porque no… vencer…