Partida Rol por web

Con una nueva alarma, la primera de esta semana nueva, los residentes del refugio se despiertan y salen de sus habitaciones para reunirse en la cafetería del mismo, tal y como ya es protocolo habitual durante estas leves "crisis". La situación ha degenerado de tal forma que siempre ocurre algo que pone la convivencia y la vida en el refugio en jaque.

Allí los miembros del refugio que lograron sobrevivir a los anteriores "accidentes" se encuentran reunidos, esperando por saber si todo estaba en orden, o si por el contrario, la amenaza de los saboteadores persistía... Aunque viendo quienes se habían acercado, eran menos que los que se habían ido a dormir.

Su voz, como ya era habitual, no provenía de ninguno de los presentes, si no que venía de los distintos altavoces y sistemas de audio que se encontraban esparcidos por el refugio. Y al parecer tenía bastantes noticias que dar.

Habitantes del Refugio 113. Os habla El Supervisor.

Como podéis ver sois uno menos que los que os fuisteis ayer; y aunque no tengo todas las respuestas de lo que ha pasado durante esta noche, puedo aseguraros de un par de detalles que quizás sean de utilidad para vuestra supervivencia de aquí en adelante.

Tim Weasley ha sido encontrada en los pasillos de las habitaciones por nuestro Señor Mañoso, al parecer el tiene el cuello roto, alguien le ha partido el cuello, girándole la cabeza exactamente 180º, pues se asume que el no había mutado para ser parcialmente un buho.

Y la investigación hecha paralelamente ha llegado a una conclusión: Ya no quedan más saboteadores. Enhorabuena, dáos unas palmaditas en la espalda a todos por vuestra gran labor en encontrar a estos enemigos del Refugio y de Vault Tec...

Ahora, disfrutad de "Dear Hearts And Gentle People" de "Bob Crosby and the Bobcats", pues como podéis ver, como vuestro Supervisor me importa vuestra seguridad. A partir de hoy, la vida continúa como siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre y siempre...

Al parecer se estropearon los altavoces.

-AJÁH! - exclamo con énfasis y alegría desmedida. - Sabía que podía ser. Nadie se mete con la Nuke-Cola y organiza un sabotaje en su contra en mi presencia! - empecé a sacar Nuke-Colas a gogó para brindar por un trabajo bien hecho.

- Bien por ti eh Ismael? al final no eras un asesino loco! jajaja - rio escandalosamente y me dispongo a brindar con todos los que se predispongan. Mirando de arriba a abajo a la única mujer del grupo restante. Ahora sería ella la mandamás, aparte del Supervisor. ¿Se volvería su secretaria?

-¡Hurra y albricias!- exclamó John, dando un brinco y lanzando el monóculo al aire como si de un birrete se tratase.

-La investigación ha llegado a buen puerto, y todos podemos volver a nuestra vida normal, felicidades a todos-​​​​​​​ felicitó el "investigador" al resto.​​​

Lara abrió una Nuke-cola eufórica.

-¡Hurra! Debemos festejar por Ismael que tenía razón. Por cierto, ¿quién de ustedes acabó con el último?

   Bueno... hoy no será el día - mientras me recostaba contra el asiento mas cercano y abría una Nuka-kola -  ¿ me despiertan cuando a alguien se le vuelva a rodar las canicas. ?

Mike Rodríguez, en esta ocasión, no salió de su cuarto asignado. En cambio, emergió sonriente de la sala de interrogatorios, como si hubiera encontrado la llave de un enigma que lo había atormentado durante demasiado tiempo. Su rostro irradiaba alegría y un cierto misterio jubiloso que intrigaba a quienes lo rodeaban.

-Por fin puedo expresarme sin arriesgarme a que uno de esos saboteadores me elimine-, anunció con un brillo travieso en sus ojos. -Que sepan que de hoy en adelante, igual que estas últimas noches, si otro saboteador entra al refugio, lo interrogaré y acabaré con él, como lo hice con Missy y Tim Weasley.

Mike se dirigió al depósito de Nuke-Cola con un aire de festejo, como si estuviera a punto de revelar un gran secreto. Tomó una lata y le dio un largo sorbo, culminando con la botella completamente vacía, solo para abrir otra con un chasquido satisfactorio.

-¡Mis sospechas fueron correctas en ambos casos!-, exclamó con un gesto triunfal, como si hubiera resuelto un enigma que lo tenía en vilo. -Y agradezco con creces a Makaco por proporcionar la información crucial que puso uno de los últimos clavos en el ataúd de los saboteadores-. Levantó la Nuke-Cola en un brindis simbólico hacia un futuro más claro.

Se acercó a John, eludiendo cualquier tensión con unos brinquitos singulares. -Tenía miedo de que siguieras las instrucciones del más allá de Missy, porque solo Tim, Demetrio y yo sabíamos que era una saboteadora. Pero no quería descubrirme como su asesino por si se había comunicado con sus compañeros durante el interrogatorio-. 

-Bien, compañeros, el refugio sobrevivió a otra tarea más en este mundo-, concluyó con satisfacción. -Nos queda enfrentar lo que venga por delante. Al fin y al cabo, siempre está sonando esa alarma-. Mike estaba listo para abrazar los misterios que el apocalipsis tenía reservados para ellos, mientras disfrutaba de su bebida gaseosa con una sonrisa traviesa.

-AHAJAHAJAHJAHAH! - brindé con el pistolero Mike, al parecer había atrapado al último la misma noche que quise espiarle para ver si era sospechoso o no. - me has ganado por uno! o de uno... o más de uno?... - me muestro confuso ante mi propia confusión, e inmediatamente paso de la confusión para seguir bebiendo y celebrando - me has ganado! jajajah. Ante mis ojos nadie más hará nada sospechoso. A no ser que me emborrachen. De nuevo. O maten.. o incriminen... jajajajah! 

Escuché atentamente el informe del supervisor. Gesto grave, constrito. Temeroso busqué con la vista rostros conocidos... y solo Weasley faltaba. Un largo suspiro escapó de mis labios cuando oí que era un saboteador. Una alimaña disfrazada de arponero interestelar.

Un... desecho.

En tanto que el informe llegó al final, mi rostro demudó en algo más agradable. Algo más... terrenal. Por un momento dejé de ser ese arisco lobo de mar, esa alma torturada anhelante de embarcarse de nuevo a bordo de un simple esquife para perseguir mis sueños, ola tras ola... 

¡Demonios! Esto es... esto se merece...

Me acerqué a la máquina en donde Mike ya daba cuenta de su segunda nuka-cola y lo aparté, con un empellón cariñoso, mientras pulsaba, con el gesto a la vez triste y feliz, el botón de descafeinado.

Wanna go get some coffee?

Sure. Where?

Se escapó tal susurro, como si conversara con algún ser etéreo. Y una lágrima surco mi ajado rostro.

Lo habíamos logrado.

Rodríguez se acercó a Ismael con una sonrisa traviesa, como si estuviera compartiendo el último chiste más grande del apocalipsis. -Venga, tío, que por poco te llevo a la sala de interrogatorios, pero has resultado ser honesto con tus palabras-, le dijo en un tono juguetón, como si hubiera disfrutado de un juego de adivinanzas.

Volvió a reír, como si la vida postapocalíptica fuera la comedia más absurda jamás escrita, y levantó su bebida para un brindis.   -Al final, los saboteadores resultaron ser los cazadores cazados. ¡Ja ja! Qué ironía-, exclamó con un toque de sarcasmo, como si estuviera disfrutando de la mayor travesura de todos los tiempos.