Partida Rol por web

-Eso es cierto... -asiente con respecto al tema de la hermana... pero no espera que la lleve a esa fiesta... o al menos no sería una fiesta como ella lo había pensado, o sería una fiesta en varias partes. En cuanto a la sala de los menesteres...- ¿La sala? Meter a un montón de leones en esa sala es más peligroso que hacer la fiesta en el despacho de Snape, te lo juro... una vez fui con Weasley y dos amigos suyos y empezaron a aparecer cosas estúpidas y peligrosas -negó con la cabeza riendo levemente mientras él decía aquella otra frase. Ella le miró, sonriente, y entonces... aquel beso fue, desde luego, más intenso. Las lenguas de ambos se cruzaron en sus bocas, como si se estuvieran diciendo mil secretos que durante el verano no pudieron. La mano izquierda de la joven fue al fibroso cuello del chico y ascendió hasta su oreja, acariciando su lóbulo, y pelo, entrelazándose con sus cabellos. La otra mano se separó un instante de la de él- Bien... ¿invernadero? ¿Con este calor? -dijo, repitiendo el comentario de él con una risa provocadora- No querrá, señor Malfoy, que acabemos pasando calor, ¿no? -susurró, aún a sabiendas de que no les oían, e hizo un toquecito con su mano libre en el asiento junto a ella para estar más juntos.

-¿Qué tal con tu hermana, por cierto? -le preguntó cuando estuvo cerca de nuevo. Apoyó, incluso, su cabeza en el hombro de él, como solían hacer cuando estaban a solas en algún lado, ya fuera la Sala Común, algún lugar alejado de los jardines, o Cabeza de Puerco- Tal vez deberíamos intentar socializar un poco... he dejado a mi hermano tirado... y seguro que querría estar aquí -añadió.

Otro año en que me bajo del avión solo y me embarco camino al tren para volver a clase, no me puedo quejar de las vacaciones en ecuador, pero nuevamente es como si todo ese tiempo lo pasara solo, pero la comida valió la pena, llevo de contrabando algunos ingredientes para probar algunas recetas nuevas este año y un libro de pociones que encontré escondido en una vieja librería.

El camino al tren paso en un parpadeo y al llegar no me detengo mucho a detallar todo lo que ocurría a mi alrededor, se que aun que muchas de las caras me suenan de alguna parte, no vamos a cruzar palabras en todo el año. Así que entro al tren y me dirijo al vagón del restaurante para ver que nuevas delicias tiene reservadas este año el colegio para mí.

Al sentarme en la primera mesa vacía busco a los hermanos Miller pues todos los años nos vemos en el restaurante.

¿¡Salta!? 

Se quedó atónita, patidifusa, emperifollada de atención y curiosidad e incredulidad, observando descaradamente a Marcus mientras corroboraba visualmente la información que acababa de recibir. ¡Uo! Efectivamente, ¡la rana saltó! Sin duda era sorprendente y mágico y un montón de cosas, pero... Marcus, ¿entonces están vivas? Miró a su rana, esta vez con pena. Ahora que sabía que saltaban, y que hasta querían escapar, no le apetecía comérsela. Su cerebro ya no reproducía sabor a chocolate, si no que se imaginaba una rana retorciéndose agónicamente en su boca, entrañas chocolateadas espachurrándose en las muelas, fluidos corporales con 60% de cacao derramándose hasta el fondo de su estómago... ¿Tu crees que podrían ser nuestras mascotas? 

Lo de las casas la dejó todavía más pensativa. Entonces a lo mejor nos separan... Pero bueno, no era el momento de pensar en esas cosas: era una niña con golosinas nuevas. Sorbió el zumo de calabaza hmmm, está muy bueno, es dulce, y un buen mordisco a la roca comestible. ¿Quieres probar el rock cake, Marcus? Se lo estaba pasando realmente bien, a pesar de que la rana seguía ahí, como recordándole que tenía que hacer algo con ella. 

Fue entonces cuando apareció aquella niña con unos ojos tan absolutamente dibujables. Abi le sonrió cariñosamente, seguro que también era buena persona. Sí, sí, claro, puedes sentarte con nosotros. Apretujó un poco más su mochila, para que se notara que le dejaba espacio, a pesar de que ya lo tenía. Acaba de pasar la señora del carrito con golosinas, ¿quieres que te invite? Yo no sé si me voy a comer la rana... y si derrocho dinero se enfadarán conmigo... Por cierto, me llamo Abi, ¿y tu?

Ella asiente ante tu valentía, dudosa de si serás un Gryffindor, pero entonces recuerda tu rostro. Te había visto antes por los pasillos interminables de Hogwarts. Eres un Slytherin, pero eso no hace que ella deje de sonreír. No le importa la lucha de casas, ciertamente lo que más le interesa son las criaturas mágicas, como las hadas.

Con total confianza, se echa hacia delante quedando muy cercano su rostro con el tuyo, mientras comienza a susurrar.

Escuché a la profesora McGongall hablando con Filch, sobre el descubrimiento de un lago subterráneo en Hogwarts.- Su voz es tan baja que nadie podría oírla salvo tú, pero la emoción es palpable en su voz.- Decían que este verano sellarían el acceso para que nadie entre.... O nada salga, ¿Qué crees que habrá allí?

Antes conocí a un chico que me salvó de caer a las vías del tren.- Comienza a contar algo distraída, evocando el recuerdo.- Me dijo que era un Gryffindor. Pero yo quiero ser un Slytherin, siempre me ha parecido una casa poderosa. Supongo que si caemos en casas diferentes, seremos rivales.- Las palabras Liz suenan un poco duras, pero sinceras. No lo está diciendo con mal tono, puede que por unos segundos le hubiese gustado que estuvieran ambas en la misma casa.- Por cierto, ¿Has oído eso de que los alumnos de primero no podemos ir a Hogsmeade?

Nada más entrar en el vagón restaurante te sientes algo agobiada, ¡Está lleno de estudiantes de Sexto y Séptimo! Li y Cheryl de la casa Slytherin están sentadas al fondo, pero no te han visto. Dean Thomas intenta pedir desesperadamente algo en la barra pero está tan atestada de personas que le llevará un rato. Sophie Mason y Nathael Malfoy toman cerveza entretenidos mientras hablan. 

De pronto los dos pequeños hermanos miller aparecen, mostrándote una fresca jarra de cerveza de mantequilla, ¡Tiene que estar deliciosa!

Hola amigo mío.- Alexander lleva el cabello rosado este año, extrañamente le queda mucho mejor que el azul del año pasado.- Ten, te la acabo de pedir.

¡Ey! Aquí hay una mesa.- Chilla Aristoteles señalando la que está justo al lado de Sophie y Nathael.

Quiero que nos cuentes como ha ido tu verano.- Suelta con su sonrisa inherente Alexander mientras pasa un brazo por tus hombros en seña de saludo.

Él sigue disfrutando de este momento tan íntimo con Sophie, aunque cuando menciona a su hermana no puede evitar recordar todo el dolo que tuvo que aguantar durante el verano.

Todo como siempre.- Miente, pero no quiere revelar su secreto a la chica. Ni a nadie.- Su máxima preocupación era tomar el sol y disfrutar todo lo posible. Fuimos a la rivera francesa, ese sitio te encantaría. Es tan... hipnotizador. Una pena que fuese con ellos y no con una buena compañía.- El acaricia los rizos de esta con suavidad mientras la escucha preguntar si deberían socializar con los demás. Tiene razón, y él lo sabe pero este momento le gustaría que fuese eterno.

Entonces un grupo de tres personas se sienta detrás, dos de ellos son bastante fáciles de reconocer. Los dos pequeños de los Miller, están acompañados de un chico que ambos habían podido ver en diferentes ocasiones por los pasillos y en la sala común de Ravenclaw.

Está bien, pero recuerda que iremos juntos a la fiesta.- Tras decir eso, deposita un suave beso en la frente de la joven y se aleja lo suficiente de ella para que no se malentienda, mientras deshace el hechizo ilusorio que habían creado.

Nathael Malfoy no puede evitar sentir curiosidad por ambos hermanos Miller, nunca ha entablado mucha conversación con ellos pero, según ha oído, no son tan idiotas como el primogénito. Sin consideración alguna se  vuelve en el asiento e interrumpe la conversación.

- ¡Ey, Millers! ¿Sabén algo de la fiesta que dicen que Evan y Christian Weasly están preparando?- Pregunta curioso enarcando una ceja.

- Lo siento, yo no sé nada. Mi hermano Evan no ha soltado nada al respecto.-Comenta Alexander amable, nada molesto por la interrupción.

- Bueno... Yo escuche algo, dicen que es al aire libre. - Responde Aristoteles, sin tanta emoción.- Yo no pienso ir.

- ¿Qué? ¿Por qué?- Pregunta Alex ante la actitud tan tajante de su hermano.

- Ya sabes que no me gusta estar al aire libre y menos rodeados de borrachos. No gracias.- Niega una y otra vez.

- Pues Maximo y yo iremos, ¿Verdad?- Entonces parece recordar la presencia de las otras dos personas y se vuelve amable hacia ello, también se siente algo avergonzado por dejarse llevar tan fácilmente.- ¿Ustedes irán?- Pregunta a Sophie y Nathael curioso.

Ella se sienta deprisa junto a ustedes nerviosa, parece emocionada por lo rápido que ha sido aceptada.

No, gracias. Acabo de comer con mi hermana. Me llamo Dulce Brown, es un placer conocerlos.- Se presenta con una sonrisa algo tímida mientras observa el paisaje que se puede observar desde la ventana. Aún queda media hora de trayecto hasta Hogwarts.- Las personas en el pasillo no dejan de murmurar cosas sobre una fiesta que unos niños mayores están preparando, seguramente no nos dejarán ir a los de primero.

- Pasa pasa. Sin problemas. - Dije con una sonrisa, escuchando la nueva melodía. La chica se presentó como Dulce Brown... Bueno, eso explicaba quizás ese tipo de percusión, junto con ese toque de fastidio o tristeza en la melodía sobre el que no nos dejaran ir a una fiesta para los mayores y eso. - Claro que quiero probar el rock cake. - Dije con una sonrisa, probando el dulce... aunque madre mía que duro estaba el dulce. 

- Soy Marcus Vaughn. Bueno, la música seguro que es buena, aunque creo que tendremos un banquete al llegar... ¡Oh, deberíamos prepararnos! - Dije, recordando que pronto llegaríamos a Hogwarts, y posiblemente nos faltaran las túnicas de mago puestas entre otros. No era cuestión de presentarnos con las ropas muggles en sí.

- Uhm, voy a ir al baño a ponerme la ropa, ahora vuelvo! - Dije, dejando mis cosas ahí para rebuscar en mi baúl la túnica de mago entre otros, para luego pasar a ir corriendo al baño correspondiente y así poder vestirme. Ya pronto todo empezaría, que nervios tenía...

Pues si hay fiesta voy a ser el hombre más feliz de la tierra, siempre que accedas a bailar una canción conmigo Iris y tu hermano y Tate me ayuden a preparar la pirotecnia, pues toda gran fiesta necesita un poco de ella.

Tal vez, uno dos paquetes deluxe de la tienda. No sé, son sólo ideas mías. - digo con una sonrisa que evidencia que mi mente ya está trabajando en ello.

¿Qué dicen chicos? ¿Les hace ilusión la idea de montar uno de los mejores espectáculos de pirotecnia que la escuela ha visto jamás? - pregunto con cierto brillo en mis ojos que evidencia lo emocionado que estaba.

¡Uuh! Yo quiero bailar contigo.- Añade la pequeña sonrojada levemente.

Me encanta la idea...- Comienza a decir Chris con una gran sonrisa.- Pero debemos pasar inadvertidos. No podemos hacer tanto escándalo, ni Dumbledore ni McGonagall deben enterarse. Ni mucho menos, Snape.

¿Dónde será? ¿En el invernadero quizás?- Pregunta Iris curiosa.

Mis labios están sellados, mucha información estoy dando ya, pequeña.- Explica con esa voz tierna que solo utiliza con ella.

— ¿Casi te caes a las vías del tren? —pregunté, con los ojos como platos—. Menos mal que no te ha pasado nada. ¿No sabes cómo se llamaba?

—Bueno, no creo que haya que ser rivales. Aunque seamos de casas diferentes, seguimos siendo de la misma escuela, ¿no? No creo que haya que llevarse mal.

— ¿Hogsmeade? ¿Eso qué es? Supongo que habrá cosas que a los pequeños no nos dejen hacer. Es lógico… —comenté, con aire ligeramente triste.

Migue sigue los gestos de la interlocutora, imitando el lenguaje corporal, realmente le parecía extraño como Alexa rechazaba así a su hermano. En su mente imaginaba que había algún extraño y retorcido secreto familiar detrás de todo aquello, posiblemente el Ravenclaw era una infidelidad del patriarca de la familia o algo por el estilo.

No le dió demasiada importancia, realmente poco trato tenía con los Malfoy y no lo enloquecía la falta de interacción. Mas se esperaba una nueva camada*, que seguramente llegaría a Slytherin antes de que él se graduase.

Cuando ella terminó volteó a Evan. Mucho más me importaba su respuesta que la de la rubia.

La sensación de sofoco producida por tanta muchedumbre desaparece al ver a los hermanos Miller, y de repente parezco ser una persona totalmente diferente con una sonrisa en el rostro y una postura más recta y relajada

Que grato regalo - y le da un gran sorbo a la cerveza antes de llegar a la mesa - me alegro mucho de verlos, todo está muy calmado sin ustedes cerca

Al sentarme en a la mesa, busco en mi bolsillo y saco 2 frascos

Un pequeño regalo

Pongo los dos frascos en la mesa

Es Espumilla es un postre tradicional ecuatoriano, me ha gustado mucho, se basa en un dulce de guayaba esa fruta muy rara

En ese momento Malfoy nos interrumpe y me sentí casi invisible en ese pedazo de la conversación hasta que Alexander me arrincono con una pregunta muy difícil de responder

Antes de contestar miro a Aristoteles pidiendo auxilio con los ojos y luego a Alexander con esa amplia sonrisa en la cara

No me gusta decepcionar a Alexander 

Volteo de nuevo a mirar a Aristoteles  

No me dejes solo

La reacción de Iris a mi invitación no pasa inadvertida para mi, lo que provoca que una leve sonrisa aparezca en mi rostro.

Entonces le pediré a tus tios algo pequeño como para interiores y fiestas furtivas, seguro que les mola la idea y nos lo preparan en un pizpaz. Ya sabes que suelen ser los primeros cuando se trata de este tipo de cosas. - le respondo a Jake captando el mensaje.

Snape y yo teniamos una relación complicada, pues el docente sabía reconocer mi esfuerzo y yo su sapiencia, pero al no vestir de verde y plateado, no dudaba en lanzar críticas ácidas a mis errores, sin llegar a ser tan severo como con otros estudiantes, lo que yo interpreto como un ligero elogio.

Iris, tenemos que darle un respiro a Chriss, pues imagino que dbe estar preparando a detalle el plan y cuantas menos personas sepan del mismo, será mucho mejor, pues así habrá menos riesgo de que interrumpan nuestro baile. - añado con una sonrisa franca, buscando que Iris deje de acosar a su hermano.

Por cierto Chris, si necesitas que apoyemos con algo, sólo dilo y si no, pues por mi parte mantendré el secreto hasta el año 2030 por lo menos. Jejeje.

Cuando Nath se giró sobre el asiento para hablar con los hermanos Miller, lo primero que hizo Sophie fue agachar la cabeza y ocultar su rostro entre sus manos con exasperación. Instantes después bufó con resignación y se puso en pie para caminar hasta el asiento de los hermanos y Guido. En un intercambio de frases aparentemente interminable, lo único claro era que el único que iría era Alexander.

-Vamos, filósofo... -comentó, en clara referencia al mayor de los dos Miller presentes, al que conocía por pertenecer a su casa y ser de un curso inferior, amén de haber intentado ayudarle y apoyarle cuanto podía, dada su situación personal- ¿Vas a dejarme sola rodeada de tanta muchedumbre? Nath va a ir, y necesito un guardián -agregó, antes de encogerse de hombros y echarse a reír- Bueno, puede que esa no sea la mejor forma de convencer a alguien, pero... ¿y si vais los tres? -propuso, antes de negar con la cabeza y las manos- No, no, no, no, no... -se corrigió, como si acabara de tener una idea- ¿Y si os propongo un reto? Pero sólo si vais, claro -propuso, abriendo los brazos y encogiéndose de hombros. Parecía un trato justo.

Ladeó el rostro para mirar directamente a los ojos de Nath y sonrió de medio lado, antes de sacarle la lengua.

-Y para ti tengo otro, el que invite más Raven de los dos puede darle una orden al otro -dijo, retadora.

Oh, vaya. Pensaba que iba a ser un secreto suyo, no de Hogwarts.

Me siento un poco decepcionado. Aún así, no quiero desilusionar a la chica, así que me esfuerzo por seguir pareciendo interesado en el tema. Le respondo sin apartar la cara, con voz baja.

-¿De verdad? No sé qué puede haber dentro, pero si quieren cerrar el acceso, será porque habrá algo peligroso, o que no quieran que sepamos.

Aparto mi cara de ella y me recuesto en el asiento, mirándola y esperando su respuesta.

¡¡Un momento!! Está claro lo que está pensando.

Me vuelvo a acercar inmediatamente a ella, como antes, a distancia para susurrarle sin que nos escuchen los demás.

-¡Espera un momento! Estás pensando ir allí sin permiso, ¿verdad?

Me quedo esperando a que confirme mis sospechas.

-Para como me había dejado la escoba, yo diría que- Siento un cosquilleo cuando Iris toma una de mis largas orejas de conejo, haciendo que soltara una lágrima de mis ojos al intentar simular la risa -... muy digno-.

Me había entrado algo de hambre, así que, en el instante en que Iris me soltaba la oreja, me asomo por la entreabierta puerta del compartimento para ver si lograba toparme con la señora que solía recorrer los pasillo con el enorme carrito de chuches. Me había olvidado de comer antes de salir, un grave error tomando en cuenta el poco dinero que cargaba encima y el largo trayecto que debían recorrer antes de llegar a Hogwarts.

Al no toparme con nadie, suelto un suspiro y vuelvo a adentrarme por completo en el compartimento, acomodandome nuevamente en mi asiento -Así que planean hacer una fiesta?-. "Entonces de eso trataba" Recordaba el chismorroteo que había escuchado en el andén sobre la poco usual reunión entre Chris y Evan, aunque lo había ignorado por completo en ese momento. Volteo la mirada a Artemis y sonrío en reacción ante su explosiva y potencialmente inflamable idea Me gusta la idea de los fuegos artificiales-.