Partida Rol por web

Hoka no sekai betsu no Nihon

Prologo. El viaje

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10/11/2021, 00:43
Narrador

Chiyoda, Estacion de Tokyo, Viernes 11 de marzo de 2011
Hora: 9:52 AM

Era viernes, pero no un viernes cualquiera. Hoy tenias planes, habías quedado con tus antiguas compañeras del club de preparatoria. Hacía bastante tiempo que no veías a la mayoría, a excepción de Ako, quien acudía a tu misma universidad y a la que seguías hablando con bastante frecuencia, a la mayoría les habíais perdido la pista.

Te había sorprendido gratamente cuando un mensaje de Nikishima, la antigua presidenta del club, te llego unas semanas atrás. La "jefa" se había empeñado en reunir a las antiguas integrantes de aquel club de preparatoria para poneros al día después de tanto tiempo. Aunque no solo eso, la joven había conseguido entradas para las semifinales de esgrima del país. Estas se celebraban en Sendai, la antigua ciudad de los arboles y dada la época actual confiabais que, aunque fuera algo temprano ya hubiera algún que otro cerezo en flor.

Era un tema que había entusiasmado a las seis integrantes del club así que finalmente os pusisteis de acuerdo en salir aquel fin de semana para pasar en Sendai unos breves días haciendo turismo y tener un bonito rencuentro mientras presenciabais la semifinal. De los miembros del club, cuatro aun residíais en Tokyo, y habíais decidido tomar un Shinkansen hacia Sedai. Os habíais citado a las diez de la mañana allí, en la estación de Tokyo, para iniciar vuestro viaje.

Miraste la hora durante un momento antes de observar los alrededores. Habías llegado antes de tiempo, pero después de lo que había costado convencer a tus padres...

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10/11/2021, 02:25
Claire

Me entusiasmé demasiado y acabé llegando temprano.
—Qué raro yo... —murmuro, mirando la hora en mi teléfono. Luego alzo la vista al cielo para suspirar, al menos el día es bonito, la primavera trae alegría a este país de mierda.
Digo, no, este país es hermoso, lo que es mierda es la gente. Me miran y me tratan como extraterrestre. Como si no me sintiera ya lo suficientemente rara, la cosa blanca esa que sobresale en el mar de cabezas azabaches. Río para mis adentros, imaginándome la analogía de una reina blanca de ajedrez entre un montón de peones negros. Pero no, no debería generalizar, hice un par de amigas muy buenas en la preparatoria y ahora estoy a punto de verlas de nuevo. 

Cosa que me pone bastante nerviosa.

Quedo taloneando en el suelo repetidas veces, con los brazos cruzados, recostada a un poste. ¿Me preguntarán por mis cosas? Bueno, los estudios van bien. ¿Si he hecho novio? Carajo, ni siquiera puedo entablar una conversación normal con los demás, ¿cómo demonios voy a enamorarme de alguien? Aparte, soy la albina rara, la mujer de la nieve, un monstruo.

Le envío un mensaje a padre, para indicarle que ya estoy en la estación. Llegué en auto con nuestro chofer y me pidió que le avisara, por mi seguridad. Ha sido un suplicio tratar de que me dejara ir sola, explicarle que no necesito de la compañía ni vigilancia de la criada para ir a una competición de esgrima, que es un sitio seguro, que la policía está vigilando siempre, qué sé yo, es un pesado. Pero sé que lo hace por mi bien, no me resulta difícil comprenderlo, soy su único angelito y me cuida como tal, yo haría lo mismo en su lugar. Madre es un poco más relajada, cosa que me alivia, dice que ya estoy grandecita y pasa de todo, a menos que sea algo realmente serio.

Ya me estoy poniendo ansiosa de nuevo. Tengo ganas de ver si tengo el pelo bien, pero la gente podría pensar que estoy esperando a un chico para una cita. Y nada que ver.
No sé qué hacer, ya. Es increíble lo largos que se hacen estos jodidos diez minutos. Odio cuando no soy puntual, todo este tiempo podría estar haciendo algo más productivo que mirar el cielo, esperando.
En fin, no me dará el tiempo para todo, pero llegaré a donde llegue. Del bolso saco un rosario hecho de piola, con una cruz de madera, y empiezo a rezarlo, mentalmente. Tendré que interrumpirlo cuando llegue Ako, pero no importa, lo termino en el viaje.
Ahora que lo pienso, a las otras puede que no las reconozca, no uso redes sociales, así que no habré visto fotos suyas más recientes. Espero que no hayan cambiado demasiado. O bien, al menos ellas me reconocerán a mí, eso no lo dudo.

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10/11/2021, 03:08
Narrador

Los minutos pasaban inexorablemente mientras tu rezo se ejecutaba con disimulo frente a algunas miradas de los autóctonos que pasaban por allí. Llevabas años en aquella ciudad y la gente seguía mirándote como si fueras una "gaijin" recién llegada. Incluso habíais escuchado a algún que otro grupo hablar de ti como si no fueras a entender lo que decían.

Ignorando lo que te rodeaba te concentraste en tu pasatiempos. Justo cuando acababas de terminar notaste como el teléfono vibraba y lo sacaste para observar el mensaje de una de las compañeras con la que habías quedado.

Miyashita Yoriko, era un año menor que tu. La recordabas como una persona responsable, había sido la última en incorporarse al club. Al no graduaros el mismo año, había perdido gran parte del contacto que tenias con ella, pero era alguien agradable. No tenia problema para hablar con la gente y nunca parecía haberte mirado como alguien diferente.

Okura Mino, la persona que mencionaba en el mensaje era otra de las integrantes del club, al igual que Miyashita, tenia un año menos que tu. Quizá era la que menos confianza generaba  de las tres personas con las que habías quedado en aquel lugar. Si bien sus habilidades en esgrima eran bastante notables, era conflictiva y competitiva.

El subterráneo que mencionaba era conocido. La parte inferior de la estación de Tokio y la plaza colindante estaban plagados por tiendas, restaurantes y combinis. Incluso a veces se realizaban exposiciones de arte allí abajo debido al espacio que había.

Pero de todas formas, faltaba la ultima del grup...

—Yveee—Una voz te saco de tus pensamientos para hacerte mirar hacia su dirección.

Una joven de gafas y baja estatura se dirigía hacia ti sacudiendo la mano. Ako, o mejor dicho Yanamagichi Akako. Si tenias que definirla de una forma era... la atolondrada. Siempre parecía estar en su mundo, se equivocaba con frecuencia y olvidaba las cosas. Quizá la menos hábil del club, pero su actitud desenfadada siempre conseguía haceros sacar una sonrisa.

La forma con la que te había nombrado ya daba fe de su personalidad. La habías explicado varias veces que Yves, seguía siendo parte de tu nombre y no el apellido como ella creía, pero seguía nombrándote de esa forma.

Tenía tu misma edad y pese a ir al mismo campus universitario, vuestras disciplinas no coincidían. La joven había dedicado sus estudios al diseño digital y pese que era un desastre, parecía que tenía algo de talento en aquello que había escogido.

Finalmente llego hasta ti.

—¡Yve!—Sin esperar reacción por tu parte te dio un abrazo, su estatura por debajo de la media era ahora mucho más remarcable.— Pensé que llegaba tarde, pero no soy la ultima.—Dijo feliz ante el desconocimiento de que vuestras compañeras estaban bajo vuestros pie esperando una respuesta.

—Estoy nerviosa. ¿Crees que habrán cambiado mucho?— Pregunto casi sin darte tiempo a hablar.

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10/11/2021, 03:41
Claire

Lo dicho, no iba ni por la mitad, cuando me distrajo el celular. Poniendo los ojos en blanco lo abro para ver qué recórcholis y voy frunciendo el ceño cada vez más a medida que voy leyendo.

—¡Y yo como una pelotuda esperando acá arriba! —grito en francés, provocando algunas miradas que me dan vergüenza.

Me llevo los dedos a la frente, para frotarme el entrecejo y tratar de dominarme. Pero en serio, quedamos a las diez, me escriben cuatro minutos tarde, poniendo que... arf.

Y cuando quiero ponerme a responderles, noto la voz chillona de Ako, que no tarda en abrazarme. ¿Debería decirle que somos las últimas? Nah, no la quiero desilusionar, pobrecita.

—Oye, ¿eres mi amiga o mi mascota? No te me lances así, que no quiero que la gente me mire más raro todavía.

Con otro suspiro, me pongo a responderle a las demás: "Es medio tarde para desayunar, pero vale, las acompaño mientras me sirvo un té helado o algo."

—Desde luego tú no, tú creces hacia abajo —le respondo, guardando el teléfono en el bolso, mi rosario también—. Y yo estoy más nerviosa que tú, hace años que no las veo y me da corte.

Le explico entonces que están en el subterráneo, pero sin decirle que llegaron hace ya un rato, para luego ir juntas allí a ver si las encontramos, pero tengo más esperanzas en que nos hallen ellas primero.

Notas de juego

Yves katakanizado suena "Ibu", tal vez a la pobre le es mucho más fácil decir eso que "Kurea".

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10/11/2021, 13:40
Narrador

Antes de responder a Ako y guardar el teléfono viste como Miyashita respondía.

 

—¡Oye! Es culpa de los tacos, sabes que no me gustan...—Cuando hablas de su estatura Ako hace un puchero. Era más que evidente que no era culpa de los tacones, pero si era cierto que la joven llevaba zapatillas de suela totalmente plana. Sus ropas eran bastante sencillas pero daban la impresion de ser bastante calientes. Junto a ella llevaba un pequeño bolso del que asomaba un librito blanco, pequeño y delgado, posiblemente lectura para el camino.

 —Yo desde que nos graduamos a la que más he visto ha sido a ti. ¡Y casi no nos vemos!

Aquello era cierto por desgracia, aunque fuerais al mismo campus casi no coincidíais por lo ocupadas que estabais con los estudios. Lo mas habitual había sido algún que otro encuentro fortuito en una cafetería cercana para poneros al día.

Charlando tranquilas entrasteis en la bajada al subterráneo. Ya habías bajado las escaleras cuando notasteis un ligero temblor de pocos segundos. Un pequeño terremoto que no había ido a mas. Aunque allí en Japón eran bastante habituales, aquellos últimos días tenias la sensación de que estaban siendo más frecuentes.

Sin darle mucha más importancia continuasteis el camino hasta la ubicación que Miyashita os había mandado. Era un bonito local con mesas de madera barnizada y mullidas sillas. Por lo que anunciaba parecía ser una cafetería pastelería. Desde una de las mesas alguien os hizo una seña.

Reconociéndola por la foto del perfil de la aplicación de mensajería la identificaste como Miyashita. Tenía el pelo liso y largo, bastante más largo que en preparatoria, pero lo quedaba bastante bien. Su rostro parecía sincero y alegre.

Junto a ella, otra persona con pelo... ¿Castaño? Más corto y recogido miraba hacia vuestra dirección, su mirada era algo hosca, pero no parecía expresar enemistad.. El color de pelo era bastante extraño y a demás recordabas de Okura tenía el pelo  negro al igual que Miyashita. Quizá ella era la que mas había cambiado en todo este tiempo, pero bueno, era algo esperable, siempre te había dado la sensación de ser la "rebelde" del grupo.

Os acercasteis a la mesa y para entonces Miyashita ya estaba en pie para saludaros, por otro lado Okura se habia quedado sentada haciendo un simple ademan con la mano como saludo.

—Claire, Akako. Qué bien que nos vemos, perdón por cambiar el sitio de encuentro, Oku decía que no había podido desayunar.—Era evidente que le avergonzaba el no haber ido al punto de encuentro por su compañera.—Venir, sentaros, este sitio es genial,  no tardaran en atendernos.

—Y ya estamos cuatro de las seis rosas.—Habló Okura por primera vez, en su tono se notaba algo de ironia ante el nombre del antiguo club.—¿Que tal os va entonces? Hace siglos que no nos vemos, ¿Seguis practicando?

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10/11/2021, 16:01
Claire

Me encanta pelearla, porque es una monada cuando se pone así, podría colocarla en mi estantería de peluches y nadie notaría la diferencia. Me dan hasta ganas de acariciarle la cabeza.
—Qué se le va a hacer... tenemos que cumplir nuestro deber. Por eso hay que disfrutar al máximo momentos como este, ¿no te parece?

Guardo el teléfono y me dispongo a bajar las escaleras. Me he acostumbrado bastante a los terremotos, esta isla da mucho miedito y tiene razones de sobra para que pueda ocurrir cualquier clase de catástrofe, que de hecho ya han pasado, es un milagro que aún exista.

—Y allí están. A Miya le queda precioso el cabello así.

Inclino levemente la cabeza, a modo de saludo.

—Eligieron un lugar muy bonito.
Y me quedo mirando un ratito a mi otra amiga, la que más cambiada está.
—¿Okurin? ¿Al fin completaste tu transformación en delincuente? —digo, riendo, en tono socarrón.
Pero enseguida me arrepiento. Hace años que no nos vemos, querái saludar con algo divertido, voy y digo esa estupidez, jolines, no era mi intención... Espero que no se haya enfadado.
—Em, digo, quiero decir, no...
Ya, si trato de excusarme quedaré peor. Mejor cambiar el tema rápido.
—Sí, eeh, no tengo mucho tiempo para dedicarle al estoque, ni a nada, realmente. Muy de vez en cuando podemos salir con papá a cazar, y eso sólo cuando hacen días buenos. Pero oye, que la práctica no se me ha ido, ¿eh? —enseguida pongo una sonrisa presumida, llevándome el pelo detrás de la oreja—. Sigo siendo Éclair.

Tras sentarme y mirar la carta, inflo el pecho de orgullo al ver allí varios de los postres típicos de mi país, pero ya desde que vivo acá los he intentado probar varias veces y me he llevado muchos disgustos. Estos nipones sí que preparan cosas exquisitas, pero que mejor se queden en lo suyo y nos dejen lo nuestro a nosotros.
—Yo me he levantado temprano y he tenido un buen desayuno, gracias a Dios, así que las acompañaré con un té helado —les digo, bajando la carta y poniendo la mirada en ellas—. Calculo que en una hora estaremos en Sendai y con tiempo suficiente ya para almorzar a la hora apropiada.

Me siento rara, llevamos una eternidad sin vernos, pero aquí juntas de nuevo parece como si fuera igual que todos los días. No sé qué contarles. Tampoco es que haya hecho nada interesante, realmente, ah, cierto.
—Bueno, me eligieron como suplente para la Filarmónica. Padre dice que, si sigo esforzándome, podría figurar como titular, pero me preocupa que, si llegara a darse así, absolutamente necesitaría que los días tuvieran el doble de horas.

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12/11/2021, 18:21
Narrador

—Ooh, lo tiene súper largo.—Exclamo Ako en relación del cabello de Miya, aun estabais saludando cuando Ako ya se había acercado y cogido uno de los mechones de pelo.—Sigo sin saber cómo podéis mantenerlo tan cuidadito.—Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo rápidamente soltó el cabello ante la risa de Miyashita.

—Veo que tus habilidades sociales siguen siendo igual de “buenas”.— Respondió Okura mientras ponía los ojos en blanco en relación a tu comentario.— Si lo dices por el color de pelo, es lo que ocurre cuando intentas teñirlo sin decolorar correctamente. Pero no, no me he vuelto delincuente, aunque lo he pensado alguna vez para fastidiar a mi madre.—Dijo sin darle mucha importancia. Nunca tenías muy claro si estaba enfadada o era su forma de actuar

La joven sonrió cuando mencionaste que seguías siendo Éclair

Quizá tengamos oportunidad de practicar un poco y ver si es cierto, aunque supongo que la que va a lucirse es Nikishima.—En su rostro había cierta ligera sonrisa de superioridad, de saber algo que vosotras no.—A todo esto…

De la mochila que había a su lado saco una Tablet que puso sobre la mesa. En ella había una noticia deportiva con datos. Allí estaban apuntadas la pirámide clasificatoria del torneo que ibais a ver, pero lo que destacaba era uno de los nombres de las semifinalistas.

—Parece que la jefa si siguió entrenando en serio.—Efectivamente, uno de los nombres era la de vuestra compañera, Nikishima Ruri— No solo quería juntarnos, también quería exhibirse.

—Oku, no seas mala, sabes que ella no es así. Y es un detalle por su parte las entradas .—Le regaño Miya a su compañera mientras la charla siguia hasta que hablaste de la filarmónica.

—¿Pero no estabas estudiando física?—Pregunto Miya.—Ni si quiera sé como tienes tiempo para que te elijan suplente.—Dijo riendo.— A mí no me da la vida con la carrera de biotecnología.

—Espera, espera, ¿Todas estáis en la universidad?—Pregunto Okurin interrumpiendo la conversación mirando ahora a Ako, la cual asintió.—Como se nota que sois niñas de “papa”… Yo llevo ya un año trabajando para poder entrar en la uni y aun no ahorro lo suficiente.

La familia de Okura no podía considerarse pobre, si no recordabas mal, su padre había muerto cuando era pequeña y su madre dirigía una empresa bastante grande. Pese a todo, la joven parecía llevarse bastante mal con su madre. Conociéndola, habría rechazado cualquier matricula en universidad pagada por ella.

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12/11/2021, 19:02
Claire

La conversación sobre el cabello hace que no me tarde en hacer alarde del mío, que lo cuido como si fuera sagrado. Uso ambas manos para echarlo por detrás de mis hombros, cae con elegancia y ligereza.
—¿Qué productos utilizas? —pregunto sonriente a Miya—. Si quieres puedo proporcionarte parte de lo que padre me trae desde Francia, acompañado de algunos consejos de servidora, aunque, por lo que veo, no pareces necesitarlos.
Río por lo bajo, pero luego carraspeo al notar que Ako ya estaba a punto de palpar mi pelo, sabe muy bien que nadie puede tocarlo, ni siquiera ella.
—El secreto está en la devoción y el esmero, Ako. Lo mismo vale para cualquier cosa que hagas. Siempre intentar lo mejor, por pequeño que sea: desde atarse los cordones de las botas hasta cepillarse los dientes, siempre con una sonrisa y siempre dando todo lo que tienes, nunca a medias tintas.

La respuesta de Okura me hizo agachar la cabeza, perdiendo toda la altivez de recién, apretando los labios y arrugando la frente, liberando un "lo siento" bien pequeñito. Me preocupa haberla ofendido, que hace eras que no nos vemos y lo primero que le digo... ug...
Sacudo la cabeza para pensar en otra cosa, luego hablaré a solas con ella para pedirle perdón apropiadamente.

—Estoy estudiando, sí, pero ¿y qué? Si Brian May puede, ¿por qué yo no? Me gustan ambas cosas y quiero hacerlas.

Digo eso, pero en el fondo ella tiene razón, apenas me dan las horas del día para vivir, cuando acabo una tarea, ya stoy teniendo que empezar otra y apenas libro los domingos un tiempito para mí. Pero no me importa, el trabajo es salud; si puedo hacerlo, ¿entonces por qué no lo haría?

—Tengo un poco de susto de cuando llegue el día en en cual que tenga que elegir entre una de las dos cosas. Espero que aún falte para eso, porque no sabría decidir...

Así que la jefa... ¡Es excelente! Ahora tengo más ganas de ir, será para alentar a una amiga y no sólo para ver desconocidos pinchándose. 

—Okura... Si necesitabas dinero podías habérmelo pedido. Soy becada porque padre es embajador, no nos hubiera costado nada cubrirte la mensualidad hasta que pudieras pagártela por tu cuenta, padre lo hubiera hecho con gusto, que es para una amiga mía y, más importante, para el estudio. Para él, el estudio es sagrado y nadie debería dejar de hacerlo por problemas de dinero.

No me animo a preguntarle cómo van las cosas con su mamá, pero, dado lo que está diciendo, no creo que haya mejorado mucho. Me gustaría poder ayudarla de alguna manera.

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15/11/2021, 17:42
Narrador

— ¿Qué? Ni loca. —Responde Okura ante tu propuesta de cubrirle la entrada.—No sería para nada justo.—Dice mientras se cruza de brazos incomoda por la propuesta.—Además, tampoco estoy perdiendo el tiempo, en teoría el trabajo tiene relación con lo que quiero estudiar así que podre convalidarlo por créditos en la carrera.

Así fuisteis dejando pasar el tiempo. Realmente habíais quedado bastante antes de la salida del tren y no ibais para nada ajustadas. La llegada a Sendai estaba planeada justo para la hora de la comida, encontrándoos en la estación con los miembros faltantes y con reserva en un restaurante para comer.

Cuando ya todas habían dado cuenta de lo solicitado finalmente Miyashita fue la primera en levantarse.

—Entonces ¿Vamos chicas? Tampoco queremos perder el tren.—Dijo mientras cogía su bolso y os miraba.—Además, vivimos en la misma ciudad, aun no sé por qué no quedamos más a menudo.—Agrego sonriendo.

Así os dirigisteis hacia el tren, cuando ya habíais hecho medio camino Ako soltó un gritito.

—AH! ¡Mi mochila!.—Sin decir nada salió corriendo en dirección al lugar donde habíais estado mientras todas la mirabais.—Ahora vuelvo!—Ya había desaparecido en el recodo cuando os mirasteis vosotros y sonreísteis. Parecía que Ako seguía siendo la misma pasaran los años que pasaran.

Fue entonces cuando hubo otro temblor. Alguna que otra bombilla de los comercios tintineo pero nuevamente solo duro un breve segundo.

— ¿Es cosa mía o cada vez son más frecuentes?—Pregunto Okura mirándoos con el ceño fruncido.—Hubo otro mientras os esperábamos, esperemos que no nos cancelen el viaje.

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15/11/2021, 20:21
Claire

¡Otra vez metí la pataaa!
Agacho la mirada, soltando un hilito de voz:
—Perdón. Es que me preocupé por tus estudios y... bueno, no quise ofenderte, lo siento.
Quedo con la vista fija en la mesa, los labios apretados y las manos apoyadas en las rodillas con los brazos estirados, tratando de esconder la cabeza como una tortuga.

Cuando Miya se levanta me salgo del ensimismamiento.
—¿Eh? Ah, em, sí, claro.
Me levanto yo también.

Al recorrer aquel tramo y ver que Ako pega la vuelta, doy un suspiro y me aparto para seguirla.
—Voy a acompañarla, no sea cosa que se peirda y perdamos tiempo. ¡Las veo en el andén!
Casi me caigo al sentir el terremoto justo cuando di un giro sobre mis talones.
—¡Bon sang que más les vale que este viaje se haga o el intendente se las va a ver con padre! ¡Se supone que están adaptados a los temblores estos torpedos magnéticos vuestros!

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16/11/2021, 17:28
Narrador

Tras correr hacia Ako llegas finalmente la mismo restaurante en el que habíais estado para encontrarte una escena atípica, o quizá conociendo a Ako no. Tanto ella como una camarera de pelo negro y corto hasta el cuello, se encuentran en el suelo. Una bandeja de servir se encuentra varios metros cerca junto con varios vasos de plástico derramados. El liquido de lo que parece alguna infusión o café se encuentra desparramado por el suelo. Tanto la camarera como Ako parecen empapadas de aquella combinación de líquidos.

Te gustaría pensar que quizá a sido a raíz del terremoto, pero algo te dice que Ako seria capaz de algo asi sin ninguna intervención externa. Las dos muchachas se separan y Ako empieza intentar limpiar sus gafas con su suéter mojado, hecho que no hace más que volver a mojar los cristales.

—Yo, lo siento, perdí el equilibrio.—Comenta disculpándose mientras intenta levantarse con cuidado y colocándose unas gafas que poca visión le darán.

La camarera niega con la cabeza restando importancia.

—No te preocupes, son cosas que pasan. Venias por la mochila ¿Si? La encontré en vuestra mesa cuando os fuisteis y la lleve a la barra para que nadie se lo llevara. Ven, quizá tengamos alguna camiseta promocional para prestarte.

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16/11/2021, 18:10
Claire

Me llevo una mano a la cara, conteniendo un sonoro gruñido desde lo más profundo de mi garganta. No, es mi amiga, paciencia, debo cuidarla como sé que ella lo haría conmigo, de... de darse la situación. Río para mis adentros, tratándome de imaginar en qué caso ocurriría algo así.

—Lo siento mucho, lo sentimos.
Inclino la cabeza para pedir perdón, cosa que me he acostumbrado a hacer cuando es hacia desconocidos.
—Pagaré los daños, y por tu tiempo —le digo a la camarera, retirando un billete de diez mil yenes de mi cartera—. Y también por la ropa nueva. Te lo agradezco mucho, de verdad. Gracias también por cuidar de la mochila.

Luego me dirijo a Ako, con los ojos entornados y mirada severa.
—Tú ve a cambiarte, atolondrada, que tenemos sólo media hora.
Le quito sus lentes para limpiarlos yo misma con el pañuelito que uso para cuidar los míos.
—¡Y ve con cuidado! ¡Despacio!
Le explico a la muchacha que, si ocurre ese accidente llevando los anteojos puestos, se imagine lo que será sin ellos, pidiéndole que la arrime hasta donde pueda quitarse la ropa mojada y ponerse eso seco que le ofreció.

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18/11/2021, 13:34
Narrador

—Ah, no te preocupes, como dije suele pasar.—Dice la camarera rechazando el dinero, puedes ver como a abierto los ojos con sorpresa a ver la cantidad de dinero ofrecido por gastos.—En serio no se preocupen, solo vuelva otro día ¿De acuerdo?.

—¿Yve?.—Pregunto confundida tu amiga al escuchar tu voz mientras le quitabas las gafas

Así, tras unos minutos por parte de Ako dentro del servicio salió con la camiseta promocional de lo que parecía algún anime de chicas mágicas, una chaqueta de algodón y una falda corta.

—Ah… hacia mucho que no me ponía una de estas. —Dice algo cohibida mientras sale del baño con sus nuevas vestimentas mientras tira de la falda hacia abajo.. —No nos da tiempo a ir a comprar algo ¿no? Lo siento mucho, hubo un temblor mientras corría y cuando me quise dar cuenta la chica estaba delante…

Tras varias disculpas más por parte de Ako y alguna reprimenda por tu parte, finalmente iniciasteis el camino hacia el andén. Cuando llegasteis Miyashita y Okura estaban sentadas en uno de los bancos cercanos a las vías. Okurin tenía en su mano lo que parecía una lata de bebida caliente.

No paso mucho hasta que el tren llego a la estación y tras unos momentos averiguando cuales eran vuestros asiendo finalmente los encontrasteis. Sobre ellos, en los espacios preparados para ellos dejasteis vuestras cosas y os sentasteis en parejas de dos. Como era de esperar Ako fue quien te toco de compañera y os sentasteis en los asientos de delante.

El tren ya había empezado a moverse cuando Ako se volteó para ponerse de rodillas sobre el asiento y hablar a sus otras compañeras sobre que había pasado y porque llevaba otra ropa Tú estabas mirando por el cristal como la estación empezaba a moverse, o mejor dicho como os movíais vosotros dejándola atrás. No fue hasta que un ruido de golpe sonó en el pasillo del vagón y viste como un hombre se alejaba frotándose el brazo como si se hubiera golpeado que comprendiste algo que no habías teniendo en cuenta. Sobre todo cuando Okurin empezó a reir viendo como el hombre se alejaba.

Ako, debía de estar muy poco acostumbrada a aquel tipo de ropa, porque no había tenido en cuenta que aquella posición que había adoptado, a diferencia de con unos vaqueros, estaba haciendo revelar muchísimo más de lo que una chica querría mostrar. Posiblemente aquel hombre que se alejaba se habría golpeado ante la distracción que estaba generando tu amiga.

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18/11/2021, 22:24
Claire

—Ten, te las quité para limpiarlas.
Le regreso los lentes, poniéndole una sonrisa para tranquilizarla.
—No, no nos da el tiempo, cuando lleguemos a Sendai iremos a una tienda de ropa a por algo. Por ahora trata de no llamar tanto la atención.

Una vez en el andén, les explico a las demás lo ocurrido, poniendo en parte cara de cansancio y en parte alivio de que no pasó nada muy del todo grave. Lo bueno es que no perdemos el tren y que nadie se lastimó.

Le digo que no llame la atención y lo primero que hace la tonta es... Af.

—Ako, si no te conociera, diría que lo haces adrede —comento con displicencia, sin apartar mucho la mirada del vidrio—. Pobre tipo.
Doy un suspiro. Me gusta ver el tren en movimiento, esa sensación rara que me da al empezar a notar que todo se desplaza a mi alrededor. Encima, con la velocidad que agarran estas cosas, hasta da un poco de miedito.

El viaje duraría poco y es incómodo conversar teniéndolas atrás, así que optaré por leer. Me traje una novela ligera de estas, que aquí son populares, de una princesa caballero que descubre que es descendiente de dragones y aprende a usar magia. Mola un montón. Además, su mayordomo es demasiado sexy. Espero que terminen juntos. Ojalá tuviera yo un mayordomo sexy, todos los hombres del servicio me duplican la edad o más.

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22/11/2021, 18:26
Director

Ako, no pareció comprender en un inicio a que te referías, pues estaba extrañada por la risa de Okura. No fue hasta que Miyoshita le susurro algo sobre su falta que se puso colorada y se sentó mirando al frente mientras se intentaba tapar antes de abrocharse el cinturón.

El viaje trascurrió bastante tranquilo, Ako también había traído un librito con los vistazos que le echaste por encima cuando tu curiosidad te pudo, averiguasteis que era algo sobre diseño gráfico e iba anotando a un lado comentarios y redondeando algunas partes.

Habia trascurrido ya una hora cuando a través de la ventana pudiste ver a lo lejos el mar y una alta torre. Aquella era la torre de comunicaciones del aeropuerto de Sendai, al sur de la propia ciudad, no quedaría mucho más de cuarto de hora para llegar al centro de la ciudad.

O eso fue lo que pensaste.

Desde la ventana viste como la torre de comunicaciones oscilaba, bamboleándose como si una fuerte corriente de viento la hubiera golpeado. Eso era extraño, por lo que sabias eso no debía pasar y…

Un fuerte CRACk sonó en el interior del tren y te elevaste pequeños centímetros antes de caer sobre el asiento y empezar a escuchar un chirrido y como el tren frenaba de forma fuerte. Notaste como el cinturón de tu cadera te aprisionaba para no salir despedida así como notabas un impacto contra tu respaldo.

Cuando freno del todo estuviste un momento aturdido. Aquella fuerte parada te había dejado sin respiración durante unos momentos y tardaste en recuperarte. Tu libro había salido despedido de tus manos golpeando el asiento delantero y cayendo en el suelo.

Tu primer acto fue comprobar si Ako estaba bien, la cual te miraba asustada sin saber que había ocurrido. Tus ojos se abrieron levemente, el mismo bolígrafo con el que había estado tomando notas había desaparecido de sus manos, pero en su camino había pintado de forma muy prófuga al piel de la mano contraria de Ako. No era una herida, sino más bien un arañazo, pero podía haber sido peligroso de otra forma

Empezabas a calmarte cuando a tus espaldas escuchaste una voz

—¿Okura…?—La voz de Miya sonaba débil, aturdida como estabais todos, pero lo siguiente que pronuncio fue más fuerte.—¡Okura! No, no, no, no…

No dudaste en forcejear con tu cinturón para levantarte y mirar que había ocurrido y en cuanto te pusiste en pie pudiste ver como Okura estaba inconsciente en su asiento, en la sien tenia una herida de la cual, un pequeño reguero de sangre empezaba a caer. No era una herida grave respecto a sangrado pero… con las heridas de la cabeza nunca se sabia.

Miraste a tu alrededor. Todo el vagón estaba sembrado en caos, nadie parecía saber que había ocurrido, pero tan pronto como miraste por la ventana lo confirmaste. Parecía que ese temblor había hecho saltar el tren lo suficiente como para que hubiera descarrillado. No había volcado ninguno vagón, pero era evidente que el tren no estaba por los raíles que correspondía.

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22/11/2021, 18:59
Claire

Estoy segura de que estoy bien despierta, completamente. Esto es de esos accidentes que se ven en la tele, que nunca te imaginas verte dentro de uno algún día, que cuando pasa, se te sacude toda la existencia y parece que nada fuera real. Pero no, estoy bien despierta, yo no me duermo mientras leo, menos si lo que leo me gusta.

Oigo a mis espaldas la voz preocupada de mi amiga y me da miedo mirar. Quisiera no hacerlo, que además, ¿qué ayuda podría prestar? No sé primeros auxilios. Lo único que lograría sería ponerme aún más nerviosa y en situaciones como esta, lo más importante es mantener la calma y la cabeza fría.
Gracias, señor cinturón de seguridad.

Voy a evitar los comentarios estúpidos. Cosas como "¿y esto no se pudo prevenir?" o "¿qué no están apañados ya con los terremotos estos ojocerrados?" no vienen al caso, debo contenerme, por mucho que me den ganas de descargar la inmensa rabia que me invade.

—Ni se te ocurra moverla —le digo firmemente a Miya, con la severidad que denota lo importante que es lo que estoy diciendo—. Si sufrió contusiones, más si es en la cabeza o sobre todo en el cuello, ni se te ocurra moverla, podrías matarla. Espera a que aparezca un médico y no la toques.

Se me hace un nudo en la garganta al pensar en esa posibilidad. Perderla así, de un instante a otro, luego de que se matara de risa por un pervertido mirón. Pero tengo que mantenerme fría o será peor, ya tendré tiempo de llorar cuando pase este trago amargo.
—Lo mejor que podemos hacer es quedarnos en nuestro sitio y esperar.
Ahora yo misma me reviso, no vaya a ser que tenga algo y por el susto aún no me haya percatado.
—Los japoneses son bien puntuales, ¿no? Esperemos que el equipo de rescate también lo sea.
No sé si avisar a papá, no quiero preocuparlo, aunque seguramente ya se haya enterado. Y lo horrible de alterado que debe de estar, que justo me pase esto la única vez que lo convenzo de viajar sola. No, no quiero tampoco pensar en eso ahora.
Doy un suspiro bien largo mientras espero, completametne inmóvil. Ni siquiera me atrevo a desabrocharme el cinturón.

—Vamos, va a salir todo bien.
Intento sonreír lo mejor que puedo y le doy mi mano a Ako para que la sostenga. Quisiera hacer lo mismo con Miya, pero no llego.
—Tranquilas. ¿Sí? No se han volcado vagones. Sólo ha sido una frenada brusca, nada más.

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23/11/2021, 17:47
Director

Y así, tras recomendar a tu amiga que no tocara a Okura te quedaste sentada en el asiento. En el vagón cada persona había decidido que una cosa era la correcta, desde los curiosos que gravaban con el móvil lo que estaba ocurriendo, pasando por aquellos curiosos que se habían levantado para ver que ocurría, los que intentaban ayudar como podían y los que intentaban mantener la calma manteniendo sentados al igual que tú.

Pero tenían que venir a ayudar tarde o temprano ¿no? No es que fueran a dejar allí el tren varado en la nada. Fue entonces cuando otro pequeño temblor ocurrió. No sabias lo que ocurría, pero incluso para la media de temblores de allí, aquello era totalmente excesivo, y el anterior había sido lo suficiente fuerte como para sacar de las vías el transporte y hacer temblar la torre del aeropuerto.

No, aquello se salía de lo normal en su totalidad. Los curiosos que habían abandonado sus asientos estaban intentando abrir la puerta del vagón  cuando algo te llamo la atención en el centro del pasillo. Allí había una persona, alguien que no habias visto nunca y destacaba entre todos los transeúntes. Una joven de pelo cobalto te estaba mirando, pero su pelo no era lo único que llamaba la atención. En los laterales de su cabeza había algo parecido a cuernos y sus ropas eran antiguas… eso o acababa de salir de un festival. Sin mencionar que entre sus manos parecia estas sosteniendo una especie de orbe que flotaba.

La mujer no apartaba la mirada de ti y parecía ignorar todo lo que había a su alrededor. Fue entonces cuando una de las personas que andaba por el tren atravesó a la mujer como si de un holograma o fantasma se tratara, dejo una tenue neblina hasta que su imagen se volvió a formar. Ante tu mirada sorprendida sonrio de forma tranquilizadora y movió los labios gesticulando algo.

 

Ve a un lugar alto, aléjate del mar todo lo que puedas. El tiempo apremia.

Nunca habías leído los labios y sabias que no habías escuchado nada, pero como si una voz sonara en tu cabeza sus palabras te llegaron. En cuanto las palabras terminaron de cobrar sentido en tu cabeza aquella figura que habías visto ya no estaba allí.

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24/11/2021, 10:41
Claire

—¿Perdón? —se me escapa en voz alta, dejando la boca entreabierta. No, si estoy segura de que no estoy soñando. ¿Puedo estar alucinando? Nunca antes me había pasado. ¿Será que pasa en momentos como este?
Loca no estoy. Pero también estoy muy segura de lo que vi, también de lo que escuché. Pero entonces, si oí a esa persona en mi mente de forma tan clara... ¿podrá ella oír lo que estoy pensando en estos instantes? Eso ya asumiendo que todo esto es real.

Cierro los ojos, pensando con fuerza. La lógica en todo esto ya ha dejado de existir hace rato, desde aquel temblor que sacudió por completo la torre.
—Mira, ¿sabes qué? —pregunto al aire—. Me convenciste, te seguiré el juego.
Digo eso, pero ahora mismo, como que no puedo hacerle mucho caso. No me conviene moverme de aquí, necesito esperar a un equipo de rescate, además, dudo que las puertas puedan abrirse. ¿Habrá salida de emergencia?

Me desabrocho el cinturón, como ignorando lo que acabo de pensar y faltando a todo el sentido común de mi historia personal. Antes de seguir moviéndome, me quedo mirando a Ako, hecha una bolita en el asiento.
—Ey... —Me acerco un poquito a ella, pero mirando en todas direcciones—. ¿Tú viste eso? El holograma, digo. La chica con...
Mejor no entro en detalles.
—No, nada. ¿La viste o no?

Ahora bien. ¿Cómo recórcholis voy a alejarme del mar? ¿Acaso sabe dónde me encuentro? Aquí si me alejo del mar, me estaré acercando a más mar.
Y lo del lugar alto es obvio, se me ocurre tan pronto miro por la ventana. Allí está el bicho gigante aquel, ese volcan inactivo que aparece en todos los mangas de época y también en los modernos. Los nipones estan bien orgullositos de su monumento natural.
—Mira, si piensas que voy a subirme al monte Fuji, estás muy loquita —murmuro con sorna—. Pero, en serio, ¿qué tiene de malo esperar al equipo de rescate? ¿Por qué dices que hay poco tiempo? ¿Va a explotar esto? ¿Los terroristas aprendieron a hacer terremotos? ¿Son "terremotistas"?
Los nervios ya se me apoderan y empiezo a pensar en voz alta sin quererlo. Arrugo la cara y niego con la cabeza ante la mirada que me pone Ako.

Notas de juego

¿Me vas a enviar al mundo de Genshin Impact?

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25/11/2021, 16:18
Narrador

Ako te estaba mirando como si fueras tu quien tenía una contusión cuando tu semblante cambio nuevamente al escuchar más palabras de quien fuera aquella persona.

… Gran ola… pronto… apúrate…

La voz no era tan nítida como antes, como si algún tipo de interferencia se estuviera dando, pero aquellas palabras mandaron un escalofrió por tu espina dorsal. No era algo que descabellado, si el temblor habia sido capaz de sacar el tren de las vías, bien podría generar un tsunami en la costa.

Con esos pensamientos miraste en dirección a Okurin quien en su estado no era recomendable mover, al menos eso era lo único que recordabas de las clases de primeros auxilios. Para tu sorpresa Miyashita, después de calmarse tras su primera reacción, había ignorado tus consejos y tras haberse desabrochado estaba examinando a Okurin. Cuando te vio mirarla hizo un ademan para calmarte.

—Di unos cursillos de medicina porque tenían que ver con una de mis asignaturas troncales. —Explico mientras le levantaba uno de los parpados a Okura.— Parece que solo es un golpe fuerte y sangrado superficial. Debería despertar en algún momento.

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25/11/2021, 16:55
Claire

Al oír la voz de nuevo y comprender lo que me dice, doy un respingo tan fuerte, que me atragando con saliva y quedo tosiendo. Otro susto más me llevé cuando vi que Miya no me había hecho caso, pero atiendo a lo que dice y, si se supone que sabe de eso, entonces me quedo más tranquila.

—N-no hay tiempo —digo, con la voz quebrada—. Tenemos que salir de aquí, pero ya.
Salto del asiento, masajeándome la cabeza, tratando de poner las ideas en orden.
—Tsunami...
Miro por la ventana, respirando agitadamente. No recuerdo a qué distancia estamos del agua, pero sería cuestión de minutos, esas cosas se mueven rapidísimo y en instantes se tragan todo.
—Si Okura va a despertar, que lo haga cuanto antes, por favor, se lo ruego.

Busco desesperadametne una salida. Cómo desearía estar por mi cuenta ahora y echar a correr como una desgraciada, pero no puedo dejar atrás a mis amigas, no puedo hacer eso de ninguna manera.
Le desabrocho el cinturón a Ako y le urjo que se levante de ahí, preguntándole luego a Miya si podemos mover a Okura, cargarla entre las dos.
—Podemos tener horas, como podemos tener segundos. Por favor.
Estoy rota completamente, ya no sé qué otra cosa hacer aparte de meterles prisa y no puedo parar de temblar. Soy una vergüenza.