Partida Rol por web

Hoka no sekai betsu no Nihon

Prologo. El viaje

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26/11/2021, 14:00
Narrador

Los ojos de Miyashita se abren sorprendidos ante la palabra que habías formulado

—Un… ¿tsunami? Pero… ¿Cómo? El mar esta muy lejos—Aun parece confundida mientras ujes a Ako a levantarse la cual aún aturdida te hace caso. El mar, tal y como decía tu compañera estaba a varios kilometros de distancia, pero los tsunamis no eran algo sobre lo que hubieras investigado mucho, no sabias cuanto podrían avanzar.

Finalmente tras unos breves segundos de insistencia Miyashita reconoce que no hay problema con mover a Okura y colgando cada uno de sus brazos a vuestros hombros la levantáis. La salida más cercana era la puerta de entrada entre los vagones o romper una de las ventanas, pero ya que eso levaría demasiado tiempo intentáis avanzar por el pasillo del vagón hacia la puerta más cercana.

Cuando ya estáis junto a ella una voz suena a vuestras espaldas.

Eh chicas, ¿Qué hacéis? Deberíamos esperar a los servicios de emergencias, seguro que llegan dentro de poco.

El hombre que os habla es un hombre de aproximadamente cuarenta años, pelo corto, gafas cuadriculadas, camisa de cuadros abotonada y pantalones de traje.

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26/11/2021, 14:16
Claire

—¡La distancia no importa! ¡Lo que importa es la altura! —respondo, nerviosa—. ¿Qué imaginas que ocurriría si sube el nivel del mar? Estemos en la costa o a cien kilómetros, quedaremos pasadas por agua seguro.

Carajo, ¿no hay salidas de emergencia? O... ¿la salida de emergencia es romper la ventana? Debería estar indicado en alguna parte, tiene que haber algún repositorio con herramientas para quebrar este vidrio, que sospecho que debe hasta ser antibalas. No no no, esto es grave.
—¡Dentro de poco un cuerno! ¡Ya se están tardando! —le grito al señor que nos llama la atención—. ¿Qué no son los reyes de la puntualidad ustedes? ¡Ya deberían estar rescatándonos!

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26/11/2021, 15:26
Narrador

—Eh, eh, chica, calma.—Hablo el hombre levantando las manos en un intento de calmarte.—Estos trenes mandan un aviso automático si ocurre algo, pero no pueden aparecer aquí instantáneamente. Solo tranquilízate ¿Vale?

Era evidente que el hombre solo quería ayudar, pero dejaste de escucharlo cuando notaste un movimiento por parte de Okura.

 —…Eh? ¿Qué ocurre?.— Dijo lentamente mientras recuperaba el conocimiento mientras lo hacia la puerta del vagón por donde intentabais salir finalmente cedió a manos de Ako, que tirando hacia un lateral consiguió que se abriese dando vía libre al exterior.

Ayudando a una todavía aturdida Okurin a quien Miyashita explicaba lo ocurrido, bajasteis del vagón. En el exterior lo único que veíais eran los railes de las vías, a ambos lados. Frente a vosotras, tras una ligera pendiente había un murete de hormigón con una valla metálica para no permitir a los viandantes entrar a las vías.

Inmediatamente detrás de aquella valla había una antigua carretera que discurría en paralelo a las vías y al otro lado de esta había una nueva valla la cual delimitaba el parking del aeropuerto en el cual no había ningún choche hasta recorrer una gran distancia.

Así pues, el sitio más alto que podías observar no solo estaba lejos, si no que ya en el comienzo tenías obstáculos que sortear o atravesar. El mar quedaba en sentido opuesto, al otro lado del vagón del que habíais salido. Multitudes de opciones asaltaban tu cabeza.

 

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27/11/2021, 21:11
Claire

—¡Me calmo un carajo! —le grito al tipo, aunque al instante me doy cuenta de que estoy siendo demasiado maleducada y es por los nervios que estoy así.
Respiro hondo y, posteriormente, me disculpo.
—Perdón —digo, agachando la cabeza—. Pero no me quedaré aquí a esperar, lo lamento mucho.

La alegría que me da ver a Okura moverse al fin no tiene nombre, pero aún estoy lejos de calmarme, necesito salir de aquí pronto.
Mirando por la ventana descubro la torre que habái visto zarandearse hace un rato. Claro, la torre, qué tonta, y yo pensando en el monte Fuji. Vamos, sé realista, Claire, el fantasma luminoso con cuernitos se refería a la torre.
Cierro los ojos y respiro hondo.
—Ocurre que tenemos que ir hasta la torre del aeropuerto o nos va a tragar el agua. ¿Tú cómo estás? ¿Puedes moverte? Porque habrá que hacer ejercicio.
Señalo en dirección hacia el objetivo, rezando internamente para que esa verja no esté electrificada o el viaje se acabó ahí. Procuro buscar algún letrero que lo indique, porque, vamos, si es de esas, debería tener advertencias, ¿no?
—¡Andando!
Cojo de la muñeca a Ako para meterle prisa y salto hacia afuera.

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29/11/2021, 18:09
Narrador

Y ahí estaban los primeros obstáculos de aquella carrera contrareloj. O al menos si lo que había dicho aquella persona era cierto era un contrareloj a vida o muerte. Sin confirmación por parte de tus compañeres agarraste a Ako y saltaste abajo. Después de aquella pequeña caída de medio metro tus pies se hundieron en las piedras que hacían de cubierta bajo los raíles del tren.

—Espera un… mis cosas..—Escuchaste decir aun desde dentro a una Okura aturdida para pocos segundos después ver a Miyashita y a Okurin asomarse por la puerta cargando con su mochila y la de Ako también a quien se la lanza. Sin muchos más retrasos ambas saltaron para seguirte.

Cuando salto al suelo viste como Okura perdía el equilibrio durante un momento y se llevaba la mano a la cabeza, como si aquel salto le hubiera generado un mareo, por suerte había conseguido mantenerse en pie.

Entonces, ¿Alguien me explica de que va esto? ¿Qué es eso de que nos va a tragar el agua?.—Pregunto cuando llegabais a la vaya mientras tus otras amigas simplemente se encogían de hombros. Si realmente no llegaba a haber un tsunami te iba a tomar como una loca, pero era mejor eso que quedarse allí y que realmente hubiera un tsunami.

La incógnita de qué hacer con la valla se hizo en vosotras, dudabas mucho que estuviera electrificada pues eso solo se hacía en zonas rurales para los animales y allí estabais demasiado cerca de Sendai… a decir verdad, unos pocos minutos más tarde y ese temblor os habría pillado en la estación.

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01/12/2021, 13:41
Claire

—Recórcholis.
Yo no tendría problemas en trepar y saltar esto, peo Ako... Bueno, se supone que es una de las seis rosas, así que adelante, debería poder hacerlo si le doy un envión.
—Si no tienen nada valioso en el equipaje, sugeriría que lo abandonen, tenemos que ir lo más ligeras posible —le digo a Okura, mientras va a recoger sus cosas—. ¿Estás bien? ¿Puedes correr? Porque se nos viene una carrera de obstáculos bien potente.

Vale, no hay ningún signo de electricidad, así que no puede estar cargada, ¿no? Siempre ponen el aviso para que no haya ningún incauto que intente hacer una estupidez. Incluso a veces ponen carteles cuando no hay nada, para asustar. Creo que es ilegal no indicarlo.

—Escuchen, las tres: Pase lo que pase, ahora mismo tenemos que ir hacia esa torre —les digo, muy seria y nerviosa—. Si al final no ocurre nada, pues sí, estoy loquita y podrán burlarse de esto por generaciones; pero si no, si realmente se nos viene la ola grande y nos come a todas, lo mejor es no arriesgarse, ¿no les parece? ¡Vamos! ¡Ako primero!

Le pido a Okura que me ayude a darle un empujón hacia arriba a la enana, apoyando ella los pies en mis manos juntas y luego en los hombros de cada una. 
—¡Ánimo! ¡Lo estás logrando!

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01/12/2021, 18:22
Narrador

 

Cuando diste las explicaciones sobre la ola y que te llamaran loca si luego no ocurría Miyashita levanto las manos.

La verdad es que tengo más miedo de quejas de la policía si acabamos colándonos en el aeropuerto pero siempre podemos decir que te diste un golpe en el accidente, argumentar locura temporal y decir que te acompañamos para que no hicieras nada peligroso.

Era evidente que por la forma de hablar pensaba que realmente no venía ninguna ola, pero que aun pensando eso, confiaba en ti como para seguirte.

Así, empezasteis a ayudar a Ako a subir la valla, cuando la joven daba el último esfuerzo cuando tú y Okura le disteis impulso mirando hacia arriba, Okura empezó a toser apartando la mirada. No comprendiste muy bien aquello pero cuando te diste cuenta que no era una verdadera tos, sino una risa ahogada algo encajo en tu cabeza.

Finalmente Ako pasó al otro lado de la valla y cayo flexionando las rodillas. Si bien podía ser un problema trepar por la altura, como bien habías dicho, seguía siendo del club y era ágil.

Ako, coge esto.—Dijo Okura mientras lanzaba la mochila por encima de la valla.—Si no la coges me pagas la tablet de dentro.—Soltó cuando la mochila ya estaba volando, haciendo que Ako se pusiera nerviosa y por poco casi no la consiguiera coger.

Cogiendo algo de carrerilla Okura salto hacia la valla agarrándose  con las manos y pasando en pocos segundos al otro lado. Dirías que no era la primera vez que saltaba una valla, pero quizá volverla a mencionar como delincuente no mejoraría la confianza. Así, junto con Miyashita empezasteis a trepar la valla hasta pasar al otro lado.

Justo cuando ambas tocabais suelo un coche paso por la carretera sin parar. No era una carretera muy transitada, pero era mejor no cruzar a lo loco. Mientras mirabas para ver si algún otro coche se aproximaba viste como a unos doscientos metros había lo que parecía una entrada para el segundo obstáculo.

Aquella nueva vaya no era una alambrada como la primera, si no que se trataba de un murete de hormigón de algo más de medio metro sobre el que se erigían una valla que, en vez de acabar directamente, se inclinaba hacia vuestro lado, haciendo más difícil su escalada.

 

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01/12/2021, 20:53
Claire

—Les agradezco de corazón la confianza que me tienen —les digo, poniendo una gran sonrisa—. Y si todavía les falta material para pensar que estoy loquita, esperen a que les diga lo que vi en el momento del accidente...

Tras mirar a ambos lados y aguardar pacientemente, indico de echar una carrera todas, lo más juntas posible, en línea recta hacia el otro extremo de la carretera. Una vez pasado lo peligroso, miro hacia adelante, la nueva valla que tengo en frente.
—¡Oh, vamos! ¿En serio? —exclamo, bajando los hombros. No tenemos forma de trepar eso, a menos que usemos una pértiga, pero, ¿dónde conseguiré algo como eso?

Miro alrededor, buscando, pero, por supuesto, es imposible. Ni de milagro habría una caña lo suficientemente larga como para que nos ayude.
—Podemos intentarlo, no digo que no, pero la falda de mi solera de sesenta y cuatro mil yenes no va a sobrevivir —comento, nerviosa, pero no tardo mucho en recobrar la decisión—: Me da igual, la vida de cualquiera de nosotras vale infinitamente más.

Mientras busco, lo que encuentro es algo aún mejor: una entrada accesible. Está lejos, sí, pero... dos cuadras... nos tomaría unos treinta segundos si corremos con ganas, algunas más, algunas menos, pero aquí somos todas atléticas.
—¡Allá! —señalo en aquella dirección—. ¡Andando! Nos tomará menos tiempo llegar a ese ingreso que lo que tardemos intentando pasar por encima de esta desgracia.
Las estoy haciendo correr como endemoniadas... donde todo esto sea una broma de mal gusto me van a linchar. Si esa cosa tiene el poder para crear una aparición y sugerirme cosas, ¿por qué no ayuda de forma más directa? No entiendo.

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07/12/2021, 15:49
Narrador

Dando la orden y empezando a correr, tus amigas te siguieron hacia aquella entrada. Parecía una entrada de parking. Una caseta central dividida una entrada y una salida las cuales tenían una barrera elevadiza de un metro de altura.

Un guardia estaba en la parte exterior mirando al tren descarrilado sin tener muy claro que había ocurrido y os vio como corríais hacia su posición como si no hubiera un mañana.

Posiblemente pensaría que ibas a pedir ayuda o algo parecido, pues no parecía temeroso de un grupo de cuatro chicas corriendo en su dirección. Con paso rápido camino hacia vosotras para ver en que podía ayudar.

Fue entonces que los teléfonos móviles empezaron a vibrar, tanto el tuyo, como el de tus amigas inclusive el del guardia. Solo Okarin, quien a pesar del golpe en la cabeza era la que más parecía haber mantenido su agilidad, fue la que saco el móvil para mirar y solo dos palabras salieorn de su boca.

—Oh… mierda.— Exclamó mientras veíais como el guardia, quien había sacado también su teléfono lo miraba y echaba a correr hacia la entrada.

No fue el único, las vías hasta el momento tranquilas ahora eran un hervidero de gente saliendo de los vagones como podían.

—Han… han dado un aviso de tsunami y pedido que todo el mundo vaya al lugar más alto que puedan. —Dijo tu compañera aun sin acabar de creer que tu predicción era cierta.

Sin parar de correr y sabiendo la muchedumbre que tendríais detrás vuestra dentro de unos momentos pasasteis la barrera del parking de un salto. El guardia había desaparecido de aquel lugar posiblemente había empezado a correr por su vida hacia la torre.

—Se… seis minutos… dicen que estiman que llegue a tierra en seis minutos…—Dice Okarin mientras mira la torre a lo lejos.

Estaba lejos. Muy lejos. Incluso tú sabias que no recorreríais la distancia hasta la torre en seis minutos. Era una llanura y hacia que las distancias engañaran peor sabias que hasta la base de la torre habría como mínimo un kilómetro… quizá incluso dos. Todas sabíais que no llegaríais a tiempo.

Fue entonces cuando el rugido de un coche cercano os alerto y freno justo vuestro lado.

—¡Vamos, vamos, vamos!— Era el guardia que había salido corriendo unos segundos atrás. Os hacia señas desde el asiento del conductor. No os conocía de nada, pero ahí estaba, malgastando unos valiosos segundos instándoos a subir.

Era bien sabido que no debías montarte en coches de extraños, pero quizá era momento de hacer una excepción.

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07/12/2021, 19:44
Claire

La carrera me deja algo fatigada, pero nada grave, ya el segundo en el que nos detenemos a mirar los teléfonos es suficiente para recuperar el aliento.
—Jeh, no sé si alegrarme o llorar por haber tenido la razón —murmuro con sorna—. De cualquier forma, son seis minutos para llegar a tierra, agrega un par más antes de que llegue hasta aquí mismo. Aún hay tiempo, probablemente.

Digo aquello, pero bien sé que la endemoniada torre está totalmente fuera de nuestro alcance, nos tomaría más de quince minutos correr todo eso, y eso si aguantamos.

Estaba a punto de buscar algún carrito de esos donde transportan los equipajes pesados, para subirnos todas y darle con todo al acelerador, por más que esas porquerías seguro irán más lento que una persona corriendo, pero al menos no se cansa. La aparición súbita del guardia con el vehículo me deja absorta y aliviada.
—Vamos, sí, al cuerno con meterme en el auto de un extraño, esta es una situación drástica.

Luego de que Miya y Okura se sientan atrás, agarro a Ako del cuello de la ropa y de la espalda y la lanzo dentro, quedando echada encima de las rodillas de ellas. Doy la vuelta y me subo delante, a la izquierda del tipo este.
—¡A la torre aquella! ¡Rápido! —le grito al hombre—. ¡Como largues el pie del acelerador te lanzo por la ventana y conduzco yo!
Bueno, exagero, seis minutos dan de sobra para recorrer uno o dos kilómetros en coche, más en un terreno tan descampado como este.

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12/12/2021, 00:15
Narrador

No tienes que insistirle al hombre de que acelere, aun no habías cerrado la puerta cuando ya había pisado a fondo el acelerador. El coche rugió con fuerza por aquella petición y en poco tiempo ya estaba cogiendo velocidad por aquella llanura de asfalto.

Puedes ver como el guardia de seguridad mira por el retrovisor y se muerde el labio. Sus manos tiemblan mientras mantiene recto el volante. Algo te dice que hay algo más que miedo en sus reacciones, quizá ¿Tristeza? No tardas en comprender lo que pasa por su mente cuando miras tu misma por el retrovisor.

A lo lejos , por la puerta que habéis entrado una gran cantidad de gente empieza a aparecer, posiblemente los demás pasajeros del tren. Puedes ver desde los oficinistas con traje pasando por familias con niños en brazos hasta ancianos. Todos intentando correr hacia la torre... Pero eras consciente de que la distancia era demasiada. Ni si quiera tu habrías podido alcanzarla en el tiempo marcado toda aquella gente esta perdida.

Un pequeño sollozo se escucha de los asientos traseros. Ako se ha girado y esta mirando como esa gente cada vez esta mas lejos.

—Tenemos que hacer algo, ellos...

—¡No podemos hacer nada asi que no mires!—Dice Okura mientras tira del brazo de Ako para ponerla mirando al frente.

El conductor permanece al volante, puedes ver como sus ojos están ligeramente humedecidos y como sus puños agarran con tanta fuerza el volante que las venas se están marcando en sus manos.

Tras lo que parecen unos momentos interminables en los que vuestra salvación se acercaba y toda aquella gente quedaba atrás, finalmente ya estáis cerca de la torre. La velocidad del coche empieza a minorar lo justo para no volcar cuando empieza a frenar.

—Vamos, ¡Por aquí!— Grita el conductor mientras sale y empieza correr. Extrañamente no está corriendo hacia la torre, si no justo en dirección contraria, hacia algo parecido a una boca de metro, unas escaleras que se introducen en el suelo.

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12/12/2021, 00:42
Claire

—Oh, Dios... —murmuro, casi llorando, al ver a toda esa gente.
Cuando me bajo del auto, doy un largo suspiro y cierro fuerte los ojos, concentrándome en mis pensamientos:
Oye, cosa rara que se me apareció hace un momento, si tienes el poder para hacerme ver cosas y para predecir el futuro, más te vale que intentes ayudar a esas personas, no sólo a mí. Que sobrevivan todos, por favor. Por favor. Y si no los ayudas y todo esto es una broma de mal gusto, pues entonces ya puedes empezar a irte a la mierda.

Abro los ojos y veo que los demás no van para la torre, sino a otro lado y no lo entiendo. Me quedo un segundo dudando, hasta que, finalmente, me decido.
—Yo no voy a bajar ahí, iré a la torre. ¿Está cerrada o algo? Si lo está, dime ya cómo meterme —le pido al guardia—. Y cuida de mis amigas, ponlas a salvo. Soy la hija del embajador de Francia, monsieur Lamaitre. Si le pasa algo a alguna me enfadaré.
Tanto si me responde como si no, salgo corriendo para la torre, pero me detengo tras dar el primer paso.
—O momento, no, ¿puede ser que sea esta la entrada a la torre? Dime, ¿por aquí se llega más rápido hasta allá arriba? No me mientas, que me doy cuenta.

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15/12/2021, 18:19
Narrador

El tipo había salido corriendo hacia aquellas escaleras sin siquiera escuchar tus palabras. Parecía demasiado asustado como para detenerse a escuchar tus altivas palabras.

Por otro lado tus amigas, igual de confusas que tú se quedaron mirando como si intentaran decidir a cuál de los dos seguir. Dado que el tipo no iba a responderte te fijaste en la base de la torre, podría tener fácilmente más de veinte metros de diámetro y no veías ningún tipo de entrada en la base hormigonada de esta. Quizá estaba al otro lado de la torre pero para eso tendrías que rodearla.

La decisión estaba en tus manos, pero tus amigas esperaban para seguirte fueras a donde fueras. Quizá debido a tu “premonición” avisando del tsunami, parecían haberte puesto del liderazgo.

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15/12/2021, 22:33
Claire

Pensando rápido en las posibilidades, llego a la conclusión de que, por más que me acerque a la torre esa, raro sería que podamos meternos, las puertas estarían cerradas y el nivel de seguridad altísimo.

Odio la suerte y el azar. Los odio mucho. Siempre me juegan en contra y me arruinan los planes, ¡incluso ahora lo están haciendo! Es por eso que adoro el ajedrez, es de los pocos juegos en los que la suerte no participa, es cien por ciento habilidad, nada de dados, nada de barajas, nada de moneditas.
Aquí no me queda otra que intentar reducir las chances de error lo máximo posible. Quizás a donde se dirige es una entrada para el personal, nos conduciría hasta dentro del aeropuerto y, desde allí, buscaré una forma de acceder a la torre. Si ahora mismo corro hasta la base, lo más seguro es que me encuentre con una puerta bajo llave que nunca podré abrir y con guardias apostados que harán preguntas o peor.

No, las mejores chances las tendré si acompaño a este señor.
—Nada, sigamos a este tipo, confío en que nos llevará hacia la torre. Si no, al menos acabaremos dentro del aeropuerto y desde allí podríamos seguir buscando la forma de subir. El aventón en auto nos ha ahorrado muchísimo tiempo y aún nos queda suficiente como para planear contingencias.

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21/12/2021, 01:29
Narrador

Siguiendo el tipo bajasteis las escaleras corriendo para ver como después de un pequeño descansillo unas nuevas escaleras bajaban en dirección contraria. Una vez descendidas estas ,un pasillo alumbrado por algunos luminiscentes focos se hacía paso bajo tierra. En medio del pasillo lo que parecía un control de seguridad junto con una puerta metálica que había quedado abierta  era lo único que os separaba de lo que parecía una sala subterránea mas amplia.

Una vez llegaste a aquella sala circular pudiste constatar que aquello era la parte inferior de la torre que debía enterrarse algunos metros bajo el suelo. unas escaleras en espiral hacían de subida junto a dos ascensores. El guardia estaba frente a uno de los ascensores apretando de forma nerviosa el botón de llamada.

Notas de juego

Penultima decision. despues de esta una vez mas y Isekai

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21/12/2021, 01:47
Claire

—Lógico —murmuro, más pensando en voz alta que cualquier otra cosa.
Claro que ibamos en ascensores, ¿por qué mi cerebro estaba bloqueando de mis pensamientos los ascensores? ¿Por qué me venía imaginando que iba a estar subiendo qué sé yo cuántos pisos a pulmón por las escaleras? Debe ser el susto. El susto que estoy tratando de disimular se está desbordando por medio de estos lapsus, y sí, de alguna manera tiene que salir.

—Deja el dedo en el botón, bajará más rápido —le digo al guardia, un algo de cultura popular que, ni sé si es cierto, ni me importa. Al menos me da esa sensación de alivio, por más que el ascensor siga haciendo su rutina como la hace siempre.

—Bueno, atentos todos, que una vez nos metamos dentro de eso, estaremos a merced de... no, mejor me callo.

No quiero ni pensar en lo que ocurrirá si llega a haber otro terremoto con nosotras y este señor apretujados ahí. Además, viendo la forma en la que predije aquello otro, mejor mantengo la boca cerrada y me concentro en algo más alegre. Alegre, alegre, vamos.

—Ya, ¡al diablo! —exclamo, hastiada, y corro hasta las escaleras en espiral—. Pero ni en joda voy a entrar en esa cajita, sabiendo que hay temblores a cada vuelta de la esquina. Si ustedes tienen el lóbulo frontal todavía funcionando, imagino que vendrán conmigo.

Luego de que digo eso, termino riendo para mis adentros. No es seguro el ascensor, no, pero subirse a la torre sigue siendo peligroso. ¿Y si se derrumba con nosotros allá arriba? No, no puede ser, los japoneses estos saben construir todo a prueba de todo. Más les vale.

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28/12/2021, 02:42
?

Y así empezaste a subir las escaleras. Tus compañeras, al contrario, demasiado cansadas y con sus manos en las rodillas recuperando su aliento decidieron esperar el ascensor. Dejaste de verlas cuando las escaleras pasaron al primer piso de muchos.

Corrías  subiendo algunos de los escalones de dos en dos por aquellas interminables escaleras metálicas. Ya habías perdido la cuenta de los pisos que habías subido cuando un nuevo temblor ocurrió. Te agarraste a la barandilla hasta que finalizo y seguiste subiendo a prisa.

¿Habrías hecho bien? estarían tus compañeras en el ascensor? ¿Habrían llegado ya arriba? Multitud de preguntas te invadían mientras seguías subiendo aquellas escaleras. Finalmente llegaste a arriba. Una sala llena de ordenadores con gente trajeada nerviosa que te vieron entrar por las escaleras. toda la circunferencia estaba acristalada y podías ver todo a la redonda.

Ninguna de aquellas personas te dijo nada, parecían estar congeladas, sus rostros de miedo y nerviosismo eran patentes pero inmóviles, así como el pequeño cartel luminiscente del ascensor marcando el numero 52 pero sin variar. La única persona en movimiento estaba frente a uno de los cristales, era la misma proyección o fantasma que te había alertado en el vagón. Mirando impasible hacia un mar con una gran ola estática que en ese momento no parecía avanzar.

La mujer se volteo hacia ti. Su rostro parecía realmente triste pero a la vez sorprendida.

—Tu... eres la del tren. Realmente me veías y...¿Puedes moverte?.—Su voz era tranquila, recordándote el fluir de un pequeño arrollo.—Llegara pronto y es solo el inicio. El mundo se acaba.—Dice mientras vuelve a mirar hacia el estático mar.

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31/12/2021, 22:19
Claire

—¿Que qué? ¿Cómo que el mundo se acaba? —pregunto, ofuscada—. No me jodas. ¿Quién eres? ¿Cómo es que llegaste hasta acá arriba y...? y te dejaron entrar.

Vestida así, además.

Al principio no lo noté, pero ahora que me pregunta, es cierto, parece como si el tiempo se hubiera frenado. Ahora ya lo único que me queda es que todo esto sea una pesadilla y que en breve Ako me esté sacudiendo para despertarme, todavía en el asiento del tren. No se me ocurre otra explicación.

—¿Qué es lo que llegará pronto? ¡Responde! ¡Deja de hacerte la misteriosa!

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02/01/2022, 03:18
?

La mujer te miro durante un momento ante todas las preguntas que hacías, fue tu última pregunta la que respondió primero mientras volvía a mirar por aquellos ventanales y señalaba hacia el mar.

—La ola. —Respondió tranquila dando un pequeño suspiro.— He intentado frenar todo lo posible que ocurriera, pero he llegado a mi limite. Esta será la primera de todas las tragedias que se sucederán.

— Si esa idiota hubiera hecho bien su trabajo en vez de aislarse.—Murmuro pesadamente para sí misma.

Era evidente que en su tono estaba cansada. Con cuidado se sentó en el suelo con las piernas hacia un lado mientras seguía mirando por aquellos grandes ventanales.

—Solo quiero ver toda esta zona una última vez antes de que todo quede arrasado. Tantos años cuidando todo para que se vaya a esfumar en tan poco.

La mujer siguió mirando como todo estaba congelado hasta que estuviste lo suficiente cerca.

—Echare de menos la floración de esta ciudad. ¿La viste alguna vez?.—Te pregunto sin dejar de admirar las vistas.

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06/01/2022, 13:09
Claire

La ola, claro. Mi cerebro ha cesado de funcionar.

—Vale. Estoy loca o estoy soñando, tal vez ambas.

Miro hacia atrás, el número paralizado en el ascensor me pone más nerviosa todavía, ¿el tiempo se ha congelado en todos lados?
—¿Puedes congelar el tiempo y no puedes hacer desaparecer una olita de mierda? Vamos...
Ya no me cuestiono por qué es que puede hacerlo, ya da igual, vamos a morir todos. Ni me estreso.
—Es un poder de lo más útil ese, desearía poder hacerlo yo también, a veces siento que a mi día no le vendrían mal un par de horitas extra.

...

—¿Perdón? ¿Qué has dicho? —pregunto, ahora más ofuscada, saltándome las venas en el cuello y en la frente.
Ignoro la pregunta que me hace y corro hasta ella y la intento agarrar del cuello de la ropa.
—¿Eres la jodida guardiana? ¿Guardiana de qué? ¿De la tierra? ¿Proteges la tierra y no puedes parar un tsunami? ¿Qué harías entonces si se viniera encima un meteorito? ¡HAZ ALGO! ¡PUEDES PARAR EL PUTO TIEMPO, CARAJO! ¡Te ayudo en lo que sea si hace falta! 
La suelto.
—No seas egoísta, haz el favor, te estás rindiendo demasiado fácil y dejando a toda esta gente en banda. ¿Qué hay que hacer? Vamos, dilo. Tu límite llegará cuando ya dejes de existir, mientras vivas y te muevas los límites no existen, así que no jodas. ¡No me vengas a hablar de límites a mí!

Todo esto lo digo asumiendo que estoy soñando. Debe ser una puesta a prueba. Toda la vida me he esforzado para ser lo que soy ahora, jamás me he rendido y las dificultades sólo consiguieron que me volviera más y más fuerte e inteligente al sueprarlas. Los límites son una excusa, una estupidez.

Miro muy fijamente a esta guardiana, con los ojos ensombrecidos, el gesto severo y afilado.
—Explícate mejor y te ayudo, quiero regresar con mis amigas a ver el campeonato de esgrima. Y donde me digas que soy una simple humana te lanzo por la ventana.