Partida Rol por web

Cae la noche y empieza el espectáculo mientras os relajáis con la idea de que al fin ha acabado el peligro ya que durante la noche anterior no murió nadie. ¡Esta vez si! ¿O tal vez no?

Un día duro, tuvimos que combatir contra un grupo de tíos que hacían artes marciales. Me tocó, a suertes, medirme contra un rival que parecía digno. No sabía como me enfrentaría a él, ¿y si tenía poderes raros? Pero no podía caer, teníamos que luchar contra lo que nos tocara, si tenía que ser con uno de los más duros, mala suerte, el azar es el azar y no se puede hacer nada contra él.

Me preparé para el combate épico, sin duda Eban estaría frotándose las manos, ¿como podría vencer yo a ese rival? Aún así, tragué saliva y salté al tatami. Mi adversario me estaba esperando, amenazante.

Pero al final resultó que no era tan difícil, entre tiros, patadas y capones, la criatura peligrosa logró caer. Las normas absurdas de los alienígenas esquimales habían obligado que le hiciera daño a ese monstruo infernal y poderoso. Afortunadamente, seguía vivo y se curaría con unas habichuelas que repartían entre los perdedores. Ahora tocaba resguardarse para la noche. ¿Habrán muerto todas las criaturas? No me gustaba esperar a que algo pasase, pero se había convertido en una rutina, por desgracia.

-Dean, ¿qué nos depara el mañana?- dije al chico que nos ayudaba siempre a prepararnos a los acontecimientos del día siguiente.- Y gracias por la ayuda, nos está siendo muy útil.

Mientras esperaba, pensaba en qué sitio refugiarme hoy para pasar la noche, agarrado a mi pistola. Y pensaba también en quien sería el asesino. Gracias a Serena y a Bender, la lista de sospechosos se reducía más cada día, y mañana, si esto no ha acabado aún, podrían encontrar al asesino, o descartar más sospechosos. Suponiendo que lo de la lista sea cierto, aunque de momento no veía demasiadas razones para sospechar de que Bender no dijera la verdad.

Al final Ted Mosby se había enfrentado al contrincante supremo, mientras el perdedor de Jack Bauer se enfrentaba a un mapache, al que ganó a duras penas.

Combates aparte, Stewie tenía otras cosas que hacer. Debía buscar nuevos planes para su dominación del mundo, y qué mejor que organizar planes con la mente maestra más maligna del mundo...

El Emperador Pilaf, si señor, con él estaba Stewie. Dos grandes genios del mal, dos Ases de las canchas malignas del infierno...

Y para más inri, de la misma altura y casi con el mismo tamaño de cabeza. Uno azul y el otro naranja.

Cuando hubo acabado, volvió con el grupo. Ojala acabara todo aquello por la noche, así podía quedarse en aquel mundo; que despues de haber pasado por tantos era el que más le gustaba.

Vampiros: Fox Mulder.
Vidente 1: Seth Gecko (Héroe)
Vidente 2: Hermione Granger